2. OBJETIVO • Establecer los lineamientos en el diagnóstico y
tratamiento del adulto que se presenta con crisis
hipertensiva en los tres niveles de atención
• Que el personal de salud de primer contacto
impacte positivamente en la atención y la
disminución de morbimortalidad en las crisis
hipertensivas
• Identificar oportunamente al paciente adulto que
requiere tratamiento para crisis hipertensiva en
los tres niveles de atención
3. DEFINICIONES
Crisis hipertensiva. Es aquella elevación
aguda de la PA que motiva una consulta
médica urgente, con cifras de PA diastólica
superior a 120 mmHg y/o PA sistólica por
encima de 210 mmHg. Este término, a su vez,
engloba a otros dos:
Emergencia hipertensiva. En ella la elevación
tensional se acompaña de alteraciones en los
órganos diana (corazón, cerebro, riñón) de
forma aguda, de modo que conlleva un
compromiso vital inmediato y, por tanto, obliga
a un descenso de las cifras tensionales en un
plazo máximo de una hora mediante
medicación parenteral.
4. DEFINICIONES
Urgencia hipertensiva. Aquí la elevación
tensional no se acompaña de lesiones que
compromentan la vida de forma inmediata
y, por tanto, permite que pueda corregirse
de forma gradual en un período de 24-48 h
con antihipertensivos administrados por
vía oral. Incluimos aquí todas las
elevaciones bruscas de la PA diastólica
por encima de 120 mmHg que son
asintomáticas o tienen una sintomatología
leve e intrascendente.
Falsas urgencias hipertensivas. Son
aquellas elevaciones de la PA que no
producen daño en los órganos diana y son
reactivas a situaciones de ansiedad,
5. EPIDEMIOLOGÍA La hipertensión arterial es la enfermedad crónica
más frecuente en los países occidentales, y afecta
a más del 20% de su población adulta. Aunque
existen datos contradictorios, parece ser que los
varones son más propensos que las mujeres a
tener crisis hipertensivas; con respecto a la edad,
esta enfermedad es más frecuente en pacientes
con una edad mediana, con un pico entre los 40 y
50 años.
6. FISIOPATOLOGÍA Las urgencias hipertensivas graves se deben,
generalmente, a una elevación repentina de la PA
debido al aumento de las resistencias periféricas,
consecuencia a su vez de la liberación de
sustancias presoras, como la angiotensina II, la
noradrenalina y la hormona antidiurética.
Todo ello conduce a un deterioro arteriolar por
alteración del endotelio y la deposición de
plaquetas y fibrina, perdiéndose también la
autorregulación de la circulación, con lo que se
produce isquemia de los órganos periféricos.
7. VALORACIÓN DEL PACIENTE
• En cualquier paciente con crisis
hipertensiva el objetivo ha de ser
identificar las supuestas causas y
valorar el posible daño de los órganos
diana.
8. VALORACIÓN DEL PACIENTE
Antecedentes. Debe interrogarse acerca de
los fármacos que habitualmente toma el
paciente para cualquier dolencia, buscando el
causante de la crisis (vasoconstrictores
nasales, anticonceptivos orales, corticoides,
retirada brusca de hipotensores, AINE,
antidepresivos, simpaticomiméticos.
Enfermedad actual. La expresividad clínica de
las crisis hipertensivas abarca un amplio
espectro de manifestaciones, que van desde
los pacientes asintomáticos hasta los que
mueren de forma súbita a causa de un
episodio vascular agudo.
9. EXPLORACIÓN FÍSICA
Toma de presión arterial. Debemos realizarla en
decúbito y en bipedestación en ambos brazos, con
un manguito apropiado al diámetro del brazo.
Auscultación cardiopulmonar y datos sobre el
pulso periférico. Buscar, sobre todo, signos de
insuficiencia cardíaca (soplos, arritmias,
crepitantes pulmonares, etc.) y de disección
aórtica.
Exploración abdominal. Buscar masas, soplos,
etc., que puedan ponernos, por ejemplo, en la
pista de una disección aórtica.
10. EXPLORACIÓN FÍSICA
Extremidades. Valoraremos la presencia de edemas y
la existencia o no de simetría en los pulsos periféricos.
Exploración neurológica. Debe ser lo más completa
posible, incluyendo fondo de ojo para comprobar la
afección retiniana de la HTA (clasificación de Wegener;
suelen ser pacientes grados II-IV, por lo que
encontraremos hemorragias, exudado y edema de
papila).