La educación no formal tiene tres funciones principales: 1) sustituir o complementar la educación formal, 2) proporcionar formación laboral y reciclaje profesional, y 3) fomentar el ocio y la cultura. Carece de una estructura centralizada y se caracteriza por su flexibilidad en cuanto a contenidos, métodos, educadores, ubicaciones y horarios. Financia actividades educativas una variedad de instituciones públicas y privadas.