La dislipidemia consiste en altos niveles de lípidos como el colesterol y los triglicéridos en la sangre. Puede ser causada por factores genéticos u otros estilos de vida. Aunque a menudo no causa síntomas, puede conducir a depósitos grasos en la piel y ojos. Se diagnostica mediante análisis de sangre y se trata modificando la dieta, haciendo ejercicio y tomando medicamentos para reducir los lípidos si es necesario.