Los ejercicios pasivos son ejercicios realizados por asistentes para pacientes inmóviles que ayudan a mantener las articulaciones flexibles y saludables. Son importantes para prevenir la rigidez articular y la reducción de la flexibilidad y el flujo sanguíneo cuando el paciente debe permanecer en cama. Los ejercicios pasivos involucran movimientos suaves de todas las articulaciones, desde la cabeza hasta los dedos de los pies.