El documento argumenta que los sistemas educativos nacionales surgieron como parte de la modernidad para responder a las necesidades de educar a los ciudadanos en un nuevo sistema de creencias basado en la razón y de educar a los trabajadores en nuevas formas de disciplina. La educación se extendió a toda la población a medida que la sociedad cambió de una jerarquía feudal a una meritocracia basada en el mérito individual.