Este documento discute la enseñanza del proyecto arquitectónico en los primeros cursos de una carrera de arquitectura. Propone enfocarse inicialmente en los procedimientos de diseño y luego avanzar hacia un análisis de proyectos y obras arquitectónicas para identificar diferentes estrategias y paradigmas de proyecto. El objetivo es mostrar que no existe un único proceso de diseño sino múltiples enfoques, y preparar a los estudiantes con una visión amplia de la problemática actual de la arquitectura.
2. Introducción
El dictado de las asignaturas Introducción a la Arquitectura, Análisis Proyectual I y Análisis
proyectual II, pertenecientes al Ciclo Básico del Área Teoría y Técnica del proyecto
arquitectónico, amerita una reflexión sobre la enseñanza del proyecto en los cursos
iniciales.
En primer lugar: repasar los mecanismos y condiciones de la enseñanza, precisando
claramente a los alumnos la diferencia que existe entre un taller de proyecto y taller de
aprendizaje de proyecto. Esto supone definir acciones y secuencia de acciones en
contextos significativos y funcionales, y enfatizar la reflexión sobre el modo en que éstas
se realizan.
La designación de “Introducción a la arquitectura” para el primer curso y “Análisis
proyectual” para los dos siguientes muestra no sólo una voluntad de diferenciación
contenida en el plan de estudios, sino una condición del proceso de aprendizaje.
En el primer curso, y aún en el inicio del segundo, el aprendizaje de procedimientos se
constituye en un tema fundamental para el acceso al conocimiento, por tanto el dominio
de un procedimiento va a exigir modos de aprendizaje, que consistan esencialmente en la
ejecución comprensiva-significativa y contextualizada, o sea no mecánica, de las acciones
que configuran cada uno de esos procedimientos. En este proceso deben seleccionarse
cuidadosamente las actividades, diseñadas e instrumentadas por el docente en calidad de
“mediadoras” entre los contenidos a aprender y la estructura cognitiva de los alumnos.
Esto no implica que al enfocarnos inicialmente en los procedimientos no pongamos en
juego contenidos de carácter conceptual. Pero es, en la definición de lo que
denominamos proceso proyectual donde aparece la caracterización epistemológica de su
definición. Análisis Proyectual I y Análisis Proyectual II recorrerán ese camino desde lo que
entendemos como “estrategias proyectuales”1
Estrategias
El término “estratégico” prolifera en las agendas contemporáneas. Se ve repetido en
diferentes foros, publicaciones y ensayos dedicados a la arquitectura de nuestros días. Su
empleo intenta abarcar una amplia gama de definiciones que van desde lo informal hasta
lo político, pasando por las actuaciones pautadas en el tiempo, aquellas menos
preocupadas por la forma que por el uso o aquellas que hacen un valor de la intervención
mínima, entre otra muchas.2
Una definición genérica diría acerca de estrategia: es un plan que especifica una serie de
pasos o de conceptos nucleares que tienen como fin la consecución de un determinado
1
MONEO,
Rafael
“Inquietud
teórica
y
estrategia
proyectual
en
la
obra
de
ocho
arquitectos
contemporáneos”
;
ed.
ACTAR,
Barcelona
2004
2
GARCIA
GERMÁN,
Jacobo.
Estrategias
operativas
en
arquitectura.
Ed
Nobuko,
Buenos
Aires,
2012.
3. objetivo. Seguramente el concepto deriva de la disciplina militar, así, en este contexto la
estrategia dará cuenta de una serie de procedimientos que tendrán como finalidad
derrotar a un enemigo. El término puede emplearse en distintos ámbitos como sinónimo
de un proceso basado en una serie de pasos que buscan obtener un resultado específico.
La estrategia, en cualquier sentido, es una puesta en práctica de la inteligencia y el
raciocinio.
Queremos despejar desde el principio una posible y, a nuestra mirada equivoca, cercanía
de la noción de estrategia con la de método. En este sentido hacemos propia, desde lo
que el mismo denomina “semiótica normativa” esta definición de Parret (1991): “la
estrategia, en tanto está internalizada, no supone necesariamente una planificación;
justamente, el hecho de que sea internalizada es lo que la vuelve competente. Por otro
lado, una estrategia es una regularidad, algo que se repite ante las mismas condiciones
contextuales y supone una valoración social. En tercer lugar, esa regularidad, repetida en
las mismas condiciones, alude tanto a las condiciones de producción como a las de
interpretación”. 3
Estrategias Proyectuales
Entender y proponer que “la arquitectura” no es una y por lo tanto no existe un único
proceso proyectual enseñable; entender y proponer que distintas arquitecturas devienen
de mecanismos proyectuales diversos, que diversas estrategias proyectuales implican
distintos mecanismos analíticos para arribar al aprendizaje es la hipótesis del trabajo en la
cátedra. Además considerar que, en relación al Plan de Estudio de nuestra Facultad, la
definición del ciclo inicial como “Básico” (el que brinda las bases) seguido por un ciclo
“Superior” nos obliga en esta perspectiva que nos estamos planteando: esto es develar las
estrategias que componen, conviven, compiten y entretejen este momento de la
arquitectura contemporánea.
La propuesta que conduce esta idea es convertir cada curso en lo que llamamos
laboratorio de investigación donde el Análisis Proyectual consiste en la revisión, estudio y
análisis de obras, proyectos y textos de arquitectos así como también de pensadores de
otros campos y su producción (texto, obra de arte, etc.).
El proceso de análisis de obras de arquitectura es inherente al aprendizaje del proceso de
la proyectación y se hace inevitable mencionar las dificultades que se presentan al
pretender establecer un único y general modelo de análisis a diversas obras de
arquitecturas. Por tanto se hace inevitable asociar la noción de paradigma a diferentes
estrategias proyectuales y en consecuencia la diferenciación de sus tácticas para el
análisis.
Este tipo de Análisis Proyectual que opera como referencia conceptual o metodológica
para la acción, no se realiza desde el posicionamiento ideológico del que analiza, sino que
se intenta identificar los conceptos que le dieron sustento desde su génesis, y que han
regido la estrategia proyectual adoptada.
En palabras de Moneo 4
, esto supone identificar “los mecanismos, procedimientos,
paradigmas y artilugios (…) que aparecen con recurrente insistencia en la obra de los
arquitectos actuales: de ellos se valen para configurar lo construido”.
En este sentido nos preguntamos ¿Cuál es el posicionamiento conceptual?, ¿Cuál es el
marco ideológico del autor, de la obra, de los textos texto? ¿Podemos identificar las reglas
3
PARRET,
Herman.
Semiótica
y
pragmática.
Edicial,
Buenos
Aires,
1991.
4
op
cit
4. explícitas e intenciones implícitas en la definición del proyecto? ¿Podemos identificar los
procedimientos utilizados para recorrer la distancia que media entre la definición teórica y
la propuesta? ¿Podemos entender al proyecto como resultado de ese recorrido?
Asimismo, agregamos otra serie de interrogantes de índole operativa: ¿Podemos verificar
que la utilización de determinadas herramientas durante el proceso proyectual es
determinante en la resolución de ciertas obras? O dicho de otra manera: ¿Algunas
arquitecturas son el resultado de la aplicación de determinadas estrategias que sólo se
resuelven con el empleo de herramientas específicas?
Esto no se agota en el Análisis: en cada uno de los Cursos, y en cada Unidad, se prueba y
comprueba alguna de estas estrategias, a partir de Temas de Proyecto, que funcionan
sólo como disparadores de la estrategia proyectual abordada en cada instancia particular.
Paradigmas
En las disciplinas del diseño se usa frecuentemente el término paradigma en el sentido de
patrón o modelo, un ejemplo , un arquetipo. En las ciencias sociales en general se usa
para describir sistemas de creencias y valores con los que interpela la realidad.
De acuerdo con Kuhn (1971) dentro de cada paradigma se determina cuales son los
problemas que deben ser resueltos ya que es a su interior donde se establecen los
elementos relevantes para la construcción de la propia teoría.
Deciamos anteriormente que diferentes corrientes de pensamiento han definido y
redefinido en cada oportunidad, la disciplina y sus productos. Cada postura ideológica
define y da prioridad a determinados objetivos y contenidos del oficio, pero también
propone las estrategias que deben utilizarse para alcanzar de modo consistente la forma
arquitectónica estimada correcta.
La arquitectura y los compromisos experimentados por los arquitectos en el siglo XX
continúan aportando gran parte de las claves prácticas y reflexivas del actual trabajo
arquitectónico, que se enmarca todavía –por adhesión u oposición− en las pautas
modernas, en cuanto a sus procesos de invención, búsqueda e interpretación.
En este sentido pensamos que, dada la estructura del Plan de Estudios de la FAPyD, que
establece ciclos diferenciados como Basico (de primero a tercer año) y Proyectual (de
cuarto a sexto) debemos contribuír a una visión amplia de la problemática actual de la
arquitectura y proporcionar los elementos basales para la práctica proyectual.