La evaluación para el empoderamiento es un enfoque cuya meta es incrementar la probabilidad de éxito de un programa mediante la evaluación participativa, inclusiva y autoevaluación de la planeación e implementación. Se basa en principios como el mejoramiento, participación democrática y justicia social, empleando técnicas cualitativas y cuantitativas. Los evaluadores enseñan a las personas a realizar sus propias evaluaciones para volverse más autosuficientes.