El documento presenta una descripción detallada de la representación de los vicios a través del arte, en particular en la pintura renacentista. Explica cómo se utilizaban símbolos e iconografía para representar virtudes como la castidad y vicios como la lujuria, la pereza y la avaricia. El objetivo era educar a través del arte y ridiculizar el mal para quitarle atractivo.
el la historia y hechos de los 12 apóstoles, que fue entregada a los 24 ancianos de la India, en el Tibet, para que se diera inició al Juicio de dios, al Imperio ROMANO
¿Existe el infierno? ¿Qué dice la Biblia al respecto? Este tema dilucida todos los términos del antiguo y nuevo testamento que se refieren al lugar de los muertos y su estado. No caigamos en un engaño.
En la antigüedad cristiana negaron la divinidad de Cristo: Cerinto, los ebionitas, los monarquianos dinamistas o adopcionistas y los arrianos. En los tiempos modernos la han negado los socinianos y los racionalistas de la época de la "Ilustración", y también la moderna teología liberal.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
Today is Pentecost. Who is it that is here in front of you? (Wang Omma.) Jesus Christ and the substantial Holy Spirit, the only Begotten Daughter, Wang Omma, are both here. I am here because of Jesus's hope. Having no recourse but to go to the cross, he promised to return. Christianity began with the apostles, with their resurrection through the Holy Spirit at Pentecost.
Hoy es Pentecostés. ¿Quién es el que está aquí frente a vosotros? (Wang Omma.) Jesucristo y el Espíritu Santo sustancial, la única Hija Unigénita, Wang Omma, están ambos aquí. Estoy aquí por la esperanza de Jesús. No teniendo más remedio que ir a la cruz, prometió regresar. El cristianismo comenzó con los apóstoles, con su resurrección por medio del Espíritu Santo en Pentecostés.
2. Para educar los modelos nos tienen
que entrar por los ojos
• En el arte hay una rica representación de las
virtudes
• También resulta interesante representar los
vicios, porque nos puede dar mucha
información sobre cómo ridiculizar el mal,
para que pierda su atractivo
3. • La lectura del cuadro debe hacerse de izquierda a derecha. En el primer extremo la diosa virgen Atenea entra en
escena armada, portando un escudo y una lanza rota, que por consiguiente ya ha sido utilizada. Detrás de ella
aparece Dafne convertida en laurel, después de haber huido del acoso sexual de Apolo. Tanto Atenea como Dafne
son personificaciones de la castidad y por tanto modelos de conducta para la mujer perfecta. Otras virtudes
femeninas importantes son la Justicia, la Fortaleza y la Templanza, que contemplan todo lo que está sucediendo
desde una nube, arriba en la esquina opuesta. Son tres de las cuatro Virtudes Cardinales; la cuarta, la Prudencia,
no se muestra allí porque está prisionera tras los muros que cierran el jardín por el extremo de la derecha, según
se explica en una cartela que ondea al viento con una inscripción en latín.
• El centro de la composición es un jardín que representa la mente humana subyugada por los vicios. En el eje
principal se yergue sobre un centauro Venus, diosa del amor, en su versión más sensual. El centauro, mitad
persona mitad caballo, es un símbolo del hombre dominado por la pasión del sexo. A su izquierda, espantadas por
Atenea, huyen dos ninfas junto con la Lujuria, representada como una mujer con patas de cabra que lleva varios
niños en su regazo. Por el estanque escapan un mono y un sátiro, símbolos de la incontinencia sexual, además de
varias alegorías negativas que, de acuerdo con los modelos iconográficos establecidos y los letreros identificativos
que las acompañan, son las siguientes. En la orilla izquierda del estanque está el Ocio (la ociosidad es la madre de
todos los vicios) conducido por la Inercia, y en el otro extremo la Avaricia y la Ingratitud, que llevan en brazos a la
Ignorancia, coronada como enemiga de la virtud.
• El conjunto, en suma es una demostración de los principios morales que regían la vida de Isabella d’Este, en
particular el amor y la castidad, representados a través de una escena de tema mitológico. La diosa Atenea entra
en el jardín de la mente humana y expulsa a todos los vicios y comportamientos deshonestos con el fin de poner
orden y reconducirla por el camino de la virtud. La profusión de inscripciones y la lectura iconográfica del cuadro,
de izquierda a derecha, acentúan su carácter literario, con la intención de difundir una imagen modélica de la
mujer en el Renacimiento.
9. • Símbolos de la Virtud a la izquierda en primer plano un putto, que
mantiene un compás, dibuja en el suelo, acompañado de libros
(sensatez), de instrumentos de geometría, de música, de accesorios
de escritura (artes liberales)
• en un paisaje iluminado con la luz divina, el angelote equipado con
varios pares de alas, que han superado las rocas y las plantas
espinosas del segundo plano, se abalanza sobre un camino difícil
hacia una cumbre rocosa (determinación a pesar de los obstáculos).
• Símbolos del Vicio a la derechaen simetría con el putto del primer
plano, un sátiro se embriaga al borde sombrío de un bosque,
abrazando una jarra, a ambos lados, dos ánforas yacen a tierra
volcadas, cerca de racimos de uvas.
• más lejos, en un paisaje de mar atormentada un barco naufraga
bajo un cielo nublado.
16. DESCRIPCIÓN CLÁSICA DE LA ENVIDIA
• Descubre en su imagen muchos de los rasgos y atributos con los que Ovidio la describiera en uno de los relatos
deMetamorfosis, aquel donde Minerva, diosa guerrera de la sabiduría, le ordena a la tenebrosa personificación que transmita
su mal a la princesa ateniense Aglauros, por lo que ésta padecerá un punzante y continuo sufrimiento ante la visión de su
hermana Herse y el dios Mercurio felizmente casados.
• Antes de dar paso al ensayo de Pedraza recordemos como es descrita la Envidia por Ovidio:
•
"Y en el acto (Minerva) se encamina a la morada, sucia de negra sangre cuajada, de la Envidia; es una casa oculta en un valle
profundo, privado de sol, no accesible a ningún viento, lúgubre, transida de un frío que paraliza, y que, desprovista siempre de
fuego, está siempre sumida en tenebrosa bruma. Al llegar allí la temible y varonil doncella de la guerra, se detubo delante de la
casa, por no estarle permitido penetrar en aquella morada, y llamó a la puerta con la punta de la lanza. Al golpe se habren las
dos hojas; ve dentro a la Envidia comiendo carne de víbora, adecuado alimento de su veneno, y al verla aparta la diosa los ojos.
Pero la Envidia se levanta pesadamente de la tierra, abandona los cuerpos a medio comer de las serpientes, y avanza con paso
lánguido; y al ver a la diosa que resplandecía por su hermosura y por sus armas, exhaló un gemido y atrajo la mirada de la diosa
a sus profundos suspiros. En su rostro se asienta la palidez, en todo su cuerpo la demacración, nunca mira de frente, sus dientes
están lívidos de moho, su pecho verde de hiel, su lengua empapada de veneno; no hay en ella risa, salvo la que produce el
espectáculo de la desdicha, y no goza del sueño, despierta siempre por desvelados afanes; ve la felicidad de los hombres, que le
molesta, y se consume de verla; hace daño y se hace daño a la vez, y es ella su propio suplicio. Sin embargo, y a pesar de que la
odiaba, la Tritonia le dirige estas breves palabras: "Empozoña con tu veneno a una de las hijas de Cécrope; es necesario; se trata
de Aglauros". Sin decir una palabra más, huyó apoyando con fuerza su lanza en la tierra para alejarse de ella.
• La otra, al ver con su mirada de reojo a la diosa que huía, profirió algunos murmullos lamentándose del éxito que esperaba a
Minerva; tomó su bastón, completamente cubierto de aros de espinas, y, envuelta en negras nubes, por dondequiera que pasa
pisotea las flores de los campos, agosta la hierba, arranca las erguidas margaritas, y con su soplo mancilla los pueblos, las
ciudades y los hogares; por fin divisa la fortaleza de la Tritonia que florecía en talentos, en riquezas y en jubilosa paz, y apenas
puede contener lágrimas por no ver nada digno de ellas. Pero una vez que ha entrado en la habitación de la hija de Cécrope,
ejecuta lo ordenado: le toca el pecho con su mano enmohecida, le llena el corazón de espinas punzantes, le sopla dañina
pestilencia y difunde por sus huesos y derrama en mitad de sus pulmones un veneno negro como la pez. Y para que los motivos
de pesar no se extiendan a una amplia zona, le pone delante de los ojos la imagen de su hermana, del feliz matrimonio de su
hermana y del dios en toda su belleza, y todo lo presenta agrandado. Irritada por todo ello, la Cecrópide sufre la mordedura de
secreto sufrimiento, y angustiada de noche y de día, gime y se va consumiendo la desdichada en lento acabamiento, como el
hielo herido por un sol vacilante; la ventura de la dichosa Herse la devora tan inexorablemte como cuando se prende fuego por
debajo a hierbas espinosas que sin producir llamas se van quemando en tibio calor".
•
Ovidio, Metamorfosis, Libro II vv. 708-832 (Gredos 2008)
17. • Los bodegones conocidos como "vanitas" alcanzaron gran
difusión en la pintura del siglo XVII en el norte de Europa y
España, donde pondrían de relieve -acorde con el clima de
crisis y desánimo en una época de profundas
transformaciones-, una mirada desengañada del mundo y
de la efímera existencia humana, algo también muy
prodigado en la producción literaria. Éste género pictórico
de fuertes connotaciones alegóricas y moralizantes
seguidor de la tradición emblemática, se presenta como
una señal por la que tomar conciencia sobre la fatuidad del
empeño en las conquistas mundanas dirigidas al
conocimiento (siempre relativo), la riqueza, los placeres, la
belleza, sujetas al paso ineludible del tiempo y de la
conclusión final en la muerte.
83. Al revés estaría la prudencia tan
representada como “Festina lente”
84.
85.
86. • "Ya desde mi juventud elegí como lema la
antigua máxima latina Festina lente, apresúrate
despacio. Tal vez más que las palabras y el
concepto, me atrajo la sugestión de los emblemas.
Recordarán al gran editor humanista veneciano,
Aldo Manuzio, que en todos los frontispicios
simbolizaba el lema Festina lente con un delfín que
se desliza sinuoso alrededor de un ancla. La
intensidad y la constancia del trabajo intelectual
están representados en ese elegante sello gráfico
que Erasmo de Roterdam comentó en páginas
memorables. Pero delfín y ancla pertenecen a un
mundo homogéneo de imágenes marinas, y yo
siempre he preferido los emblemas que reúnen
figuras congruentes y enigmáticas como charadas.
Como la mariposa y el cangrejo que ilustran
el Festina lente en la recopilación hecha por Paolo
Giovio de emblemas del siglo XVI, dos formas
animales, las dos peculiares y las dos simétricas,
que establecen entre sí una inesperada armonía"
(Calvino:60)