El diente está constituido por cuatro tejidos principales: esmalte, dentina, cemento y pulpa. El esmalte y el cemento son los tejidos externos y más duros, mientras que la dentina y la pulpa se encuentran debajo. Cada tejido dental cumple una función importante y se forma a partir de diferentes tipos de células durante el desarrollo dental. Conocer estos tejidos y sus propiedades es fundamental para la práctica odontológica.