El documento describe la crisis económica española y la necesidad de cambiar el modelo de crecimiento basado en la construcción a uno más intensivo en conocimiento. Explica que la falta de competitividad de la economía española se debe a problemas estructurales como un sector manufacturero débil, una construcción hipertrofiada y servicios concentrados en el turismo y sector público. Se necesitan reformas estructurales urgentes en educación, justicia, mercado laboral y sistema fiscal para mejorar la competitividad a largo plazo.