La segunda república española estuvo marcada por la inestabilidad política entre 1931 y 1936. Tras un breve bienio reformista liderado por Manuel Azaña, el triunfo de partidos de derechas como la CEDA llevó a un bienio conservador que paralizó las reformas. Esto, sumado a la radicalización de posiciones, desembocó en un Frente Popular que ganó las elecciones de 1936 pero no pudo evitar el golpe de estado militar iniciado por el general Mola el 17 de julio, dando comienzo a la