La nefropatía por IgA o enfermedad de Berger se caracteriza por depósitos de inmunoglobulina A en las regiones mesangiales de los riñones. Estos depósitos se producen cuando complejos inmunitarios que contienen IgA se atrapan en el mesangio y activan la vía alternativa del complemento, lo que causa daño renal. Los síntomas incluyen hematuria, a menudo después de una infección, y proteinuria leve. La evolución es variable pero puede progresar lentamente a insuficiencia renal crón
Las glomerulopatias son enfermedades de base inmunológica aunque en la mayoría, se desconoce el antígeno o causa última de la enfermedad. La inmunidad desempeña un papel fundamental en el desencadenamiento de muchos tipos de lesiones glomerulares. En algunos casos, la activación inespecífica de la inflamación puede causar o agravar el daño glomerular. También microorganismos infecciosos pueden desencadenar respuestas inmunes anómalas o frente a antígenos microbianos. Por último, los factores genéticos pueden ser causa de nefropatía glomerular, pero también pueden influir sobre la predisposición al desarrollo de lesión glomerular, sobre la progresión de la misma o sobre la respuesta al tratamiento. Segun la histologia es la clasificación más utilizada y aporta información pronóstica de utilidad. Las diferentes enfermedades glomerulares pueden compartir las manifestaciones clínicas lo que dificulta el diagnóstico y por tanto la biopsia desempeña un papel decisivo. En este sentido, además, la biopsia renal es una técnica que permite al clínico no solo disponer de un diagnóstico para aplicar un tratamiento específico, sino disponer de información sobre el tipo de lesión aguda o crónica que por la historia clínica no se podrían sospechar. En el tratamiento l objetivo del uso de IECA/ARA II es la reducción de la proteinuria además del control de la presión arterial. Iniciar tratamiento con dosis bajas e incrementado progresivamente hasta la dosis máxima tolerada o haber alcanzado el objetivo ideal < 0.5g/día. Grandes estudios han demostrado el efecto renoprotector de ambos, que va estrechamente asociado al descenso de proteinuria. Su efecto antiproteinúrico es variable según el tipo de entidad. En la nefropatía IgA tienen un efecto demostrado, siendo menor en la glomerulosclerosis segmentaria y focal, GN membranosa o GN membrana-proliferativa aunque la indicación es clara especialmente en caso de proteinuria no nefróticas donde son el tratamiento de primera elección. En otras entidades no tienen ningún efecto favorable salvo para el control de la HTA como en la GN extracapilares y postestreptocócicas. En la Nefropatía por cambios mínimos, no están indicadas salvo si existe HTA dada la respuesta tan rápida a esteroides. Por el contrario, en fases iniciales del SN con anasarca pueden estar incluso contraindicados, especialmente si existe hipovolemia o hipotensión. Por último, diversos estudios han demostrado el efecto sinérgico en la proteinuria del doble bloqueo del SRA, y en los últimos años también se ha visto el efecto antiproteinúrico de los antialdosterónicos. En estos casos y sobre todo si existe IR, debe vigilarse cuidadosamente el potasio sérico. En el tratamiento de la hiperlipidemia Es un trastorno frecuente en las GN que cursan con SN, resultado de un incremento en la síntesis hepática de lípidos y apolipoproteinas. En caso de hiperlipidemia transitoria (Nefropatía por cambios mínimos)el tratamiento dietético sería la única medida.
Presentación utilizada en la conferencia impartida en el X Congreso Nacional de Médicos y Médicas Jubiladas, bajo el título: "Edadismo: afectos y efectos. Por un pacto intergeneracional".
Presentació de Álvaro Baena i Cristina Real, infermers d'urgències de Badalona Serveis Assistencials, a la Jornada de celebració del Dia Internacional de les Infermeres, celebrada a Badalona el 14 de maig de 2024.
En el marco de la Sexta Cumbre Ministerial Mundial sobre Seguridad del Paciente celebrada en Santiago de Chile en el mes de abril de 2024 se ha dado a conocer la primera Carta de Derechos de Seguridad de Paciente, a nivel mundial, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los objetivos del nuevo documento pasan por los siguientes aspectos clave: afirmar la seguridad del paciente como un derecho fundamental del paciente, para todos, en todas partes; identificar los derechos clave de seguridad del paciente que los trabajadores de salud y los líderes sanitarios deben defender para planificar, diseñar y prestar servicios de salud seguros; promover una cultura de seguridad, equidad, transparencia y rendición de cuentas dentro de los sistemas de salud; empoderar a los pacientes para que participen activamente en su propia atención como socios y para hacer valer su derecho a una atención segura; apoyar el desarrollo e implementación de políticas, procedimientos y mejores prácticas que fortalezcan la seguridad del paciente; y reconocer la seguridad del paciente como un componente integral del derecho a la salud; proporcionar orientación sobre la interacción entre el paciente y el sistema de salud en todo el espectro de servicios de salud, incluidos los cuidados de promoción, protección, prevención, curación, rehabilitación y paliativos; reconocer la importancia de involucrar y empoderar a las familias y los cuidadores en los procesos de atención médica y los sistemas de salud a nivel nacional, subnacional y comunitario.
Y ello porque la seguridad del paciente responde al primer principio fundamental de la atención sanitaria: “No hacer daño” (Primum non nocere). Y esto enlaza con la importancia de la prevención cuaternaria, pues cabe no olvidar que uno de los principales agentes de daño somos los propios profesionales sanitarios, por lo que hay que prevenirse del exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitaria.
Compartimos el documento abajo, estos son los 10 derechos fundamentales de seguridad del paciente descritos en la Carta:
1. Atención oportuna, eficaz y adecuada
2. Procesos y prácticas seguras de atención de salud
3. Trabajadores de salud calificados y competentes
4. Productos médicos seguros y su uso seguro y racional
5. Instalaciones de atención médica seguras y protegidas
6. Dignidad, respeto, no discriminación, privacidad y confidencialidad
7. Información, educación y toma de decisiones apoyada
8. Acceder a registros médicos
9. Ser escuchado y resolución justa
10. Compromiso del paciente y la familia
Que así sea. Y el compromiso pase del escrito a la realidad.
2. Nefropatía por IgA
• Depósitos IgA en las regiones mesangiales.
• Únicamente con inmunocitoquímicas
• Causa frecuente de hematuria a repetición
• Proteinuria leve (Snd. nefrótico).
• Depósitos de IgA en una enfermedad
sistémica de la infancia (púrpura de Schönlein-
Henoch).
3. Imagen con microscopio óptico que muestra la proliferación
mesangial y el incremento de la matriz.
4. Patogenia
• La IgA polimérica plasmática está aumentada
y en algunos pacientes se detectan complejos
inmunitarios circulantes que contienen IgA.
• El aumento de la producción de IgA no puede
causar por sí solo esta enfermedad.
5. Patogenia
• IgA1 dan lugar a los depósitos nefritógenos.
• Depósito mesangial de IgA indica
atrapamiento de los complejos inmunitarios
de IgA en el mesangio.
• La presencia de C3 combinada con la ausencia
de C1q y C4 en los glomérulos indica la
activación de la vía alternativa del
complemento.
6. Depósito característico de IgA, principalmente en las regiones
mesangiales, detectado mediante inmunofluorescencia.
7. Patogenia
• Anomalía genética de la regulación
inmunitaria que causa el ↑ de la síntesis de
IgA en respuesta a la exposición.
• La IgA1 y los complejos inmunitarios que la
contienen quedan atrapados en el mesangio
– Activan la vía alternativa del complemento (inica
la lesión)
8. Patogenia
• La nefropatía por IgA se produce por el ↑ de
la polaquiuria:
– Enteropatía por gluten (enfermedad celíaca).
• Defectos de la mucosa intestinal están bien definidos .
– Enfermedad hepática (nefropatía por IgA
secundaria).
• Eliminación hepatobiliar deficiente de los complejos de
IgA.
9. Patogenia
• Se desconoce la naturaleza de los antígenos
desencadenantes.
• La IgA depositada parece ser policlonal.
• Alteraciones cualitativas de la IgA1,
– Defecto de la galactosilación normal
• Convierte la IgA1 en inmunógena
• Provoca la aparición de autoanticuerpos frente a la
IgA1 que forman complejos inmunitarios que se
depositan en el mesangio.
10. Morfología
• Las lesiones varían considerablemente.
• Los glomérulos pueden ser normales o
pueden mostrar:
– Ensanchamiento mesangial y proliferación
endocapilar (GN mesangioproliferativa)
– Proliferación segmentaria confinada a algunos
glomérulos (GN proliferativa focal)
– Glomerulonefritis con semilunas franca. (Raro)
11. Morfología
• Presencia de leucocitos en los capilares
glomerulares (Característica variable).
• Ensanchamiento mesangial
– Proliferación celular
– Acumulación de matriz
– Depósitos inmunitarios
• Lesión proliferativa focal
– Su curación conduce a una esclerosis focal y
segmentaria secundaria.
12. La IgA se deposita principalmente en el mesangio, en el que luego
se incrementa la celularidad mesangial, tal como señala la flecha.
13. Morfología
• Inmunofluorescencia característica es:
– Depósito mesangial de IgA
– C3 y properdina.
– Menores cantidades de IgG o IgM.
– Componentes iniciales del complemento están
ausentes.
14. Patrón de tinción mesangial con anticuerpos anti-IgA (de la
subclase IgA1), que a menudo se acompañan de depósitos de C3.
15. Manifestaciones clínicas
• Hematuria macroscópica después de una infección
• 30-40% hematuria microscópica, con o sin proteinuria
• 5-10% síndrome nefrítico agudo típico.
• La hematuria dura varios días y después remite
• La evolución posterior es muy variable.
• La función renal se mantiene durante décadas.
• Progresión lenta a IRC en el 15-40% (20 años).
• Depósitos de IgA en riñones trasplantados (frecuente).
16. Bibliografía
• Kumar V, Abbas AK, Fausto N. Robbins y
Cotran. Patología estructural y funcional. 8.ª
ed.Madrid: Elsevier, 2010.
• E.C. Klat. Robbins y Cotran. Atlas de anatomía
patológica. 2007 Elsevier España.