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NEFROPATíA POR IgA, Enfermedad de BERGER O HEMATURIA RENAL IDIOPATICA
1. PATOLOGIA: Nefropatía por IgA, es un trastorno
renal en el cual anticuerpos llamados IgA se
acumulan en el tejido del riñón.
AUTOR: LUIS ADRIÁN CHÁVEZ ORTEGA
ESTUDIANTE DE MEDICNA DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICADE MANABÍ
TUTOR: Dr. JORGE CAÑARTE
INTRODUCCION.
l presente trabajo bibliográfico esta
realizado con el objetivo de dar a
conocer la epidemiología, genética,
diagnóstico y datos generales acerca
de la nefropatía por inmunoglobulina A,
también conocida como enfermedad de
Berger o hematuria renal idiopática.
Es una enfermedad renal que se produce
cuando una proteína la IgA se acumula en los
riñones, que tiene como consecuencia una
inflamación local que con el tiempo puede
complicar la capacidad de los riñones para
filtrar los residuos de la sangre.1
Esta enfermedad puede presentarse en
personas de cualquier edad, pero afecta con
más frecuencia a jóvenes del sexo masculino
desde la adolescencia hasta finales de la
tercera década de vida. Su síntoma principal
es la hematuria (presencia de sangre en la
orina observada a simple vista) o la
presencia de microhematuria (sangre en
orina vista solo a través del microscopio) en
un análisis de rutina de la orina.
Su patogenia es probablemente
autoinmunitaria, y el riñón es en gran parte
un espectador o víctima inocente ya que la
glomerulopatía por IgA es en cierto sentido
una enfermedad sistémica.
La hematuria renal idiopática puede
presentarse de forma aguda o de forma
progresiva como una glomerulonefretis
crónica, el cuadro suele estar precedido de
infecciones gastrointestinales y de vías
respiratorias altas.2
Entre los factores de riesgo para padecer la
enfermedad se incluyen el poseer una ficha
clínica personal o familiar con antecedentes
de nefropatía por IgA o de purpura Henoch
Schonlein (vasculitis).
Laspruebas complementarias utilizadas para
confirmar el diagnóstico son, análisis de
orina si aparecen glóbulos rojos y cilindros,
la inmunoelectroforesis en orina muestra la
presencia de anticuerpos IgA, la biopsia
renal pone a manifiesto los depósitos de
anticuerpos IgA.
En la mayoría de los casos la enfermedad no
progresa pero si el paciente presenta
hipertensión arterial, aumento de proteínas
en la orina, cifras de nitrógeno úrico (BUN)
o de creatina en sangre elevadas, existe un
riesgo muy elevado de que la enfermedad
progrese.3 Aproximadamente el 25% de las
personas con nefropatía por IgA desarrollan
un estado terminal de enfermedad renal
dentro de un rango de 25 años.
Los tratamientos tienen como objetivo
aliviar los síntomas y prevenir o retrasar la
E
2. insuficiencia renal crónica. Los
medicamentos antihipertensivos y diuréticos
están indicados para controlar la presión
arterial que es la medida más importante
para retrasar eldaño renal. Debe restringirse
el consumo de sodio y líquidos para evitar la
retención de los mismos.
Epidemiologia
La enfermedad de BERGER es de muy alta
prevalencia: 1% de la población general
presenta depósitos mesangiales de IgA en
estudios de tamizaje en los que la indicación
de una biopsia renal se realizó ante
hematuria microscópica que se presumió de
origen glomerular.4 Asimismo en tejido
renal obtenido de material de autopsias la
frecuencia de depósitos mesangiales de IgA
es mucho mayor (3% en Alemania y 16% en
Japón). Es así que, por cada caso reconocido
de enfermedad con expresión clínica, aún de
grado mínimo, por ejemplo una
microhematuria aislada, podría haber
decenas o aún cientos de casos no
diagnosticados.
En otras palabras, identificando solamente a
aquellos pacientes cuya expresión clínica
condujo a la realización de una punción
biopsia renal diagnóstica sólo estamos
viendo “la punta del iceberg”, ya que una
proporción inusitadamente alta de la
población general sana (5% en algunos
estudios) tiene depósitos mesangiales de
IgA, sin expresión clínica y por cada caso
diagnosticado por biopsia hay 45
clínicamente inaparentes. Por eso los
estudios de susceptibilidad son
cuestionables ya que son en realidad
estudios de expresión clínica.
La prevalencia, por lo tanto, dependerá
ineludiblemente de los criterios que se sigan
para indicar la biopsia renal. La incidencia
de casos nuevos por año fue evaluada en un
reciente estudio australiano en el Estado de
Victoria y la misma fue de 57
casos/millón/año enuna región de 4.600.000
habitantes y con una tasa de biopsia renal de
215 por millón de habitantes (261 adultos
ppm/año y 55 ppm/año en niños). Debe
destacarse que estas cifras son vastamente
superiores a las europeas, a las
norteamericanas y a las argentinas.5
Genética
La glomerulopatía por IgA es un fenotipo no
vinculado a la mutación de un solo locus y
resulta de la interacción de múltiples genes,
cuya asociación con esta enfermedad es
relativamente débil, y que condicionan tanto
la susceptibilidad a ella como su progresión.
Es frustrante destacar que no se han
identificado consistentemente factores
ambientales que pudieran interactuar con
poblaciones susceptibles para desencadenar
el daño renal..6 Si bien los determinantes
genéticos de esta enfermedad son inciertos,
entre los factores de progresión mejor
estudiados se hallan los polimorfismos
(pequeñas variantes genéticas que no
modifican la secuencia aminoacídica de una
proteína) de la enzima de conversión de la
angiotensina, codificados en el intrón 16 del
gen específico y la literatura en general
coincide en que los pacientes portadores de
los polimorfismos DD e ID tienen mayor
tendencia a progresar.
Hay otros polimorfismos potencialmente
importantes en la susceptibilidad y/o
progresión como los de la uteroglobina una
proteína antinflamatoria que se une a los
complejos IgA-fibronectina, los de la lectina
que liga la manosa, los de la
oxidonitricosintetasa, el CCR5-d32 15 y el
MCP1-2518, entre otros.
Asimismo la megsina se expresa
normalmente en el mesangio glomerular y se
sobreexpresa en la nefropatía por IgA y
3. algunos de sus alelos se asocian a mayor
susceptibilidad y tasa de progresión. Es
curioso que no se han identificado genes que
pudieran vincularse con el gen de la β-1,3
galactosiltransferasa, enzima deficiente en
los pacientes con nefropatía por IgA. No
obstante, el CosmC –chaperón de la β-1,3
galactosiltransferasa– podría estarenniveles
deficientes. También hay casosfamiliares de
glomerulopatía por IgA que parecieran
asociarse, si bien pobremente, a otros
polimorfismos, pero en todo caso lo
importante de las investigaciones de los
últimos años radica en que cada vez hay más
evidencias de que las variaciones en los
productos génicos desempeñan un papel
importante en la patogenia de esta
enfermedad aunque no siempre se conozca
con exactitud cuál es.
Por otro lado, la glomerulopatía por IgA a
veces coexiste con una membrana basal
glomerular delgada, entidad de alta
prevalencia que en muchos casos es la
expresión de una variante heterocigota de la
enfermedad de Alport, con una frecuencia
que pareciera superar el azar.
Finalmente debe destacarse que cualesquiera
que sean los condicionantes genéticos los
factores ambientales, alimentarios e
infecciosos, seguramente también
desempeñan un papel de relevancia ya que
las exacerbaciones nefríticas se presentan
con frecuencia en forma simultánea con
infecciones faríngeas, digestivas o del tracto
respiratorio.7
Patogenia
La principal función del sistema IgA es
prevenir la invasión en organismos
complejos de una variedad de antígenos
microbianos, alimentarios y ambientales. En
los seres humanos existen dos subclases
isotípicas de IgA, la IgA1 y la IgA2.8 Los
plasmocitos de los tractos respiratorio y
gastrointestinal producen ambos isotipos,
mientras que los plasmocitos de la médula
ósea, de los ganglios linfáticos y del bazo
producen sobre todo IgA1.
Las dos subclases de IgA varían en su
resistencia a las proteasas de los
microorganismos comensales de los
aparatos respiratorio y digestivo. Además
hay dos alotipos de la IgA2, la IgA2m 1 y la
IgA2m 2.
En el suero, la mayor parte de las moléculas
de IgA mantienen la típica estructura de 4
cadenas peptídicas, 2 cadenas livianas y 2
pesadas. En cambio en las secreciones se
encuentran cadenas pesadas unidas por
puentes disulfuro conformando estructuras
diméricas y tetraméricas, asociadas a una
glicoproteina de origen epitelial con la que
conforman multímeros.
Por la tanto la molécula de IgA secretoria es
el producto de dos tipos celulares distintos,
los plasmocitos y las células del epitelio
gastrointestinal y respiratorio. En el caso de
la nefropatía por IgA hay expresión
predominante de IgA1 en los depósitos
mesangiales, en el suero, y en el
sobrenadante de cultivos de médula ósea,
pero se conoce que la hiperproducción de
IgA no es una condición suficiente para
inducir nefropatía ya que por ejemplo los
pacientes con mieloma por IgA no la
desarrollan, y los pacientes infectados con el
HIV lo hacen muy raramente, y suelen
presentar niveles elevados.9 Las moléculas
que se depositan en el mesangio tienen
anormalidades estructuralesy funcionales en
la región de la bisagra (hinge region) de la
cadena pesada que normalmente es rica en
4. azúcares O-glicanos, especialmente en los
residuos de asparagina, treonina y serina.
Esta ortoglicosilación depende la de enzima
leucocitaria β-1,3 galactosiltransferasa,
deficiente en muchos pacientes con
glomerulopatia por IgA. La deficiencia en
estos azúcares hace que la molécula de IgA
sea especialmente polimerizable en el
mesangio y además pobremente depurada
por el hígado, ya que su catabolismo
depende del receptor hepático de la
asialoglicoproteína, que tiene gran afinidad
por los O glicanos.10 Lo señalado permite
esbozar una hipótesis patogénica: se trata de
una enfermedad en dos tiempos (two hit
disease) asociada, como se señaló, a una
regulación anormal de la síntesis de IgA.
Frente a una inmunidad defectuosa de las
mucosas relacionada con las células
dendríticas se genera una exagerada
respuesta Th2 dependiente no del todo
diferente de lo que ocurre en la
glomerulopatía membranosa y en la
glomerulopatía a cambios mínimos de
ciertas progenies de linfocitos B ante
estímulos alimentarios infecciosos o
ambientales que segregan una IgA subclase
IgA1 cuya galactosilación es defectuosa por
déficit de β- 1,3 galactosiltransferasa.Este es
el primer hit y es entonces que las moléculas
de IgA en la circulación deficientes en
galactosa (IgA, DG) inducen una respuesta
inmunológica autoinmune de anticuerpos
IgG anti IgA o excepcionalmente IgA anti
IgA (segundo hit) que forman
inmunocomplejos con la molécula de IgA1
alterada.11
Estos inmunocomplejos son pobremente
depurados por las células de Kupffer en el
hígado por lo que se acumulan y pueden ser
detectados en la circulación y en la orina.
Las moléculas de IgA anormal pueden
además autoagregarse y depositarse en el
mesangio de aquellos individuos en los que
existe una especial afinidad por la IgA1
subgalactosilada. En este proceso participa
un receptor mesangial de la transferrina. Los
depósitos inmunes a su vez inducen daño
mesangial y podocitario que promueven
hipertensión capilar, permselectividad
alterada, glomeruloesclerosis y fibrosis del
compartimiento túbulo intersticial. Este
complejo proceso está mediado por diversas
citoquinas y factores de crecimiento (RAS,
C3, IL6, TNF alfa, PDGF y especialmente el
factor de transformación beta (TGF B) que
en conjunto crean un escenario
proangiogénico, antiapoptótico y pro-
proliferativo.
Otra expresión más de la inmunidad
defectuosa de las mucosas que caracteriza a
la glomerulopatía por IgA es su asociación
con la enfermedad celíaca. En los casos
donde esta asociación existe, la enfermedad
celíaca es en general subclínica y solo
detectable serológicamente mediante la
búsqueda de anticuerpos IgA antiendomisio
y anticuerpos antitransglutaminasa.12
Se necesitan más trabajos para investigar el
papel de la dieta libre de gluten y en qué
medida interfiere en la historia natural de la
enfermedad. Las moléculas de IgA1
deficientes en galactosa han sido
demostradas en el suero de pacientes y
también se la identifica en los depósitos
mesangiales.
Expresión clínica
Hay un amplio espectro de expresiones
clínicas de esta patología y ningún patrón
clínico es patognomónico; según su
presentación el diagnóstico diferencial
incluye a la nefropatía por membrana basal
delgada, el síndrome de Alport, la
glomerulonefritis postinfecciosa, la
glomerulopatía membranoproliferativa (o
mesangio capilar de la nomenclatura
inglesa) y la nefritis lúpica.13
Se puede presentar:
1) la hematuria microscópica asintomática
en 25 a 40% de los casos.
2) la hematuria macroscópica, en general
recurrente y frecuentemente precipitada por
infecciones respiratorias altas y más
raramente por gastroenteritis o por
infecciones urinarias, que dura
5. habitualmente 1 o 2 días, y rara vez hasta 1
semana
3) proteinuria asintomática de grado variable
asociada a microhematuria.
4) el síndrome nefrótico afecta a < 5%; 5)
insuficiencia renal aguda que se observa en
< 10% de la población afectada.
6) insuficiencia renal crónica, presentación
que caracteriza a 20% de los casos.
Cuando la presentación es la de una
micohematuria glomerular (glóbulos rojos
dismórficos o más raramente cilindros
hemáticos) aislada sin evidencias de
proteinuria, de hipertensión arterial, de
deterioro funcional o de síntomas sistémicos
el diagnóstico diferencial es con otra entidad
frecuente,la nefropatía por membrana basal
delgada (MBD), la forma heterocigota del
síndrome de Alport autosómico recesivo
debida a un trastorno en el ensamblaje de la
isoforma trimérica α3:α4:α5 del colágeno
tipo IV de la membrana basal glomerular
normal. Este trastorno hereditario es muy
ubicuo y afecta a por lo menos el 1% de la
población general. Además la nefropatía por
IgA y la nefropatía por MBD pueden
asociarse en un mismo individuo. Se ha
señalado que en la nefropatía por IgA el
síndrome nefrótico es infrecuente, no suele
tener un comienzo explosivo sino que es la
consecuencia de una larga evolución de una
nefropatía proteinúrica, ocurre en menos del
5% de los pacientes, y habitualmente se
observa en niños y adolescentes.14 Cuando
la presentación es la de un síndrome
nefrótico idiopático de comienzo brusco,
función renal normal, buena respuesta al
tratamiento corticoesteroideo con tendencia
a recaídas, y la biopsia renal muestra
lesiones en la microscopía óptica en general
de grado leve, depósitos de IgA mesangial
típicos en la inmunohistoquímica, y
simplificación pedicilar difusa en la
microscopía electrónica, se trata de una
combinación de síndrome nefrótico a
cambios mínimos clásico con una nefropatía
por IgA, y la naturaleza de la interacción
entre ambas entidades no resulta clara. La
insuficiencia renal aguda se presenta en
menos del 10% de los casos,y se desarrolla
por dos mecanismos diferentes.
Diagnostico
Es un fenotipo solo diagnosticable por
inmunofluorescencia en la biopsia renalpero
recientemente se ha publicado un estudio
que evalúa el papel del análisis proteómico
de muestras de orina para el diagnóstico no
invasivo de esta enfermedad;sin embargo no
es muy claro si el aporte es sustancial y este
tipo de estudios son aún muy costosos por lo
que deben considerarse como
experimentales. Otras determinaciones no
invasivas que han sido exploradas para
sugerir el diagnóstico de glomerulopatía por
IgA son la relación IgA/C3 superior a 4, los
niveles séricos elevados de IgA y los niveles
urinarios altos de la liver type fatty acid
binding protein (L-FABP),una proteína que
se expresa en el túbulo contorneado
proximal del riñón humano y cuyos niveles
urinarios aumentan en diversas situaciones
de injuria renal y estados proteinúricos, pero
que en situaciones de microhematuria
aislada sin proteinuria permite separar a esta
enfermedadde la enfermedadpor membrana
basal delgada.15
Tratamiento
No existe la cura para la nefropatía por IgA
ni una manera definitiva de conocer qué
curso de evolución tendrá la enfermedad.
Algunas personas experimentan una
remisión completa y otras viven vidas
normales con niveles bajos de proteína en
sangre o en orina (hematuria o proteinuria).
El tratamiento con diversos medicamentos
puede atrasar la evolución de la enfermedad
y ayudarte a controlar los síntomas como la
presión arterial alta, el nivel alto de proteína
en la orina (proteinuria) y la inflamación
(edema) en tus manos y pies.16
6. Los medicamentos que se usan para tratar la
nefropatía por IgA incluyen:
Medicamentos para la presión arterial
alta. Una complicación frecuente de la
nefropatía por IgA es la presión arterial alta.
Tomar inhibidores de la enzima convertidora
de angiotensina o bloqueadores de los
receptores de angiotensina puede disminuir
la presión arterial y reducir la cantidad de
proteína (albúmina) en la orina.
Ácidos grasos omega 3. Estos lípidos
beneficiosos, disponibles en los suplementos
dietéticos de aceite de pescado, pueden
reducir la inflamación de los glomérulos sin
efectossecundarios dañinos. Consulta con tu
médico antes de comenzar a usar
suplementos.
Inmunosupresores. En algunos casos, los
corticoesteroides, como la prednisona y
otros medicamentos potentes que inhiben la
respuesta inmune (inmunodepresores) se
pueden usar para ayudar a proteger la
función renal. Pero estos medicamentos
pueden causar una variedad de efectos
secundarios graves, como la presión arterial
alta o la glucemia elevada, por lo que los
beneficios deben ser cuidadosamente
evaluados en comparación con los riesgos.
Terapia de estatinas. Los medicamentos
que bajan el colesterol pueden ayudar a
retardar el daño en los riñones.
Micofenolato mofetil (CellCept). Hasta el
momento, la mayoría de los estudios han
fallado en demostrar un beneficio en el uso
de este medicamento, aunque ha sido
utilizado exitosamente en personas que
tienen proteinuria persistente a pesar del
tratamiento con medicamentos que bajan la
presión arterial.
El objetivo final es evitar la necesidad de
diálisis de los riñones o trasplante de riñón.
Pero en la mayoría de los casos avanzados,
la diálisis o el trasplante pueden ser
necesarios.17
Conclusiones:
*La hematuria renal idiopática se produce
cuando existe una acumulación de proteínas
de IgA en los riñones causando su
infamación.
*Esta enfermedad no alcanza su máxima
progresión en la mayoría de los casos pero
en pacientes con hipertensión arterial,
excesiva proteínas en la orina, existe un
riesgo muy elevado de que progrese.
*El riesgo de padeceresta patología aumenta
si los pacientes refieren un antecedente
familiar o han sufrido previamente de
purpura Henoch Schonlein.
*Esta enfermedad no tiene cura,tampoco se
puede conocer el curso de su evolución pero
existen diversos tratamientos para mejorar la
calidad de vida de los pacientes que la
presentan.
*El objetivo principal del tratamiento es
evitar realizar diálisis de riñón o trasplante
de riñón.
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