Un hombre de 50 años acude a la clínica con lesiones dolorosas en ambas piernas que se han ido ulcerando durante los últimos 6 meses. Las biopsias muestran pioderma gangrenoso y los cultivos aíslan Staphylococcus aureus y Morganella morgagni. Los tratamientos con antibióticos y corticoides no mejoran las lesiones. Se solicitan más pruebas para descartar infecciones y enfermedades sistémicas dado que el tratamiento estándar no ha funcionado.