El documento describe cuatro razas bovinas que se pueden adquirir de otras instalaciones: la Avileña Negra Ibérica Bociblanca, caracterizada por su rusticidad y fertilidad; la Fleckvieh, la raza más extendida mundialmente que no alcanza mucho peso pero ahorra en pienso; la Morucha, conocida por su rusticidad y facilidad de parto; y la Negra Andaluza, históricamente usada para labores agrícolas y considerada en peligro de extinción.