1. Pasos que deben ocurrir de manera secuencial cuando un usuario selecciona una opción desde un
menú para ejecutar un programa.
Aunque esta es una demostración bastante simplificada de una operación complicada ilustra algo
de la increíble precisión necesaria para que el sistema operativo pueda trabajar sin contratiempos.
1. El administrador de dispositivos debe recibir los impulsos eléctricos desde el mouse o
teclado, formar la orden y enviarla a la interfaz de comandos de usuario, donde el
administrador del procesador la valida.
2. El administrador del procesador envía un mensaje de reconocimiento que debe
desplegarse en el monitor de video para que el usuario se entere de que el comando ha
sido enviado.
3. Cuando el administrador del procesador recibe el comando, determina si el programa
debe obtenerse del almacenamiento o ya está en la memoria, y luego notifica este hecho
al administrador idóneo.
4. Si el programa está en almacenamiento, el administrador de archivos debe calcular su
ubicación exacta en disco y pasar esta información al administrador de dispositivos, que
recuperara el programa y lo envía al administrador de la memoria.
5. Después, el administrador de memoria encuentra espacio para el programa y registra su
ubicación exacta en la memoria. Una vez que el programa está en la memoria, el
administrador de memoria debe seguir la pista de su ubicación en la memoria (incluso si
se ha movido), así como su avance en la medida en que es ejecutado por el administrador
del procesador.
6. Una vez que termina la ejecución del programa, el administrador de memoria debe enviar
un mensaje de terminación al administrador del procesador de modo que el procesador
pueda ser asignado al siguiente programa que está esperando en línea.
7. Finalmente, el administrador del procesador debe enviar el mensaje de terminación al
administrador de dispositivos, para que este pueda enviar un mensaje al usuario y
actualice la pantalla.