El documento explica que el riesgo y el rendimiento de un activo financiero están directamente relacionados, de modo que a mayor riesgo corresponde un mayor rendimiento potencial. Describe diferentes métodos para medir el riesgo de un activo único o de una cartera, como el análisis de sensibilidad, las distribuciones de probabilidad, la desviación estándar y el coeficiente de variación. El objetivo es que los administradores financieros puedan evaluar adecuadamente el riesgo-rendimiento de sus inversiones.