El documento describe dos soluciones comúnmente usadas para irrigar conductos radiculares durante el tratamiento de conductos: hipoclorito de sodio y gluconato de clorhexidina. El hipoclorito de sodio al 6% mata bacterias y al 5% disuelve tejidos necróticos rápidamente. La clorhexidina al 1-2% daña las membranas bacterianas y precipita proteínas intracelulares para inactivar bacterias de forma no tóxica y con efecto residual de hasta 7 días. Ambas soluciones son fundament