Este documento presenta las consignas de trabajo para la asignatura "Perspectiva Situacional de la Enseñanza" de la Licenciatura en Educación de la Universidad Nacional de Río Negro. Incluye cuatro consignas que invitan a los estudiantes a escribir textos argumentativos, analizar afirmaciones, reflexionar sobre una conversación con un autor invitado y comentar un fragmento literario, relacionándolos con conceptos y autores abordados en clase como Steiman, Nicastro y De Piano.

1. Universidad Nacional de Río Negro.
-SEDE ATLÁNTICA-
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN
CÁTEDRA: PERSPECTIVA SITUACIONAL DE LA ENSEÑANZA
ESTUDIANTES:
● Encina, Jesica (encinayesi@gmail.com)
● Fatún, Natalia (nataliafatun@gmail.com)
● Lomi, Sofía (sofilomi1234@gmail.com)
● Manasseri, Julieta (julietamanasseri40@gmail.com)

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Licenciatura de Educación.
Perspectiva Situacional de la Enseñanza.
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1.Escribir un texto argumentativo en torno al eje de la asignatura: "PERSPECTIVA
SITUACIONAL DE LA ENSEÑANZA". En el texto referenciar al menos a dos autores
abordados en Clase 1. Proponemos algunas preguntas orientadoras para la escritura: ¿Por
qué PSE?; ¿Cuál es la importancia de pensar las prácticas de enseñanza en situación?, ¿A
qué refiere lo situacional?
La mirada que nos brinda el eje de la asignatura Perspectiva Situacional de la
Enseñanza nos invita a “mirar” lo ya conocido e incluir en nuestras prácticas cotidianas la
posibilidad de la reflexión y también la de problematizar para generar “una intervención que
logre activar efectos, caminos” (De Piano. 2019, p.32)
Sostenemos que “La situación nunca es completa, nunca es definitiva (entonces)
volver la mirada sobre las situaciones escolares requiere de una composición que combina
espacios, tiempos, personas, tareas, en configuraciones dinámicas” (Nicastro, 2006, p.77).
Por lo mencionado, es necesario que como docentes agudicemos nuestra “mirada”
observando cada situación, cada vínculo, cada momento de intercambio en el espacio de las
aulas, disponiéndose en situación, acompañando a nuestros estudiantes.
El observar atentamente las prácticas de enseñanza con “miradas pacientes, flotantes a
veces espontáneas que no reducen lo que tienen por delante” (Nicastro, 2006, p. 71-72).
2. La siguiente afirmación “La Didáctica, en tanto que ciencia de la enseñanza, está
moralmente comprometida con la intervención educativa” (Contreras, 1994, p. 20).
Hace referencia a que considerando la definición de Contreras “La Didáctica es una
disciplina que se ocupa de explicar los procesos de enseñanza- aprendizaje” (1994, p.4). Esta
se caracteriza por ser una práctica humana, ética y social que encuentra su razón de ser en
la intervención en la enseñanza y en su compromiso moral con la práctica educativa, ya que,
no es una acción individual sino colectiva que implica una transformación conjunta, donde se
realizan influencias de unas personas a otras conrazones educativas. No sepuede interpretar
las prácticas educativas, sin una rúbrica ética, y la didáctica, al preocuparse por las prácticas
educativas, tal como advierte Contreras, tiene que intervenir.
Es imposible, para la Didáctica, mirar impasible la realidad educativa; tiene que
intervenir. Pero no es solo que tenga que intervenir, como un aspecto suplementario a su
quehacer teórico, para tranquilizar su conciencia. Es que es su compromiso con la práctica
educativa lo que le da sentido a su desarrollo como disciplina, de la misma manera que la
preocupación por la salud es lo que le da sentido a la práctica científica de la Medicina. (1994,
p.4)
En este sentido, señala Araujo (2014), la visión dominante de la didáctica aporta un
conjunto de saberes que dan respuestas a la pregunta acerca de cómo enseñar y el autor
Camilloni (2007) extiende aún más, todas las preguntas referidas a los fines, los objetivos, el
diseño de los materiales, cómo lograr que el otro aprenda, cómo evaluamos, son en una

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importante medida, responsabilidad de la Didáctica. En líneas generales, podemos decir que
al ser una actividad y práctica humana, la Didáctica adopta una responsabilidad directa con
las prácticas de enseñanza que compromete moralmente a quien realiza la misma porqueno
se puede ser indiferente ante el tipo de interacción que se establece entre profesor y alumnos
ni ante lo que se pretende enseñar y cómo.
3. Durante las clases 3, 4 y 5 trabajamos en torno al análisis de las prácticas de enseñanza
desde la didáctica reflexiva. Les proponemos volver a la conversación que tuvimos con
Jorge Steiman (grabación disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Fn_WTt2cg_E)
y compartir una reflexión que retome la/s pregunta/s que dejaron en el foro 4 poniéndola en
relación con los comentarios del autor invitado en el encuentro sincrónico del 21/04
(Extensión máxima: 20 líneas)
Recorriendo la obra de Steiman sobre las Prácticas Reflexivas, a la mayoría de los y
las estudiantes nos surgen preguntas sobre cuándo realizar las reflexiones y cómo hacerlo.
Poder escucharen palabras del autor lo que verdaderamente significa la reflexión, nos llevará
a eso que todos y todas anhelamos: mejorar las enseñanzas.
Revisar las propias prácticas es un trabajo de introspección, es lo que hace a una tarea
docente genuina y comprometida. Se trata de poner en cuestión las decisiones que tomamos
cuando damos una clase, evitando la catarsis, la descripción. Desnaturalizar las decisiones
que tomamos cuando enseñamos, buscando conceptualizarlas para analizar esas
intervenciones (Conversación con Jorge Steiman,
https://www.youtube.com/watch?v=Fn_WTt2cg_E)
Permitirnos preguntarnos ¿Cuál es el sentido de la clase? nos lleva a enfrentarnos al
compromiso y concientización de que nuestra práctica, la práctica de enseñar es hacer el
bien, más allá del contenido en sí mismo.
El autor nos revela que para realizar el análisis didáctico de las propias prácticas de
clase es importante captar la unidad de sentido y el núcleo sustantivo, es decir, preguntarnos
¿Qué pasó? desde una mirada global. Luego, descubrir el nudo problemático, objetivar las
decisiones que tomamos, cuestionarnos ¿Por qué lo hice?, develar los supuestos
subyacentes que hicieron que decidamos esto y por último interpelar la racionalidad
subyacente (Steiman, 2018, Cap 4)
La reconstrucción crítica de la experiencia atraviesa nuestros ideales, es una práctica
que ahonda en lo ético de cada docente, sin que sea necesario un otro - otra para hacerlo.
El autor prefiere la reflexión sobre la práctica, sobre lo pasado, la clase recién dada, nos dice
que lo podemos hacer en cualquier momento, sin tener excusas sobre el tiempo institucional
o las condiciones laborales. El sólo hecho de trabajar con otros y otras (alumnos y alumnas)
nos obliga moralmente a reflexionar.
4. “Van dos peces jóvenes nadando juntos y sucede que se encuentran con un pez más
viejo que viene en sentido contrario. El pez viejo los saluda con la cabeza y dice: ‘Buenos
días, chicos, ¿cómo está el agua?’. Los dos peces jóvenes nadan un poco más y entonces
uno mira al otro y dice: “¿Qué demonios es el agua?”. David Foster Wallace – This is Water

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Este fragmento propone una invitación a la reflexión sobre la propia práctica de
enseñanza. Desde su propuesta Jorge Steiman retoma a Litwin afirmando que, éstas
presuponen un posicionamiento epistemológico que hace que los docentes “estructuren los
campos de conocimiento de una manera particular y realicen recortes disciplinarios de modo
personal, fruto de sus propias historias, perspectivas y también limitaciones.” (Litwin, 1996).
En este sentido el-la docente tiene la potestad de hacer tal o cual recorte de la realidad
(devenido de posicionamientos velados por supuestos).
Por esta razón es necesario reflexionar con intencionalidad, atendiendo a los
supuestos que atraviesan las prácticas, cuestionandonos ¿por qué elijo este contenido y no
el otro para compartir con mis estudiantes?, para que la incomodidad nos sacuda y nos
direccione a “ver” lo que fácilmente no vemos, ni atendemos, naturalizando y dando por
sentado aprendizajes, habilidades, contenidos y capacidades.
Por tal motivo, cuestionando el habitus definido por Steiman como “disposiciones
para la práctica constituidas por las estructuras cognitivas, esquemas de percepción de la
realidad y apreciaciones socialmente construidas, estructuradas y estructurantes” (Steiman,
2018,p.146). Y desnaturalizando nuestras prácticas para posicionarnos en la crítica reflexiva,
no claudicando jamás en la naturalización de aspectos tan significativos en la vida diaria de
lxs estudiantes como sería en el ejemplo “el agua” misma donde habitan, es que lograremos
posibilitar y potenciar sus intervenciones en el mundo que los acoge.

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