Una flora intestinal saludable puede determinar la longevidad de una persona, mientras que una flora alterada puede causar problemas digestivos e inmunológicos y hacer a una persona más propensa a enfermedades. La mejor forma de cuidar la flora intestinal es seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, fibra, alimentos probióticos y prebióticos, beber mucha agua y limitar las proteínas animales. Si no se cuida la flora intestinal, puede tener consecuencias negativas para la salud.