La negociación colectiva del trabajo tiene dos objetivos principales: determinar las remuneraciones y condiciones laborales de los trabajadores cubiertos por un acuerdo, y permitir que empleadores y trabajadores definan normas para sus relaciones mutuas. Presenta ventajas tanto para los trabajadores, como asegurar salarios justos y influir en decisiones, como para los empleadores, al favorecer la estabilidad laboral y permitir ajustes ante cambios.