Miguel Ángel destacó como escultor, pintor y arquitecto durante el Renacimiento. Algunas de sus obras arquitectónicas más importantes incluyen la Biblioteca Laurenziana en Florencia, la Plaza del Campidoglio en Roma y la basílica de San Pedro en el Vaticano, donde diseñó la gran cúpula que se convirtió en su obra maestra. Rafael también trabajó como arquitecto jefe en San Pedro y diseñó la Capilla Chigi e inició la Villa Madama, aunque esta última no

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MIGUEL ANGEL Y RAFAEL ARQUITECTOS
iguel Ángeliguel Ángeliguel Ángeliguel Ángel será junto con Leonardo Da Vinci uno de los artistas
más versátiles del Renacimiento, pues destaca en las facetas de
escultor, pintor y arquitecto, si bien es verdad que él se veía más
como escultor que otra cosa, y era el trabajo en el que se encontraba más
cómodo. En cuanto a la faceta de arquitecto, que es la que ahora nos interesa,
mientras está en Florencia trabaja en la Iglesia de San Lorenzo, y allí dibuja un
proyecto para la fachada que nunca se llega a realizar, pero si nos ha legado la
Sacristía Nueva, que se le encarga para que allí aunase todas sus facetas
artísticas y que así el trabajo presentase una mayor unidad. Pero tiene que
trasladarse a Roma y son otros artistas, como Vasari, quienes tienen que
terminar el trabajo. A la sala se le da mayor altura al añadir un espacio
intermedio bajo la cúpula, que pasó a ser semiesférica en lugar de vaída. En
Florencia también, realiza la Biblioteca Laurenziana, siendo considerada como
una de las obras de referencia del Manierismo. Está dentro del monasterio de
San Lorenzo, en el tercer piso de la parte oriental del claustro. La sala de
lectura está en dos niveles distintos, con el vestíbulo y la escalera, obra de
Ammannati. También trabajaron en el proyecto de Miguel Ángel Vasari y
Tribolo, aunque tardó en acabarse por falta de fondos.
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La sala de lectura es rectangular y se estudió de manera que su peso no
influyese en los muros del claustro, por lo cual se abrieron bastantes ventanas,
aunque algunos de los vanos son ciegos y actúan más como nichos. Hay una
escalera monumental que comunica el vestíbulo con la sala de lectura, y se
toma este vestíbulo como si fuese un “cortile”. La escalera tiene quince
peldaños solamente; pero a pesar de esto, aparece dotada de una gran
monumentalidad, porque ocupa el vestíbulo casi al completo y se puede
ascender a través de tres filas de escalones. La parte del centro es más ancha
que los laterales y tiene peldaños curvos y balaustrada.
La plaza del Campidoglio es donde se coloca la estatua ecuestre de Marco
Aurelio, y es Pablo III quien le hace el encargo a Miguel Ángel. Ya se hallaban
en esta plaza la Sede del Comune o Ayuntamiento y el palacio de los
Conservadores, y el
arquitecto diseña para
adaptarse a ello una
plaza en forma de
trapecio, y desde lo alto
de la escalera conocida
como La Cordonata, se
divisa la estatua
ecuestre que sirve de
referencia a toda la
plaza. Su concepto no

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rompe con el ideal renacentista de arquitectura. Al estar en alto decide diseñar
una gran escalinata monumental de acceso a ella, presidida por enormes
estatuas de Castor y Polux que cubren con una balaustrada el lado corto de la
plaza, que aplana y tiene forma trapezoidal regular, con un lado corto (
escalinata), otro largo (frontal) y dos similares enfrentados entre sí.
En el interior de la plaza sitúa un gran ovoide con figuras geométricas que han
querido ver el centro cosmológico del universo, desde aquí se gobernó el
imperio romano. Por ello en una estrella central colocó la estatua de Marco
Aurelio. Para dar grandiosidad a la plaza, modifica las fachadas de los edificios
situados en tres de los cuatro lados para que guardasen una armonía con el
conjunto, así los tres palacios, el del senado romano, el palacio del Capitolio y
el palacio de los conservadores sufren una modificación que a ojos del visitante
les hace parecer ser parte del mismo conjunto arquitectónico.

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Quizá su obra más famosa como arquitecto sea San Pedro del Vaticano,
encargado por el papa a la muerte de Sangallo el Joven. Vuelve a la planta
central de cruz griega y planea una cúpula de
42 metros de diámetro, que se hace según su
diseño pero que él no llega a ver terminada,
pues cuando se enfrenta a esta obra tiene ya
72 años. Se sospecha que el primitivo diseño
de Miguel Ángel fue reformado ligeramente por
los arquitectos que le sucedieron, que hicieron
la cúpula más ojival y alargaron la linterna. La
cúpula está en medio de la realizada por
Brunellesschi en Santa María dei Fiore y la que
Bramante había dibujado, pues conserva la
verticalidad y nervaduras de una y el peristilo
de la otra. En realidad y como excelente escultor que era, el artista dota a la
obra del aspecto de una escultura, con masas determinadas por los montantes
emparejados más que por un plano radial. Esta impresión viene incrementada
porque la cúpula se corona con otra de mucho menor tamaño en el interior y
otra en el exterior ligeramente apuntada. La cúpula de Miguel Ángel es
bastante más maciza que la
realizada por Brunelleschi y
la concibe ya con una cierta
intención manierista. En el
tambor se abren ventanas
entre las columnas
geminadas, cubiertas con
frontones triangulares y
circulares alternativamente.
En los plementos hay tres
órdenes de huecos. En las capillas Gregoriana y Clementina hay otras dos
cúpulas más pequeñas que rodean a la gran cúpula de Miguel Ángel.

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Rafael también llega a Roma llamado por Julio II para trabajar en el Vaticano y
se le designa arquitecto jefe de las obras de San Pedro. Trabaja en la Capilla
Chigi, de planta central e inspirada en el crucero de San Pedro del Vaticano
según el proyecto que había hecho Bramante, pero de menor escala. La capilla
se cubre con una cúpula dorada sobre pechinas, con cierta semejanza también
con el templete de San Pedro in Montorio. Vista la cúpula desde el interior
destaca especialmente la decoración, ya con un cierto aire manierista. Otra de
las obras más importantes de Rafael como
arquitecto será Villa Madama, llamada así
porque su propietaria en cierto momento
fue Madama Margarita de Austria, hija
natural de Carlos V y casada con un
Médici, aunque fue pensada como villa de
recreo para Julio II. Rafael se basa para su
construcción en las antiguas villas romanas, concretamente en la de Plinio. De
haberse realizado la idea completa de Rafael habría sido una obra
extraordinaria, con patio central circular rodeado por alas, hipódromo con
cuadras, baños, ninfeo y hasta un teatro al aire libre. Queda como espacio
noble la amplia logia con vanos hacia los jardines, cubierta por bóvedas de
cañón y de arista pintadas al fresco con estucos, que rivaliza en esplendor con
los interiores más suntuosos de la Roma antigua.