Este documento presenta un marco teórico sobre cómo la música puede estimular el cálculo matemático. Explica que la música influye en el cerebro y puede modificarlo, haciendo que los hemisferios funcionen de manera más holística e integrada. Las investigaciones muestran que el cerebro de los músicos es diferente, con zonas relacionadas con el procesamiento auditivo un 25% más grandes. La educación musical desde temprana edad puede mejorar habilidades como la memoria y las matemáticas al fortalecer las conex
1. “LA MUSICA COMO ESTIMULO AL CALCULO MATEMATICO”
(MARCO TEORICO)
Presentado a: Marlon Figueroa
Presentado por: Luisa Saavedra
Álvaro Núñez
Yudith Castillo
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DEL DISTRITO DE BARRANQUILLA
INVESTIGACION 2 “D”
BARRANQUILLA
2011
2. MARCO TEORICO
Para abordar la problemática de nuestro proyecto realizamos una extensa búsqueda
acerca de los estudios relacionados con la educación y algunos antecedentes clínicos, que
se consideran relevantes para poder entender el por qué de la misma.
Para comenzar tomamos como base algunos artículos de neurociencia y neurobiología en
donde se abordan las razones clínicas de algunos trastornos que ocasionan las
deficiencias más comunes en el desarrollo del calculo matemático, así como también los
resultados tanto a nivel físico como cognitivo del estimulo musical a temprana edad.
Encontramos que son muchas las causas relacionadas a dicha problemática y que se
deben tener en cuenta muchos aspectos para implementar mejoras en el desempeño de
los niños.
“CEREBRO Y MUSICA”
La música, que en principio es sustancia física, influye en muchos aspectos biológicos y de
comportamiento del ser humano. Quizá la influencia más llamativa sea la que ejerce en
nuestro cerebro, que es plástico y susceptible de adaptación: el estudio y práctica de la
música puede modificarlo para conseguir que sus dos hemisferios funcionen con más
agilidad e integración, de modo más holístico. No sólo en funciones musicales, sino
también en dominios como la memoria o la matemática.
Para que la sociedad pueda beneficiarse de ello, es necesaria
la educación en esta disciplina desde temprana edad, y el
lugar idóneo para que llegue a todos es la enseñanza
obligatoria.
Por otro lado, el consumo generalizado de música en nuestra
sociedad, mal utilizado, produce daños en la salud, incluso
lesiones irreversibles. Educar para preservar la salud respecto de un medio hoy
omnipresente, utilizado de modo constante como reclamo para el consumo, es otra de las
grandes tareas que esta materia debe abordar.
Este estudio trata de una serie de efectos de la música en la formación integral del
individuo, que son quizás difíciles de asumir para quien no haya sido educado
musicalmente, pero que vamos a exponer a la luz de recientes investigaciones que
aportan datos objetivos para ilustrar esta afirmación, la cual engloba factores ya
conocidos como el desarrollo del ritmo, de la coordinación psicomotriz, de la sensibilidad
3. artística... junto a otras aportaciones que sobre las que se trabaja en la actualidad
mediante diversos trabajos de investigación.
“El cerebro de los músicos es distinto: El cerebro es un órgano plástico que se
moldea con relación a los estímulos culturales que recibe desde la infancia. ... en el cerebro
de los músicos, la zona cuya función es registrar y diferenciar los estímulos acústicos es un
25 % más grande que en el de las personas que jamás hayan tocado un instrumento.”
1. ¿CAMBIA NUESTRO CEREBRO CON LA EDUCACIÓN MUSICAL?
Pues sí, esta pregunta ha podido responderse afirmativamente mediante la utilización en
investigaciones recientes sobre Neurofisiología las modernas técnicas de la Magneto
Encefalograma (MEG), la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) o la Imagen de
Resonancia Magnética Funcional (FMRI), con las que se pueden visualizar las partes del
cerebro implicadas en las distintas tareas que realiza este órgano, y que han permitido
llegar a las siguientes conclusiones:
Francés Rauscher sugiere que la música estimula
conexiones neuronales específicas situadas en el centro
de razonamiento abstracto del cerebro, lo que hace a
los individuos más inteligentes.
Según el Dr. Schlaug, el cerebelo (zona del
cerebro que contiene el 70 % de las neuronas) es un 50
% más grande en los músicos que en otros grupos.
Según un estudio de la Universidad de Hong
Kong los adultos que han recibido enseñanza musical
antes de los 12 años tienen mejor memoria oral porque tienen más desarrollado el
lóbulo temporal izquierdo del cerebro.
¿CÓMO PUEDE PRODUCIRSE ESTE FENÓMENO?
Al nacer, todas las neuronas están ya establecidas, pero durante la infancia, los axones y
dendritas de las neuronas crecen y desarrollan una enorme cantidad de conexiones
sinápticas que dependen de los estímulos que reciben.
4. La conexión del cerebro está
expuesta a una constante
reorganización llamada
plasticidad neuronal. Así,
neuronas de funciones
fisiológicas similares se ordenan
en columnas verticales, cada una
de aproximadamente 10.000
neuronas recíprocamente
conectadas. Estas columnas se
interconectan formando una red
que puede comprometer a
ambos hemisferios. Las neuronas
y columnas que con frecuencia se activan al mismo tiempo, fortalecen la fuerza sináptica y
facilitan las transmisiones de información entre ellas (Hebb, 1949).
En consecuencia, se desarrolla una estabilización de uniones celulares relacionadas con el
estímulo. Este es el principio básico del aprendizaje, que nos permite comprender los
eventos del mundo externo por vía de permanente enlace de la actividad nerviosa
producida por diferentes estímulos sensitivos que llegan simultáneamente o en una
relación temporal cercana.
Así Schlaug (1995) defiende que “la educación musical produce modificaciones en la
conexión sináptica de conjuntos de células neuronales extendidos; o sea: produce cambios
en el Software de nuestro cerebro. ... Pero también en el Hardware: la mitad anterior del
cuerpo calloso que conecta el lóbulo central derecho y el izquierdo es más grande en los
músicos que en los no músicos: el número de fibras que conecta ambos lóbulos frontales se
incrementa como consecuencia de un entrenamiento temprano de la coordinación de
ambas manos.”
De las investigaciones efectuadas mediante la comisuroterapia, se puede deducir que
cada uno de los hemisferios cerebrales procesa selectivamente, en principio, unos
determinados estímulos que le vienen dados del exterior. Es decir, hay una dominancia
lateral para los distintos aspectos de la información que le llega al cerebro, como se
evidencia en el siguiente cuadro (Springuer y Deutsch, 1994):
5. HEMISFERIO IZQUIERDO HEMISFERIO DERECHO
Verbal No verbal
Secuencial Video-espacial
Temporal simultáneo
Digital Analógico
Lógico Gestalt
Analítico Sintético
Racional Intuitivo
Pero hay una relación entre los dos hemisferios a través del cuerpo calloso, de manera
que intercambian información y se complementan. Es lo que llamamos
intrahemisfericidad e interhemisfericidad cerebral. Por ejemplo, en los casos de memoria
el cerebro trabaja holográficamente.
Al igual que otros fenómenos, la música no está representada por sus elementos en
células individuales que particularmente se especializan en el procesamiento de un
parámetro musical, sino que se extiende en muchas áreas de ambos hemisferios por
medio de las conexiones sinápticas. La teoría de la correlación de Von der Malsburg (1986)
supone que la pulsación de descargas neuronales sincrónicas son responsables de la
construcción de representaciones mentales, y el aprendizaje puede ser descrito en forma
de representación mental.
Así según Despins (1989) “el ritmo musical estimula los dos hemisferios cerebrales. ... el
hemisferio derecho recibe el estímulo musical y el izquierdo interpreta y controla la
ejecución. ... La música siempre será el mejor medio para desarrollar y acrecentar en
forma adecuada este fenómeno cerebral”
En este sentido, entre las conclusiones de la Sociedad para la Neurociencia se apuntan las
siguientes:
“Hemos comprobado que la armonía, la melodía y el ritmo tienen diferentes
patrones de actividad cerebral. Implican tanto al lado derecho como izquierdo del
cerebro” (Parsons).
“Los científicos sugieren que los mecanismos neuronales de la música podrían
haberse desarrollado originalmente para comunicar emociones, como un precursor
del habla”.
6. “Las activaciones de patrones cerebrales que se alcanzan a través de la práctica
musical ‘salpican’ de manchas pequeñas casi todas las áreas del cerebro. Esto
indica un uso más eficiente y económico de sus capacidades.”
ES DECIR, LA ACTIVIDAD MUSICAL, QUE INTEGRA FUNCIONES
DE ALTO NIVEL, TIENE EFECTOS PROFUNDOS Y DURADEROS
SOBRE EL MODO DE ORGANIZAR EL PROCESAMIENTO
GENERAL DE LA INFORMACIÓN EN EL SER HUMANO
Recientísimos estudios realizados en el campo de la Neurobiología demuestran esta
afirmación:
Se ha medido las representaciones corticales en músicos muy diestros. Se ha
comprobado que éstas son un 25 % mayores en los músicos que en un grupo de
control de personas que nunca habían tocado un instrumento; y este crecimiento
era proporcional a la edad en que los músicos comenzaron a practicar.
Análisis comparativos entre músicos y un grupo de no músicos demuestra que la
parte anterior del cuerpo calloso es mucho más
grande en músicos, sobre todo en los que
comenzaron su entrenamiento antes de los 7
años.
“Los individuos musicalmente
entrenados sacan mejores puntuaciones en
habilidades espaciales. El entrenamiento
musical produce modificaciones a largo plazo
en el sistema de circuito neuronal, en regiones
principalmente no relacionadas con la música”.
(El entrenamiento musical) puede fortalecer el aprendizaje de currículos standard
como matemáticas y ciencia que se relacionan fuertemente con el razonamiento
espacio temporal”.
7. (La música tiene) “una influencia sobre la actividad, la productividad y sobre el
incremento de la activación y la atención selectiva.”
Diversos autores sugieren que la música potencia la habilidad de resolver
problemas de tiempo, espacio y secuencia.
“Una buena educación musical
mejora el aprendizaje de las
matemáticas. ... Muchos de los
alumnos experimentales habían
tenido malos resultados en la
etapa preescolar en
comparación con los alumnos de
control; sin embargo, al cabo de
7 meses habían igualado la
capacidad de lectura de estos
últimos y mejorado su actitud y
comportamiento, y superaban al grupo de control en una asignatura sorprendente:
las matemáticas”.
Los estudios de Rauscher demuestran que existe transferencia entre habilidades
musicales a otras funciones cognitivas, por ejemplo, con habilidades espaciales.
Un estudio realizado en las universidades de Friburgo y Salzburgo sostiene que los
alumnos que asisten a clases de música obtienen mejores calificaciones en otras
materias. En una muestra de 1.200 alumnos, se observó que los que recibían
formación musical aprendían más fácilmente matemáticas y lenguaje.
EN CONCLUSIÓN, LA MÚSICA PODRÍA JUGAR UN PAPEL IMPORTANTE PARA
POTENCIAR LA INTELIGENCIA.
De hecho en algunos estados norteamericanos ya hay escuelas donde los niños escuchan
regularmente sonatas de Mozart, y experimentos sobre el comportamiento han
8. demostrado un fortalecimiento a corto plazo del razonamiento espacio-temporal en
estudiantes que escuchan sonatas de Mozart
Este reforzamiento de la amplitud que indica una más aguda función de memoria
sensorial en los sujetos musicales, sugiere que incluso “la componente cognitiva de la
musicalidad, tradicionalmente contemplada como dependiente de los procesos cerebrales
relacionados con la atención, de hecho está basada en mecanismos neuronales presentes
ya en el nivel preatentivo” y que “la música sirve como una ayuda a la memoria que
facilita la comunicación de noticias e ideas”.
Dicho de otra manera: la música no sólo es música. En un estudio sobre la memoria
musical, O’Connor (1992) afirma que “el sentimiento, el sonido y la imagen se
reconstruyeron al mismo tiempo a raíz de la audición. ...La música no es simplemente un
recuerdo auditivo, sino una síntesis de vista, sonido y sentimiento. La memoria musical no
es simplemente una memoria auditiva”. Y un efecto más que potencia la educación
musical es “una complementariedad o intercambio de información entre los dos
hemisferios (cerebrales) con lo que puede contribuir al desarrollo armónico del cerebro
total y, por tanto, de la formación de la persona.”
Estamos de acuerdo con San José (1998) en que “una metodología y didáctica
científicamente fundamentada y lo más efectiva posible compatible con el desarrollo
armónico de los dos hemisferios cerebrales... traerá como consecuencia un mejor y mayor
desarrollo de las potencialidades de la persona en su totalidad integral”.
Como ejemplo de los logros que pueden conseguirse, citamos una investigación realizada
en la comunidad Valenciana, cuyas conclusiones son:
1ª. La media de musicalidad de los niños valencianos de 9 años (muestra significativa)
sin cultivo musical alguno, esta 4 puntos por encima de la media de los niños ingleses de la
misma edad; pero esta ligera ventaja con el correr de los años se vuelve negativa dado
que los niños valencianos de 14 años sin formación musical quedan muy por debajo del
nivel medio de los niños de otros países europeos.
2ª. Distinto es el panorama de los niños que reciben formación musical: a los 9 años
alcanzan prácticamente el mismo nivel de rendimiento que presentan sus paisanos de 14
que no reciben educación musical. Si ésta tiene lugar, el desarrollo ventajoso sigue
manteniéndose de forma que los niños de 14 años que reciben educación musical
alcanzan en los test un nivel de rendimiento musical superior en más de 3 puntos sobre
los niños ingleses de esa edad, igualmente con formación musical.
9. 2. LA MÚSICA EN LA INTEGRACIÓN Y EN EL TRATAMIENTO DE LA DIVERSIDAD
Hemos de recordar que la enseñanza general ha de tener en cuenta todos los factores de
desarrollo, y que si lo antes expuesto evidencia la importancia de la música en las
funciones cerebrales (y por tanto en los procesos de aprendizaje), ello reviste una
importancia especial para los centros en los que existe integración de alumnos con
dificultades en el aprendizaje, sicomotoras, de integración social, etc.
En efecto, si algunos médicos ya utilizan la música en la rehabilitación de pacientes
que han sufrido accidentes cerebro
vasculares, como coadyuvante en la
rehabilitación motora, Boscaini
(1987) afirma que “la regularidad
(del ritmo) tiene como efecto crear
una inducción motora que conduce al
nacimiento del movimiento, y por lo
tanto induce a una actividad
cinestésica y después sicomotora”.
La música es igualmente útil
como herramienta para tratar
trastornos de la fonación, dislalias, disatrias, afasias... mediante la realización de
ejercicios de articulación, dicción, relajación, etc.
Sobre los trastornos de la atención (como por ejemplo la hiperactividad) se ha
demostrado la “influencia de la música sobre la actividad de la productividad y sobre el
incremento de la activación y la atención selectiva” (Lafarga, M. y E., 1997). “Los chicos
ADHD lo hacían significativamente mejor con música que con habla o en silencio. Sin
embargo, sólo mejoraron los chicos que recibieron la música en primer lugar. Los efectos
que facilitan la estimulación auditiva saliente sobre la función aritmética de los chicos
hiperactivos da algún apoyo a la teoría de la estimulación óptima underarousal”.
Un trastorno frecuente en las aulas es el del lenguaje, al que frecuentemente va asociada
la dislexia. Ciertas investigaciones afirman que al menos un 8 % de los niños pueden tener
trastornos del lenguaje, y de ellos más del 85 % son también disléxicos. Se sospecha que
este problema se origina por la incapacidad para procesar con suficiente velocidad la
información auditiva. Por ello es adecuado un entrenamiento que impulse las actividades
de temporización, y así actualmente se trabaja en terapias de sonidos lentos para
conseguir que esos niños aumenten progresivamente su velocidad en la captación de
fonemas, que influirá en su reconocimiento oral y posteriormente en el escrito. Tallal y
Merzenich (Science, 1996) informan que 11 niños así tratados adquirieron en un solo mes
la destreza en el lenguaje que suele costar 2 años.
10. En cuanto a las alteraciones sensoriales, es claro en el caso de los que sufren de ceguera
total o parcial, en los que se produce una compensación auditiva en estructuras
cerebrales que se hubieran quedado inutilizadas por falta de estímulos visuales, y “pueden
desarrollar un mapa tridimensional del espacio en sus mentes, basándose exclusivamente
en percepciones auditivas” (Lepore, Sciencie, 1997).
3. MÚSICA Y SALUD: EXCITACIÓN INDIVIDUAL Y TRASTORNO COLECTIVO
Por último, pero también importante, resaltaremos dos campos en los que se impone una
estrategia de prevención y cuidado: la salud y el medio ambiente.
La música “nacida de la necesidad humana, es parte de cada uno, concierne a todos. Su
aparición marcó un hito en el proceso de hominización y en su desarrollo sigue siendo un
factor de humanización” (Pastor, Eufonía, 1999).
Datos recientes revelan que el uso del sonido está dando lugar a un creciente número de
patologías. Según estudios del Ejército Noruego, el porcentaje de personas con daños en
el sistema auditivo se ha incrementado de un 15 % en 1981 a más del 30 % en 1987. Ello
pone de relieve que debemos educar a la población en la protección de su salud auditiva y
del aparato fonador, y la escuela sería el lugar ideal para ello.
La contaminación acústica es otro problema de la ciudad moderna que ha de ser cuidado,
pues está demostrado que la exposición a niveles excesivos de ruido conducen a
alteraciones sicosomáticas (alteración de la presión arterial, estrés, cefaleas) perniciosas
para el equilibrio físico y síquico.
En concreto, España es considerado como el país más ruidoso de Europa, y Madrid están
las ciudades con mayor agresión auditiva1. En tal sentido es expresivo el estudio realizado
para la ciudad de Bilbao.
Sin embargo existen normativas al
respecto, que se transigen por falta de
una adecuada concienciación del
ciudadano en cuanto a la repercusión del
sonido. Esta concienciación ha de
realizarse desde la escuela, como parte
11. de la Ecología y Educación para el medio ambiente que se está impulsando.
Por otro lado, la música nos influye, queramos o no, de un modo irremediable (como bien
saben los expertos en marketing) tanto desde el punto de vista físico como el de las
emociones.
Estos cambios fisiológicos sobre emociones sólo parcialmente reproducen los que se
encuentran para emociones no musicales. Por tanto los efectos fisiológicos de la música
observados, en general apoyan la visión emotivista de las emociones musicales, por lo que
debemos ser conscientes, críticos, y aprender a utilizarla conscientemente para nuestro
bienestar.
Asimismo está demostrado que la música puede ejercer un efecto narcotizante o, por el
contrario, fortalecer nuestro pensamiento. Diferentes tipos de música inducen a distintos
cambios neuroendocrinos. La música techno está asociada a cambios significativos en el
ritmo cardiaco, en la presión sanguínea y en significativos cambios emocionales. La música
clásica también induce a cambios emocionales, pero no produce cambios significativos en
combinaciones hormonales.
En cuanto a la influencia sobre el pensamiento, diversos resultados indican que 8 de cada
90 sujetos presentan un patrón de mala adaptación al escuchar música, similar al exhibido
por los que abusan de substancias (los denominados “adictos”). Otros resultados
muestran que escuchar música de un estilo familiar incrementa la disposición de recursos
actitudinales durante el proceso de actualización de la memoria que se supone determina
la amplitud P3, y por tanto muestra los efectos del entorno cultural en el proceso
cognitivo.
“El derecho democrático a la formación incluye el derecho a la experiencia artística. Por
esta razón todos los niños y adolescentes de las escuelas europeas deberían recibir una
formación musical que les conduzca a practicarla a lo largo de su vida.... (...) A ojos del
mundo, la cultura musical es uno de los signos distintivos más importantes de la identidad
europea. Los gobiernos nacionales de la Unión Europea cargan con la responsabilidad de
la planificación de una futura Europa y por lo tanto, con el cumplimiento de los objetivos
de formación correspondientes. En apariencia quedan ampliamente subestimados el papel
integrador y la influencia de la música y de la educación musical para las personas
procedentes de diferentes culturas, en temas como la organización del ocio, la formación
de la capacidad de juicio y el comportamiento social y comunicativo, además de la
creciente importancia económica de la cifra de negocios musicales.”
12. La música es el espejo de la mente.
(Un estudio descubre patrones comunes entre la música y la actividad cerebral.)
Un estudio desarrollado por científicos norteamericanos ha comprobado la antigua
suposición de que la música y el cerebro están profundamente conectados. Utilizando un
complejo análisis estadístico que compara los procesos neuronales y las melodías, este
estudio ha revelado que ambos presentan patrones comunes. Eso significa que,
probablemente, la música es un reflejo de la mente del compositor y explicaría por qué el
cerebro produce emociones que van mucho más allá de los estímulos meramente
auditivos cuando percibe la música. Por Yaiza Martínez
Un equipo de físicos liderado por Simona Biancoy Paolo Grigolini, del Center for Nonlinear
Science de la universidad de North Texas (en Estados Unidos) ha llevado a cabo una
investigación cuyos resultados demuestran que existe una curiosa conexión entre la
música y el cerebro.
Un detallado y complejo análisis
estadístico de los procesos
inherentes a ambos reveló que
entre ellos hay grandes
similitudes, en concreto, entre las
distribuciones producidas por las
composiciones musicales y la
actividad cerebral.
Análisis de patrones
Los investigadores monitorizaron
la actividad del cerebro utilizando
la electroencefalografía (EEG, que
es una técnica que permite registrar las señales eléctricas de la superficie del cerebro. Esta
técnica se utiliza en neurofisiología para diagnóstico de enfermedades y lesiones
cerebrales. Por otro lado, se analizaron composiciones musicales en función de ciertos
parámetros, como la melodía, la armonía, el ritmo, el tono y el timbre, entre otros
factores, según publica APS.
Posteriormente, los científicos realizaron sendos mapas de la actividad cerebral y de las
13. composiciones, por regiones destacadas en función de los saltos de cambios significativos
acaecidos en ambos durante el registro, descubriendo así que existía una similitud entre
los patrones de las señales eléctricas del cerebro y los de la música.
Índice de complejidad
Además, el equipo determinó un índice de complejidad tanto para las composiciones y las
funciones cerebrales que consistía en un número que describía la intrincación de ambos
procesos. También este índice resultó en los dos casos parecido.
Como conclusión, los científicos han señalado que el estudio sugiere que ambas
estructuras serían auto-organizativas, aunque en el caso de la música, probablemente esta
auto-organización sea un reflejo de la mente auto-organizada de su compositor.
Según un detallado artículo aparecido en la revista Physical Review E, escrito por los
autores de la investigación, en futuros estudios el equipo profundizará en la relación entre
mente y música, monitorizando la actividad cerebral de participantes que estén
escuchando música.
De esta forma, esperan determinar si la actividad de nuestro cerebro se ve afectada por la
complejidad de las composiciones musicales. Además buscarán “acoplamientos” en los
que la complejidad de la música se asimile a la actividad cerebral de las personas que
escuchen música. Si la hipótesis de los físicos es cierta, estos acoplamientos entre una
composición musical y la actividad del cerebro ayudarán a determinar las preferencias
musicales de cada persona.
Analizando la relación:
La relación entre música y cerebro es un tema que ha despertado el interés de otros
equipos de científicos, que han comprobado a su vez que la música influye en los
comportamientos humanos y va mucho más allá de las sensaciones auditivas que
produce, induciendo otras muchas reacciones cerebrales.
Según un Dossier que publica
el CNRS, la investigadora Stéphanie
Khalfa, del Laboratoire de
neurophysiologie et
neuropsychologie
del INSERM francés, ha analizado
14. los procesos cerebrales activados por la música revelando que ésta puede provocar en el
ser humano diversas emociones, como alegría o miedo. Nuestro cerebro reacciona
espontáneamente a características musicales como los tonos agudos o graves, asegura
Khalfa.
Otros investigadores, del Laboratoire d'études de l'apprentissage et du développement
(LEAD de Dijon, han registrado respuestas emocionales a la música instrumental tras sólo
250 milisegundos de escucha, respuestas que no son sólo la consecuencia de efectos
musicales fuertes (como una explosión sonora o una disonancia pronunciada) sino que
también implican procesos cognitivos muy elaborados.
Los científicos describen de esta manera lo que sucede en nuestros cerebros: los oídos
captan los movimientos de las moléculas de aire creadas por un instrumento musical y los
transforman en impulsos nerviosos. Según ellos, el área cerebral conocida como amígdala
resulta esencial para la percepción del miedo que provocan algunas melodías, dado que se
ha demostrado que la lesión en esta área entraña un déficit en el procesamiento de este
tipo de estímulos. Cuando nos enfrentamos a disonancias desagradables, son las
estructuras próximas al hipocampo las que juegan un papel determinante, aseguran.
El cerebro asimismo activa multitud de redes neuronales en el reconocimiento de música
que ya ha oído o que ya conoce, y estas redes son las mismas que nos permiten el
reconocimiento de olores familiares, por ejemplo.
Los vínculos
El vínculo entre cerebro y música se ha evidenciado asimismo en las llamadas terapias
musicales. Estudios recientes llevados a cabo con niños disléxicos (con problemas de
lectura y de escritura) y con enfermos de Alzheimer han demostrado la utilidad de las
melodías para estimular el cerebro. Los trabajos de Mireille Besson y Michel Habib,
del INCM de Marsella, han demostrado que pacientes de ambos tipos son capaces de
aprender a identificar melodías, a pesar de ser incapaces de recordar y reaprender otro
tipo de cosas.
Y si se considera el análisis de otro artículo publicado por el CNRS sobre la relación entre la
música y la sociedad puede inferirse su importancia e influencia en nuestra naturaleza. La
etnomusicología, ciencia que describe el vínculo entre la etnología y las prácticas
musicales, afirma que la música es absolutamente indispensable para algunos pueblos,
que basan en ella sus ritos religiosos, convirtiéndola en la esencia misma de sus
ceremonias.
15. Además, es igualmente importante en fiestas y momentos de dispersión, marcando
momentos esenciales de las vidas de las personas, como sus bodas o funerales. La
similitud entre los procesos cerebrales y los del desarrollo de las melodías musicales
señalada por Bianco y Grigolini podría explicar por qué, por tanto, la música parece un
hecho connatural a nuestras vidas.
Aprendizaje acelerado con la música
Música y Aprendizaje Acelerado
Jaime Borbolla
Sabemos por propia experiencia que la música tiene un intenso efecto en nuestras
emociones y sentimientos, porque de una u otra forma lo hemos experimentado, pero
¿qué repercusión puede tener en otras áreas?
Asistía como de costumbre a la clase de Chi Kung, una disciplina que combina arte
marcial con ejercicios de manejo de energía, técnicas de curación a nivel de campo
electro magnético, también conocido como aura y una serie de prácticas físicas y
mentales enfocadas a estimular centros nervo-fluidicos del organismo.
Después del calentamiento, el Maestro nos indicó que adoptáramos la posición conocida
como de jinete, que consiste en abrir el compás de pies y piernas, separadas a la
distancia de los hombros, rodillas ligeramente flexionadas y brazos colgados a los
costados. En esta postura se capta energía a través de puntos específicos del cuerpo,
entrando a un estado profundo de paz y tranquilidad que permite establecer una
comunicación con nuestro interior, sensibilizando los sentidos, de una manera que se
percibe hasta la menor sensación a todos niveles.
El objetivo en esta ocasión era expresar de manera espontánea, lo que sintiéramos
durante el tiempo que permaneciéramos en la postura. Movernos con libertad, reír,
llorar, gritar, bailar, tirarnos al suelo, en fin, lo que cada quien quisiera.
En cierto momento, el maestro puso música tranquila que nos fue sintonizando con su
cadencia suave, luego cambió de ritmo a uno más movido que me hizo vibrar con una
intensidad que no podía controlar. Así durante la sesión fue alternando las frecuencias y
cada una producía un efecto diferente según las características de las mismas.
16. Aunque en teoría sabía que la música influye en la psique, las emociones y es capaz de
modificar funciones mentales, hasta ese momento pude comprobar en carne propia su
impacto directo.
Mis compañeros se expresaron con diferentes manifestaciones. Unos lloraron, otros
rieron otros más gritaron, en fin, cada quién captó la influencia de la música según sus
propias vivencias. Independientemente de la forma en que influyo en cada uno, el
ejercicio fue una catarsis para todos, que dejo aflorar sentimientos y actitudes
reprimidas.
Al terminar la sesión, el maestro preguntó cuánto tiempo había durado el ejercicio. El
consenso fue de entre 15 a 20 minutos.
¿A qué hora empezamos? volvió a preguntar. A las 10:15 contestamos. ¿Qué hora es?
insistió.
Volteamos a ver el reloj de pared y nos dimos cuenta que habían pasado más de dos
horas, no podíamos creer.
También en esa ocasión pude experimentar la relatividad del tiempo. El tiempo no es
otra cosa que una grabación mental que manejamos según las circunstancias.
No debería sorprendernos que la música tenga efecto físico en el organismo, de hecho
ha acompañado al ser humano durante su existencia. Se han encontrado instrumentos
musicales prehistóricos, desde luego muy sencillos y rústicos, básicamente de percusión
y elementales de viento como silbatos y flautas. Aun existen ritos primitivos africanos,
americanos y australianos que su base es la danza a ritmo de tambores en sus diversas
variedades, incluso utilizando pedazos de tronco huecos, sonajas e instrumentos de
viento.
El ritmo es parte de la esencia humana.
La música es una extraordinaria herramienta para desarrollar facultades psíquicas
insospechadas, abrir canales de percepción adormecidos que han quedado
prácticamente inactivos por falta de estímulo adecuado, como el caso de la capacidad de
aprendizaje, tan natural y desarrollada en la primera etapa de la infancia, pero con el
tiempo y malos hábitos educativos y formativos hemos venido disminuyendo.
Desde los primeros meses hasta aproximadamente 7 - 8 años, el niño tiene una
asombrosa capacidad para aprender cualquier idioma, es cuando graba con mayor
17. intensidad vivencias, imágenes y recuerdos que perduran toda su vida, aun a edad
avanzada.
El pionero en el campo del aprendizaje
acelerado fue el psicólogo búlgaro
Georgi Lozanov, quién hizo las primeras
prácticas en la Academia de Ciencias de
Bulgaria y los Institutos Médicos de
Sofía, experimentando con música
barroca lenta. Sus descubrimientos
mostraron que inducía a sus alumnos a
un estado relajado, sintonizándolos en
una frecuencia que los mantenía en
estado receptivo y alerta.
En principio experimentó con ritmos de 64 tiempos por minuto, esta métrica se ajustaba
con la frecuencia cardiaca en estado de relajación profunda. Los resultados fueron
excelentes, las personas aprendían en menos de la tercera parte del tiempo que
normalmente lo hacían. La memoria mejoraba notablemente, a tal grado que el
rendimiento en la retención era superior al 90%.
Hasta hace unos pocos años, la base de la práctica consistía en recitar muy lentamente
las palabras al ritmo de la melodía, con repeticiones frecuentes, ajustándose a los
compases establecidos, se editaba una pista para poder encajar las frases que se
pretendía fijar en la mente en los espacios predeterminados, en realidad la sesión tenía
que ser conducida por expertos.
Sheila Ostrander y Lynn Schroeder, investigadores en el campo de la mente, continuaron
aplicando este trabajo con éxito en su país de origen Checoslovaquia y posteriormente se
aplicó en Estados Unidos, también con excelentes resultados.
Aunque la base del método empleado era el sistema de Lozanov, hicieron valiosas
aportaciones, incorporaron otros ritmos con la misma estructura de la música barroca
como algunos estilos de jazz.
Descubrimientos más recientes han demostrado que el hecho de escuchar el tipo de
música adecuada produce similares resultados, es cuestión de seleccionar la que se
adapte al propósito definido.
La que reúne las condiciones idóneas es la música barroca, por sus compases,
armonización y cadencia. Destaca especialmente la obra de Mozart quién tuvo la
18. genialidad de combinar las notas en armonías que producen efectos específicos para
estimular el cerebro, sintonizándolo en frecuencias determinadas según el propósito, ya
sea en vibración baja para aprendizaje pasivo y concentración o en altas para estimular
creatividad y aprendizaje activo.
Si el objetivo es sintonizarse en una frecuencia receptiva, ya sea para aprender o analizar
una situación, se sugiere sentarse cómodamente en un sillón, silla o frente al escritorio.
Respirar varias veces profundamente hasta sentirse tranquilo y relajado, mientras se
escucha alguna melodía de los autores citados. Con los ojos cerrados nos dejamos llevar
por la música hasta sintonizarnos con su ritmo. Una vez armonizados con los compases,
nos disponemos a iniciar la actividad planeada.
Para este efecto funciona muy bien Canon en re mayor de Pachelbel, por su cadencia
suave y compases sincrónicos.
Se puede experimentar con diferentes ritmos hasta encontrar el que mejor nos
armonice.
El objetivo que se persigue al sintonizar el cerebro en ciertas ondas vibratorias, es
sincronizar ambos hemisferios y de esta manera desarrollar a plenitud el potencial
intelectual.
El descubrimiento de los efectos de la música en la psique o mejor dicho las frecuencias
sonoras, abrió un enorme campo a la investigación, que ha incorporado instrumentos
especialmente diseñados para inducir vibraciones especiales para modificar patrones en
el esquema mental.
Uno de los hallazgos importantes fue que ciertas ondas electrónicas sonoras causan una
respuesta de igual frecuencia en las ondas cerebrales. El cerebro responde a una señal
audible reproduciéndola y sincronizándose a ella. Este efecto se conoce como Frecuency
Following Response.
A partir de estos resultados en las investigaciones, se han creado música y sonidos
enfocados a estimular y provocar estados alterados de conciencia, con la intención de
corregir hábitos nocivos de conducta, pensamiento y actitud, además de estimular e
incrementar creatividad, capacidad de aprendizaje y coeficiente intelectual.
En la actualidad se consiguen en tiendas especializadas aparatos diseñados
específicamente para inducir estas funciones por medio de frecuencias electrónicas
auditivas y visuales. Algunos tan sofisticados que permiten ver los cambios provocados
en el monitor de una computadora, pudiendo de esta forma modificarlos a voluntad.
19. Con la creación de sintetizadores electrónicos surgió un estilo musical cuya función es
inducir reacciones específicas en la conciencia, como el caso de la producción de Fresh
Air, Vangelis, Kitaro, Tomita y otros autores New Age.
El efecto de la música New Age, es estimular canales sutiles de percepción, que activan
facultades latentes como intuición, creatividad y percepción de energías más sutiles.
El propósito de este artículo es dar un panorama general de los efectos y beneficios que
pueden obtenerse con la música y frecuencias electrónicas sonoras y visuales, para
estimular la mente y provocar cambios positivos de conducta, pensamiento y actitud,
pero no es posible tratar el tema con mayor amplitud en este espacio. Quién tenga
interés en profundizar en esta área, puede solicitarnos información y con gusto les
proporcionaremos datos y contactos orientados a sus inquietudes, hasta donde nos sea
posible.
Primera evidencia de que la formación musical afecta el desarrollo cerebral en niños
pequeños.
ScienceDaily (Sep. 20, 2006) - Los investigadores han encontrado la primera evidencia de
que los niños que toman clases de música tienen un desarrollo cerebral diferente y
mejorada de la memoria en el transcurso de un año en comparación con los niños que no
reciben una formación musical.
Los resultados, publicados hoy (20 de septiembre de 2006) en la edición digital de la
revista Brain, muestran que no sólo el cerebro de los niños musicalmente entrenados
responden a la música de una manera diferente a las de los niños no entrenados, sino
también que la formación mejora su memoria también. Después de un año a los niños
musicalmente entrenados obtuvieron mejores resultados en una prueba de memoria que
se correlaciona con las habilidades de inteligencia general, tales como la alfabetización, la
memoria verbal, el procesamiento visiospatial, las matemáticas y el coeficiente
intelectual.
Los investigadores con sede en Canadá llegaron a estas conclusiones después de medir los
cambios en las respuestas del cerebro a los sonidos de los niños de entre cuatro y
seis.Durante el período de un año tomaron cuatro medidas en dos grupos de niños - los
que toman lecciones de música Suzuki y los que tomaban ninguna formación musical
fuera de la escuela - y encontraron cambios en el desarrollo en períodos tan cortos como
cuatro meses. Mientras que estudios anteriores han demostrado que los niños mayores
reciben clases de música tenía una mayor mejora en las puntuaciones de CI de los niños
que recibieron clases de teatro, este es el primer estudio que identifica estos efectos en el
cerebro de las mediciones en los niños pequeños.
Dr. Laurel Trainor, profesor de Psicología, Neurociencia y Comportamiento de la
Universidad McMaster y director del Instituto McMaster para la Música y la Mente, dijo:
"Este es el primer estudio que muestra que las respuestas del cerebro en los niños
20. pequeños, entrenados y no entrenados
musicalmente diferente sobre el cambio el curso de
un año. Estos cambios pueden estar relacionados
con el beneficio cognitivo que se observa en la
formación musical. "El profesor Trainor lideró el
estudio con la Dra. Takako Fujioka, un científico del
Instituto Rotman Baycrest de Investigación.
El equipo de investigación diseñaron su estudio para
investigar (1) cómo las respuestas auditivas en los
niños madurado durante el período de un año, (2) si
las respuestas a los sonidos con significado, como
los tonos musicales, madurado de manera diferente
que las respuestas a los ruidos, y (3) cómoformación musical afectado el desarrollo normal
del cerebro en los niños pequeños.
Al comienzo del estudio, seis de los hijos (cinco varones y una niña) había comenzado a
asistir a una escuela de música Suzuki, los otros seis hijos (cuatro chicos y dos chicas) no
tuvo clases de música fuera de la escuela.
Los investigadores eligieron los niños siendo entrenados por el método Suzuki, por varias
razones: se aseguró que los niños fueron entrenados de la misma manera, que no fueron
seleccionados para la capacitación de acuerdo a su talento musical inicial y tuvo un apoyo
similar de sus familias. Además, debido a que no había entrenamiento temprano en la
lectura de la música, el método Suzuki proporcionan a los investigadores un buen modelo
de cómo la formación en el auditorio, actividades motoras y sensoriales induce cambios
en la corteza del cerebro. La actividad cerebral se midió mediante magnetoencefalografía
(MEG), mientras los niños escuchaban dos tipos de sonidos: un sonido de violín y una
explosión de ruido blanco. MEG es una tecnología no invasiva del cerebro de análisis que
mide los campos magnéticos fuera de la cabeza que están asociadas con los campos
eléctricos generados en los grupos de neuronas (células nerviosas) fuego en
sincronía.Cuando se escucha un sonido, el cerebro procesa la información de los oídos en
una serie de etapas. MEG ofrece milisegundo por milisegundo información que rastrea las
etapas de procesamiento, las etapas presentan desviaciones como positivo o negativo (o
picos), denominados componentes, en la forma de onda de MEG. Cumbres anteriores
tienden a reflejar el procesamiento sensorial y los picos más tarde, el procesamiento
perceptual o cognitiva.
Los investigadores registraron las mediciones de cuatro veces durante el año, y durante la
primera sesión y el cuarto de los niños también se realizó una prueba de la música (en los
que se les pidió que discriminar entre iguales y diferentes armonías, ritmos y melodías) y
una prueba de memoria de dígitos (en el que tuvo que escuchar una serie de números,
que recordar y repetir de nuevo al experimentador).
Análisis de las respuestas MEG mostró que a través de todos los niños, mayores se
observaron respuestas a los tonos del violín que con el ruido blanco, lo que indica que los
recursos más cortical fueron al procesamiento de sonidos con significado.Además, el
21. tiempo que tomó para que el cerebro responde a los sonidos (la latencia de ciertos
componentes MEG) se redujo durante el año. Esto significa que a medida que los niños
madurado, la conducción eléctrica entre las neuronas en su cerebro funcionaba más
rápido.
De mayor interés, los niños Suzuki mostró un cambio mayor en el año en respuesta a los
tonos de violín en un componente MEG (N250m) relacionadas con la atención y la
discriminación de los sonidos que no los niños que tomaron lecciones de música.
Análisis de las tareas de la música mostraron una mayor mejoría con respecto al año en el
procesamiento de la melodía, la armonía y el ritmo de los niños a estudiar música en
comparación con aquellos que no estudian música. Capacidad de la memoria en general
también mejoró más en los niños que estudian música que en aquellos que no estudian
música.
El profesor Trainor dijo: "Que los niños a estudiar música por un año la mejora en
habilidades de escucha musical más que los niños que no estudian música tal vez no sea
sorprendente Por otro lado, es muy interesante que los niños que toman clases de música
mejoraron más durante el año. en habilidades de la memoria general que se correlacionan
con las habilidades no musicales, como la alfabetización, la memoria verbal, el
procesamiento visiospatial, las matemáticas y el coeficiente intelectual que no a los niños
a tomar clases. El hallazgo de maduración muy rápida del componente N250m a los
sonidos de violín en niños que toman la música lecciones se ajusta a su gran mejoría en la
prueba de memoria. Se sugiere que el entrenamiento musical está teniendo un efecto en
cómo el cerebro se cableado para el funcionamiento cognitivo general relacionados con la
memoria y atención. "
Dr. Fujioka agregó: "El trabajo previo ha demostrado la asignación a la formación musical
se asocia con mejoras en el coeficiente intelectual en niños en edad escolar Nuestro
trabajo explora cómo la formación musical afecta a la forma en que el cerebro se
desarrolla Está claro que la música es buena para el desarrollo cognitivo de los niños.. el
desarrollo y la música que debe ser parte del plan de estudios de preescolar y primaria. "
La siguiente fase del estudio analizará los beneficios de la formación musical en los adultos
mayores.
Por todo ello afirmamos la necesidad de que se refuercen las medidas educativas que
conduzcan a una efectiva educación musical en la enseñanza general tanto en sus niveles
de primaria y secundaria, como en la creación de un Bachillerato musical puesto que en
un sistema democrático de enseñanza ningún alumno ha de verse privado de las
posibilidades que aquí exponemos.