Identificación de los componentes de los alimentos

1. Clases de alimentos
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Para mantener el peso de tu cuerpo equilibrado y bajar de peso sin dejar de comer, solo debe
saber distribuir las proteínas, los carbohidratos y las grasas
PROTEINAS:
Las proteínas están compuestas por pequeñas estructuras llamadas aminoácidos, son empleadas
por el organismo para formar tejidos y además reponer aquellos que se desgastan en el desarrollo
de la vida.
De ahí la importancia de consumir siempre proteínas, ya sea de origen animal o vegetal. Los
alimentos que contienen proteínas son llamados “constructrores”, aproximadamente la mitad de
las proteínas necesarias para nuestra alimentación deben provenir de fuentes animales: carnes,
menudencias, huevos, leche y todos los productos derivados, tales como embutidos, queso entre
otros.
CARBOHIDRATOS:
Esta clase de nutritientes se encuentran en los alimentos en dos formas como:
a) Carbohidratos simples: son los alimentos dulces al paladar, por ejemplo: Azúcar, mieles,
frutas, elche (lactosa)
b) Carbohidratos complejos: son los alimentos que no son dulces al paladar, pero mientras se van
degradando en el sistema digestivo, se van convirtiendo en carbohidratos simples. Estos son: Los
tubérculos como papa, yuca, camote, los cereales como trigo, avena, maíz, cebada, entre otros y
las fibras o gomas, que no son digeribles por el ser humano, motivo por el cual, más que una
función energética, tienen una función mecánica reguladora.
Estos alimentos son de gran importancia, ya que nos brindan energía para poder relaizar todas las
funciones corporales.
GRASAS:
Las grasas está conformadas por sustancias denominadas ácido grasos y son la fuente más
concentradas de energía en los alimentos. Sirven como reservas energéticas como transpotadoras
de vitaminas y son partes de la estructura celular entre otras importantes funciones biológicas.
Existen tres diferentes tipos de ácidos grasos:
Los llamados poinsaturados (las denominadas grasa buenas contenidas en: pescado, aceites
vegetales como el de maíz, girasol, entre otros), los monoinsaturados (aceite de oliva, la palta o
aguacate, el aceite de soya) y las grasas saturadas denominadas (grasas malas) contenidas en
carnes animales, sobre todo en carnes rojas.
La alimentación saludable no debe contener una elevada cantidad de grasas añadidas en las
comidas en forma de mayonesa o margarina y frituras, ya que cuando se calientan los aceites, un
porcentaje de estos, a pesar de ser poliinsaturado (los deminados buenos) se transforman al tipo
saturado TRANS; lo mismo sucede con el consumo de margarina, ya que ésta tiene un elevado
contenido de grasas modificadas (TRANS) que actúan como grasas saturadas.