3. ORIGEN
• El virus toma su nombre de la ciudad alemana de
Marburgo, donde fue aislado en 1967 tras una
epidemia de fiebre hemorrágica que cundió en
el personal de laboratorio encargado de cultivos
celulares que había trabajado con riñones de
simios verdes ugandeses
3
Se cree que la fiebre de Marburgo puede ser una zoonosis,
pero por el momento todavía no ha sido identificado el
depósito del virus.
4. LA EPIDEMIA EN ANGOLA
• En 2004, estalló en Angola una nueva
epidemia de fiebre hemorrágica de
Marburgo. El brote se originó en la provincia
de Uige y los informes finales refirieron
374 casos con 329 decesos.
• El personal enviado por la Organización
Mundial de la Salud fue retirado luego de
los actos de violencia a los que había sido
sometido por parte de los habitantes del
lugar, frustrados por la poca eficacia de las
curas y la preocupación por la enfermedad
4
5. ESTRUCTURA DEL VIRUS
5
El virus de Marburgo presenta la
estructura clásica de los filovirus. El
virión presenta una morfología irregular
(pleomórfica), pues tiene forma de
bastoncillo de longitud variable entre los
800 y los 1400 nm y con un diámetro de
alrededor de 80 nm. En ocasiones pueden
también tener forma circular, de U o de
6.
Nucleoproteína (NP)
VP35
VP40
Glicoproteína
VP30
VP24
Proteína L (una ARN
polimerasa ARN
dependiente)
6. ANATOMÍA PATOLÓGICA
• Es común la presencia de necrosis
focales de hígado, nódulos linfáticos,
testículos, ovarios, pulmones, riñones y
órganos linfoides.
• Se han localizado antígenos antivirales
en varios órganos, sobre todo en el
hígado, en los riñones, en el bazo y en las
hipófisis.
6
7. MODALIDADES DE
CONTAGIO
• La transmisión interhumana es la
principal forma de contagio de la gente.
Esto ocurre al entrar en contacto
cercano con el enfermo. En particular, el
contagio se da a través de los líquidos
del cuerpo: sangre, saliva, vómito, heces,
orina y secreciones respiratorias.
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8. TERAPIA
• NO existe terapia
específica. Aunque en la
actualidad no existen
vacunas o terapias
contra los virus del
Ébola o Marburgo
aprobadas para uso
humano, algunos
investigadores han
conseguido desarrollar
vacunas.
• En la superficie de la
proteína descubrieron
que una sola inyección
de cualquiera de ambas
vacunas en macacos
producía respuestas
inmunes protectoras
cuando el virus
correspondiente se
introdujo en estos
animales.
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TERAPIA