Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
15.- Juan 14 Yeshúa, el camino la verdad y la vida
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Juan 14
Yeshúa, el camino la verdad y la vida
Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Talmid Yisrael
Revisión: Sara Téllez Girón Díaz
México; 15 de mayo del 2020.
En este capítulo Yeshúa nos habla acerca de la obra del Espíritu de Dios que nos hace
comprender lo que en un momento no pudimos entender, con el paso del tiempo el
Espíritu de Dios nos lo hace comprender como lo hizo con los discípulos quienes en el
momento que recibieron la enseñanza de Yeshúa no la discernieron a nivel espiritual pero
después la comprendieron tiempo justo en Pentecostés como se describe en el capítulo 2
del libro de los hechos cuando descendió el Espíritu de Dios sobre los discípulos;
Juan 14.- 1 No se turbe vuestro corazón; …
Yeshúa comienza con estas palabras para exponer la paz que debían tener los discípulos
de aquel entonces y la paz que debemos tener nosotros como sus discípulos, ya que
Yeshúa estaba hablando acerca de ser levantado en la cruz, lo cual significa que estaba a
punto de dejar a sus discípulos y en consecuencia estas palabras de tranquilidad hoy en
día aplican por cuanto que sabemos que Yeshúa resucitó y aunque físicamente no se
encuentra entre nosotros, hoy, sus palabras en el sentido de que no se turbe nuestro
corazón, conllevan en sí mismas un mandamiento que se encuentra ligado con el hecho de
creer en Él, de la misma forma en que creemos en Dios.
Juan 14.- 1… creéis en Dios, creed también en mí…
Yeshúa después de dar un consuelo acerca de que no se turbe nuestro corazón, ése
mismo consuelo lo puso en perspectiva respecto a la razón por la cual podemos estar
tranquilos sin que nuestro corazón sea turbado, porque si creemos en Yeshúa de la misma
manera en que creemos en el Padre, significa que ésa es la garantía que tenemos en el
espíritu para tener paz, una paz que difícilmente tendrán quienes han puesto en duda el
Nombre de Yeshúa como el autor y consumador de la redención como el Mesías.
Juan 14.- 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros…
Yeshúa habló de que iría a la presencia del Padre y cuando dijo que iría a preparar lugar
para nosotros, significa que Yeshúa estaría haciendo la labor sacerdotal, pues, ¿Cómo
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seríamos recibidos en las moradas del Padre si no tenemos un intercesor? Yeshúa aboga
por nosotros y nos hace uno con Él en la medida de nuestra fidelidad expresada en creer
con nuestros hechos y así poder estar en la casa del Padre;
Juan 14.- 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, …
No es que sea otro Mesías, significa que es el mismo, Yeshúa es el que va a regresar, pero
regresará en una condición distinta;
Juan 14.- 3… y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis…
Vosotros también estéis: La expresión de Yeshúa está en tiempo presente, no está escrita
en tiempo futuro. Esto significa que las palabras de Yeshúa acerca del consuelo para el
tiempo en que haya ascendido al Padre, tienen sentido al mismo tiempo, nosotros
podemos estar en donde esta Yeshúa, hablando de un lugar específico porque por eso
habla de las moradas del Padre, entonces estamos con Yeshúa a pesar de que estamos
aún en la tierra, porque cuando dijo: “el reino de los cielos se ha acercado”, Yeshúa
conectó el cielo con la tierra.
La cercanía que nos trajo Yeshúa es confirmada por los suyos en el momento en que
comenzamos a ser uno con Él viviendo en su Nombre, esto es, bajo su enseñanza. Esto
confirma una vez más que nosotros confirmamos nuestra estancia con Yeshúa en las
moradas del Padre desde que comenzamos a vivir en preparación para ese tiempo en la
casa del Padre;
Juan 14.- 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino…
Yeshúa aquí comienza a hablar de algo que nos ha dejado como un legado, su enseñanza a
la que se refiere como el camino.
La relación entre creer en Yeshúa, las moradas en la casa del Padre y el camino, la verdad
y la vida, en el contexto de las palabras de Yeshúa se encuentra centrada en la siguiente
expresión: …nadie viene al Padre, sino por mí… Esto significa que cualquiera que
considere que puede creer en Yeshúa de una forma diferente va a errar al mismo tiempo
en que se equivoca se aleja de la promesa porque no están cumpliendo con la condición
establecida por el Señor.
Todo el sentido de las palabras que Yeshúa expresó del versículo 1 al versículo 7 descansa
en la promesa que hizo Yeshúa respecto a la morada en la casa del Padre y que todo
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creyente en él puede recibir, siempre que hayamos creído en Yeshúa como él mismo
enseñó a creer en Él, porque en los conceptos: camino, verdad y vida se encuentra la ley
de Dios, la Torah, pero conforme a la doctrina del Hijo de Dios, en ese sentido, la promesa
que hizo Yeshúa es para todo aquel creyente que haya vivido aquí en la tierra conforme a
esos parámetros, porque cuando Yeshúa habló de que Él es la vida, implica precisamente
la vida eterna en aquella morada que Él fue a preparar.
Lo anterior significa que para comprender en su plenitud los conceptos camino, verdad y
vida de los que habló Moisés, es necesario comprenderlos bajo la doctrina de Jesucristo,
pues en sus palabras nos enseña porqué Él es el camino, porqué Él es la verdad y porqué
Él es la vida, si nosotros entendemos estos tres conceptos que se adjudicó Yeshúa como el
Único camino al Padre vamos a entender en su contexto real y correcto de lo que habló
Moisés cada vez que habló del camino, la verdad y la vida.
Por eso dijo que nos tomará para sí mismo, porque seremos uno con Él; es imposible que
si no eres uno con Él puedas tener esta promesa. La palabra griega para “tomar” que usó
Yeshúa al decir que nos tomará para él mismo, es la palabra “paralambáno” que significa:
asociarse con uno mismo, como en una relación familiar o íntima.
Esto significa que Yeshúa llevó el adquirir su doctrina a un nivel de intimidad con aquellos
que hacen de su doctrina su forma de vida.
Juan 14.- 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber
el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí…
CAMINO: Derek - enseñanza
La palabra hebrea para camino es (derek: camino, enseñanza) por lo cual es una
referencia a los mandamientos de Dios:
Génesis 6.- 12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda
carne había corrompido su camino sobre la tierra…
Éste capítulo de Génesis nos relata el evento en que descendieron los ángeles y se
mezclaron con mujeres humanas y se contaminaron, una mezcla de la cual nacieron
gigantes como el producto de un camino corrompido. Así que si la palabra en hebreo nos
indica instrucción o enseñanza, lo que vemos en Génesis capítulo 6 es que la humanidad
se alejó de ese camino, se alejó de la instrucción dada por el Padre.
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Los ángeles abandonaron su lugar de santidad desobedeciendo el mandamiento de Dios,
generando con ello una mezcla de seres angelicales con carne y sangre. El libro de Enoc
identifica a estos seres angelicales como “los vigilantes” y Judas habla de ellos como los
seres que abandonaron su morada de santidad, transgrediendo con ello el orden
establecido por Dios. La consecuencia de haberse desviado del camino fue que nacieron
seres con una genética alterada por lo cual Dios mandó el diluvio para raer toda carne
sobre la tierra.
Génesis 18.- 19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que
guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová
sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Aquí se nos habla de guardar el camino establecido por Dios haciendo justicia y juicio, esto
significa que Moisés está hablando de la ley; Moisés hace referencia a mandamientos que
desde el tiempo de Noé ya habían sido establecidos; por ejemplo, vemos que a través de
Caín y Abel vemos el establecimiento del sistema sacrificial que posteriormente sería
plasmado en la ley por escrito.
Deuteronomio 8.- 6 Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios,
andando en sus caminos, y temiéndole.
¿Cómo podemos relacionar estos dos conceptos Mandamientos y caminos? Porque toda
la instrucción de Dios que es la ley entregada a Moisés es el camino que debemos seguir
en nuestra vida, ése es el camino del Señor, su ley.
Deuteronomio 10.- 12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que
temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 que guardes los
mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas
prosperidad?
Moisés está hablando de que el camino establecido para Israel son los mandamientos de
Dios, el camino de la vida que conduce hacia la vida eterna después de éste mundo es
seguir sus mandamientos, pero no seguirlos de forma religiosa, sino con todo nuestro
amor, con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra alma; es precisamente el sentido que
le da Jesucristo a la ley de Moisés, pero a través de su interpretación.
La diferencia entre obedecer la ley de Moisés de forma religiosa y obedecerla conforme lo
enseñó Yeshúa es abismal, porque mientras la religión lleva a cumplir mandamientos sin
considerar el amor, olvidándose del amor al prójimo y los elementos más indispensables
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que alguien debería tener como atributos de Dios para poder cumplir correctamente su
ley y es, amar a Dios con toda tu alma, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas.
Porque cuando meditamos en esta expresión, hablamos de algo muy grande que implica
amar a Dios con todos nuestros sentidos y hacerlo de esa manera nos evita cumplir su ley
de forma religiosa por cuanto comenzamos a ser conscientes de la forma en que vino
Yeshúa a enseñar la ley de Moisés.
Salmo 119.- 1 Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de
Jehová.
La palabra “perfectos” en el hebreo es la palabra “tamim” significa: íntegro. Así podemos
leer el vehículo anterior de la siguiente forma: …Todos los que con integridad están
cumpliendo la ley de Moisés…
De manera que el camino de Dios es su instrucción y si Yeshúa es el Hijo de Dios, significa
que guardar sus mandamientos, que son los del Padre, conlleva guardar su instrucción, su
enseñanza, sus mandamientos son la enseñanza para la vida aquí en la tierra y para la vida
eterna.
No significa que para ganar la vida eterna tengas que cumplir los mandamientos porque el
paso a la vida eterna la adquieres a través del sacrificio de Jesucristo, pero cumpliendo
mandamientos como lo enseñó Yeshúa mediante la misericordia y el amor que enseñó el
Mesías, porque sin amor, sin misericordia y sin justicia es imposible seguir el camino
establecido por Dios.
Así que esta es la triangulación: 1.- Conocer la ley, después conocer la obra de Jesucristo,
llegando a ser conscientes de que por ese sacrificio somos salvos por cuanto creemos y
nos adherimos a esa salvación y en consecuencia ya que entendimos la doctrina de
Jesucristo, entonces podemos comenzar a cumplir la ley pero conforme lo enseñó Yeshúa,
bajo la perspectiva del Mesías y entonces es como va cambiando el sentido de nuestra
vida porque comenzamos a tener vidas diferentes y a preocuparnos por las personas, a
tratar de no meterse en problemas, tratar de ser conciliador cuando se tenga esa
oportunidad, etc. Todos aquellos principios que enseñó Jesucristo.
Verdad: La palabra hebrea para verdad es “Emet” - confianza por la certidumbre que
provee. Esto significa que a través de la ley comprendida bajo el filtro de Yeshúa se puede
entender la plenitud de la verdad, lo que equivale a que, si en el cumplimiento de la ley
nos falta el filtro del Mesías, en nuestra perspectiva al no ser divina respecto a la ley, sino
que nuestro cumplimiento será en nuestras propias fuerzas y en el peor de los casos lo
haremos de una forma equivocada.
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Un ejemplo de esto fue aquel evento en que le presentaron a Yeshúa a una mujer
sorprendida en adulterio y aquel grupo de judíos le expusieron la ley a Yeshúa y de
acuerdo a la ley esa mujer tenía que morir y como insistieron Yeshúa les dijo: “el que esté
libre de pecado que tire la primera piedra”. Yeshúa indicó que se cumpliera la ley, lo que le
pedían los judíos era que cumpliera la ley también, sin embargo, el enfoque en el
cumplimiento de la ley que tenían los judíos era carnal, mientras que el enfoque de
cumplimiento de la ley de Yeshúa fue espiritual, cumplido materialmente, pero en el
espíritu, el enfoque de cumplimiento que enseñó Jesucristo es divino.
Cuando aprendemos a cumplir los mandamientos desde la perspectiva divina el Espíritu
nos va a hacer discernir entre los mandamientos que pudieran en contraposición en una
misma situación para decidir sobre el mandamiento de mayor importancia para Dios que
en este caso del ejemplo era la vida.
¿Dónde hubiese estado la justicia si estos hombres sabiéndose pecadores hubieran
matado a una pecadora? No hay justicia en un proceder así, a pesar de eso hubieran
cumplido la ley de Moisés, claro que sí, pero solo en la carne, pero cuando Yeshúa puso la
condición de divinidad, la condición para todos aquellos que querían ejecutar a aquella
mujer, fue: ¡Cumple el mandamiento de muerte a la adúltera si tú no tienes pecado! Pues
se trataba de quitarle la vida de una persona.
Como podemos ver la diferencia para entender la ley es tan abismal como la decisión que
ellos mismos tomaron, ellos mismos se fueron yendo cuando se vieron confrontados por
su condición de pecado y nadie juzgó a esa mujer. La mujer a pesar de su condición
entendió la gran importancia de conocer la ley, pero también de cumplirla con
misericordia y amor, pero no por causa del amor dejar de cumplir la ley, de ninguna
manera, Yeshúa enseñó siempre a cumplir la ley.
1 Reyes 2.- 3 Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y
observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la
manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que
hagas y en todo aquello que emprendas; 4 para que confirme Jehová la palabra
que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí
con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en
el trono de Israel.
Una vez que ya entendimos el concepto de “camino” ahora analizamos el concepto de
“verdad” que tiene que ver con la confianza por la certidumbre que se provee por algo
que en este caso es la ley del Señor.
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En ese sentido la observancia de la ley de forma religiosa no nos va a proveer una
confianza plena, la certidumbre total de que lo estamos haciendo bien, pero cuando se
cumple la ley bajo el filtro de la enseñanza de Yeshúa, eso nos causa una certidumbre
total, nos deja mucha paz.
En la enseñanza tradicional judía, por ejemplo, se hablan muchas cosas que van en contra
de los principios que enseñó Yeshúa y cuando los creyentes en el Hijo de Dios escuchan
eso, se quedan con un grado de incertidumbre que no les permite tener paz y ese
sentimiento es incómodo, de modo que para quitarnos ese sentimiento de incomodidad
tenemos que ir a la escritura y por nosotros mismos confirmar que lo que escuchamos es
o no es correcto y esto solo lo logramos a través de la confirmación de la enseñanza del
Mesías y en consecuencia desechamos aquello que no nos da la certidumbre de la verdad.
Por el contrario, en el caso de la enseñanza tradicional judía no puede proveer de
certidumbre por el hecho de que existen infinidad de opiniones de muchos rabinos en
sentidos distintos y unos siguen a uno y otros a otros y el pueblo judío son pocos, pero
están súper divididos en opiniones, en ese sentido nos deberíamos preguntar si con tantas
opiniones tan distintas puede ser que la enseñanza tradicional judía provea de
certidumbre desde el punto de vista etimológico de “emet”
Salmo 119.- 142 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad.
Una vez más el salmista esta conectando la verdad con la ley y vamos a llegar al punto en
que estos tres conceptos durante toda la escritura los redireccióna hacia la ley. Podemos
imaginarnos el esquema si Yeshúa dijo: …Yo soy el camino, la verdad y la vida, y como
estamos viendo, estos tres conceptos nos refieren a la ley, de modo que la perspectiva de
Yeshúa en su enseñanza acerca del camino, la verdad y la vida tiene que ver con el hecho
de que Yeshúa es la Torah viviente.
Juan 17.- 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo,
sino que los guardes del mal…
Debemos entender la razón por la que Yeshúa oró de esta manera a fin de que no seamos
quitados del mundo sino para que el Señor nos aparte del mal, esta es la respuesta por la
que suceda lo que suceda en el mundo, nosotros permanecemos en el mundo, pero con la
confianza que debemos tener en la oración de Yeshúa, con la seguridad de que el Padre
nos va apartar del mal;
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Juan 17.- 15… 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Santificar tiene que ver con consagrar, ser purificados, en ese sentido cuando Yeshúa dijo:
…santifícalos en tu verdad… significa que ser santificados por su Palabra escrita entregada
a Moisés en Sinaí, significa vivir conforme a esa Palabra que es su ley.
Como vemos estos dos conceptos nos redirecciona hacia la ley de Moisés, el camino y la
verdad, la Palabra de Dios
Vida: La palabra “vida” en el hebreo es la palabra Kjaiá que significa revivir, reanimar o
inclusive resucitar
Génesis 2.- 7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló
en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente…
Aliento = Neshamá, = espíritu.
Deuteronomio 32.- 46 y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que
yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de
cumplir todas las palabras de esta ley. 47 Porque no os es cosa vana; es vuestra
vida, …
Aquí Moisés está confirmando que a través del cumplimiento de la ley que el Señor le dio
para transmitirla al pueblo, entonces el pueblo tendría vida;
Deuteronomio 32.- y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la
tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.
Juan 6.- 63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras
que yo os he hablado son espíritu y son vida.
El apóstol Juan escribió lo que habló Yeshúa acerca de sus mandamientos.
Salmo 119.- 37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.
Avivamiento en el hebreo es la misma palabra para vida: Kjaiá
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Cuando Yeshua dijo que él es "el camino, la verdad y la vida," se está refiriendo a que él es
la Palabra de Dios hecha carne. Esa misma Palabra que viene de Dios mismo. Y que nos
enseña la forma en que debemos vivir en este mundo. Debemos vivir de una forma
práctica y la ley es espiritual por cuanto que la vivimos conforme a la doctrina de Yeshúa,
por eso es espiritual, pero deja de ser espiritual en el momento en que comienzas a vivir
tu vida cumpliendo mandamientos pero de forma religiosa, porque llegará el momento en
que de repente la gente no te va a entender que digas unas cosas pero que vivas de otra
forma.
Se puede llegar al absurdo de hablar con las personas con quienes se tiene algún conflicto
y hablar de Dios y en lo mismo que se habla, se ofende a la persona con quien se tiene un
conflicto, pues esto es posible por causa de la religiosidad y por esa incoherencia se
provoca que los hombres blasfemen el Nombre del Señor, porque lejos de dar un
testimonio fidedigno y verdadero acerca de lo que es Dios, quien menciona a Dios en una
conversación de conflicto y ofende a la persona con quien tiene el conflicto, lejos de
disculparse continúa como si nada hubiese pasado, es ahí cuando la ley deja de ser
espiritual y esa es la razón por la que se tiene que cumplir la ley bajo el enfoque de
Jesucristo.
Cuando obedecemos los mandamientos recibimos la bendición de tener vida en
abundancia y producen en nosotros vida y libertad, porque ya no seguimos nuestros
propios caminos, ni andamos en sendas de mentira, sino todo lo contrario, vivimos con la
certeza de que el camino que hemos elegido para seguir en esta vida, es lo que el Creador
ha puesto a nuestro alcance para tener una vida plena.
La enseñanza de Dios a través de su verdad, a través de su camino que como la verdad en
nuestras vidas nos proporciona certidumbre de la vida eterna, representa la enseñanza
(camino) correcta, en contraste a la infinidad de opiniones rabínicas que lejos de
proporcionar seguridad y certeza = emet - verdad, solo pretenden proporcionar seguridad
en la opinión del hombre y no en la Palabra de Dios. Yeshúa es nuestra seguridad, porque
Él es el camino, la verdad y la vida y el único camino al Padre.
Juan 14.- 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis,
y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo:
¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?...
Felipe fue incrédulo y Yeshúa mismo lo dijo.
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Esto es una clara muestra de que la incredulidad es la causa de la falta de comprensión de
las Palabras de Yeshúa, una falta de comprensión a nivel espiritual. Como ya lo hemos
comentado, creer tiene que ver con vivir conforme a lo que se cree; cualquiera puede
conocer la enseñanza de Yeshúa, pero si las personas no lo viven, en términos bíblicos
significa que aún no creen, de manera que hay una gran diferencia entre conocer la
enseñanza de Yeshúa y creer en la enseñanza de Yeshúa, porque creer en Yeshúa se
manifiesta con los hechos y con nuestros dichos y así, en consecuencia, viene a nuestra
mente y corazón la comprensión de la profundidad de su doctrina, solo hasta entonces.
Entonces hablamos de tres niveles de conocimiento: 1.- Conocer la doctrina del Hijo de
Dios, 2.- Creer en la doctrina del Hijo de Dios y 3.- Comprender a nivel espiritual la
doctrina del Hijo de Dios.
Quienes dicen que creen en Jesucristo, pero no viven conforme él enseñó a vivir, el
concepto de “creer” de las personas solo es subjetivo, pero se convierte en real y práctico
cuando nuestras vidas son coherentes con todo eso que creemos. Creer en Yeshúa se
manifiesta cuando afirmamos y asentimos con nuestros hechos y nuestros dichos y
entonces de forma sobrenatural se comienza a comprender la profundidad de la
enseñanza del Hijo de Dios a esto se refirió el Señor cuando dijo que s manifestará a todo
aquel que crea de esa manera en Él ya que la palabra “manifestar” en el griego tiene que
ver con “revelación”.
Juan 14.- 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las
obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme
por las mismas obras…
Yeshúa les está diciendo las mismas palabras que anteriormente les había dicho a los
judíos que no le creían y les dice estas palabras porque vio incredulidad en Felipe.
Felipe le dijo a Yeshúa que les mostrara al Padre y que con eso les bastaba, esto significó
que no habían entendido las primeras palabras de Yeshúa acerca de lo que representaba
que los discípulos se comprometieran verdaderamente a seguir su doctrina porque las
moradas que les había prometido se encontraban en la casa del Padre y el hecho de que
les haya prometido que cuando regresara les tomaría para sí mismo, significó que a su
regreso siempre que hayan hecho conforme a su enseñanza, entonces estarían en la casa
de su Padre, pues al decir: os tomaré para mí mismo… implicó que se haría uno con ellos,
lo cual no podría suceder si no hubiesen cumplido con la condición de seguir su
instrucción a partir de que ascendió al Padre;
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Juan 14.- 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre…
Esta es la confirmación de lo que hemos venido hablando acerca de verdaderamente creer
en Yeshúa, porque Él mismo vincula el concepto con el hacer, con las obras que vienen de
su enseñanza, esto es, tanto en hechos tangibles como lo que hablamos, enseñamos o
compartimos.
Los discípulos de Yeshúa harían mayores obras que Él por cuanto que Yeshúa iría al Padre,
esto no significa que Yeshúa habló de las obras físicas que daban testimonio de que Él es
el Mesías, los discípulos hacen mayores obras que Yeshúa en dos sentidos; por cuanto que
los discípulos se encuentran en todas las naciones del mundo y en ese sentido las obras
son mayores si consideramos que Yeshúa no salió de Israel y en otro sentido, por cuanto
que las vidas mismas de los discípulos como personas transformadas constituyen
testimonio de la obra de Jesucristo.
Juan 14.- 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré…
Solamente aquellos que viven en coherencia con la doctrina de Yeshúa pueden en
consecuencia pedir en su Nombre y esto tiene cierta lógica ya que cualquiera que viva
conforme a su enseñanza NO PUEDE pedir algo que no armonice con su enseñanza y solo
pedirá aquello que tenga coherencia con lo que el Señor enseñó. El ejemplo más claro de
esta coherencia de la que hablamos la vemos en la propia escritura:
Hechos 19.- 13 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron
invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os
conjuro por Jesús, el que predica Pablo. 14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío,
jefe de los sacerdotes, que hacían esto. 15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo:
A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 16 Y el hombre
en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más
que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
Éste pasaje nos demuestra que es una mentira que solamente con que se diga el Nombre
del Hijo de Dios la gente puede hacer lo que quiera o pedir lo que quiera y le será
cumplido. La lógica es que cualquiera que vive en coherencia con la enseñanza de Yeshúa
puede pedir algo en su Nombre, pues si se vive conforme a su enseñanza no puede pedir
algo que no armonice con su enseñanza y solo pedirá aquello con lo que tenga coherencia
con lo que el Señor enseñó;
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Éste es el filtro para saber lo que en realidad podemos pedir o no en su Nombre.
Juan 14.- 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: …
Podemos ver de forma muy clara que Yeshúa ligó la promesa con la responsabilidad que
tiene el discípulo.
Yeshúa es nuestro Sumo Sacerdote y hoy en día se encuentra en el tabernáculo celestial
llevando a cabo el servicio sacerdotal delante del trono y es en ese sentido que Él ruega al
Padre para que envíe a los creyentes al Consolador que es el Espíritu de Dios que obra en
la vida de las personas por causa de su gracia.
Cuando una persona quiere cambiar su vida y quiere creer en el Hijo de Dios por las
causas que sean, la promesa es que el Consolador, el Espíritu de Dios le será enviado a esa
persona con el propósito hacerle comprender a esa persona la necesidad de vivir bajo la
ley.
Lo anterior es tan importante comprenderlo que por esa razón Yeshúa vincula la promesa
de que rogará al Padre siempre y cuando guardemos sus mandamientos si es que decimos
que le amamos:
Juan 14.- 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni
le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá
más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis…
Vemos que Yeshúa está hablando en el mismo sentido de que Él está en el Padre y el
Padre en Él y así es que Él será uno con nosotros;
Juan 14.- 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí,
y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama;
y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él…
Esta es la consecuencia de la obra del Espíritu Santo ya que la palabra “manifestaré” que
se utiliza en este pasaje es la palabra griega “emfanízo” que significa “revelarse”
G1718
Diccionario Strong
ἐμφανίζω
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emfanízo
de G1717; exhibir (en persona) o revelar (con palabras)
Esto significa que vamos a comprender la profundidad de las palabras de Yeshúa mediante
la revelación espiritual de su Palabra
Juan 14.- 22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a
nosotros, y no al mundo?...
Esto nos muestra claramente que es el Espíritu de Dios quien obra de forma personal y no
de forma general;
Juan 14.- 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; …
Aquí está la respuesta para quienes quieren entender la biblia, comprender los
mandamientos, entonces el Espíritu de Dios es quien les va a revelar la necesidad de
expresar el verdadero amor al Hijo de Dios mediante la obediencia;
Juan 14.- 23… y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24 El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del
Padre que me envió. 25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26 Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho…
Existe una razón que rebasa nuestra capacidad para poder entender ahora lo que no
entendíamos ayer acerca de la Palabra de Dios y esa razón no tiene que ver con un
atributo personal, sino que tiene que ver con un atributo divino del Señor y de eso nos
provee el Espíritu Santo.
Esto se cumplió en los primeros discípulos porque Yeshúa les enseñó durante todo su
ministerio y hoy en día se cumple en los discípulos de Yeshúa porque tenemos la
oportunidad de conocer toda su enseñanza.
De acuerdo al concepto griego para “recordar”, lo que dijo Yeshúa es que el Espíritu Santo
hará que las personas escuchen una voz en su interior que les recuerde y les haga
entender el sentido de las Palabras de Yeshúa
Juan 14.- 27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo
a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre;
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porque el Padre mayor es que yo. 29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que
cuando suceda, creáis. 30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de
este mundo, y él nada tiene en mí. 31 Más para que el mundo conozca que amo al
Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.
Los mandamientos que debemos guardar si decimos que amamos a Jesucristo son los
mandamientos que el Padre le dio a Moisés para que los transmitiera al pueblo, por eso
Yeshúa dijo: …la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió…
Seguir el camino de Jesucristo implica literalmente evitar interpretaciones personales
acerca del sentido y profundidad de las Palabras del Maestro, hacer de la enseñanza del
Padre nuestra fortaleza es afianzarnos en la certidumbre que nos da la forma de vida que
Él nos propone a través de su instrucción. Someternos a su voluntad humildemente, es
decidir permanecer en la cobertura del Poderoso de Israel, el Único que es Emet… el
Único y verdadero Dios…
Bendito eres Señor, gracias te damos porque nos muestras qué es el camino, la verdad y la
vida, Yeshúa es la Torah viviente porque trajo todos los mandamientos del Padre y así los
enseñó, te rogamos que ordenes nuestros caminos, que podamos caminar en tu verdad,
que podamos vivir en tu verdad Padre Eterno y que podamos tener una vida en ti Señor,
que todo lo que hacemos en nuestra vida te refleje a ti, perdona nuestra naturaleza
humana que nos lleva a pecar Señor, te pedimos que podamos arrepentirnos y volver a ti
Señor, que nuestro caminar mientras estemos en esta carne nos esforcemos en seguir tu
camino, con verdad y tener vida Señor, que seamos guiados por el Consolador en este
tiempo, que sean despertados los huesos secos de la casa de Israel, que haya
arrepentimiento y que regresen a ti, gracias Señor por tu Espíritu, en el Nombre y por los
méritos de Yeshúa, amén.