La prevalencia de la celiaquía en pacientes que ya han sido diagnosticados con el síndrome del intestino irritable (SII) atendiendo a criterios sintomatológicos es de hasta el 4,7 %. Sin embargo, debería descartarse primero la celiaquía antes de diagnosticar el SII a un paciente, ya que ambas enfermedades tienen un número considerable de síntomas en común.
2. CELIAQUÍA
• Trastorno sistémico mediado inmunológicamente,
provocado tras la ingesta de gluten y prolaminas
relacionadas, en personas con predisposición
genética (HLA DQ2 y DQ8)
• Trigo, cebada, avena y centeno
• prevalencia de celiaquía de 1:100
• por cada caso diagnosticado hay entre 5 y 10 sin
diagnosticar
• En nuestro medio la EC se manifiesta
preferentemente en su forma clásica y durante los
primeros años de vida
3. FORMAS
• malabsorción,
• estudio serológico
positivo
• atrofia grave de
las vellosidades
intestinales
• sin tto --> crisis
celíacas, con
hemorragias
cutáneas o
digestivas, edemas
por
hipoalbuminemia,
deshidratación y
malnutrición.
• síntomas
intestinales y/o
extraintestinales
• histología
variable: desde
enteritis
linfocítica hasta
atrofia total
• porcentaje de
positividad del
estudio serológico
también variable
(del 15% al 100%)
Asintomática, a pesar
de presentar las
lesiones histológicas
características,
incluso atrofia de
vellosidades
intestinales.
pauci
clásica silente
4. SÍNTOMAS
• Distensión abdominal
• Diarrea crónica vs estreñimiento
• Gases
• Heces blandas, grasas, voluminosas y con fuerte
olor
• Nauseas o vómitos
• Dolor abdominal
• Intolerancia a la lactosa
5. EPSHGAN 2020
1º: niveles séricos de IgA total + Ac antitransglutaminasa 2
de clase IgA (AATG -IgA), ya que esta combinación es la más
precisa y rentable.
No se deben determinar anticuerpos antiendomisio de clase
IgA (AAE-IgA) o anti péptidos desamidados de gliadina de
clase IgG (PDG-IgG) en esta fase inicial
Puede realizarse de forma segura el diagnóstico sin biopsia
en niños con AATG -IgA ≥10 veces el límite superior de la
normalidad. En un segundo tiempo deberíamos determinar
niveles de IgA total (primer punto)
La determinación del HLA y los síntomas no son un criterio
obligatorio para poder establecer el diagnóstico basado en
serología y sin biopsia.
6. • SIEMPRE hay que hacer el diagnóstico cuando se consuma
gluten de manera estándar, no es valido en personas con
restricción de gluten
• En niños con niveles normales de IgA determinar siempre
AATG-IgA, independientemente de la edad. En niños con
niveles bajos de IgA (niveles bajos para la edad o <0.2 g/L
en mayores de 3 años) determinar anticuerpos de clase IgG
• BIOPSIA SIEMPRE EN:
niños con AATG-IgA positivos, pero con valores <10 veces
el límite superior de la normalidad (LSN). Se tomarán ≥4
biopsias de duodeno distal y ≥1 del bulbo
pacientes con déficit de IgA que den positivo en un test
de clase IgG.
7. • No es necesario determinar HLA en pacientes con AATG-IgA
positivos en los que debe realizarse biopsia.
• Tampoco en aquellos con AATG-IgA ≥10xLSN y AAE-IgA positivos
(YA EXISTE “DIAGNÓSTICO SIN BIOPSIA”).
• Los individuos HLA-DQ2 y/o DQ8 negativos tienen un riesgo
muy bajo de EC; un resultado positivo no confirma el
diagnóstico. Si no se detectan alelos de riesgo el
diagnóstico de EC es improbable.
8.
9.
10.
11.
12. • Actualmente, el único tratamiento eficaz de la EC es la
dieta estricta sin gluten durante toda la vida, en pacientes
tanto sintomáticos como asintomáticos
• La mejoría de los síntomas se consigue a partir de las dos
semanas
• La normalización serológica entre los 6 y los 12 meses
• La recuperación de las vellosidades intestinales tras 1-2
años de iniciado el tratamiento
• Según la severidad de la malabsorción o del grado de
malnutrición del paciente, puede ser necesario instaurar
inicialmente un tratamiento dietético especial; así, en
algunos lactantes o niños pequeños puede ser beneficiosa la
retirada temporal de la lactosa.
13. SII
Dolor abdominal recidivante + alteraciones del ritmo
deposicional +/- distensión abdominal.
Es un diagnóstico de exclusión.
Prevalencia: 5-15%
Predomina en mujeres, presenta un pico de edad entre
los 30-50 años, disminuyendo su incidencia a partir
de los 50 años.
14. DIAGNÓSTICO
criterios de Roma IV: presencia de dolor abdominal
recidivante al menos un día a la semana con dos o más
de las siguientes características:
se asocia con la defecación
se produce un cambio en la frecuencia de las
deposiciones
se produce un cambio en la consistencia de las
deposiciones
Estos criterios deben cumplirse en los últimos 3
meses y los síntomas estar presentes un mínimo de 6
meses antes del diagnóstico.
15. Las manifestaciones clínicas del SII son:
Dolor abdominal: es un síntoma exigido, si no está
presente se descarta el diagnóstico; suele ser de tipo
cólico o constante, de localización variable, cuya
intensidad se modifica con la defecación o emisión de
gases
Hinchazón o distensión abdominal: suele aumentar durante
el día y tras la ingesta
Diarrea: aumento del número de deposiciones con heces
sueltas o acuosas, suele ser diurna, predominantemente
matutina o postprandial, en ocasiones se acompañada de
urgencia defecatoria
Estreñimiento: deposiciones infrecuentes, heces duras,
sensación de evacuación incompleta, esfuerzo defecatorio,
sensación de obstrucción o necesidad de ayuda manual;
Moco: acompañando las deposiciones, éste no ha de
considerarse un signo de alarma
16. • Dado que el SII-E sin datos de alarma no asocia mayor
riesgo de CCR, los estudios complementarios a realizar
serían:
Analítica sanguínea: bioquímica general que incluya
PCR y hemograma con VSG.
• En el SII-D se completaría el estudio anterior con:
Hormonas tiroideas.
Serología celíaca con anticuerpos
antitransglutaminasa tisular.
Sangre oculta en heces, calprotectina fecal y
parásitos.
• La colonoscopia se reserva para casos con datos de
alarma, agravamiento de los síntomas o falta de respuesta
al tratamiento.
17. TRATAMIENTO
Dieta exenta de FODMAP
Dieta sin gluten: no se recomienda de forma sistemática
al no existir evidencia de su eficacia en comparación
con otras medidas dietéticas, además de la dificultad en
la adherencia y el coste añadido para el paciente.
Restricción de lactosa:
18. CASO CLÍNICO
Patricia, estudiante universitaria de 23 años, llevaba sufriendo
episodios de diarrea ocasional durante varios años cuando solicitó
una consulta telefónica con su médico de cabecera en agosto de
2020. Con el tiempo, Patricia había aprendido a convivir con el
problema y se había «autodiagnosticado» a sí misma, creyendo que
sufría el síndrome del intestino irritable (SII).
19. CASO CLÍNICO
Agosto de 2020: Consulta telefónica con su Médico de Atención Primaria…
Patricia le explica a su médico de cabecera que lleva varios años
sufriendo del SII, para el que se había estado automedicando con
productos sin necesidad de receta.
Sin embargo, en los últimos dos meses, sus síntomas habían empeorado y
tenía:
Diarrea líquida
Necesidad inminente de ir al baño después de comer (yendo de vientre hasta
3 veces al día)
Dolores/molestias abdominales
20. CASO CLÍNICO
PRIMERAS PREGUNTAS EN ANAMNESIS:
• viajes fuera del país recientemente: no
• AF de trastornos gastrointestinales o ginecológicos: no
• Peso: normopeso
• Tipo de alimentación: comía todo tipo de alimentos sin ningún tipo de restricción en
cuanto al consumo de lácteos o productos con gluten.
• Signos de alarma: no había sangre en sus heces y aguantaba toda la noche sin tener
que defecar.
• Vida personal: Patricia mantenía una relación estable, tomaba anticonceptivos orales
combinados y negaba sufrir ningún tipo de estrés relacionado con sus estudios o su
vida familiar.
21. CASO CLÍNICO
• Su médico de cabecera se percató de que no había mención alguna
sobre el SII en el historial médico de Patricia. Al seguir
preguntándole sobre ello, Patricia le explicó que se había
«autodiagnosticado» a sí misma tras hablar con un amigo al que sí
habían diagnosticado SII y haber buscado información sobre este
síndrome en foros de Internet.
• Acordaron realizar una consulta presencial para poder realizar
una valoración más rigurosa ese mismo día, puesto que a Patricia
no se le había diagnosticado oficialmente la enfermedad en ningún
momento.
22. CASO CLÍNICO
Tras dar negativo en COVID-19, Patricia acudió a consulta.
• Su médico de cabecera le realizó un examen abdominal exhaustivo,
que resultó ser normal, puesto que no encontró ninguna masa
palpable.
• Tampoco había indicios de anemia o ictericia.
• Patricia rechazó su propuesta de llevar a cabo un examen rectal.
Y, dado que era joven y no presentaba tenesmo/pujo ni sangrado
rectal, su médico de cabecera consideró que era aceptable no
realizarlo en ese caso concreto.
23. CASO CLÍNICO
Su médico de cabecera pidió las siguientes analíticas:
Hemograma completo
Marcadores inflamatorios
Anticuerpos antitransglutaminasa tisular (tTG) de tipo IgA
IgA total
• Se planteó la posibilidad de realizar una prueba de calprotectina
fecal, pero su médico de cabecera consideró que era mejor esperar a
tener los resultados de las analíticas antes de decidir el siguiente
paso.
25. CASO CLÍNICO
La prevalencia de la celiaquía en pacientes que ya han sido
diagnosticados con el SII atendiendo a criterios sintomatológicos
es de hasta el 4,7%.
De hecho, el 28% de los pacientes celiacos son tratados,
inicialmente, de SII.
Realizar pruebas diagnósticas de celiaquía a pacientes con el SII,
tal y como se recomienda en las normas internacionales, puede
contribuir a la desaparición de los síntomas y a una mejora en la
calidad de vida de los pacientes y es, además, una solución que
ofrece grandes beneficios en relación a su coste.
26. CASO CLÍNICO
Se acordó con ella realizar una revisión cada tres meses con el fin de
monitorizar su tTG IgA hasta que los niveles volvieran a parámetros normales.
También se acordó llevar a cabo una revisión anual con el fin de comprobar:
Su adherencia a una dieta sin gluten
HEMOGRAMA
La existencia de síntomas asociados
La presencia de otras enfermedades de naturaleza autoinmune
La práctica habitual es comprobar los niveles de tTG IgA cada tres meses hasta
que estos se normalicen y, a partir de ese momento, revisarlos una vez al año
como indicador de adherencia a la dieta.