3. La vida no es solamente algo que se nos ha dado, es también lo que nosotros
hacemos con ella. Viviendo dirigimos y modificamos nuestra vida. Tenemos que
hacer nuestra vida con los demás. Y para “hacer mi vida”, debo aceptar
críticamente los elementos que se me dan; que no son sólo los necesarios para
mantenerla a nivel biológico, sino, principalmente, los elementos necesarios para
mantenerla a nivel humano, es decir: normas, juicios de comportamiento, de
costumbres, de ideas y de valores.
La aceptación de la vida implica la aceptación del mundo. Cada uno ha de
realizarse en ese mundo que se le ha dado con la vida; y aunque sea un mundo
que se le impone, debe aceptarlo críticamente. El tener que hacer nuestra propia
vida es lo que nos urge a llevar a cabo una reflexión ética.
No podremos vivir en paz personal, familiar y social sin proponérnoslo y sin un
esfuerzo. El hombre crece en humanidad cuando tiene el valor de esforzarse por
crecer.
(García de Alba J. Manuel: Ética Profesional, Pág. 18)
4. Si preguntamos, “¿es el asesinato malo?” “¿Es la sinceridad buena?”
Estamos preguntando por la moralidad objetiva. Pero si preguntamos,
“¿se dio este individuo perfectamente cuenta de lo que hacía al matar a
aquel hombre?”
“¿Se proponía aquel individuo decir la verdad cuando soltó aquella
observación?” Estamos preguntando por la moralidad subjetiva o personal.
La moralidad en su integridad incluye los aspectos tanto subjetivo como
objetivo. No tiene caso preguntar cuál sea más importante. En efecto, a
menos que los actos posean una bondad o maldad propias, con las que el
juicio de la conciencia debería estar de acuerdo, el juicio de cualquiera es
tan bueno como el de cualquier otro, y la ética se convierte en una mera
relación de opiniones. La ética en cuanto estudio pone el acento en la
moralidad objetiva.
5. Pero es el caso que cada uno ha de vivir su propia
vida, ha de rendir cuentas de sus actos tales como lo
vio; y se le tiene como bueno o como malo según su
sinceridad en cuanto a seguir su conciencia, inclusive
si sus juicios morales fueron objetivamente erróneos. En
este sentido la moralidad subjetiva es principal.
(Fagothey, A.: ETICA, Teoría y Aplicación, Págs. 36-37)
La subjetividad es una propiedad opuesta a la objetividad. Mientras que la primera se sustenta en la opinión y los intereses propios del sujeto, la objetividad implica
tratar a los conceptos como si fuesen cosas, de manera distante y con la menor implicación personal posible.
La diferencia entre la subjetividad y la objetividad es clara al analizar distintos textos. Aquellos que explicitan la opinión del autor son subjetivos; los que intentan limitarse
a los datos concretos y fácticos (práctico) son objetivos. Por ejemplo: “El fantástico equipo peruano humilló a Chile con un juego de gran nivel” es una frase subjetiva;
“Perú derrotó cuatro a cero a Chile” es una frase objetiva.
6. Reflexiona: Del pensamiento a la acción.
La ética es un trabajo del pensamiento que comprende las acciones tomando en cuenta factores como
el medio social, el carácter y las situaciones. Entre más difícil sea el problema, más tiempo tardaremos
en comprenderlo.
Pero la ética no es sólo una cuestión del pensamiento, también nos enseña que los valores deben
aplicarse en las acciones que le dan forma al mundo. Es un proceso que funciona en tres pasos.
En el primero detectamos el problema: ¿Qué debo hacer en este caso?
En el segundo pensamos en él tomando en cuenta los valores que hemos aprendido, considerando
siempre el bien de los demás y nuestro propio bien.
En el tercero nos decidimos a actuar. Como resultado tenemos una acción bien pensada que nos deja
satisfechos, sabiendo que actuamos de un modo responsable y escuchando la voz de la conciencia.
El mundo de hoy está lleno de mensajes que se contradicen. Por ejemplo, te piden que seas pacífico
pero en algunos programas de televisión sólo recibes mensajes de violencia. Te piden que seas honesto,
pero conoces historias de personas que se benefician mediante los delitos. Precisamente por eso la ética
es hoy tan importante: te sirve para saber cuáles de esos mensajes importan y cuáles no valen la pena.
Puedes diferenciarlos bien con el poder de tu razonamiento y descubrir los auténticos valores que harán
de ti una mejor persona. Defiéndelos y respétalos toda tu vida.
¿Alguno de ustedes estudiantes de Ética de la región Amazonas, tiene siquiera la idea de lo que son los
principios morales y éticos?
7. RELATO
Una princesa estaba en edad de
casarse y tres príncipes pidieron su
mano. A cada uno le exigió una tarea.
El primero tuvo que matar a un feroz
dragón. El segundo, recuperar una
perla en el océano. El tercero, cortar
una flor en la montaña más elevada.
Cuando volvieron, hablaron con ella:
“Los tres hemos cumplido la misión,
¿con cuál quieres casarte?”
Ella los sorprendió con su respuesta:
“Mmm… mientras estaban de viaje
pensé mucho y, aunque sé que los
cuentos acaban de otra forma, decidí
que por ahora quiero seguir siendo
soltera. Creo que cada quien debe
tomar sus decisiones ¿no les parece?.”
¿Que les parece la respuesta
de la princesa estudiantes
de Ética?
8. PROBLEMA A veces los problemas de la ética nos
hacen pensar mucho. Sus respuestas no
son sencillas ni indican directamente
cómo actuar, pero la reflexión aclara
nuestras ideas y las consecuencias de
las acciones. Un buen ejemplo es la
siguiente historia:
Un tren fuera de control avanza
velozmente por su vía. Un filósofo loco
amarró a cinco personas a la vía para
que el tren las atropelle. Tú estás en el
tren y puedes cambiar su dirección
para que avance por una vía distinta.
Pero en esa otra vía hay una persona
amarrada…
PIENSA Y ANALIZA
¿Que harías en esa situación?
9. ¿Que harías en esa situación?
¿Preferirías dejar las cosas tal
como están? ¿Te atreverías a
participar? ¿Valen más las
vidas de cinco personas que la
vida de una sola? ¿Hasta
dónde llega tu responsabilidad
en una situación así? ¿Cómo
podrías defender tu decisión
ante la justicia? ¿Cuál de estas
opciones te dejaría con la
conciencia tranquila?
10. No te preocupes si no te
quedas content@ con tus
respuestas. En el terreno de la
ética es más importante la
reflexión que los resultados.
11. La ética nos ayuda a comparar
las distintas posibilidades de
actuar que tenemos en una
situación determinada. Muchas
veces esas opciones se
contradicen: “Haz esto / No lo
hagas” y de nosotros depende la
decisión.
Por eso se simboliza con la figura
de un hombre que, por un lado,
recibe los consejos de un ángel
y, por otro, los de un diablillo.