2. Perturbación de la identidad que se caracteriza por dos o más estados de
la personalidad bien definidos, que se pueden describir en algunas
culturas como una experiencia de posesión.
Implica una discontinuidad importante del sentido del yo y del sentido de
entidad, acompañado de alteraciones relacionadas del efecto, el
comportamiento, la conciencia, la memoria, la percepción, el
conocimiento y/o el funcionamiento sensitivo-motor.
Observados por otras personas o por el mismo
individuo.
3. Lapsos recurrentes en la memoria de acontecimientos cotidianos,
información personal importante, y/o sucesos traumáticos incompatibles
con el olvido cotidiano.
Malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes
No es parte de la cultura o religión
No atribuible a uso de sustancias u otra afección médica.
4. Incapacidad de recordar información autobiográfica importante,
generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es
incompatible con el olvido ordinario.
5. Malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes.
No atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia u afección neurológica
o médica.
No se explica por t de identidad disociativa, TEPT, T estrés agudo, T de
síntomas somáticos o un T neurocognitivo.