2. Urgencia Odontológica
Es la aparición súbita de una condición
patológica buco máxilo facial, que provoca una
demanda espontánea de atención, cuyo
tratamiento debe ser inmediato, impostergable,
oportuno y eficiente.
No necesariamente se asocia a la muerte
inminente de la persona, pero debe ser resuelta
oportunamente.
3. Urgencias más frecuentes:
• Pulpitis sintomática
• Absceso dentoalveolar agudo
• Absceso subperiostico
• Absceso submucoso
• Abscesos de Espacios Anatómicos: Perimandibular Piso de boca
Geniano Perimandibular Submaxilar Submental, etc.
• Flegmones Oro cervico faciales de origen odontogénico
• Pericoronaritis
• Absceso periodontal
• GUNA/PUNA
• Alveolitis
• Traumatismo dentoalveolar
• Quiste de erupción
• Gingivoestomatitis herpética primaria
• Parotiditis Bacteriana crónica recurrente (fase aguda)
• Heridas de tejidos blandos orales y faciales.
• Fracturas Máxilo Faciales
4. Emergencia Medico-Odontológica
Una emergencia médica puede producirse en
cualquier lugar, y la consulta dental no es la
excepción. La inyección de fármacos, el contacto con
potenciales alérgenos como el látex, el uso de
materiales dentales, antisépticos tópicos y
ambientales, sumados al stress psicológico o
quirúrgico producido por alguna de las maniobras
que realizamos a nuestros pacientes, son todos
potenciales causantes de complicaciones médicas, la
mayoría de las veces inesperadas.
Exige intervención inmediata por parte del equipo
medico-odontológico de importancia vital.
5. De acuerdo con el Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencias
(American College of Emergency Physicians ), los signos de advertencia de
una emergencia médica son los siguientes:
• Sangrado que no para
• Problemas respiratorios (dificultad respiratoria, falta de aliento)
• Cambios en el estado mental (tales como comportamiento
inusual, confusión, dificultad para despertarse)
• Dolor torácico
• Asfixia
• Expectoración o vómito con sangre
• Desmayo o pérdida del conocimiento
• Sentimientos suicidas u homicidas
• Lesión en la cabeza o en la columna
• Vómitos severos y persistentes
• Lesión súbita debito a un accidente automovilístico, quemaduras o
inhalación de humo, ahogamiento inminente, herida profunda o grande,
etc.
• Dolor severo y repentino en cualquier parte del cuerpo
• Mareo, debilidad o cambio súbito en la visión
• Ingestión de una sustancia tóxica
• Presión o dolor abdominal en la parte superior
6. Sincope
El síncope, definido como una pérdida
transitoria de conciencia que cursa con
recuperación espontánea y sin secuelas que se
debe a una hipoperfusión cerebral general y
transitoria, es un cuadro clínico muy prevalente.
Esta definición permite diferenciar el síncope de
otras entidades que cursan con pérdida de
conciencia transitoria, real o aparente, en las que
el mecanismo no es una hipoperfusión cerebral,
como la epilepsia, las caídas accidentales o el
seudosíncope psiquiátrico
7. Factores predisponentes:
• Ansiedad
• Estrés
• Ayuno anterior a la anestesia
• Inyección del anestésico local a un paciente “nervioso”
• Dolor
• Miedo
• Enfermedades cardiológicas (estenosis aórtica, arritmias, etc.).
• Enfermedades neurológicas (isquémicas o hemorrágicas).
• Diabetes mellitus (en tratamiento con antidiabéticos orales o
insulina que explique una hipoglucemia).
• Anemia.
• Hipotensión arterial.
• El alcoholismo severo.
• Drogadicción.
• Alteraciones en el sistema nervioso vegetativo (encargado de la
regulación interna del organismo).
• Pacientes que toman los siguientes fármacos: antihipertensivos,
vasodilatadores, antidepresivos, antiarrítmicos, diuréticos.
8. Tratamiento:
Hay que tener presente que el síncope se puede repetir
en los siguientes minutos, siendo preferible que el
paciente permanezca tumbado hasta que se encuentre
bien.
En el síncope vasovagal son efectivas medidas simples
como la posición en decúbito supino (tumbado con la
espalda hacia abajo) y la elevación de las extremidades
inferiores para la rápida recuperación de la conciencia o
para la prevención de nuevos episodios.
9. Crisis hipertensiva
La crisis hipertensiva es una elevación aguda
de la presión arterial (PA) capaz de producir
lesiones en órganos diana. Según la presencia
o no de esta afectación, se clasifica en
emergencia hipertensiva (EH) o urgencia
hipertensiva (UH), respectivamente.
10. Factores predisponentes:
Los factores de riesgo son aquellas variables de origen Biológico, Físico,
Químico, Psicológico, Social, Cultural, etc. Que influyen más frecuentemente en
los futuros candidatos a presentar enfermedad.
• Estilos de vida:
Vida sedentaria.
Consumo de tabaco: El tabaco es un poderoso factor que acelera la
aterosclerosis y el daño vascular producido por la hipertensión arterial. El
tabaco incrementa los niveles de colesterol sérico, la obesidad y agrava la
resistencia a la insulina.
Ingesta de grasa poliinsaturada y de alimentos ricos en colesterol:
(Por cada kilogramo que se logre reducir de peso corporal se traducirá en una
disminución de la presión arterial de 1.6 a 1.3 mm Hg en número considerable
de pacientes).
Alcohol: Si se limita el consumo de alcohol, no se produce una elevación de la
presión arterial y pueden mejorar el nivel de colesterol de HDL (lipoproteínas de
alta densidad).
Actividad física: El efecto antihipertensivo del ejercicio incluye una
disminución de la estimulación simpática al potenciar el efecto de los
barorreceptores, también se ha descrito que disminuye la rigidez de las arterias
e incrementa la sensibilidad a la insulina.
11. Ingesta de sodio: El mecanismo por el cual la restricción de sodio
disminuye la presión arterial parece estar asociado a una reducción
moderada en la cantidad de catecolaminas circulantes.
Ingesta de potasio: El mecanismo antihipertensivo propuesto en
la ingesta de potasio, incluye un aumento en la natriuresis así como
un efecto vasodilatador, al aumentar la actividad de la bomba
Na+/K+ - ATPasa.
Consumo de cafeína: La ingesta de cafeína en forma de café, té o
refrescos de cola, pueden provocar elevaciones agudas de la presión
arterial, es importante restringir su consumo.
Cambios en la dieta: Comer demasiada grasa, especialmente las
grasas sobresaturadas eleva los niveles de colesterol en sangre.
12. • Factores de riesgo no modificable:
Historia familiar: El riesgo es mayor si existen antecedentes
familiares de enfermedades del corazón. Su riesgo es aún más alto si
un pariente cercano murió joven por un ataque al corazón.
Sexo: El ser varón es un factor de riesgo para cardiopatía isquémica
e hipertensión arterial. Entre los 35 y 40 años se tiene una
mortalidad por esta enfermedad de cuatro a cinco veces más que en
la mujer. En la mujer posmenopáusica existe mayor prevalencia de
hipertensión arterial, así como un deterioro del perfil lipídico, con
aumento del colesterol y las lipoproteínas de baja densidad.
Raza: Estudios longitudinales han demostrado que la raza negra es
la de mayor incidencia, pero actualmente por los cambios en el
ritmo de vida y la no modificación de los factores de riesgo está
aumentando la incidencia en las demás etnias.
13. Tratamiento:
Con respecto a la crisis hipertensiva durante la atención odontológica, esta
es muy poco frecuente. Sin embargo, hay especiales circunstancias en que
hay riesgo de crisis, es decir, cuando la PA necesita una reducción
inmediata o cuando debe ser bajada en pocas horas, para evitar
complicaciones. La crisis hipertensiva puede asociarse a situaciones
médicas críticas como epistaxis profusa, dolor intenso, vértigo y tensión
emocional. Para su manejo agudo se recomienda:
Nifedipino de 10 a 20 mg sublingual en adultos y de 0.25 a 0.50 mg/Kg en
niños, por su eficacia, rapidez de acción (10-15 minutos), duración (3-6
horas), seguridad, fácil uso, mecanismo antihipertensivo vasodilatador y
moderado efecto natriurético.
El otro medicamento que se utiliza en su etapa aguda de una HTA esencial o
maligna es el Captopril, de 25-50 mg y en niños de 0.05-0.1 mg/kg, con una
rapidez de acción de 30 minutos, una duración de 12 horas y se da
previamente molida.
Frente al fracaso del Nifedipino o Captopril, se usa Clonidina, con una dosis
de 0.150 mg cada 6 horas con un máximo de 0.7 mg diarios
14. Bibliografía
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Manejo Odontológico del Paciente Hipertenso; Revista dental de Chile
2001; 92(2): 34-40
• Ángel Moya-i-Mitjans, Nuria Rivas-Gándara, Axel Sarrias-Mercè, Jordi
Pérez-Rodón, Ivo Roca-Luque; ; Sincope ;Unidad de Arritmias, Servicio de
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• Tópicos de odontología Integral 2011.