3. “El primero de esos rasgos: su odio –activo y
fecundo- a la tiranía, a los resabios de coloniaje y
su secuela de miseria e ignorancia, consecuencias
naturales de un feudalismo no superado […] Otro
podría ser expresado por su ardiente y
conmovedora fe en el progreso y en la evolución
[…] Un tercero: su confianza en al fuerza liberadora
de la democracia tal cual él la entendía […] Luego
su afán por europeizar y americanizar nuestro país,
esto es: poner economía, sociedad, instituciones y
hábitos a tono con los países mas avanzados”
Gregorio Weinberg, Prólogo a Educación Popular
4. “Sarmiento, más que un pedagogo en el
sentido técnico de la palabra, es un educador, un
hombre de acción, pero también de
pensamiento. Sus ideas estuvieron inspiradas en
las mejores de su tiempo. Por una parte, en las
ideas de la Ilustración, y especialmente en las de
Condorcet y la Revolución francesa, en el sentido
de educación nacional, y por otro, en las
realizaciones de Horace Mann y otros
educadores creadores de la escuela común
norteamericana”
Lorenzo Luzuriaga
6. Facundo
< En la República Arjentina se ven a un
tiempo i en un mimo suelo dos civilizaciones
distintas: una naciente que sin conocimiento sobre lo
que tiene sobre su cabeza , está remedando los
esfuerzos injénuos i populares de la edad-media;
otra que sin cuidarse de lo que tiene a sus pies,
intenta realizar los últimos resultados de la
civilización europea: el siglo XIX i el XII viven juntos;
el uno dentro de las ciudades, el otro en las
campañas>
Sarmiento (1845)
7. Facundo
“El hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la
vida civilizada, tal como la conocemos en todas partes: allí
están las leyes, las ideas de progreso, los medios de
instrucción, alguna organización municipal, el gobierno
regular, etc. Saliendo del recinto de la ciudad, todo cambia
de aspecto: el hombre de campo lleva otro traje, que
llamaré americano, por ser común a todos los pueblos; sus
hábitos de vida son diversos; sus necesidades, peculiares y
limitadas; parecen dos sociedades distintas, dos pueblos
extraños uno del otro. Hay aún más: el hombre de la
campaña, lejos de aspirar a asemejarse al de la ciudad,
rechaza con desdén su lujo y sus modales corteses, y el
vestido del ciudadano, el frac, la capa, la silla…”
8. “Cuando decimos pueblo, entendemos los
notables, activos, inteligentes: clase
gobernante. Patricios a cuya clase
pertenecemos nosotros, pues no ha de verse en
nuestra Cámara (Diputados y Senadores) ni
gauchos, ni negros, ni pobres. (…) No queremos
exigir a la democracia más igualdad que la que
consienten la diferencia de raza y posiciones
sociales. Nuestra simpatía para la raza de ojos
azules”. (Sarmiento, 1866)
Pueblo
9. “No trate de economizar sangre de gauchos. Este
es un abono que es preciso hacer útil al país. La
sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y
ruda, es lo único que tienen de seres humanos
esos salvajes (…) Son bípedos implumes de tan
infame condición, que nada se gana con tratarlos
mejor”. (Sarmiento a Mitre)
“Indiaje – gauchaje”
10. “Todos los problemas son
problemas de educación”
“Hombre, pueblo, Nación, Estado, todo:
todo está en los humildes bancos de la escuela”
Educación
12. Civilizar a los bárbaros
(A Sarmiento) Le cabe la
gloria de haber fogoneado la
creación de un sistema
educativo público, obligatorio y
gratuito; le pesa la violenta
prepotencia que creyó
necesario aplicar a sus
oponentes.