La araña Loxosceles laeta es pequeña y de color pardo rojizo, y su picadura puede causar loxoscelismo. Su veneno es necrosante, hemolítico y coagulante, pudiendo causar lesiones cutáneas, fiebre, dolor y otros síntomas sistémicos graves. La araña Latrodectus mactans, conocida como la viuda negra, también puede causar una intoxicación severa llamada latrodectismo caracterizada por dolor muscular intenso. Las serpientes Bothrops, Crotalus y Micrurus del nore
1. LOXOSCELISMO
Loxosceles laeta
Es una araña pequeña que mide aproximadamente entre 0,75 cm y 1,5 cm de longitud. Posee 3
pares de ojos dispuestos, dos lateralmente y el otro al frente. Son de color pardo rojizo (tostado), y
su cefalotórax muestra una mancha de forma que recuerda a un violín invertido, esto último hace
que en algunos lugares se las conozca como arañas "violín". Sus patas son más bien largas y su
aspecto es endeble.
No existen evidencias que sean agresivas y sólo muerden si se las molesta.
Prefiere vivir de manera solitaria en áreas oscuras, su hábitat es en ciertos lugares del hogar, donde
se ocultan y tejen telas irregulares, algodonosas y adherentes. Se alimentan básicamente de insectos.
Sus lugares predilectos son los rincones de las habitaciones, guardarropas, así como otras áreas de
oscuridad como detrás de armarios, aparadores, cuadros de pared o debajo de muebles. Desde esos
sitios salen o caen y aparecen en las ropas colgadas en la pared, sillas o en las camas que están junto
a la pared.
Su área de distribución es amplia hallándosela en la Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Perú,
Uruguay, así como en la mayoría de los continentes.
Este ejemplar es el responsable de la mayor parte de los casos mortales de aracneísmo en nuestro
país.
La mayor incidencia casos se presentan en verano, en forma de epidemias locales reducidas,
habitualmente al vestirse cuando ha quedado la araña entre las ropas.
Intoxicación
En el accidente loxoscélico, al igual que otros producidos por arañas, se precisa de la inoculación
del veneno para que se inicie una cadena de eventos que en algunas ocasiones puede terminar con la
vida del intoxicado. Los accidentes causados por picaduras de Loxosceles laeta, dependerán de
ciertos factores entre los que se consideran: cantidad de veneno inyectado, zona del cuerpo en la
que pico, sexo y estado de maduración de la araña, edad del paciente (peor pronóstico
en niños y ancianos), así como características genéticas de la persona, donde habría una especial
sensibilidad al veneno, relacionada con la estructura eritrocitaria del afectado o déficit de la
glucosa-6fostatodehidrogenasa.
El veneno de esta especie tiene dos características fundamentales ser necrosante, hemolítico,
vasculítico y coagulante .
En un caso probable de picadura por araña Loxosceles Laeta existen condiciones que orientan al
diagnóstico, las cuales son: accidente nocturno - lugar oscuro o poco frecuentado - morfología de
la araña compatible - dolor urente o quemante permanente e intolerable desde el momento de la
inoculación de la ponzoña - edema frío, duro y sin signo de Godet en el sitio de la picadura, la cual
no pasa desapercibida. La piel se observa congestiva. Alrededor de la puerta de entrada comienza a
formarse una zona edematosa con áreas moradas (equimóticas) y pálidas, conocida como placa
livedoide que se produce por vasodilatación y vasoconstricción respectivamente. Pueden
presentarse ampollas de contenido seroso o serohemático rodeando la inoculación. De acuerdo a la
cantidad y potencia del veneno inoculado, la zona más afectada evoluciona a la necrosis. Se forma
2. una escara dura, seca que en días se desprende desde los bordes dejando una úlcera de aspecto
sangrante que va creciendo en extensión y profundidad pudiendo afectar a planos muy profundos.
Concomitante con las manifestaciones locales descritas, independiente a la gravedad o extensión de
las mismas (suelen verse casos graves con lesiones cutáneas mínimas) y dependiente de la
susceptibilidad individual aparecen manifestaciones sistémicas (Loxoscelismo cutáneo-visceral),
como decaimiento general, cefalea, a veces náuseas o vómitos. Dolores musculares, taquicardia e
hipotensión. Luego de 12 a 24 horas de la picadura aparece ictericia, hematuria y hemoglobinuria
producto de la acción hemolítica del veneno. El cuadro clínico se agrava presentando temperatura
muy elevada, dificultad respiratoria, cianosis, pulso filiforme, oligo-anuria, colapso circulatorio,
coma y muerte.
El laboratorio demuestra una anemia de tipo hemolítico, hematocrito disminuido, leucocitosis,
disminución de plaquetas, velocidad de sedimentación globular aumentada, urea y creatinina
aumentadas, bilirrubina aumentada, glucemia disminuida y moderada elevación de enzimas
hepáticas.
Posteriormente y coincidiendo con el agravamiento del compromiso renal hay retención de cuerpos
nitrogenados, aumento del potasio y calcio sérico. En el análisis de orina se detecta la presencia de
albuminuria, hemoglobinuria, hematuria, cilindruria y densidad disminuida.
Consideramos caso probable cuando existen manifestaciones clínicas compatibles con el cuadro
clínico y el laboratorio informa hemoglobinuria franca.
Cabe destacar que la única confirmación hasta el momento es la respuesta favorable al suero
específico y además que como cualquier otra patología hay diferentes presentaciones clínicas
(leves, moderadas o graves) según variación individual, cantidad de veneno inoculado y/o
existencias de patologías previas o sobreinfecciones bacterianas en el sitio de la picadura que
pueden agravar el cuadro clínico como así el pronóstico.
En presencia de caso probable se recomienda la aplicación de suero específico, previa preparación
del paciente para recibir suero heterólogo. Hidratación parenteral, protección gástrica con
demulcentes, premedicación con corticoides (Hidrocortisona a dosis 20 mg/ kg de peso del
paciente/dosis si es de edad pediátrica o 500 mg endovenoso en adultos juntamente se aplica
Difenhidramina (medicación antialérgica) 15 a 30 minutos antes de la aplicación el suero. Estas
medidas son indicadas para prevenir la anafilaxia por tratarse de suero heterólogo. Respecto a las
medidas mediatas deberán tratarse en forma sintomática y clínica específica las complicaciones
tanto infectológicas como hemodinámicas (e.g. hemocultivos, cobertura antibiótica, diálisis en caso
de oligoanuria, reposición hidroelectrolítica, etc.).
En nuestra experiencia el suero ha sido efectivo más de 24 horas después del accidente pero por
supuesto cuanto antes se administre mayor beneficio tendrá.
LATRODECTISMO
Latrodectus mactans
3. El latrodectismo es un síndrome caracterizado por severo dolor muscular (síntoma principal),
rigidez torácica y abdominal, problemas del habla y de la respiración y náusea, acompañado de
sudoración profusa; clínica autolimitante que suele desaparecer sin tratamiento en días. La
mortalidad recogida es de un 4 a un 5% (aunque está sobrestimada ya que los casos leves no se
recogen), ocurriendo principalmente en niños, ancianos y pacientes con patología de base.
Está provocado por la picadura de la araña de la especie Latrodectus tredecimguttatus ("viuda negra
europea"; L. mactan es la "viuda negra"), de unos 10-15 mm (hembra), caracterizada por tener un
abdomen globoso con trece manchas de un color rojo vivo. Es una especie antropófila, tendente a
esconderse en habitáculos humanos. Inocula un veneno (uno de sus componentes es la
alfalatrotexina) que es neurotóxico, provocando la liberación de acetilcolina en la corteza cerebral,
placa neuromuscular y sistema ganglionar.
Las lesiones por la mordedura presentan escasa reacción cutánea pudiendo pasar desapercibida y en
minutos aparece dolor en los ganglios linfáticos regionales y contractura muscular dolorosa
(abdominal, torácica y facial, originando la facies latrodectísmica descrita por Maretic: rubefacción
facial, gesto de dolor, contractura muscular con trismus y blefaroconjuntivitis). Curso clínico
variable, desde trivial hasta latrodectismo sistémico, en una minoría de casos. El diagnóstico se
hacer por la clínica.
Tratamiento: antiveneno (incluso pasado varios días; discutido su uso dado la escasa
mobimortalidad del cuadro frente a las potenciales complicaciones del uso de un antisuero,
recomendándose en los pacientes de mayor riesgo); además, se han usado las sales de calcio
(mejoría sintomática efectiva pero que suele revertir pasados algunos minutos, aunque con menos
dolor), relajantes musculares (metocarbamol, diazepam, etc.) y otros, además del tratamiento
sintomático.
Víboras y escorpiones
Introducción
En el nordeste argentino se calcula que ocurren alrededor de 90 casos anuales de envenenamientos
en humanos a causa de la mordedura por serpientes venenosas. De este número de accidentes
ofídicos se ha determinado que 1 – 5 % mueren producto del efecto de los venenos y muchos se
convierten en incapacitados laborales, lo cual acarrea un grave problema desde el punto de vista
económico y familiar.
Por estas razones es que a continuación les indicamos algunos consejos útiles y necesarios de
tomar en cuenta con el propósito de minimizar las probabilidades de una mordedura:
utilice siempre botas de cuero ó goma, ya que el 50 % de las mordeduras ocurren en el
pie.
no coloque las manos ni pies directamente en los huecos de los árboles, cuevas, o debajo
de las piedras, de ramas; es mejor usar algún instrumento para remover escombros
porque las serpientes pueden esconderse en estos lugares.
4. tenga cuidado en la recolección de frutos, porque recordemos que algunos especímenes
viven o se pueden encontrar en los árboles y arbustos.
no mate indiscriminadamente a estos reptiles, porque se pierde el equilibrio ecológico
natural, por el contrario se deben tomar medidas de preservación de los animales
depredadores naturales como la serpiente no venenosa Clelia clelia, el armadillo y las
aves de rapiña ( p.ej. el gavilán).
de instrucción adecuada a los niños y jóvenes acerca de las serpientes para que no
jueguen con ellas, los tipos de envenenamiento que producen cuando muerden y que se
debe hacer en caso de que ocurra una mordedura.
recuerde que las serpientes son de hábitos alimenticios nocturnos. Si ve una, aléjese y no
la moleste.
no manipule las serpientes. Recuerde que hay serpientes venenosas y que por
imprudencia puede sobrevenir un accidente.
¿Conoce usted las
especies venenosas y cuál
es su comportamiento natural?
Serpientes venenosas
En el nordeste argentino podemos encontrar alrededor de 50 especies de serpientes, con una
distribución geográfica muy amplia en todo el territorio, sin embargo las venenosas que pueden
llegar a provocar severos daños en humanos, con riesgo de muerte, se restringen sólo a tres géneros:
Bothrops yarará
Crotalus cascabel
Micrurus coral
representan un peligro potencial para el ser humano y los animales por lo que constituyen los
grupos de ofidios de mayor importancia desde el punto de vista médico. De allí la necesidad de
reconocerlas a fin de advertir su peligrosidad y riesgos que puede desencadenar el contacto con las
mismas.
Bothrops (nombre vulgar: yarará)
Varias especies pertenecientes a este género están distribuidas por nuestro país, sin embargo en
Corrientes y Entre Ríos sólo se encuentran Bothrops alternatus - yarará grande ó víbora de la
cruz- y Bothrops neuwiedii - yarará chica.
5.
6. Las yarará, al igual que la cascabel, tienen un aparato
glándula de veneno, inoculador de veneno bastante desarrollado, con dos
conectada al colmillo
colmillos tubulares grandes y móviles (Solenoglifas), los
cuales están recubiertos por una membrana muy delgada. El
veneno proviene de unas glándulas situadas detrás de los ojos
(región temporal o postocular), las cuales son presionadas por
el músculo temporal al producirse la mordedura, enviando el
veneno a través de un conducto hacia los colmillos.
Característicamente el maxilar de estas serpientes es corto y alto, y sólo poseen en
él los colmillos (carecen del resto de los dientes). Este maxilar rota cuando las
víboras abren la boca y coloca a los colmillos en una posición adecuada para
"picar" e inocular el veneno. Cuando la serpiente tiene la boca cerrada pliega los
colmillos hacia atrás.
Otra característica común entre las yarará y cascabel es una cavidad llamada foseta
loreal, que se abre en el maxilar entre
el ojo y el orificio nasal que contiene una membrana termoreceptora muy
sensible y le permite localizar presas y atacarlas con gran exactitud.
La YARARÁ GRANDE tiene un largo total que puede llegar a superar por poco el metro y medio.
Presenta una coloración general castaño claro y característicamente posee una serie de manchas
con forma de riñón de color castaño oscuro y de distribución dorso-ventral. Éstas manchas están
bordeadas por una línea blanca.
La cabeza es oscura con líneas blancas. Como es típico en
los representantes de su familia, tiene la cabeza
triangular con un cuello bien marcado, el cuerpo
grueso y la cola corta y cónica. Ventralmente es
blanquecina con una línea oscura en el cuello y la parte
anterior del cuerpo, luego le continúan dos líneas paralelas de manchitas que llegan hasta la región
anal. Lateralmente esta yarará posee manchitas irregulares, y en la cola tiene puntos negros a los
lados.
7. Si bien es menos agresiva que su congénere la Yarará Chica, ésta serpiente, cuando se siente
amenazada se mantienen enroscadas al acecho con la cabeza elevada y el cuello doblado en S, listas
para lanzar el ataque. Estos ataques son muy rápidos cuando el animal está muy excitado.
Es una serpiente que tiene principalmente hábitos noctámbulos y crepusculares, pero también se
la suele hallar durante las horas de luz, esto último sucede muchas veces en el invierno donde de
vez en cuando se asolean, pese a que en esta temporada permanece gran parte del tiempo aletargada.
Las presas detectadas con la foseta son de sangre caliente, por ello ratas, cuises y aves suelen ser
su alimentación predilecta.
Tiene una reproducción vivípara y puede parir hasta 18 crías de una sola vez. Desde pequeñas éstas
serpientes ya están capacitadas para inocular veneno y suelen concentrarse en los alrededores de los
cuerpos de agua para ingerir ranas, sapitos y lagartijas.
En el nordeste argentino, la yarará grande habita ambientes abiertos como pastizales, pastizales
con palmares, esteros, bañados, pajonales, y bordes de ríos y arroyos.
Esta preferencia de hábitats es la que posibilita la presencia de la especie en algunos sitios y la
restringe en otros, de esta forma se limita su dispersión geográfica. Un caso que viene a sostener
esta afirmación es que hasta el momento no se la ha registrado en el centro y norte de la provincia
de Misiones (donde domina la selva).
La YARARÁ CHICA no es tan abundante como
la yarará grande sin embargo es más
agresiva, por lo que a esta especie
corresponde el mayor número de accidentes en el
país, aunque en la región (Corrientes)
predominan los accidentes por yarará
grande..
Similar por su aspecto a su congénere yarará
grande, este ofidio es menos robusto, más
pequeño, de 50 a 110 cm.
Es una especie, de tonalidades grisáceas y los diseños que encontramos en su cuerpo tienen
generalmente forma de trapecios, con sus bases menores hacia el dorso. Cerca de las vértices de
las bases mayores de los mismos se encuentran dos manchas (una en cada vértice) del mismo color
que el trapecio, pardo oscuro, estas y los trapecios están bordeados de blanco. En los flancos del
cuerpo suelen haber una banda de color salmón clara, más o menos notable según los casos. El
vientre es blanco salpicado de pequeñas manchas oscuras que se agrupan en la base de cada placa.
En los ejemplares jóvenes de hasta 2 años de edad, el extremo de la cola es blanco amarillento o
amarillo limón,
Es, como la yarará grande, una especie vivípera. Cada hembra pare de 7 a 14 viboreznos que miden
entre 22 y 26 cm. y pesan unos 10gr. Desde el momento del nacimiento son muy activos y, al igual
que los adultos, de carácter muy nervioso, reaccionando ante posibles agresores de un modo
particular: se enrosca dejando la cabeza en el centro y, estando la parte superior del cuerpo retraída
en “S”, hacen vibrar la cola intensamente.
8. Su alimentación es muy variada, siendo unas de las excepciones en este tipo de animales que se
alimentan casi exclusivamente de presas de “sangre caliente”. En sus estómagos se han encontrado
ciempiés, ranas, lagartos. En cautiverio se alimentan de ratones y ratas casi exclusivamente,
aceptándolos con mucha avidez.
Crotalus durissus terrificus (nombre vulgar: cascabel)
Es una de las mas grandes y temibles, llega a medir entre
1,50 y 1,80 m. y a pesar unos cuatro kilos. De color
grisáceo, amarillo pálido o castaño, con rombos marrón
grisáceo de bordes blancos aperlados.
Es característico su crótalo, una pieza anillar que posee
en el extremo de su cola, la que genera un sonido símil
un cascabel cuando la serpiente agita su cola.
Como las serpientes yarará, posee un desarrollado
aparato inoculador de veneno, esto es, dos colmillos conectados a la glándula de veneno que
despliega en el momento de la mordedura. Otro rasgo común a las yarará es la presencia de las
fosetas loreales.
Sólo ataca en defensa propia o al presentir una amenaza, previo a hacer sonar su cascabel en señal
de alerta. No busca y ni persigue sus presas, mas bien permanece inmóvil y enroscada al acecho
(posee hábitos nocturnos). Cuando una posible víctima se acerca, levanta la cabeza y parte del
tronco para buscar con la vista, el olfato (mueve su lengua bífida tratando
de identificar los olores) y las fosetas loreales. Mediante este último
termorreceptor capta las ondas infrarrojas existentes a su alrededor y
obtiene una imágen calórica (o termoimágen) que complementa la
información visual obtenida. Gracias a sus fosetas loreales puede
prescindir de la vista y el olfato para atacar.
La velocidad de ataque es asombrosa, en menos de un segundo desenvaina
su dentición solenoglifa, muerde inyectando su veneno y se retira
enroscándose hasta aguardar que las toxinas hagan efecto en su presa, por
lo general roedores y rara vez lagartijas.
Debido a la dieta poco variada y a sus predadores (aves rapaces y animales
carnívoros de gran tamaño), permanece oculta entre los pastizales de las
llanuras, en cuevas abandonadas, bajo grandes piedras, o en troncos
huecos en estado de descomposición. Dada su preferencia por este tipo de
zonas es poco frecuente su presencia en la zona mesopotámica (Entre
Ríos y Corrientes), mientras que en Misiones no se han encontrado
ejemplares.
Micrurus (nombre vulgar: coral)
9. Es pariente americana de la cobra asiática. Son
pequeñas, oscilando entre 18 y 80 cm de largo, con una cabeza
ovalada, sin estrechamientos a la altura del cuello.
Poseen dos pequeños colmillos acanalados que se ubican
en el maxilar superior, en la porción frontal de la boca
(Proteroglifa). Su boca tiene muy poca apertura,
comparada con las yarará y cascabel.
Debido a esto, las mordeduras por estas serpientes sólo se
pueden dar en partes delgadas, como por ejemplo en los dedos de la mano o del pie. Su boca
alcanza escasas dimensiones y gracias a eso no se registran numerosos accidentes.
Su cuerpo presenta colores vivos: rojo, negro y
blanco ó marfil, conformando anillos. Estos anillos
son completos y presentan un número impar de
anillos negros entre dos anillos rojos.
Esta serpiente es ovípara, terrestre, de hábitos
subterráneos, Se la puede encontrar durante el día y
la noche.
Es un animal tímido que no suele atacar al hombre ni
a ejemplares de gran tamaño. Sólo se defiende
cuando es molestado o acosado de manera insistente.
Cuando muerde se mantiene aferrada a la víctima unos pocos segundos
para garantizar la inoculación del veneno.
Modalidad de ataque: si el enemigo es peligroso y ella no puede
huir o esconderse, oculta su cabeza entre los anillos del cuerpo y
levanta la cola enrollando el extremo, que mueve simulando ser la
cabeza. De esta forma distrae la atención de su contrincante, a quien
sorprende con un ataque certero en el momento preciso.
En Argentina hay varias especies y subespecies, en el nordeste
argentino se encuentra la Micrurus frontalis mesopotamicus
10. Serpientes no venenosas imitadoras de las ponzoñosas
Es frecuente encontrar serpientes de la familia Colubridae (culebras) que no son venenosas pero
adoptan un aspecto muy similar a las corales y a las yarará, por lo que debemos distinguirlas. Los
siguientes cuadro señalan las principales diferencias:
CORAL VERDADERA CORAL FALSA
Tienen anillos negros completos Los anillos son incompletos y
alrededor del cuerpo. el vientre blanco.
La dentadura es proteroglifa (dientes
Dientes no acanalados.
inoculadores acanalados).
Cabeza pequeña sin estrechamiento Cabeza más grande y cuello de
a la altura del cuello. menor diámetro
Tienen un número impar de anillos Número par de anillos negros
negros cada dos anillos rojos. cada dos anillos rojos.
Característica YARARÁ VERDADERA FALSA YARARÁ
Cabeza triangular alargada
Foseta loreal presente ausente
Forma de la cola corta y ancha larga y delgada
Escamas en el cuerpo carenadas lisas
Falsa yarará Falsa coral
11. Intoxicación ofídica
El veneno es una secreción tóxica que poseen algunos grupos de serpientes, se produce y almacena
en unas glándulas que están ubicadas en la parte superior de la cabeza. Dicha secreción es empleada
por la serpiente para inmovilizar y matar a una presa.
Es una mezcla muy compleja, constituída por una variedad de enzimas, toxinas sin actividad
enzimática, sales, aminoácidos, etc.
Su composición varía según el género y la especie, y conlleva a intoxicaciones de rasgos
marcadamente diferentes. Basados en las características de los venenos podemos entonces dividir
los envenenamientos ocasionados por los ofidios en tres grandes grupos, como a continuación
detallaremos:
Envenenamiento por YARARÁ
Los envenenamientos provocados por estas serpientes, son múltiples y severos, caracterizados por
efectos locales inmediatos y con manifestaciones sistémicas diversas.
El grado de severidad de los envenenamientos en estos casos depende de varios factores, entre ellos:
la cantidad de veneno inoculado, el sitio anatómico de la mordedura; por ejemplo en la cabeza y el
tronco suelen ser casos más severos, peso y talla ( p.ej. en niños las mordeduras se complican con
frecuencia), y el estado fisiológico del individuo.
Efectos locales
Se caracterizan por presentarse en el sitio de la mordedura, teniendo una evolución rápida y
caracterizándose por:
dolor severo
edema (hinchazón)
hemorragia (sangrado)
necrosis (destrucción de tejidos)
Efectos sistémicos
El veneno se difunde rápidamente y los efectos generalizados pueden aparecer al cabo de 2-3 horas
después de la mordedura y en muchos casos de envenenamiento estos llevan a la muerte al
individuo. Las alteraciones pueden ser:
hemorragia en órganos y mucosas
shock cardiovascular
alteraciones en la coagulación sanguínea
insuficiencia renal
12. Envenenamiento por CASCABEL
El envenenamiento provocado por la serpiente de cascabel es muy severo.
Su veneno es de acción:
neurotóxica (que da origen a parálisis motoras),
coagulante (lleva a la incoagubilidad sanguínea).
nefrotóxico (daño renal)
todo esto puede llevar a la muerte si no se trata al paciente a la brevedad.
El primer signo de neurotixicidad es la ptosis palpebral (caída del párpado) que aparece después de
2 a 6 horas del envenenamiento. Posteriormente, el paciente puede tener una diplopia (visión
doble), salivación, disnea (dificultad de respirar), y conforme avanza el envenenamiento se
presentará una debilidad muscular progresiva que afectará, especialmente los músculos de la
respiración, efecto que ocasionaría la muerte si no es tratado el paciente oportunamente
Por otro lado este envenenamiento se caracteriza por:
ausencia de dolor en el sitio de la mordedura
no hay inflamación en la zona afectada
no hay hemorragias (excepto que tenga lesiones previas)
sólo se observa la marca dejada por los colmillos, donde puede apreciarse un leve sangrado
Así, aunque no haya sido factible identificar al ofidio, las lesiones son claramente diferentes de las
provocadas por serpientes yarará. Sin embargo tienen gran similitud con la intoxicación por coral.
Envenenamiento por CORAL
La intoxicación por corales es muy grave ya que su veneno es neurotóxico y cardiotóxico.
Las toxinas actúan sobre el sistema nervioso central (acción neurotóxica exclusiva) y entre los
primeros cinco a veinte minutos los síntomas se hacen notar.
En la zona de la mordedura hay mínimo dolor y adormecimiento.
Desde ese lugar el compromiso motor y sensitivo se hace progresivo con parálisis de los músculos
intercostales, del diafragma, faciales, faringolaríngeos (crisis de sofocación, salivación, dificultad
para tragar), oculares (caída de párpados, parálisis de los movimientos oculares), parálisis
respiratoria y colapso periférico, pudiendo llevar a la muerte por parálisis cardiorrespiratoria.
El cuadro tóxico es similar a la de cascabel, aunque mucho más rápido, por lo que es necesario
distinguir el agente agresor ya que el tratamiento no es el mismo.
En resumen, podemos decir que los envenenamientos deben ser evaluados individualmente para un
mejor tratamiento específico. A este respecto debe tomarse en cuenta la diversa gama de signos y
síntomas ocasionados por los venenos de las serpientes, pues además se presentan en estos
envenenamientos, náuseas, vómitos, hipotensión sudoración y fiebre.
Primeros auxilios
13. Debido a que la mayoría de las recomendaciones señaladas por muchos años hoy en día no son
aceptadas, a continuación anotaremos todas aquellas pautas que NO deben ser realizadas en estos
casos:
NO hacer incisiones en los sitios donde se localiza la mordedura, ya que el riesgo de
infección y el sangrado se ven favorecidos.
NO use torniquete, ya que algunos envenenamientos pueden afectarse por el sangrado y el
edema. El torniquete dificulta la irrigación sanguínea y por consiguiente causa daño del
tejido muscular.
NO aplique hielo, porque empeoraría las lesiones locales ocasionadas por el veneno, sobre
todo de las mordeduras ocasionadas por las especies de la familia de las "yarará".
NO administre cargas eléctricas de ningún tipo, esta práctica no funciona.
NO administre ninguna sustancia química ni extractos de plantas o animales por ninguna vía
al paciente, porque hasta el momento no se ha demostrado cientifícamente su eficacia en el
tratamiento.
NO suministre bebidas alcohólicas.
NO haga succiones con la boca. Esto favorece la infección en el sitio de la mordedura,
además puede ser peligroso si usted tiene alguna carie o lesión expuesta en la boca.
Por lo tanto, lo más aconsejable en estos casos es:
Calmar a la persona y ponerla en reposo rápidamente.
Quítele cualquier torniquete que se haya hecho.
Si se tiene al alcance algún detergente antibacteriano, proceda a limpiar la zona donde se
ubica la mordedura.
En seguida entablille, para inmobilizar la extremidad mordida.
Si tiene sed puede suministrarle agua
Traslade al paciente al centro de salud más cercano de la zona, para que se le suministre el
suero antiofídico.
Tratamiento
Hasta el presente, el único medicamento indicado para el tratamiento de intoxicación ofídica es el
suero antiofídico. Es producido por laboratorios especializados, mediante la inmunización de
caballos con dosis subletales de veneno ó mezclas de venenos. De la sangre del equino se extraen,
por un proceso de purificación, los anticuerpos capaces de neutralizar la acción tóxica del veneno (ó
mezcla de venenos) con la cual fue inoculado el caballo. Así cada suero antiofídico será específico
para un tipo de veneno (sueros monovalentes) ó varios tipos de venenos (polivalente), de allí la
importancia de conocer el ofidio causante de la intoxicación.
Actualmente, el Instituto Nacional de Producción de Biológicos (INPB) de la Administración
Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) "Dr. Carlos G. Malbrán" cuenta con un
Serpentario con la cantidad y diversidad de serpientes necesarias para la elaboración de antivenenos
ofídicos. Actualmente el INPB produce los siguientes antivenenos:
14. Antiveneno Especie
Bothrops neiweidii y B. alternatus (Yarará
BIVALENTE
chica y grande)
TETRAVALENTE Bothrops neiweidii, B. alternatus, B.
(Prov. de Misiones) yararaca y B. yararacussu
CROTALICO Crotalus durissus terrificus (cascabel)
Micrurus frontalis, pyrrocryptus y
MICRURUS sp
mesopotamicus (coral)
B. alternatus, B. neiwweidii y Crotalus
TRIVALENTE
dirissus terrificus
Lo primero que se debe hacer es tratar de identificar el tipo de serpiente que ocasionó la
mordedura, verificar si la persona fue efectivamente mordida, y monitorear la severidad del
envenamiento basándose en los signos y síntomas que presente el paciente.
En el tratamiento pueden tenerse dos situaciones totalmente diferentes:
a) la terapia a nivel hospitalario y
b) la aplicación del antiveneno en condiciones de campo.
a) Aplicación del suero a nivel hospitalario
El conocimiento de los efectos producidos por los diferentes tipos de veneno, así como también el
reconocimiento de las características morfológicas típicas de las serpientes venenosas son
importantes para establecer un criterio clínico suficiente para determinar en qué casos se amerita o
no la aplicación de un antiveneno. Recordemos que hay un cierto número de mordeduras que no
ocasionan un envenamiento o en algunos casos es muy leve.
Los criterios a seguir para determinar la severidad del envenamiento con base en los signos y
síntomas que presente el paciente mordido por yarará, son los siguientes:
Ausencia de envenenamiento: no se presentan signos ni síntomas locales u otro tipo de alteración
sistémica.
Envenenamiento leve: solo hay efectos locales (edema y dolor), pero sin alteraciones sistémicas.
Envenenamiento moderado: se presentan efectos locales (edema, dolor y sangrado) acompañados
de alteraciones sistémicas no muy severas (coagulopatías e hipotensión leve).
Envenenamiento severo: se observan efectos locales prominentes junto con alteraciones sistémicas
importantes, como coagulopatía, sangrado sistémico, hipotensión y alteraciones renales.
Si fue mordido por cascabel ó coral el suero debe aplicarse indefectiblemente.
Las siguientes son las condiciones hospitalarias en el tratamiento del envenenamiento por ofidios:
15. El suero debe ser aplicado por vía endovenosa, para esto es necesario canalizar una vena.
La razón fundamental es porque la absorción de los anticuerpos presentes en el suero
antiofídico en los sitios donde se inoculó el veneno es más rápido que por vía intramuscular.
Con base en los síntomas y signos se deben definir las cantidades de suero a usar en el
tratamiento.
Una vez definida la dosis inicial a administrar, el suero se diluye en 500 ml de solución
salina fisiológica (en casos de niños emplear 200 ml para evitar exceso de fluídos) e iniciar
infusión con goteo lento. Recuerde que en caso de envenenamiento en un niño, las
mordeduras suelen ser más severas, por lo que la dosis del suero antiofídico debe ser igual al
adulto.
Si no hay reacciones en 15 minutos el flujo se aumenta para que pase todo el suero en 1
hora.
Si aparecen reacciones adversas (urticaria, hipotensión, etc), se suspende la terapia con
suero antiofídico y se trata el problema de hipersensibilidad con antihistamínicos por vía
endovenosa y una solución de adrenalina 1:1000 vía subcutánea. Una vez controlada la
reacción, se reinicia la seroterapia
Como tratamiento complementario se utilizan antibióticos sobretodo en la fase temprana del
tratamiento hospitalario. También se debe administrar toxoide tetánico o antitoxina tetánica,
de acuerdo con las vacunaciones del paciente.
La inyección de suero antiofídico puede desencadenar en algunos pacientes la enfermedad
del suero, que se manifiesta entre 5 y 20 días después de la seroterapia. Esta enfermedad se
caracteriza por fiebre, urticaria, dolores articulares y linfadenopatía. Esta reacción se trata
con esteroides y antihistamínicos.
b) Aplicación del antiveneno en condiciones de campo
Si se encuentra en esta condición siga las siguientes pautas, porque el tratamiento en estas
condiciones es riesgoso:
Tome en cuenta los síntomas reales, como dolor intenso, edema ("hinchazón", por
acumulación de líquido en el tejido), hemorragia (sangrado), hematomas (masa por
acumulación de sangre), equimosis ("cardenal", coloración en tejidos por la extravasación
de sangre), hipotensión (presión baja), pérdida del conocimiento, mareos, vómitos,
convulsiones y fiebre, en el caso de mordeduras causadas por yarará, o dolor leve, ptosis
palpebral (caída de párpados), disnea (dificultad al respirar) o tragar, salivación y diplopia
(visión doble), en las mordeduras por cascabel y corales. Todo lo anterior, con el propósito
de discernir qué tipo de antiveneno debe usted emplear para neutralizar los efectos del
veneno de la serpiente involucrada.
Ponga al paciente cómodo y tranquilícelo. Si tiene algún torniquete retírelo inmediatamente.
En aquellos casos en que se demuestre un envenenamiento severo o que el centro de salud
más próximo esté a más de 4 horas de distancia, antes de aplicar el suero, hágale al paciente
la prueba para verificar la hipersensibilidad (alergia) o no al producto. Las reacciones
aunque no son absolutamente confiables, se pueden detectar con la prueba cutánea.
La prueba cutánea consiste en inyectar en el antebrazo (intradérmicamente) 0,1 ml de un
suero diluido 1:10 ó 1:100 si la historia del paciente denota algún problema alérgico. La
prueba es positiva o sea la persona es alérgica al suero, sí en el sitio de inoculación se
presenta enrojecimiento y picazón dentro de los próximos 20 minutos. Recuerde que pueden
presentarse manifestaciones de anafilaxis general en pacientes con sensibilidad extrema, aun
con la dosis de la prueba intradérmica, en este caso recuerde tener a mano adrenalina. Ahora
16. bien, en caso de que la prueba de hipersensibilidad de positiva no se debe inyectar el suero a
la persona mordida en el campo y solo se podrá aplicar en el hospital ya que su
administración sería peligrosa. Si por el contrario la prueba fuera negativa, solo se puede
inyectar el suero por vía intramuscular en las nalgas, nunca por vía endovenosa; y para
evitar casos extremos por reacción alérgica, tipo shock anafiláctico, es conveniente tener a
mano una ampolla de adrenalina 1:1000.
Recuerde, que debe usar el suero solo si la prueba de hipersensibilidad al suero
antiofídico es negativa y que se tenga seguridad de que la mordedura fue hecha por una
serpiente venenosa. En muchos casos la serpiente no inyecta el veneno o no es venenosa y
no es necesario usar el suero.
La cantidad de suero a aplicar dependerá de la cantidad de veneno inoculado y del tipo de
serpiente, porque recuerde que hay especies que producen más veneno que otras. Las dosis
se administran de una sola vez vía intramuscular en la parte superior de las nalgas. Aplicar
en ambos glúteos en un lapso de 15 minutos una dosis mínima de 4 ampollas y luego
traslade al paciente lo más pronto posible a un centro de salud.
Antes de realizar un viaje con potencial riesgo de contacto con ofidios es conveniente averiguar
cuáles son los centros asistenciales más cercanos con provisión de antiveneno. En nuestro país hay
un Programa Nacional de Ofidismo encargado de la distribución a las provincias de dicho material.
En caso de que el viaje sea a lugares alejados de centros urbanos o a zonas de difícil evacuación hay
que conseguir suero antiveneno liofilizado. Se necesita un mínimo de cuatro y deberá recibirse
asesoramiento sobre su reconstitución y uso adecuado por parte de un profesional con experiencia.
La ventaja de este suero no requiere heladera como el traicional de presentación líquida. La
aplicación de un suero antiveneno debe ser específica para neutralizar el veneno del animal agresor.
Recuerde que el paciente debe ser trasladado rapidamente a un hospital, independientemente si
recibió o no el suero antiofídico.
ESCORPIONISMO
Tityus trivitattus: especie de interés toxicológico
Sindrome local Dolor local, intenso e irradiado – edema – eritema localizado - víbices -
parestesias
Piel pálida y sudorosa – cefalea – vértigos – astenia – depresión del
Sindrome general sensorio o agitación y delirio – sialorrea - rinorrea – epífora – taquipnea –
taquicardia – hipertensión o hipotensión – mioartralgias – VOMITOS –
cólicos abdominales - diarrea
ECG: bloqueo AV, taquicardia / bradicardia, extrasístoles, fibrilación auricular = 10 días
aplanamiento onda T, infradesnivel ST, inversión onda T, prolong. QT = varios meses
Laboratorio: glucemia, amilasemia, leucocitosis , hipopotasemia , hiponatremia, CPK-MB
Tratamiento: analgésicos, antitetánica, antialérgicos, SUERO ESPECIFICO(Malbrán): IV- 1 o
2 ampollas de 2 ml. Los niños igual dosis que los adultos
17. TITYUS TRIVITTATUS
Telson primario
Telson secundario
Cómo identificarlos. No todas las especies son
BOTHRIURUS BONARIENSIS venenosas. La que posee veneno se denomina Tityus
Trivittatus y se caracterizan por ser de color marrón
claro, tener tres rayas longitudinales más oscuras en su
cuerpo, pinzas alargadas y un aguijón y púa en la cola.
La especie que no es venenosa, Bothriurus
Bonariensis, es de color más oscuro y uniforme y en
su cola sólo poseen un aguijón en la cola.