1. VULNERABILIDAD GENETICA EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD
Si bien la ansiedad es una emoción normal que todos los mamíferos presentamos y
forma uno de los recursos naturales de nuestra supervivencia, cuando estos niveles
de ansiedad se mantienen en el tiempo y generan malestar general es posible que la
persona esté sufriendo alguna alteración patológica ansiosa pero es importante
destacar que en todos los trastornos de ansiedad una persona debe tener una base
de vulnerabilidad genética que predisponga a ese organismo al desarrollo del
mismo.
Ahora bien, dentro de los factores encontramos los aspectos genéticos que
heredamos de nuestros progenitores ansiosos, o con problemas de depresión o
alcoholismo, esto sería el principio de un terreno fértil pero no único para su
desarrollo, se le suma los factores en cómo se ha desarrollado esta personalidad, las
conductas exploratorias que ha tenido el niño en sus primeros estadios y el
comportamiento de sus tutores si le han posibilitado una exploración cuidada o
estuvieron condicionadas por el miedo de un mayor a cargo del niño (no olvidemos
que las fobias se producen por factores vicariantes, es decir el niño absorbe
comportamientos de sus mayores, no nace con miedo, sino que se condiciona a
este). El vínculo con las figuras de protección depende mucho de la disponibilidad
de quien esta con el niño, las figuras de apego son modelos potenciales para el
desarrollo normal. Denominamos Apego positivo, cuando la madre permite una
exploración adecuada vigilada tranquilamente por ella que favorece el
reconocimiento progresivo del medio circundante y la capacidad del niño de
autovalidación, pero tambien puede existir lo que se denomina apego ansioso,
que son perturbaciones en la exploración que realiza el niño ya que la madre no
ejerce un control adecuado en el mismo no permitiendo una exploración autónoma
ya que el niño está en presencia de una madre que no todo el tiempo está en esa
contención y que a su vez transmite sus propios miedos, cuando hay apego de tipo
ansioso aparece el temor de perder la figura de apego, son niños controladores de
sus padres, y suelen presentar ansiedad de separación y si no son tratados
adecuadamente aumentando su autoestima y confianza en el mundo externo suelen
tener problemas de vinculación pudiendo sufrir en la adolescencia trastornos de
ansiedad social. Un extremo seria la deprivación afectiva es decir la carencia de
figuras de apego, estos niños por lo general enfrentan el mundo externo con mucho
miedo y van formándose corazas para ello, lo cual no significa que internamente
haya una gran inseguridad y sentimiento de poca confianza en el mundo externo ya
que careció de una protección inicial. Otro tipo patológico de apego es el punitivo,
es cuando la madre y/o tutor restringe la exploración bajo amenaza o castigo o
mantienen una posición ambigua que no posibilita en el niño generar expectativas
2. coherentes y precisas, todo esto genera en el psiquismo esquemas disfuncionales,
que es la autopercepción del niño de no ser eficaz, y de ser frágil e inseguro,
muchas veces los padres se adelantan a las necesidades del niño, esto se ve mucho
en padres fóbicos y ansiosos que se adelantan y realizan acciones que en realidad lo
tienen que hacer sus hijos, muy frecuente en los trabajos escolares, los padres no
acompañan lo hacen por él, y esto genera dos sentimientos en el interior del niño,
uno de ser muy querido, pero el que más perjudica es sentirse ineficaz, esto es
silenciado, pero ejerce un poder importante en el desarrollo del self.
En los trastornos de pánico y su posterior desarrollo de agorafobia existe áreas de
conflicto (dependencia – independencia y control-descontrol) la primera se
manifiestan en la dependencia patológica a una figura de apego que limita la
autonomía, teniendo de esta forma una conducta regresiva que es un elemento que
si se traslada en el tiempo genera depresión, porque la persona se erosiona
psíquicamente se ve desesperanzada en superar este estado y percibe muy
peligroso el mundo externo, y el segundo punto de conflicto es el miedo a perder el
control es una manifestación de la ansiedad extrema que genera muchas
distorsiones cognitivas, ya que la persona interpreta su malestar de forma
exagerada guiándose por la sintomatología neurovegetativa que la ansiedad
despierta. Es por eso que los trastornos de ansiedad hay que detectarlos a tiempo,
muchas veces no es asi y ya han pasado por diversos profesionales o tratamientos
psicológicos con enfoque más centrado en el pasado, que si bien hay que tomar los
antecedentes de cada historia vital, la terapia cognitiva está centrada en primer
lugar en la situación actual asi poder mejorar la sintomatología para tratar el
significado personal del su padecimiento.
Lic. Monica Arcas TCC 15 3488 2542 (On Line) Skyppe monicaarcasbyrne