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Dr. José Francisco González Martínez
Médico Internista y Geriatra
Director de Enseñanza del Hospital General de México, O. D.
Expresidente de la Sociedad Médica del Hospital General de México, O. D.
Expresidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A. C.
Profesor Titular de Medicina Interna en el Internado de Pregrado
Profesor de Pre y Posgrado
Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México
Dr. Armando Pichardo Fuster
Médico Internista, Cardiólogo y Geriatra certifi cado por los Consejos respectivos
Médico de Base del Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D.
Expresidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A. C.
Titular del Curso de Especialización en Geriatría
Universidad Nacional Autónoma de México
Profesor Titular de la asignatura de Geriatría, Escuela Superior de Medicina
Instituto Politécnico Nacional
Profesor Titular del curso de Posgrado en Geriatría, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional Autonóma de México
Dr. Lorenzo García
Médico Geriatra
Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D.
Expresidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A. C.
Secretario de la Sociedad Médica del Hospital General de México, O. D.
Profesor Titular de Pregrado de la asignatura de Geriatría, Escuela Superior de Medicina
Instituto Politécnico Nacional
Profesor Adjunto del Curso de Especialización en Geriatría
Universidad Nacional Autónoma de México
Profesor Titular de la asignatura de Geriatría
Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios número 10
Secretaría de Educación Pública
MÉXICO • BOGOTÁ • BUENOS AIRES • CARACAS • GUATEMALA • MADRID • NUEVA YORK
SAN JUAN • SANTIAGO • SAO PAULO • AUCKLAND • LONDRES • MILÁN • MONTREAL
NUEVA DELHI • SAN FRANCISCO • SINGAPUR • ST. LOUIS • SIDNEY • TORONTO
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Director editorial: Javier de León Fraga
Corrección de estilo: Sebastián Elizarrarás García
Supervisor de edición: Norma Leticia García Carbajal, Héctor F. Guerrero Aguilar
Supervisor de producción: José Luis González Huerta
NOTA
La medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos cono-
cimientos, se requerirán cambios de la terapéutica. El (los) autor(es) y los editores se
han esforzado para que los cuadros de dosifi cación medicamentosa sean precisos y
acordes con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante los posibles
errores humanos y cambios en la medicina, ni los editores ni cualquier otra persona
que haya participado en la preparación de la obra garantizan que la información con-
tenida en ella sea precisa o completa, tampoco son responsables de errores u omisio-
nes, ni de los resultados que con dicha información se obtengan. Convendría recurrir
a otras fuentes de datos, por ejemplo, y de manera particular, habrá que consultar la
hoja informativa que se adjunta con cada medicamento, para tener certeza de que
la información de esta obra es precisa y no se han introducido cambios en la dosis
recomendada o en las contraindicaciones para su administración. Esto es de particular
importancia con respecto a fármacos nuevos o de uso no frecuente. También deberá
consultarse a los laboratorios para recabar información sobre los valores normales.
GERIATRÍA
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra,
por cualquier medio, sin la autorización escrita del editor.
DERECHOS RESERVADOS © 2009 respecto a la primera edición por
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Colaboradores
Dr. José Humberto Arcos Correa
Médico internista adscrito al Servicio de Medicina Interna 110 del Hospital
General de México, O. D.
Dr. Mario Isaac Banda Lara
Residente de Medicina Interna, Hospital General de México, O. D.
Dra. Lucina Blanco Fernández
Médico geriatra adscrita al Servicio de Geriatría del Hospital General de México,
O. D.
Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera
Médico internista y geriatra. Médico de base de la Clínica Médica del Sindicato
Único de Trabajadores de la Música
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Cirujano general y endoscopista, Hospital General de México, O. D.
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Médico geriatra adscrita al Servicio de Geriatría del Hospital General de México,
O. D.
Dr. Ángel Ignacio León Paoletti
Médico internista adscrito al Servicio de Medicina Interna 110 del Hospital
General de México, O. D.
Dr. Alberto Navarro Sevilla
Médico geriatra. Jefe del Departamento de Atención al Adolescente y el Ancia-
no, Secretaría de Educación Pública
Dra. Ana María Olivares Luna
Médico familiar y geriatra. Jefa del Departamento de Enseñanza de la Clínica
Churubusco, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado
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vi Colaboradores
Dra. Leonor Pedrero Nieto
Cardióloga y geriatra. Médico de base del Servicio de Geriatría del Hospital
General de México, O. D.
Dr. Miguel Ángel Reyes Maya
Médico geriatra. Jefe de la Unidad de Atención Diurna del Instituto Nacional
para la Atención de las Personas Adultas Mayores
Dra. Virginia H. Sánchez Hernández
Médico internista adscrita al Servicio de Medicina Interna 110 del Hospital Gene-
ral de México, O. D.
Dr. J. Eliazar Saravia Farías
Médico internista y médico de base de la Unidad 110 de Medicina Interna del
Hospital General de México, O. D.
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Contenido
Capítulo 1
Determinantes de la longevidad humana
Dr. José Humberto Arcos Correa, Dr. J. Francisco González Martínez
1
Introducción 1
El concepto de longevidad 1
Teorías del envejecimiento 3
Factores relacionados con la longevidad 6
Diferencias en la longevidad en relación con el género 10
Aspectos sociales de la longevidad 11
Métodos efi caces para promover la longevidad 12
Conclusiones 16
Bibliografía 18
Capítulo 2
Demografía del envejecimiento 19
Dr. Lorenzo García, Dr. J. Francisco González Martínez
Demografía 20
Importancia del envejecimiento en México 23
Economía y envejecimiento 25
Los retos de la salud (morbilidad y discapacidad) 26
La familia y las redes de apoyo 31
Bibliografía
vii
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viii Contenido
Capítulo 3
Concepto de funcionalidad,
historia clínica geriátrica yevaluación funcional 32
Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 53
Capítulo 4
¿Por qué es necesaria la gerontología
en la práctica de la medicina? 55
Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, Dr. Lorenzo García,
Dr. J. Francisco González Martínez
Definición de geriatría y gerontología 56
La gerontología y su función en los estados comórbidos del adulto mayor 57
La gerontología y su función en la esfera psicomental del adulto mayor 59
La gerontología y su función en los cambios de la estructura
familiar del adulto mayor 61
La gerontología y su función en los procesos rehabilitatorios del adulto mayor 64
Bibliografía 67
Capítulo 5
El anciano frágil, cascada de la fragilidad, falla
que medra ypérdida de la vitalidad (deslizamiento) 69
Dr. Armando Pichardo Fuster, Dra. Leonor Pedrero Nieto
Bibliografía 81
Capítulo 6
El diagnóstico en geriatría 55
Dra. Laura C. Gutiérrez Hernández
Modelo de morbilidad sinérgica 85
Modelo de atribución 86
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ixContenido
Modelo de cadena causal 86
Modelo del evento revelador 86
Presentación clínica 87
Evolución 88
Frecuencia 89
Contexto en que se desarrollan 89
Bibliografía 90
Capítulo 7
Síndromes geriátricos
Dra. Lucina Blanco Fernández, Dr. J. Francisco González Martínez
91
Inestabilidad y caídas 92
Caídas 93
Mareo y vértigo 96
Síncope 98
Inmovilidad 100
Úlceras por presión 103
Constipación 106
Impactación fecal 110
Incontinencia fecal 111
Trastornos en la termorregulación 112
Hipotermia 112
Disminución del metabolismo en los ancianos 113
Hipertermia 115
Trastornos del sueño 116
Insomnio 120
Identificar enfermedad física o psiquiátrica 121
Mioclonías nocturnas 122
Síndrome de piernas inquietas 122
Apnea del sueño 123
Incontinencia urinaria 123
Bibliografía 127
Capítulo 8
Farmacología en geriatría 130
Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 134
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x Contenido
con la edad
Dr. J. Eliazar Saravia Farías, Dr. J. Francisco González Martínez
152
Definiciones 152
Células del sistema inmunitario innato 156
Sistema inmunitario adaptativo 159
Mediadores humorales de la inmunidad adaptativa 161
Clases de inmunoglobulinas 162
El sistema inmunitario y la edad 162
Evaluación clínica de la función inmunitaria 163
Cambios en la función inmunitaria en adultos mayores 165
Cambios en la inmunidad adaptativa 165
Enfermedades infecciosas 168
Enfermedades degenerativas 170
Inmunización activa contra agentes infecciosos 170
Inmunizaciones recomendadas para adultos mayores 171
Bibliografía 173
Capítulo 9
Dolor crónico en el anciano 135
Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 141
Capítulo 10
Mitos yrealidades de la sexualidad
en el adulto mayor 142
Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. J. Francisco González Martínez
Comportamiento sexual 148
Bibliografía 150
Capítulo 11
Sistema inmunitario. Función normal
y sus alteraciones relacionadas
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xiContenido
Capítulo 12
Envejecimiento del sistema endocrino
en el adulto mayor 175
Dr. José Francisco González Martínez, Dr. Ángel Ignacio León Paoletti
Envejecimiento del sistema endocrino 176
Terapias de remplazo hormonal 183
Bibliografía 185
Capítulo 13
Disfunción tiroidea en el anciano
Dr. José Francisco González Martínez, Dr. Ángel Ignacio León Paoletti
187
Introducción 187
Hipotiroidismo 188
Etiología 190
Cuadro clínico 191
Diagnóstico 195
Tratamiento 201
Hipertiroidismo 204
Etiología 205
Cuadro clínico 206
Enfermedad de Graves-Basedow 208
Diagnóstico 209
Hipertiroidismo subclínico 211
Tratamiento 213
Tratamiento farmacológico 213
Radioyodo 215
Cirugía 216
Bibliografía 217
Capítulo 14
Diabetes mellitus en el adulto mayor 220
Dr. José Francisco González Martínez, Dr. Ángel Ignacio León Paoletti
Introducción 220
Definición y clasificación 221
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xii Contenido
y sus patologías más frecuentes
Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, Dr. J. Francisco González Martínez,
267
Dr. Lorenzo García
Cambios bucofaríngeos y esofágicos relacionados con el envejecimiento 268
Cambios gástricos anatómicos y de la motilidad asociados al envejecimiento 269
Función del intestino delgado relacionada con la edad 270
Efectos de la edad sobre la función colónica 271
Cambios hepáticos y de la función biliar en el adulto mayor 273
Efectos de la edad sobre el metabolismo de los medicamentos 274
Efecto del envejecimiento sobre la estructura y función pancreáticas 274
Envejecimiento e inmunidad gastrointestinal 275
Disfagia 276
Hemorragia del tracto digestivo 279
Epidemiología 222
Prevalencia 223
Patogenia 225
Criterios diagnósticos 228
Manifestaciones clínicas 228
Tratamiento 231
Bibliografía 241
Capítulo 15
Aparato urinario en el adulto mayor 244
Dra. Virginia H. Sánchez Hernández, Dr. José Francisco González Martínez
Cambios anatómicos 244
Cambios funcionales 247
Hipertensión arterial 254
Nefropatía por contraste 257
Diagnóstico 258
Tratamiento 260
Angioplastia renal transluminal percutánea y endoprótesis vascular 262
Prevención 264
Bibliografía 265
Capítulo 16
Aparato digestivo en el adulto mayor.
Cambios anatómicos, funcionales
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xiiiContenido
de Alzheimer
Dr. Armando Pichardo Fuster, Dra. Leonor Pedrero Nieto
317
Introducción 317
Definición 323
Caso clínico 327
Bibliografía 347
Hemorragia del tracto digestivo superior 280
Cáncer hepático 284
Enfermedad litiásica biliar 287
Cólico biliar (colecistitis crónica) 288
Colecistitis aguda 289
Coledocolitiasis 289
Colangitis aguda 290
Pancreatitis biliar aguda 290
Cáncer pancreático 291
Tratamiento de la enfermedad diseminada y cuidados paliativos 293
Perspectivas 293
Enfermedad diverticular 294
Evaluación y tratamiento de la pérdida ponderal en el anciano 298
Bibliografía 305
Capítulo 17
Peritonitis en el paciente anciano
Dr. Daniel Flores Cruz Manjarrez, Dr. Jorge A. Flores Guzmán
307
Introducción 307
Peritoneo 308
Peritonitis aguda 309
Colecistitis 309
Enfermedad diverticular del colon 311
Apendicitis 311
Oclusión mesentérica arterial aguda 312
Trombosis mesentérica venosa 313
Peritonitis crónica 313
Bibliografía 315
Capítulo 18
Síndrome de demencia yenfermedad
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xiv Contenido
Cuidado del paciente con demencia
Dr. Alberto Navarro Sevilla, Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera
354
Referencias históricas sobre deficiencias, discapacidades
Definición de deficiencia, discapacidad, minusvalía y demencia 357
Tipos de demencia y necesidad de cuidados continuos 360
Demencia con patrón de deterioro cognitivo subcortical 365
Cuidados para el cuidador 367
Recomendaciones para la atención de personas con demencia 370
Actividades de la vida diaria 370
Higiene personal e incontinencia 372
Cuidado del cabello 373
Incontinencia 374
Lenguaje y comunicación 376
Seguridad en el hogar 377
Prevención de caídas 378
Problemas de la memoria o del juicio 378
Bibliografía 379
Capítulo 19
Depresión en el adulto mayor 349
Dr. Armando Pichardo Fuster, Dra. Leonor Pedrero Nieto
Bibliografía 353
Capítulo 20
y atención institucional al paciente con demencia 354
Capítulo 21
Cambios cardiovasculares en el envejecimiento 380
Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 385
Capítulo 22
Hipertensión arterial en el anciano 386
Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 393
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xvContenido
Capítulo 23
Cardiopatía isquémica en el anciano 395
Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 405
Capítulo 24
Reto diagnóstico yterapéutico de la insuficiencia 406
cardiaca en el anciano
Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 423
Capítulo 25
Aparato respiratorio del adulto mayor:
cambios anatómicos, funcionales y
sus patologías más frecuentes
Dr. J. Francisco González Martínez, Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera,
425
Dr. Lorenzo García
Flujos pulmonares 427
Espirometría 428
Fuerza de los músculos respiratorios y cambios en la gasometría arterial 429
Cambios en la respuesta inmunológica del aparato respiratorio 429
Respuesta ventilatoria del paciente anciano durante el ejercicio 431
Bibliografía 432
Capítulo 26
Neumonía adquirida en la comunidad, en
casa-hogar ynosocomial en el adulto mayor.
Vacunas 434
Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, Dr. J. Francisco González Martínez,
Dr. Lorenzo García
Consideraciones generales y bioestadística 434
Patogénesis 436
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xvi Contenido
Alteraciones inmunológicas 438
Cuadro clínico 439
Tipos de neumonía por sitio de adquisición 441
Neumonías por virus 450
Prevención de neumonías en el adulto mayor (vacunas) 451
Bibliografía 454
Capítulo 27
Tromboembolia pulmonar
Dr. J. Francisco González Martínez, Dr. Lorenzo García,
457
Dr. Mario Isaac Banda Lara
Epidemiología 458
Definición 459
Clasificación 459
Factores de riesgo para TVP 460
Factores de riesgo de mortalidad porTEP 460
Patogenia de la trombosis 461
Fisiopatología 462
Intercambio gaseoso 463
Hipoxemia 463
Otras anormalidades en gases 463
Estratificación 465
Diagnóstico 466
Tratamiento 467
Bibliografía 470
Capítulo 28
Síndrome de maltrato del anciano 473
Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 478
Capítulo 29
El adulto mayor que conduce automóvil 479
Dr. Miguel Ángel Reyes Maya, Dra. Ana María Olivares Luna,
Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera
Enfermedades del adulto mayor y su relación con accidentes de tránsito 485
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xviiContenido
Recomendaciones relacionadas con el acto de conducir respecto
de diversas condiciones médicas comunes en adultos mayores 487
Papel del médico y el dilema de retirar la licencia de manejo
al paciente geriátrico 489
Consejos para los conductores adultos mayores y sus familiares 490
Bibliografía 492
Capítulo 30
Terapéutica transfusional en el adulto mayor
Dr. Francisco González Martínez, Dr. J. Eliazar Saravia Farías
494
Dr. Lorenzo García
Introducción 494
Generalidades 495
Antígenos ABO y anticuerpos 496
Sistema Rh 497
Pruebas pretransfusionales 497
Técnica de aplicación y manejo de los componentes sanguíneos 499
Componentes sanguíneos 500
Sangre total 500
Concentrado eritrocitario 500
Guías para la transfusión de eritrocitos 501
Anemias hemolítica, congénita y adquirida 503
Transfusión en anemias hipoproliferativas 503
Plasma fresco congelado 504
Plaquetas 507
Refractariedad a la transfusión plaquetaria 510
Otras causas de refractariedad 510
Crioprecipitados y concentrados de factor VIII 511
Derivados plasmáticos 514
Riesgos de la transfusión de componentes sanguíneos 514
Bibliografía 515
Capítulo 31
Síndrome de delirium 516
Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 520
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xviii Contenido
Capítulo 32
Modelo del comportamiento yde la cognición
ante el dolor del anciano 521
Dr. Armando Pichardo Fuster
Bibliografía 525
Capítulo 33
Vitalidad en el anciano ycómo mejorarla
Dr. J. Eliazar Saravia Farías
526
Evaluación del paciente con pérdida de la vitalidad 528
Medidas para preservar la vitalidad en el anciano 532
Prevención primaria 533
Prevención secundaria 536
Otras detecciones 538
Necesidades psicológicas 541
Necesidades sociales 542
Bibliografía 543
Índice alfabético 545
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Prefacio
En la actualidad el mundo enfrenta un gran reto: el incremento de la
población de personas mayores de 60 años, conocido como el boom de
los viejos, por lo cual se espera que para el año 2050, uno de cada cinco
habitantes de la Tierra tenga más de 60 años; es decir, dentro de cua-
tro décadas la población de ancianos se cuadruplicará. El cambio será
radical, ya que en el año 2000 había 600 millones de ancianos y cinco
decenios después habrá 2 000 millones, que representarán al 21% de la
población total que alcanzará la cifra de 9 300 millones, con disminución
signifi cativa de la tasa de crecimiento global. Al respecto, al empezar el
nuevo milenio el planeta estaba habitado por 6 100 millones de seres
humanos, y los ancianos apenas constituían el 10% de esta población.
Los retos que enfrentarán los pobladores de la Tierra serán combatir
al sida en todos los grupos etarios, pero en especial entre los adultos ma-
yores, los que además tendrán que luchar contra la discriminación, de la
cual ya son objeto en la actualidad y que por razones lógicas aumenta-
rá en el 2050; por este motivo se deberán tomar medidas desde ahora
para luchar contra esos retos, como será el incrementar la edad para las
jubilaciones en cuando menos cinco años, planear y desarrollar progra-
mas efectivos de pensiones, servicios y prestaciones para este numeroso
grupo de personas, bajo la rectoría del Estado, pero de preferencia otor-
gados por particulares y grupos afi nes.
Uno de los problemas que afrontará este sector poblacional es el
efecto de la globalización, que debe ser programada y ejecutada en for-
ma adecuada. Actualmente se detectan, asimismo, grandes problemas
derivados de la migración, que perjudica a los grupos más débiles, entre
los cuales se encuentran los ancianos, y como consecuencia, son vícti-
mas de aislamiento y marginación.
El entonces secretario de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), Koffi Annan, al inaugurar el 8 de abril del 2002 la Segunda Con-
ferencia Internacional sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid,
xix
http://bookmedico.blogspot.com
xx Prefacio
España, solicitó que los mayores dejen de ser una mera categoría social,
para que se les reconozca como personas con todos sus derechos en una
sociedad plural.1
A su vez, el presidente en turno de la Unión Europea, José María Az-
nar, señaló que “ la mejor vía para dignifi car la vida de los ancianos
será mediante la aplicación de políticas que permitan que el
envejecimiento sea activo, aplicando medidas que incrementen el
fomento de las ayu- das a las familias que tengan ancianos a su cargo;
no se trata de que los viejos se sientan útiles, sino convencerlos de que
realmente lo son, de- jando que lo demuestren, porque más que ser
útiles, valen” .1
En este sentido, una de las soluciones más viables es programar una
normativa laboral más fl exible, que permita trabajar con efi ciencia y
dig- nidad a los viejos, además de programar la educación permanente a
to- das las edades.
No cabe duda de que este boom traerá como consecuencia un gran
cambio demográfi co que incidirá directamente en el sistema sanitario,
que motivará cambios en los sistemas preventivos, tanto de pensiones,
como en la organización y tiempo del trabajo en la edad de la jubilación.
El impacto será mayúsculo, ya que de un promedio de edad mundial
actual de 26 años aumentará a 36 años en el 2050, modifi cando también
el país donde se encuentren los más jóvenes y los más viejos. En la actua-
lidad la nación con la población más joven es Yemen, con edad media
de 15 años, y el que tiene la población más vieja es Japón, con prome-
dio de 41 años. En el 2050, el país con la población más joven será Níger,y
los más longevos vivirán en España.
Como se aprecia, estamos ante un gran reto; y no hay que esperar
que el Estado sea el responsable de otorgar las soluciones, sino que cada
integrante de la población tendrá que contribuir, cada cual en su campo,
para tener una mejor vejez.
En México se ha podido constatar este impacto en los últimos 30
años, al encontrar incremento en la expectativa de vida al nacer, que en
la década de 1970 era de 62 años, en el 2000 llegó a 75.3 años, y se es-
pera que en 2030 alcance los 82 años como mínimo,2
y la población de
viejos en México podrá ser entonces de 15 millones. Actualmente hay
poco más de siete millones de ancianos, lo que representa 7.5% de la
población total, pero en 2030 el porcentaje de ancianos será de 15%, es
decir, que se duplicará, pero sin incremento signifi cativo del número to-
tal de habitantes, debido a la disminución de las tasas de natalidad que
se espera lleguen a ser menores a 1.5%, continuando con la disminución
de las tasas de mortalidad materno-infantil.
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Prefacio xxi
Hoy, México enfrenta retos como la carencia de servicios específi cos
para los ancianos, quienes representan una sobrecarga asistencial debi-
do a que no se realizaron las acciones preventivas adecuadas, teniendo
una población portadora de procesos crónico-degenerativos, carente
de educación, además de vivir en situación de pobreza por la misma
falta de planifi cación, no sólo del Estado, sino del propio individuo, y ser
rechazada por la sociedad y por su propia familia; gran cantidad de ellos
se encuentra en estado de abandono, son despreciados y enfrentan
muy mala calidad de vida y de muerte, con rechazo de parte de toda la
población, que no respeta sus derechos humanos.
Por otra parte, a partir de la década de 1960 se inició en México la
etapa de transición demográfi ca y epidemiológica, con disminución
de las tasas de mortalidad infantil, lo que tuvo como consecuencia que
se iniciara el aumento de la población de ancianos y el cambio de las
causas de mortalidad y morbilidad de la población, que a su vez incre-
menta el número de los adultos mayores, al disminuir las tasas de mor-
talidad de este grupo etario. Así, si bien disminuyen sensiblemente las
causas de muerte por procesos infecciosos, crecen a su vez los índices
de enfermedades crónico-degenerativas, como las cardiopatías, hiper-
tensión, diabetes, cáncer, demencias y problemas psiquiátricos, en tanto
que en la década de 1990 ascendieron las tasas de muerte por acciden-
tes, en especial los de tránsito y los ocasionados por el incremento de
la criminalidad en el país.
Pero al mismo tiempo se han aumentado las acciones tendentes a
mejorar la salud de la población, como son las campañas de vacuna-
ción, que han tenido impacto positivo en la disminución de las tasas
de mortalidad infantil, que a su vez se refl eja en el creciente número de
ancianos. A su vez, la cobertura del Sector Salud abarca casi 98% de la
población, lo que ha permitido mejorar la atención a todos los grupos
etarios, infl uyendo directamente en la reducción de las tasas de morta-
lidad; pero desgraciadamente, al no contar aún con sufi cientes servicios
de atención especializada a los ancianos, se ha incrementado en forma
notoria la morbilidad en este sector, con aumento de los costos de aten-
ción y disminución de la calidad de vida, en gran parte, por el número de
yatrogenias cometidas.
Desafortunadamente, desde el punto de vista urbanístico, las ciuda-
des de los Estados Unidos Mexicanos están diseñadas para una pobla-
ción joven, lo que pone en gran desventaja a los viejos y ocasiona el
aumento de los accidentes en este grupo poblacional, aunado a la falta
de civismo y educación de la población en general que no respeta a los
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xxii Prefacio
mayores y parece vivir en una verdadera selva, donde sobrevive el más
fuerte. Por ende, los viejos son despreciados, relegados, maltratados,
abandonados y en no pocas ocasiones agredidos físicamente, lo que ha
generado el aumento de la morbimortalidad accidental.
Esta es una de las razones principales que ha motivado a describir en
forma sencilla, pero completa, algunos de los temas relacionados con las
patologías observadas en los adultos mayores, teniendo como objetivo
principal el de realizar un texto de fácil lectura y comprensión, y al mis-
mo tiempo indicar las fuentes bibliográfi cas recomendadas con el único
fi n de que el estudioso pueda ampliar sus conocimientos y de esa forma,
en su práctica cotidiana, sea capaz de resolver algunos de los problemas
que enfrenta el adulto mayor.
Asimismo, se espera que el presente ensayo sirva de estímulo a los
investigadores jóvenes y viejos, y que les permita detectar con oportu-
nidad algunos de los problemas que enfrenta quien se dedica a la geria-
tría, la rama de la medicina enfocada a la atención de los adultos mayo-
res, para evitar así que esta problemática se exacerbe en lo futuro.
INEGI. Resultados del Censo de Población 2000. Internet 2002.2
La Jornada. 9 de abril del 2002, pág. 47.1
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Introducción
En el pasado, la atención de la población de ancianos enfermos depen-
día de la propia familia porque no existía el personal de salud que se
ocupara específi camente de este grupo etario. La geriatría era conside-
rada “ tierra de nadie” , tanto para los pacientes como para aquel
sector de profesionales de la salud encargado de atenderlos. Esto se
debía a que las prioridades y los recursos económicos otorgados a los
presta- dores de servicios para la salud se dirigían a curar individuos
que aún tenían varios años de productividad por delante. Por tanto, las
personas de edad avanzada y los enfermos crónicos o con enfermedad
terminal recibían escasa o ninguna atención.
En las últimas décadas, era de rápidos cambios tecnológicos, la espe-
ranza de vida ha aumentado. La distribución de los grupos de edad en la
población general está cambiando, y los segmentos de personas adul-
tas mayores están creciendo de manera sustancial; con ello han surgido
nuevas y apremiantes necesidades en la población, a la que se requiere
dar una respuesta como sociedad. La medicina moderna no es ajena a
este hecho sin precedentes, lo que se traduce en incremento del interés
en todos los aspectos formativos, asistenciales y de investigación sobre
las consecuencias del envejecimiento del ser humano.
Esta situación es más notoria en los países desarrollados, donde las
personas adultas mayores llegan a constituir más del 15% de la pobla-
ción total. En la actualidad se estima una población mundial de más de
600 millones de personas de 60 años en adelante. Se ha calculado que
en el año 2000 se rebasaron los 620 millones, de los cuales, más de la
mitad habitaba en los países en desarrollo.
En 2002 la expectativa de vida para los varones en México se calculó
en 73.7 años, mientras para las mujeres alcanzó 78.2 años en promedio,
con lo que la población anciana llegó a siete millones y permitió proyec-
tar los cálculos para fi nes del 2005 en 18 millones, lo que correspondería
a más de 16% de la población general.
xxiii
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xxiv Introducción
Las cifras anteriores permiten apreciar que la situación demográfi ca
está cambiando de manera importante, por lo que México, además de
los problemas característicos de un país en desarrollo, tiene que afrontar
el reto del envejecimiento de su población. El sector salud y la estruc-
tura asistencial han tenido que cambiar para poder dar respuesta a las
demandas sociales. Así, han surgido organizaciones dedicadas a la aten-
ción de adultos mayores, enfermos crónicos y con enfermedad terminal.
Se han creado y consolidado instituciones y asociaciones interesadas
tanto en la investigación como en la difusión de avances científi cos y
tecnológicos encaminados a la atención de este grupo.
Por todo lo anterior, se ha vuelto prioritario contar con el personal
especializado preparado y capacitado para dedicarse a atender las nece-
sidades en los rubros biológico, psicológico, social y económico del seg-
mento de población que la transición demográfi ca está determinando
en nuestros días. La geriatría como especialidad médica requiere un en-
foque multidisciplinario e interdisciplinario, preventivo, rehabilitador y
comunitario, que es propio de la disciplina y está obligada, precisamen-
te por ello, a dar una respuesta integral a los problemas del anciano en
toda su complejidad, con la consigna previa de priorizar la prevención
de la incapacidad y la dependencia a partir de una medicina de calidad,
preventiva, asistencial y rehabilitadora, específi camente orientada a las
necesidades de los adultos mayores.
A pesar de los grandes avances, aún hay mucho por hacer; los pro-
fesionales de la geriatría en México y el mundo no son sufi cientes para
atender las necesidades de asistencia dirigida a este grupo etario. En
México existen 300 profesionales reconocidos, certifi cados o recertifi
ca- dos en la especialidad de geriatría, y esto se extrapola a lo que
sucede a nivel mundial; por ello, una de las tesis que se manejan a nivel
nacional e internacional es que los geriatras tienen el compromiso
profesional de trabajar para lograr una mejor atención del adulto mayor
a través de:
• Participar en la capacitación de los médicos de primer contacto.
• Desarrollar investigaciones de gerontogeriatría que impacten y mo-
difi quen los procesos de atención médica.
• Funcionar como expertos interconsultantes.
El panorama antes descrito motivó a escribir esta obra, que ponemos
a disposición de los médicos y del personal del área de la salud interesa-
dos en la atención del adulto mayor.
Dr. J. Francisco González Martínez
Dr. Lorenzo García
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C A P Í T U L O
1
Determinantes
de la longevidad humana
Dr. José H. Arcos Correa
Dr. J. Francisco González Martínez
―Prolongar la vida sólo es deseable si lo que se prolonga es la juventud,
prolongar la vejez sería una calamidad‖
Alexis Carrell
Introducción
Un antiguo y preciado anhelo del ser humano ha sido conocer y enten-
der los determinantes de la longevidad. La duración de la vida ha sido
una preocupación constante desde hace miles de años, como se puede
observar en diversos mitos de la antigüedad. Sin embargo, el conoci-
miento de los factores que propician la prolongación de la existencia es
escaso y lo poco que se conoce en la actualidad lo hemos aprendido en
años recientes. En este capítulo se exponen los factores ambientales, ge-
néticos y médicos que de alguna forma explican el fenómeno innegable
del periodo vital, cada vez más largo, de los seres humanos (cuadro 1-1).
El concepto de longevidad
La forma más común de abordar el concepto de longevidad surge cuan-
do se formula la pregunta ¿cuánto tiempo puede vivir un humano? Esta
interrogante puede dar lugar a diversas respuestas, pero si deseamos
1
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2 Geriatría
Cuadro 1-1 Comparación de la esperanza de vida en diversas épocas
Año Esperanza de vida en años
2000 a. C 18
500 d. C. 22
1400 33
1790 36
1850 41
1900 50
1946 67
1991 76
2000 83.5
esgrimir argumentos con validez científica antes debemos definir los
conceptos relacionados con la longevidad:
• Se llama esperanza de vida al nacimiento a la probabilidad en años
que un sujeto puede vivir acorde con las condiciones prevalecientes
en la comunidad en la que ha nacido. Es el promedio, en años de vida,
esperado para un grupo específico de población según edad y gé-
nero, o la extrapolación de la tasa de mortalidad actual al tiempo de
vida que alcanzará el 50% de los individuos de la misma edad, género,
situación geográfica y social.
• El lapso máximo de vida se refiere a la vida absoluta o duración total
que está genéticamente determinada en un individuo de acuerdo
con la especie a la que pertenece y que se puede alcanzar en condi-
ciones ambientales óptimas. Hasta ahora se han documentado per-
sonas que han llegado a vivir 122 años.
• Sedenomina envejecimiento al proceso en el que un ser humano au-
menta de años, y no al deterioro progresivo de los órganos y sus funcio-
nes, lo que sucede a medida que transcurre la vida de los individuos.
Hoy en día es muy frecuente encontrar sujetos de 80 a 90 años, esto ha
dado lugar al nuevo concepto de longevidad extrema, que se refiere a
individuos de 100 o más años de edad.
Se tienen pruebas fehacientes de sujetos con longevidad extrema,
quienes han vivido 110 años en Georgia, Cachemira, Okinawa y en los
países escandinavos. Si bien hay individuos que dicen tener más de 145
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3Determinantes de la longevidad humana
años, no hay documentación convincente que pueda demostrarlo, pues
el registro de nacimiento es un concepto relativamente nuevo, que se
lleva de manera oficial y sistematizada desde hace poco más de un siglo
en la mayoría de los países del mundo, con el certificado o acta de naci-
miento. Hasta el momento, la poseedora del récord mundial de longe-
vidad es la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años con 164 días.
El registro de los poseedores de estas marcas por sí mismo nos permite
verificar que con frecuencia aquéllas se superan, y nos dan elementos
para predecir que en el futuro habrá seres humanos que vivirán más allá
de esta edad. Actualmente están en proceso muchos estudios acerca de
las características epidemiológicas y sociales de los centenarios.
Teorías del envejecimiento
Se ha publicado gran cantidad de teorías que tratan de explicar las cau-
sas del envejecimiento y los mecanismos que fijan el límite de la dura-
ción de la vida de los animales y de los humanos; especialmente a partir
del siglo XIX estas teorías se han ido modificando y aumentando confor-
me el avance de los conocimientos.
Este progreso permite la enunciación de hipótesis con explicaciones
parciales de las causas del proceso de envejecimiento. Se han propuesto
más de 300 teorías del envejecimiento, algunas sólo con valor históri-
co, en tanto que otras están basadas en el envejecimiento fisiológico,
y estos conceptos derivan de estudios que muestran que con la edad
disminuyen el rendimiento funcional y la homeostasis, y aparecen cam-
bios histológicos en los órganos. La mayoría de los investigadores piensa
que el deterioro asociado con la edad avanzada es causado por fallas en
múltiples sistemas fisiológicos resultantes de variadas agresiones físicas;
sin embargo, no ha sido posible hasta el momento dar una explicación
única a todos los cambios que ocurren en el envejecimiento, por lo que
muchas de dichas teorías siguen vigentes porque no se han podido des-
cartar. A continuación se mencionan algunas de las más destacadas.
Teoría inmunológica. Se refiere a la incapacidad del sistema inmuno-
lógico de reaccionar con los mecanismos de defensa habituales a las
infecciones y a las alteraciones de la síntesis de proteínas que protegen a
los organismos de la producción de algunas células neoplásicas, dando
como resultado infecciones o tumores mortales.
Teoría del límite mitótico. Al ser las células los componentes funda-
mentales de los organismos, se piensa que los fibroblastos humanos son
incapaces de dividirse de nuevo después de haber experimentado cier-
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4 Geriatría
to número de mitosis y que la involución fisiológica que ocurre con el
paso del tiempo se debe a la limitada capacidad de proliferación celular.
Teoría de los telómeros y telomerasa. Los telómeros son secuencias
repetidas de ADN y proteínas asociadas presentes en los extremos de
los cromosomas y que se acortan cada vez que una célula se divide, de
manera que este acortamiento cuenta el número de mitosis que ha ex-
perimentado una población celular. Los telómeros protegen a los cro-
mosomas y apoyan la transcripción exacta del ADN nuclear, y cuando
son demasiado cortos para que tenga lugar una nueva división celular
se observa el fin de la capacidad mitótica. Por el contrario, las células
inmortales (que se pueden mantener in vitro) se protegen contra el acor-
tamiento de los telómeros gracias a la actividad de la telomerasa que
sustituye la actividadde las secuencias teloméricas perdidas.
Teoría de la programación genética del envejecimiento. Por el papel cla-
ve del genoma nuclear es lógico suponer que las alteraciones que ocu-
rren en las células que envejecen podrían derivar de una inestabilidad
de la información genética que reside en el ADN, pues una mutación
de este ADN debe alterar la fidelidad de la síntesis de proteínas con la
consiguiente pérdida funcional.
Teoría del error-catástrofe. El envejecimiento podría ser resultado de
errores en los mecanismos de transcripción del ARN que llevaría a la sín-
tesis de proteínas anormales que finalmente terminarían con la vida del
individuo.
Teoría de la membrana. Es muy probable que al envejecer se desor-
ganicen las membranas plasmática y de los organelos subcelulares. Las
membranas son esenciales para controlar el medio intracelular gracias
a su permeabilidad específica y a la presencia de mecanismos de trans-
porte selectivo, y estas propiedades pueden alterarse debido a la peroxi-
dación de sus ácidos grasos no saturados por los radicales libres de oxí-
geno. Se ha observado que las membranas de neuronas viejas muestran
importantes cambios, como un descenso de su excitabilidad eléctrica y
un aumento de la duración de su potencial de acción, lo que sugiere un
predominio de los canales del calcio sobre los del sodio.
Teoría de los radicales libres y el estrés oxidativo. Los radicales libres son
fragmentos moleculares muy reactivos que pueden dar lugar a reaccio-
nes desorganizadoras no programadas y no sólo podrían causar el enve-
jecimiento, sino también otros procesos degenerativos como el cáncer,
la ateroesclerosis, la amiloidosis y la inmunodeficiencia. Estas reacciones
nocivas de los radicales libres que tienen lugar continuamente en las cé-
lulas y en los tejidos podrían causar procesos funcionales mortales. Por
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5Determinantes de la longevidad humana
otro lado, la acción del oxígeno que asocia los efectos nocivos de este gas
con un aumento en la concentración intracelular de radicales libres, igual
que sucede en las células irradiadas, propone al oxígeno como causa del
envejecimiento debido a que las defensas antioxidantes del organismo
no contrarrestan bien este ataque oxidativo, y las oxidaciones incontrola-
das que derivan de una pequeña insuficiencia del sistema de defensa an-
tioxidante podrían ser un factor crucial en el proceso de envejecimiento
y en la duración de la vida.
Teoría de la muerte celular apoptósica. La apoptosis o muerte celular
programada ha sido relacionada con la senescencia in vitro de células
y cultivos que incluyen fibroblastos, linfocitos T, células epiteliales y en-
doteliales, neuronas y músculo. La apoptosis es un mecanismo esencial
para evitar la acumulación de un exceso de células en las poblaciones
celulares que proliferan a menudo. Este mecanismo se puede alterar con
el envejecimiento. Por otra parte, si en los organismos viejos se observa
un aumento del número de células apoptóticas en los tejidos que pre-
servan la mitosis, esto puede ser benéfico, pues al envejecer se acumula
un mayor número de células con lesiones genéticas que conviene eli-
minar para prevenir las neoplasias. Es decir, si la producción de nuevas
células a través de la mitosis normal equilibra la pérdida de células por
apoptosis, ésta tendrá un efecto positivo pues se eliminarán células le-
sionadas que pueden dar origen a tumores, y el tejido continuará fun-
cionando normalmente; en cambio, si la apoptosis se desequilibra con
la edad, un aumento de la actividad apoptótica no compensado por la
mitosis, con el consiguiente descenso de la población celular, tendrá un
efecto negativo sobre el rendimiento funcional.
Teoría mitocondrial del envejecimiento celular. El envejecimiento está
ligado a un proceso de desorganización progresiva de las mitocondrias
con formación del pigmento lipofuscina que se deriva en gran parte de
membranas mitocondriales oxidadas que sólo alcanzan niveles impor-
tantes en las células terminalmente diferenciadas, y puesto que las mito-
condrias contienen un sistema genético casi independiente, el genoma
mitocondrial puede tener un papel fundamental en el envejecimiento
celular. Este genoma regula la síntesis de varias proteínas hidrofóbicas
de la membrana interna que son componentes esenciales de los cito-
cromos, citocromo oxidasa y ATPasa, y por tanto, si este genoma mito-
condrial sufre con el tiempo mutaciones u otro tipo de cambios ligados
al estrés oxidativo, se perderá progresivamente la capacidad de regene-
rar la población mitocondrial, con la subsecuente pérdida de rendimien-
to y de resistencia al estrés que tiene lugar al envejecer.
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6 Geriatría
Es importante destacar que ninguna de estas teorías da una explica-
ción satisfactoria de las causas celulares y moleculares del envejecimien-
to en todos los órganos y sistemas del cuerpo humano. Es probable que
varias teorías expliquen de forma integradora el deterioro celular y que
otros mecanismos aún no identificados podrían tener más importancia
en la explicación de los procesos de envejecimiento que los hasta ahora
conocidos.
Factores relacionados con la longevidad
Diversas investigaciones realizadas sobre amplios grupos de población
y en torno a gemelos univitelinos han llegado a la conclusión de que
alrededor del 25 al 30% de los factores condicionantes de la duración
de la vida está determinado genéticamente, mientras que el restante 70
al 75% está más relacionado con el estilo de vida y el medio: buen esta-
do de ánimo, relaciones humanas enriquecedoras, hábitos alimentarios
adecuados y, primordialmente, práctica de actividadfísica.
Aunque la evidencia es clara, aún no ha sido posible establecer una
relación exacta entre los aspectos genéticos y la longevidad, estudios
en animales han demostrado que mutaciones que reducen la actividad
del gen llamado daf-2, que entre otros efectos parece retrasar el meta-
bolismo, podrían aumentar al doble el lapso de vida de C. elegans (un
nematodo ampliamente utilizado en los estudios de longevidad). Pocos
factores genéticos se han asociado con la longevidad extrema. Algunos
autores han encontrado en los centenarios japoneses una frecuencia
significativamente menor de HLA DRw9 que entre los adultos del grupo
control, lo que sugiere que dichos centenarios tienen menor tendencia
a las enfermedades autoinmunes. Los individuos con longevidad excep-
cional por lo general están libres de enfermedades que se relacionan
con la edad y que son causantes de la mayoría de las muertes en los
ancianos, tales como la enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus,
enfermedad de Alzheimer y el cáncer. Varios estudios sugieren que las
determinantes genéticas de la longevidad excepcional son altamente
heredables. Los hermanos de los centenarios tienen de 8 a 17 veces más
probabilidad de vivir más allá de los 100 años. En la actualidad se acepta
que existe aproximadamente un centenario de cada 10 000 individuos
de la población general. Los hijos de padres longevos tienen aproxima-
damente 50% menos prevalencia de hipertensión, diabetes mellitus,
infarto del miocardio y enfermedad vascular cerebral, comparados con
la población en general. Por lo menos un estudio ha vinculado al locus
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7Determinantes de la longevidad humana
del cromosoma 4 con la longevidad excepcional. La identificación de
los marcadores biológicos y los genes que conducen a la longevidad
excepcional pueden proveer indicios hacia los mecanismos que prote-
gen al huésped contra enfermedades comunes, procesos biológicos de
envejecimiento o ambos. Los genes de la longevidad han sido demos-
trados en otras especies, pero su relevancia en los seres humanos es al-
tamente controvertida; hasta el momento no se puede decir que exista
un gen de la longevidad, sin embargo, el fenotipo relacionado con la
longevidad excepcional seguramente debe involucrar diversos proce-
sos biológicos y proteger de un número de enfermedades relacionadas
con la edad, y estos procesos probablemente difieran de aquellos que se
sugieren en otras especies. Se han encontrado en el ser humano familias
con longevidad excepcional en las que se han identificado partículas
de tamaño mucho más grande de HDL y LDL que son en gran medi-
da independientes de los niveles absolutos de lipoproteínas y apolipo-
proteínas. Estos fenotipos en particular están asociados con una menor
prevalencia de hipertensión y enfermedad cardiovascular, así como el
síndrome metabólico en sus hijos, comparados con el grupo control. En-
tre los factores ambientales, como el no tabaquismo, no se ha podido
asociar con la longevidad extrema, esto no debe ser una evidencia de
que el tabaquismo es inofensivo, pues en realidad el aspecto sobre el
que más influye es la esperanza de vida y no el lapso máximo de vida.
Los demógrafos y los epidemiólogos están de acuerdo en que la espe-
ranza de vida ha aumentado significativamente (al menos en los países
industrializados), por lo que debemos preguntarnos si esta esperanza de
vida seguirá aumentando de manera indefinida. Con base en las obser-
vaciones de las sociedades actuales y del cada vez más aceptado térmi-
no de longevidad extrema (más allá de los 100 años), podemos contes-
tar afirmativamente.
A pesar de que no se conoce con exactitud el papel de los genes
sobre la longevidad, hipotéticamente pueden clasificarse según su in-
tervención, señalada en el cuadro 1-2.
Sabemos que anormalidades genéticas como las trisomías y enfer-
medades como la progeria disminuyen de manera muy importante el
lapso de vida, y por otra parte, se han encontrado familias con indivi-
duos de longevidad excepcional que parecen tener diferencias gené-
ticas, más que ambientales, que les permiten tener lapsos de vida más
prolongados.
La esperanza de vida está claramente afectada por los factores am-
bientales y de salud pública. Hasta 1950 la mayor parte del incremento
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8 Geriatría
Cuadro 1-2 Clasificación hipotética de los genes de la longevidad
1. Genes que causan envejecimiento
2. Genes que aumentan el riesgo de una enfermedad específica en la juventud pero que
no parecen estar relacionados con elenvejecimiento (p. ej., la fibrosis quística)
3. Genes que alteran la longevidad porque aumentan el riesgo de enfermedades especí-
ficas en la juventud, cuyas características son parecidas a algunas de las consecuencias
de la edad (p. ej., gen de la enfermedad de Werner, Cockayne, ataxia, telangiectasia)
4. Genes que influyen o causan enfermedades relacionadas con la edad (p. ej., enferme-
dad de Alzheimer y apolipoproteína E, ε-4)
5. Genes de prevención del envejecimiento:
a) Genes de baja aptitud que prolongan el tiempo de vida máximo, probablemente al
enlentecer el envejecimiento (p. ej., mutaciones en los genes daf de los invertebrados)
b) Polimorfismos que influyen enla velocidad del envejecimiento
c) Genes que influyen en las diferencias del tiempo de vida entre las especies (p. ej.,
genes facilitadores de la longevidad)
Modificado de Millar RE. A position paper on longevity genes. Documento url: http://www.sagake.
siciencemag.org/cgi/content/full/sagake, 2001.
de la esperanza de vida se debió a la reducción de la mortalidad tanto
infantil como de los adultos jóvenes, aumento en el estándar de vida, in-
tervenciones de salud pública y desarrollos tecnológicos que redujeron
la mortalidad por infecciones. Se sabe que los factores socioeconómicos
como la educación y la ocupación influyen en los patrones de morta-
lidad; sin embargo, sólo se especula acerca de los mecanismos de su
influencia sobre la mortalidad.
Las diferencias económicas entre los individuos con longevidad ex-
trema en la que la mayoría de ellos pertenece a clases medias y aco-
modadas, con mayores estándares de educación, hacen pensar que la
salud durante la juventud asegurará la salud en la edad avanzada, y que
también estará influida por la ocupación y la educación.
Algunos investigadores han confirmado el aumento de los riesgos
asociados con el consumo excesivo de alcohol, pero por otro lado el
alcohol también ha demostrado reducir la mortalidad en aquellos indi-
viduos que toman bebidas alcohólicas en forma moderada, en especial
vino, comparados con los abstemios. Estudios epidemiológicos de talla y
peso han demostrado que los índices de masa corporal altos están aso-
ciados con un aumento de la mortalidad. Hay un gran debate en torno
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9Determinantes de la longevidad humana
a si las exposiciones intrauterinas y perinatales influyen en la mortalidad
tardía y, por lo tanto, en el lapso de vida. En particular la nutrición y las
infecciones que parecen ser determinantes en la mortalidad posterior.
Algunos estudios indican que las tasas de bajo peso in utero y durante la
infancia están asociadas con resultados adversos de salud en las etapas
de la vida adulta, y se ha reportado una fuerte relación entre el bajo peso
en la infancia con un aumento de la mortalidad por enfermedad cardio-
vascular en el adulto.
Una significativa proporción del aumento de la esperanza de vida
puede ser atribuida al progreso médico, como es el caso del tratamiento
de la tuberculosis, cuando se introdujeron los antibióticos después de la
Segunda Guerra Mundial. Parece ser que los tratamientos médicos, por
lo menos en los años recientes, han reducido las tasas de mortalidad en
los ancianos, y que tal efecto continuará. Un ejemplo es la demostra-
ción de que el tratamiento fibrinolítico reduce de manera importante
la mortalidad en pacientes con infarto agudo del miocardio. Más aún,
el desarrollo de la medicina geriátrica, pero sobre todo en la prevención
y el tratamiento de enfermedades en los individuos de edad avanzada
probablemente reducirá la muerte prematura en estos individuos y, por
lo tanto, entre más intensivo sea el tratamiento médico, muy probable-
mente dé como resultado un aumento del lapso de vida.
El concepto de sobrevida selectiva fue aplicado por demógrafos en la
década de los años 1970, especialmente en la población de raza negra, que
llega a vivir más de 75 años y se especulaba que sus integrantes tendían
a morir antes porque la mayoría de ellos tenía desventajas económicas y
bajo acceso a los servicios de salud, por lo que aquellos que sobrevivieron
representaron un grupo vigoroso poco común de sujetos capaces de so-
brepasar los obstáculos que vencieron a otros. Posteriormente este vigor
les dio ventajas de sobrevivencia. Esta hipótesis de sobrevivencia también
puede clarificar otros hallazgos que demuestran una inusual buena salud
cognitiva y física en los sujetos más viejos. Parece que los hombres que
sobreviven más allá de los 90 años tienen menos probabilidad de desa-
rrollar enfermedad de Alzheimer con cada año más de vida. Aquellos que
desarrollan este tipo de demencia generalmente mueren cerca de los 80
años, lo que de alguna manera selecciona a los que superan los 90.
Los estudios en gemelos y de adopción han demostrado fuertes com-
ponentes genéticos en la muerte prematura, sobre todo en relación con
muertes por infección y por enfermedad cardiovascular. En contraste, la
muerte por cáncer parece estar más influida por factores ambientales
que por factores genéticos.
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10 Geriatría
Diferencias en la longevidad
en relación con el género
Es indiscutible el hecho de que las mujeres viven más que los varones. La
impresionante diferencia que existe entre la sobrevida de estos últimos y
aquéllas explica las características demográficas de los ancianos. Más de
la mitad de las mujeres de 65 años son viudas, hay tres veces más viudas
que viudos, y a los 85 años hay de 35 a 38 hombres por cada 100 mujeres.
Esta brecha de género se hace cada vez más marcada entre más avan-
zada es la edad, por eso las centenarias superan 9 a 1 a sus contrapartes
masculinas. Estos números se reportan en todo el mundo, donde las es-
tadísticas de salud son confiables. Aún no existe una explicación a esta
enorme diferencia, incluso buscándola desde el momento de la concep-
ción. Por razones que no son del todo conocidas, los espermatozoides
con cromosoma Y son más rápidos y eficientes en fecundar óvulos que
los espermatozoides con cromosoma X, lo que da como resultado 115
productos masculinos concebidos por cada 100 femeninos, pero por al-
guna razón no del todo entendida los productos masculinos son más
frecuentemente abortados de manera espontánea que los femeninos,
y al nacimiento hay 104 mujeres por cada 100 hombres. El exceso de
muertes masculinas continúa de manera muy clara en la infancia, pero
esta diferencia se detiene en la adolescencia, cuando la mortalidad em-
pieza a aumentar como resultado de los accidentes, homicidios y otras
causas violentas que triplican el índice de decesos en los varones entre
los 15 y 24 años. Esta brecha de género sigue aumentando con cada
década de la vida. Durante los años reproductivos las mujeres tienen
mucho menos probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
En la actualidad se sabe que estas diferencias no pueden ser explicadas
por los efectos de los estrógenos sobre el perfil de lípidos sanguíneos, y
tampoco se ha podido demostrar que los niveles de testosterona influ-
yan sobre los niveles de colesterol.
Antes de 1960 el tabaquismo y el alcoholismo eran mucho más pre-
valentes en los hombres que en las mujeres; sin embargo, esta diferencia
ha ido cambiando de manera radical hasta casi igualarse en la actuali-
dad, lo que quizá disminuya un poco la diferencia de la mortalidad entre
ambos sexos.
Por otro lado, las mujeres están más habituadas a visitar al médico
y participar en programas preventivos de salud que sus contrapartes
masculinas. Los varones, aunque también acudan a consulta, tienden a
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11Determinantes de la longevidad humana
minimizar sus síntomas, menospreciar los consejos médicos y adherirse
menos a los tratamientos. Es difícil saber por qué los hombres son tan
malos pacientes, aunque podría explicarse por los horarios de trabajo
más restringidos, mayores responsabilidades y diferentes intereses, pero
la mentalidad machista parece ser la causa principal.
La esperanza de vida de las mujeres suele superar a la de los varones
en un porcentaje del 5 al 10%; esta diferencia expresada en forma de
años tiende a incrementarse a lo largo del tiempo.
El efecto abuela. La longevidad humana tiene también una enorme
importancia en términos evolutivos. Avances recientes en las teorías
evolutivas de la longevidad humana sugieren que en lugar de ayuda
para los miembros viejos de la población, es la ayuda brindada por las
abuelas posmenopáusicas lo que ha permitido la reestructura etaria de
las sociedades humanas.
Una de las respuestas al aumento de esperanza de vida se sustenta en
la contribución de las abuelas al cuidado infantil, lo que ha reducido la
mortalidad. Al igual que otros primates, los humanos son incapaces de
alimentarse por sí mismos hasta edades considerables; esto les da a las
mujeres cuya fertilidad ya terminó (de tal manera que ya no tienen re-
cién nacidos propios), la oportunidad de influir en el éxito reproductivo
de sus hijas y en la sobrevivencia de su nietos mediante la asistencia en
la provisión de alimentos. Esta selección probablemente guarde relación
con la longevidad femenina.
Aspectos sociales de la longevidad
Un hecho innegable de nuestro tiempo es el significativo aumento de
la esperanza de vida y del lapso de vida de una proporción importante
de las sociedades desarrolladas, y que claramente está influido por as-
pectos ambientales y de salud pública. Es bien sabido que el estado so-
cioeconómico, la educación y la ocupación influyen en los patrones de
mortalidad a través de la vida. El estado socioeconómico y la salud en las
edades más avanzadas está relacionado con el estado socioeconómico
y la salud de los jóvenes.
Existe evidencia de que los viejos que están en contacto con su fami-
lia, amigos, iglesia y, en general, la sociedad, están en mejor forma física
y mental. Más aún, los datos muestran que una vida social activa bene-
ficia la función cerebral casi tanto como la capacidad física. Permanecer
socialmente activo también permite mantener una actitud positiva, y
mejora los sentimientos de autoestima.
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12 Geriatría
En décadas recientes, casi todos los países desarrollados han tenido
progreso en cuanto a la reducción de la mortalidad, sobre todo entre los
sujetos viejos, lo que ha permitido en parte el importante aumento en la
cantidad de individuos de edad avanzada, convirtiéndose cada vez más
en un grupo de gran influencia en las sociedades modernas, que tienen
que encontrar los modelos necesarios para proveer a estos individuos
de satisfactores como vivienda, alimentación y salud. Muy al contrario
de las percepciones erróneas, la atención social de los sujetos viejos re-
sulta ser más económica cuando se promueven acciones para preservar
la salud. El concepto es que la vida de los individuos resulte más larga
pero también más sana, con mayor calidad de vida.
Métodos eficaces para promover
la longevidad
Sin lugar a dudas los hábitos de vida saludables constituyen la mejor
forma de prevención posible a cualquier edad. Éste es un objetivo que
debe seguirse desde la infancia, pero nunca es tarde para llevarlo a la
práctica. Los tres aspectos más importantes son los relativos a la activi-
dad física, la alimentación y la suspensión de hábitos de riesgo.
a) Ejercicio. La gente tiende a asociar a la edad avanzada con decrepi-
tud y senilidad, pero no hay razón para asumir que la debilidad es
inevitable en la vejez; el ejercicio es la clave para evitarla. El aumen-
to del nivel de la actividad física se acompaña de una reducción de
las tasas de morbimortalidad, tanto en la prevención primaria como
en la secundaria; en los pacientes obesos contribuye a la pérdida de
peso, modifica el perfil para la obtención de energía, reduciendo la
formación de LDL y VLDL, así como una disminución del colesterol
total y aumento de las HDL, es decir, modifica de manera benéfica
todo el perfil de lípidos. El ejercicio debe ser promovido no solamen-
te por sus efectos benéficos sobre la presión arterial, condición car-
diovascular, la homeostasis de la glucosa, la densidad mineral ósea
y el insomnio, sino porque es el principal factor de promoción de la
longevidad, mejora el estado de ánimo y la interacción social, reduce
la constipación y previene las caídas. Aunque no existe consenso en-
tre la intensidad y cantidad de ejercicio que una persona debe realizar
para preservar la salud y aumentar el lapso de vida, es evidente que
poco ejercicio es mejor que ninguno y, por lo general, los pacientes
de edad avanzada no requieren sofisticados estudios o valoraciones
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13Determinantes de la longevidad humana
médicas para realizarlo, pues el riesgo que conlleva no hacer ejercicio
es mayor que el riesgo de no hacerlo. Hoy se sabe que el ejercicio
físico regular no sólo mejora lo síntomas clínicos en pacientes enfer-
mos, sino que también frena el avance la ateroesclerosis. Al menos en
parte, esto explica la mejoría que ejerce sobre la función endotelial.
b) Dieta. Hasta el momento la única evidencia experimental en mode-
los animales para prolongar significativamente la vida es la restricción
calórica que se refiere a una dieta con 30 o 40% menos calorías de lo
aceptado como normal, pero que contiene todos los micronutrientes
necesarios para cubrir las necesidades vitales y mantener la salud. En
todos los estudios realizados que incluyen ratones, peces, gusanos o
moscas, entre otros, se ha conseguido aumentar la longevidad entre
un 40 y 50% del promedio proporcionando a los animales dietas en-
riquecidas con vitaminas y minerales, con una restricción calórica de
un tercio de los controles. Se piensa que este tipo de dietas retrasa
el proceso de envejecimiento en los animales de laboratorio al au-
mentar consecuentemente el tiempo de vida, pero además reduce
la incidencia de las enfermedades relacionadas con la edad. Los efec-
tos de la restricción calórica fueron descritos hace más de 70 años,
desde entonces se han realizado muchas investigaciones sobre esta
intervención experimental. Ha sido difícil relacionar los hallazgos de
estos estudios con los posibles efectos que tienen en los humanos,
sin embargo, hay estudios en proceso que incluyen primates y hu-
manos voluntarios sanos, si bien tienen el inconveniente de la larga
duración planeada. Richard H. Weindruch realiza estudios en monos
Rhesus que, comparados con el grupo control, tienen niveles más ba-
jos de insulina con un mejor control de la glucosa, así como niveles
más bajos de triglicéridos que los hace poco susceptibles a desarro-
llar ateroesclerosis, lo que probablemente les permite vivir más.
La llamada dieta mediterránea se asocia con una disminución
del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Se piensa que
esto se debe a su alto contenido de alimentos antioxidantes, grasas
poliinsaturadas (primordialmente aceite de oliva), pastas y pan de
granos enteros, abundantes vegetales y carne de pescado, así como
cantidades moderadas de alcohol, en especial vino, en el que se han
detectado sustancias llamadas polifenoles (como el resveratrol), a los
que se les han atribuido efectos enzimáticos y metabólicos benéficos
para promover la longevidad.
c) Suspensión de los hábitos de riesgo y control de factores de riesgo cardio-
vascular. Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera
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14 Geriatría
causa de mortalidad en casi todo el mundo. De acuerdo con la Orga-
nización Mundial de la Salud (OMS), la patología cardiovascular segui-
rá siendo la primera causa de muerte en los países industrializados,
con una incidencia creciente en los países en vías de desarrollo, por lo
que el control de los factores de riesgo cardiovascular tendrá que ser
una de las pautas más importantes para evitar la muerte y prolongar
la vida en los sujetos de edad avanzada. Algunos de los factores de
riesgo no son modificables, por ejemplo la edad, el sexo y la predis-
posición genética, pero muchos de ellos sí pueden ser modificados y
tienen una alta prevalencia en la población, como son la hipertensión
arterial, la dislipidemia y la diabetes. Otros están relacionados con el
estilo de vida, como son el sedentarismo, el tabaquismo y una dieta
inapropiada.
Los pacientes con enfermedad cardiovascular presente (enfer-
medad coronaria, insuficiencia arterial periférica, isquemia cerebral
transitoria o secuelas de enfermedad vascular cerebral) deben tener
una detección y control más estricto de estos factores de riesgo; este
control se denomina prevención secundaria.
d) Tabaquismo. En los últimos 50 años, múltiples estudios han demostra-
do en forma inequívoca e irrefutable los efectos nocivos del tabaquis-
mo relacionados proporcionalmente con la cantidad de cigarrillos
consumidos. Además de aumentar el riesgo de enfermedad corona-
ria, el uso de cigarrillos se relaciona con la muerte súbita, aneurismas
aórticos, insuficiencia arterial periférica e isquemia cerebral transito-
ria. Es importante destacar también que en los últimos años se ha
descartado que el tabaquismo pasivo sea capaz por sí solo de au-
mentar el riesgo de enfermedad coronaria y de otras enfermedades
relacionadas con el tabaco.
El tabaco tiene un efecto tóxico sobre las células endoteliales, por
lo que estimula la ateroesclerosis, aumenta la formación y el desarro-
llo de trombos al incrementar la adhesividad plaquetaria, favorece la
vasoconstricción, y aumenta en forma aguda la actividad simpática,
que puede desencadenar el desarrollo de arritmias. Se ha relaciona-
do con el desarrollo de múltiples neoplasias, destacando primordial-
mente las que aparecen en el aparato respiratorio y la vejiga. Es indis-
pensable abandonar el hábito de fumar, pues esto constituye por sí
solo la medida más importante de prevención en las enfermedades
cardiovasculares.
e) Sobrepeso y obesidad. La dieta guarda estrecha relación con el proce-
so de ateroesclerosis a través de su influencia sobre otros factores de
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15Determinantes de la longevidad humana
riesgo como son la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial. El
aumento del consumo de colesterol en la dieta se asocia con una ele-
vación de sus concentraciones en plasma. La influencia mayor del co-
lesterol dietético se observa con un consumo entre 0 y 300 mg diarios,
cifra máxima recomendada en la actualidad. Los ácidos grasos satura-
dos, abundantes en la grasa animal (excepto la del pescado), son los
principales causantes del aumento del colesterol total y LDL.
El exceso de peso se ha convertido en un problema de salud en
prácticamente todo el mundo. Un índice de masa corporal mayor de
30 se considera como obesidad aunque el riesgo coronario empieza
a aumentar cuando este índice supera 25. El perímetro abdominal
(menos de 94 cm para hombres y menos de 88 cm para mujeres)
también se ha relacionado con diferentes niveles de riesgo, pero no
todos los tipos de obesidad son igualmente perjudiciales, pues se
sabe que la obesidad central típica de los varones, donde la grasa se
deposita fundamentalmente en el abdomen y el tórax, se asocia con
un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, pero además se ha
relacionado con la resistencia a la insulina, la intolerancia a la glucosa
y la diabetes mellitus tipo 2, la dislipidemia y la hipertensión arterial.
f) Sedentarismo. Estudios epidemiológicos han demostrado que la inac-
tividad física promueve un aumento de riesgo de muerte por todas
las causas, especialmente por enfermedad cardiovascular, diabetes
y cáncer. El sedentarismo también guarda estrecha relación con una
gran cantidad de discapacidades físicas que finalmente propician
enfermedades.
g) Dislipidemias. Las alteraciones en el metabolismo de los lípidos están
claramente relacionadas con el desarrollo de ateroesclerosis, riesgo
de enfermedad cardiovascular y muerte prematura. Es bien conocido
el proceso por el que el colesterol LDL participa en la formación de
placas de ateroma, lo mismo ocurre con los triglicéridos que han
demostrado ser un factor de riesgo independiente y que parecen
contribuir más al riesgo cardiovascular de las mujeres. Ahora se sabe
que la reducción de los niveles de colesterol en la sangre con el tra-
tamiento farmacológico se asocia a un menor desarrollo de enferme-
dades cardiovasculares. Existen múltiples sustancias hipolipemiantes
que se utilizan en la práctica clínica diaria solas o en combinación, y
en pacientes con cifras normales este efecto puede asociarse a un
retraso en la progresión de la ateroesclerosis, con una consecuente
reducción de las enfermedades cardiovasculares e incluso la muerte.
El efecto de algunos de estos medicamentos parece no sólo estar en
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16 Geriatría
Cuadro 1-3 Pruebas de tamiz recomendadas para el paciente adulto
Estudio de tamiz Enfermedad que detecta
Colposcopia con Papanicolaou Cáncer cervicouterino
Mastografía y autoexamen mamario Cáncer mamario
Densitometría mineral ósea Osteoporosis
Medición de perfil de lípidos Enfermedad cardiovascular
Proteína C reactiva
Glucosa sérica Diabetes mellitus
Sangre oculta enheces y colonoscopia Cáncer de colon
Pruebas de función tiroidea Disfunción tiroidea
Estudio de fondo de ojo y presión intraocular Degeneración macular y glaucoma
Valoración odontológica Salud bucal
Medición de la presión arterial Hipertensión arterial esencial
Antígeno prostático específico
y valoración urológica
Cáncer de próstata
Peso y talla (índice de masa corporal) Obesidad
Radiografía de tórax y citología del esputo Cáncer pulmonar
relación con la disminución de los niveles del colesterol, sino en la
mejoría de la disfunción endotelial, estabilizando la placa ateroescle-
rosa y con un probable efecto antiinflamatorio.
h) Examen médico periódico. La detección oportuna de enfermedades en
el paciente adulto asintomático ha demostrado grandes beneficios
en el tratamiento temprano de padecimientos como algunos tipos
de cáncer, osteoporosis, disfunción tiroidea, enfermedad cardiovas-
cular y depresión, entre otros. La realización de estudios de tamiz de
manera periódica se ha relacionado con un aumento de la calidad y
cantidad de vida, por lo que es recomendable promover esta práctica
de manera sistemática (cuadro 1-3).
Conclusiones
El conocimiento de los determinantes de la longevidad humana es aún
escaso y hay un número de factores asociados con la mortalidad que
pueden ser identificados entre la población. A nivel particular estas aso-
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17Determinantes de la longevidad humana
ciaciones son muy débiles como para poder predecir el tiempo de vida
de una persona. Por otro lado, las intervenciones médicas en la actua-
lidad pueden modificar en forma individual la probabilidad de vida de
una persona. Las perspectivas para entender más los determinantes de
la longevidad humana pueden ser muy buenas. El progreso rápido de la
genética puede añadir un considerable entendimiento a nuestra sobre-
vida y los procesos de envejecimiento en especies como las levaduras,
gusanos, insectos y ratas pueden ser similares a los que ocurren en los
humanos. Los avances en la gerontología experimental van a ser deci-
sivos. Los estudios demográficos y epidemiológicos en las poblaciones
humanas también van a desempeñar un papel importante mientras se
acumulan datos más confiables y extensos para ser analizados. Los es-
tudios de los centenarios cada vez son más amplios y acumulan más
individuos, ofreciendo información de las características de los sujetos
en el extremo más avanzado de la vida.
El descubrimiento de que muchas personas mayores de 95 años go-
zan de muy buena salud y están en muy buena forma, puede reformular
la planeación de los sistemas de salud para mejorar la satisfacción de las
necesidades de los viejos.
Finalmente, podemos concluir que:
1. Cabe esperar que la esperanza de vida no supere los 90 años en el
siglo XXI, salvo que se produzcan inesperados avances científicos.
2. No existe ningún método clínico que permita conocer la verdadera
edad biológica de un individuo.
3. No hay ninguna sustancia que haya demostrado reducir, interrumpir
o revertir el envejecimiento.
4. El efecto de las dietas hipocalóricas aún no está bien establecido, y su
eficacia para aumentar la longevidad humana es debatible.
5. La medicina geriátrica actualmente no combate en forma activa el
envejecimiento sino sólo sus efectos.
6. Los estilos de vida saludables ayudan a conseguir mayores expectati-
vas de vida al posponer o evitar las enfermedades relacionadas con la
edad.
7. Jóvenes sanos generarán viejos sanos.
8. La posibilidad de una hipotética inmortalidad todavía está fuera de
contexto científico.
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18 Geriatría
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C A P Í T U L O
2
Demografía
del envejecimiento
Dr. Lorenzo García
Dr. J. Francisco González Martínez
Desde el siglo pasado, el número y características de los adultos mayores
han cambiado radicalmente en todo el mundo. Sin embargo, el aumen-
to en lo que a cantidad se refiere se asocia a dos fenómenos principales:
disminución en la mortalidad general y reducción en las tasas de natali-
dad, por lo que la población de 65 años se está incrementando dramá-
ticamente y lo seguirá haciendo en los próximos 50 años. Por desgracia,
estos cambios en el perfil demográfico de las diversas sociedades traen
aparejados cambios en las estructuras de atención y cuidados para la
salud del paciente anciano.1
Como hoyse sabe, cada vez más personas alcanzan edades más avan-
zadas, lo que requiere mayor conocimiento de las necesidades no sólo en
salud, sino sociales, que el grupo poblacional que envejece necesita.1
El conocimiento de la demografía del envejecimiento, más que ser
números que cuantifiquen un solo aspecto de la vida del viejo, nos brin-
da un amplio panorama de la problemática que enfrenta este grupo de
personas: enfermedades crónico-degenerativas, discapacidades, pro-
blemática social, laboral y emocional, y nos permite planear para darle
adecuada atención y calidad de vida a un grupo poblacional la mayoría
de las veces desprotegido.2, 3
Temas como la problemática de salud del anciano, el viejo como fuer-
za laboral ysu perfil de discapacidad son preguntas que, además de ser
19
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20 Geriatría
interesantes, tienen un sentido práctico que ha permanecido inexplora-
do por muchos años.3
Demografía
―La población mexicana aumentó de 13.6 millones de habitantes en
1900 a 91.2 millones en 1995, y es de casi 100 millones en el año 2000
(105 millones en el año 2005). Este incremento significa que el monto
poblacional se multiplicó por siete en el siglo XX, lo que en combinación
con las transformaciones socioeconómicas ocurridas en el mismo pe-
riodo, definió dos contextos nacionales muy distintos entre principios y
finales del siglo pasado‖.2, 3
El crecimiento demográfico ha resultado principalmente de los
comportamientos de la mortalidad y la natalidad. La mortalidad ge-
neral ha registrado una disminución continua desde 1930, al pa-
sar de cerca de 27 defunciones por cada mil habitantes a menos
de 5 en 1995. Por otro lado, la natalidad se mantuvo alta hasta 1970,
cuando empezó a descender con rapidez, debido en parte a la apari-
ción y difusión de nuevos métodos anticonceptivos, cuya demanda
actual, aún considerada como insatisfecha, se pretende disminui-
rá del 12.1 al 6.4% en 2006. Por otro lado, el desarrollo de las ciencias
de la salud y mejor calidad de vida de los seres humanos han abatido
las tasas de mortalidad, por lo que cada vez nos acercamos más a una
sociedad de viejos (figura 2-1).2, 3
Este texto del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informá-
tica (INEGI) explica sucintamente cómo han evolucionado las curvas
demográficas en nuestro país. Las causas son muchas, variadas y, en su
mayoría, corresponden a la realidad de un país que en su camino al de-
sarrollo mejora su calidad de vida: mayor control natal, mejores servicios
médicos, más higiene, etcétera. Todo ello ha elevado la esperanza de
vida de los mexicanos de manera sustancial.2
En 1980, los mexicanos podíamos aspirar a vivir, en promedio, 56.2
años; tan sólo 15 años más tarde, en 1995, la esperanza de vida aumentó
a 73, en el 2000 a 74 y, según proyecciones demográficas del Consejo
Nacional de Población (Conapo), en el próximo medio siglo aumentará
en siete años aproximadamente. Así, con cada vez menos nacimientos
y población más longeva, tenemos una dinámica de población que va
cambiando. Si siempre nos jactamos de ser un país de jóvenes, poco a
poco tenemos que prepararnos para ser un país con cada vez más viejos,
tal como lo han hecho en otras naciones.2
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21Demografía del
envejecimiento
Figura 2-1 Tasas de natalidad y de mortalidad en México para el periodo 1950-2050.
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población.
En la figura 2-2 se observa cómo a principios del siglo pasado la es-
peranza de vida al nacer, tanto para hombres como para mujeres, era de
menos de 40 años, y se considera que ésta sea superior a los 80 años al
llegar al año 2050, según las proyecciones de Conapo.3
Las razones de una esperanza de vida menor al inicio del siglo pasado
son muy variadas: desnutrición, infecciones de toda índole (tuberculo-
sis, neumonía, gastroenteritis, etcétera), enfermedades crónico-dege-
nerativas, condiciones insalubres de trabajo, inaccesibilidad a servicios
médicos y otras que se han ido mejorando predominantemente en la
segunda mitad del siglo XX. Disciplinas como la geriatría, el trabajo social,
la gerontología, la nutriología y otras han contribuido a permitir que vi-
vamos más años; sin embargo, la nueva tarea es ofrecer salud y calidad
de vida para el viejo y sus cuidadores.4, 5
De acuerdo con las cifras del INEGI, para 1995 el 6.5% de la población
estaba constituida por adultos mayores, es decir, de 60 años o más. Las
curvas demográficas señalan que dentro de pocos años, este segmento
de la población podría representar 20% del total de los mexicanos. En
específico, para el año 2050 se proyecta que de un total de 129 592 522
mexicanos, aproximadamente 36 222 237 sean mayores de 60 años de
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22 Geriatría
Figura 2-2 Esperanza de vida al nacimiento por sexo en el periodo 1930-2050.
Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población.
edad. Un fenómeno que es importante mencionar es el aumento en la
población de adultos mayores, incluyendo la presencia de centenarios,
grupo que antes era casi inexistente.2
Estas cifras son suficientes para afirmar que, ahora más que nunca,
es vital para este país desarrollar y solidificar un sistema de ahorro para
el retiro eficiente y robusto, capaz de soportar la pesada carga de seg-
mentos de la población cada vez más amplios que no son productivos y
dependen de sus pensiones.4
Tal es el impacto del crecimiento de la población vieja que se consi-
dera uno de los aspectos principales a estudiar en este siglo XXI. Además,
problemas como las precarias condiciones de vida de muchos viejos en
nuestro país nos llevan a preguntar cómo se manejan y qué alcances
tienen los sistemas de pensión, jubilación y ahorro para el retiro. Las limi-
taciones que implica el proceso de envejecimiento, incluso de pacientes
con una adecuada independencia física, provocan que el adulto mayor
tenga menor aportación de ingresos económicos, requiriendo que se le
ofrezcan ―sustitutos‖que en algo alivien el desgaste monetario tan severo
que en ocasiones sufren algunos viejos. Por lo anterior, parte importante
de la concepción y diseño de la seguridad social deben constituirse de la
planeación en cuidados gerontogeriátricos a todos los niveles.4, 5
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23Demografía del
envejecimiento
El auge de la seguridad social en México tuvo su mayor impulso en
los años 40; sin embargo, hasta la fecha su cobertura aún es escasa, sobre
todo con una protección selectiva al medio urbano con probablemente
poco interés en el medio rural y los no asalariados. A lo anterior podemos
agregar que muchos recursos de protección social se destinan a grupos
de personas sindicalizadas, quienes pueden ejercer suficiente presión
política, lo que marca otra desigualdad para aquellos no sindicalizados.5
Tal vez entre los grupos social y económicamente más desprotegidos
se encuentran los adultos mayores, que por lo general se encuentran al
margen de una sociedad en continuo cambio al que muchas veces no
se adaptan o no dejamos que se adapten, pierden movilidad, entusias-
mo y oportunidades ante un entorno que no los valora adecuadamente
y en el que aún podrían tener éxitos laborales si se les ubicara de manera
adecuada.5
Importancia del envejecimiento en México
La transformación socioeconómica que sufre nuestro país obliga tanto
a que reflexionemos sobre los errores del pasado en cuanto a la protec-
ción a los adultos mayores, como a hacer una proyección hacia el futuro.
Esta búsqueda de perspectivas adecuadas de vida para los adultos ma-
yores incluye no sólo cómo procurarlas sino también la mejor manera
para hacerlo, y en ellas se señalan tres transformaciones socioeconómi-
cas que destacan por su importancia:5
Una se refiere a los cambios en el modelo económico, que desecha
la industrialización con base en el mercado interno y se apoya social-
mente en el Estado benefactor, para procurar ahora ser parte de la glo-
balización económica perfilada por las leyes del mercado y las finanzas
internacionales.
Otra es el cambio político realizado justo al iniciar el nuevo siglo y que
ahora intenta rescatar el sentido federal de la administración pública,
equilibrar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, al mismo tiempo de
construir una democracia.
También está la transición demográfica, cuya repercusión principal y
a largo plazo es la acumulación en números porcentuales y absolutos de
la población vieja.
En cuanto a los procesos económicos y políticos, éstos se encuen-
tran llenos de incertidumbres, debates y disputas acerca de los modos,
los caminos y las metas de estas transformaciones. Como parte de los
nuevos problemas, las relaciones de dependencia que definen la globa-
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24 Geriatría
lización imponen restricciones al crecimiento económico y la creación
de empleos.5
Este ambiente de contraposiciones e incógnitas no existe sobre la
transición demográfica, en la cual se puede decir que todos los que par-
ticipan en el análisis bioestadístico concluyen que las cifras poblaciona-
les no son sujetos de controversia. Esta uniformidad se da simplemente
porque desde el gobierno, los planes de desarrollo y las actitudes fa-
miliares y personales, se procura que los niveles de fecundidad y mor-
talidad continúen en descenso, con el deseo no sólo de alargar la vida,
mejorar la salud y ampliar las oportunidades de bienestar material, sino
también y por demás importante, evitar presiones demográficas mayo-
res sobre los sistemas socioeconómicos y ecológicos en busca de lo que
ahora se describe como desarrollo sostenible. Así, debe aceptarse que,
al igual que el resto del mundo, el panorama poblacional de México será
el de un envejecimiento inevitable. Por tanto, es también ineludible que
se tenga en cuenta este proceso como un reto social del siglo XXI, con la
ventaja para la planeación, que en este caso podemos anticipar, con un
enorme grado de confianza, sus tiempos y magnitudes.5
En términos meramente de una descripción demográfica, la perspec-
tiva de menor participación de la población de niños y adolescentes da la
oportunidad de dedicar recursos y atención para lograr mayor calidad en
la preparación, escolaridad y salud de las generaciones futuras. A su vez,
el crecimiento de las poblaciones jóvenes y adultas brinda el potencial de
la fuerza laboral capaz de dar sostén y apoyo, aunque al mismo tiempo
trae el reto de crear ocupación productiva y significativa para este gru-
po poblacional. Finalmente, la parte envejecida de la población es una
consecuencia realmente no buscada de la transición demográfica y que
implica costos no previstos ante las necesidades y atención que requiere
esta población, debido a su dependencia relacionada con la edad.
Algunos de los problemas más relevantes que impone el envejeci-
miento en México se refieren a:
a) La insuficiencia financiera de la seguridad social, de las pensiones y
los sistemas de retiro.
b) El desplazamiento hacia edades mayores en la composición de la
fuerza de trabajo y su repercusión en los mercados laborales ante
la globalización económica, la transformación y tecnificación de los
métodos de trabajo y los cambios en los modelos de desarrollo.
c) La fragilidad en las condiciones de salud de la población en edades
avanzadas, así como la mayor incidencia y prevalencia de enfermeda-
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25Demografía del
envejecimiento
des crónicas e incapacidades, imponen la necesidad de modificar los
sistemas de salud.
d) El cambio en las relaciones familiares y las condiciones de domicilio,
producto de la transformación de las estructuras familiares y de los
hogares conformados cada vez más por adultos mayores y cada vez
menos por jóvenes.
e) La feminización del envejecimiento no sólo debida a la mayor sobre-
vivencia de las mujeres sino también a las condiciones físicas, econó-
micas y sociales más adversas con las que llegan y pasan por la vejez,
en comparación con los varones.
f) La vulnerabilidad ante la vejez y sus aspectos físicos, sociales, éticos,
legales y de derechos humanos.5
g) De esta manera, el entendimiento del envejecimiento, sus caracte-
rísticas socioeconómicas y de salud, la prevención y la búsqueda de
soluciones ante los problemas que impone, se tornan todos en una
necesidad moral, social y política.5
Economía y envejecimiento
En principio, el envejecimiento demográfico de un país es un indicador
de un buen estándar de vida de la población general, ya que de forma
indirecta nos habla de una mejora en los sistemas de salud, mayor control
de la natalidad, un mejor sistema de vivienda y oportunidades laborales
que, a su vez, prolongan la existencia del individuo promedio; sin embar-
go, el aumento en el número de viejos es de esperarse que produzca un
consumo de bienes y servicios con las necesidades propias de este grupo
de personas. Por desgracia, estas necesidades en la mayoría de los casos
tienen que ser subsanadas por individuos más jóvenes, teniendo que de-
rivar recursos hacia los ancianos, que originalmente podían utilizarse en
sí mismos o en individuos más jóvenes. Además del dinero, el cuidado
del viejo exige, el tiempo suficiente para brindarle adecuada asistencia
material.1, 2, 5
Por otro lado, el trabajador viejo en muchas ocasiones se ve obligado
a una segunda actividad ante la insuficiencia de las pensiones de retiro,
o bien, trata de retrasar la jubilación, agregando a su jornada laboral una
actividadremunerada informal.5
Conforme se envejece, se van acumulando procesos crónico-dege-
nerativos y discapacidades diversas, lo que repercute en su capacidad
para realizar múltiples actividades laborales, aumentando así los riesgos
de las enfermedades de trabajo.
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26 Geriatría
Cuadro 2-1 Los ancianos del Distrito Federal
Cómo viven (condición) %
Habitan enel D.F. 700 000
No tienen pensión ni sueldo 70
Realizan una actividad lucrativa 30
Están postrados 2
Son indigentes 0.02
Viven enzonas marginadas 30
Son analfabetas 11.4
Tomado y modificado del Programa de Atención de Adultos Mayores, GDF, 1999.
Una de las limitantes del trabajador viejo es que debido a sus enfer-
medades, puede requerir periodos regulares de descanso, que tal vez se
presenten con más frecuencia que en un trabajador joven, lo que pu-
diera contribuir a que estos ―descansos‖ limiten la adaptación del adulto
mayor a las nuevas tecnologías que se generan en materia laboral. En el
cuadro 2-1 se proporcionan los porcentajes de adultos mayores que no
tienen pensión ni sueldo (en México), así como aquellos que realizan una
actividad lucrativa donde se aprecia un franco deterioro económico de
la mayoría de los adultos mayores que habitan el Distrito Federal, donde
supuestamente se concentra la mayor parte de los recursos financieros
de nuestro país.5, 6, 7
Los retos de la salud (morbilidad y discapacidad)
El aspecto del envejecimiento que traerá el mayor impacto social y
económico se refiere al estado de salud de este grupo poblacional. La
concomitancia entre la transición demográfica y epidemiológica resulta
justamente en el envejecimiento demográfico, bajo un desplazamiento
de las causas en la morbilidad y mortalidad de las enfermedades trans-
misibles hacia las enfermedades crónicas, degenerativas e incapacitan-
tes, que afectarán principalmente a los adultos mayores. Más que la mor-
talidad, la morbilidad y las consecuencias no letales de la enfermedad
deberán tenerse en cuenta como tópicos centrales de la atención al
envejecimiento.5
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27Demografía del
envejecimiento
Se reconoce la importancia que acarrea la acumulación de los pro-
blemas de salud en la edad avanzada y las necesidades que se crean en
cuanto a prevención, atención a largo plazo y adaptación de los siste-
mas y servicios de salud. No se trata sólo de gastos monetarios o de la
atención médica profesional, sino también de las cargas emocionales
que repercuten en la calidad de vida de los pacientes y familiares. Es de
esperarse que el patrón de daños a la salud de la población geriátrica
puede ser similar al de otros países, pero no igual, definiéndose por las
características políticas, económicas y culturales de México.1, 5, 6
Entre los indicadores de calidad de vida de los pueblos se consideran
factores como la esperanza de vida, la mortalidad y la morbilidad espe-
cífica. Estos últimos puntos son de suma importancia cuando hablamos
de retos en salud y la causa principal por la que debemos modificar los
riesgos en pro de una mejora en la calidad de vida del viejo. Para dar un
ejemplo, en el cuadro 2-2 se muestran las 10 causas principales de mor-
talidad en el Distrito Federal.5, 6
En el cuadro mencionado apreciamos que debido a la expansión de
programas preventivos de salud maternoinfantil se han abatido afeccio-
nes del periodo perinatal, así como las de tipo infeccioso, dando paso a
enfermedades crónico-degenerativas como padecimientos cardiovascu-
Cuadro 2-2 Causas más comunes de mortalidad en adultos mayores
en el Distrito Federal
1. Enfermedades del corazón
2. Diabetes mellitus
3. Tumores malignos
4. Enfermedad cerebrovascular
5. Enfermedades del hígado
6. Accidentes
7. Afecciones del periodo perinatal
8. Influenza y neumonía
9. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
10. Malformaciones congénitas
Fuente: INEGI, Dirección General de Estadística, 2000.
Tomado ymodificado de González F y García L, Longevidad ycalidad de vida, Archivo Geriátrico,
vol. 5, año 5, no. 2, 1999.
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28 Geriatría
lares, diabetes mellitus y neoplasias, las cuales pueden observarse sobre
todo entre los pacientes adultos mayores. De manera global, los proble-
mas de salud, el aumento en la longevidad de la población y los factores
sociológicos nos llevan al fenómeno de la transición epidemiológica (que
involucra la evolución a las enfermedades crónicas no transmisibles y la
disminución de las infecciosas, como causas principales de morbilidad y
mortalidad).6
Además, debemos considerar que en el adulto mayor de nuestro país,
independientemente de su perfil de enfermedades crónico-degenerati-
vas, influye en forma notable su perfil de discapacidad; esto se manifies-
ta en la información proporcionada por el INEGI.2
De los 755 843 mayores de 60 años, 5.5% tiene alguna discapacidad
física y cinco de cada 10 ancianos padecen alguna enfermedad crónico-
degenerativa.
En el cuadro 2-3 se pueden observar las condiciones crónico-dege-
nerativas más comunes en los adultos mayores condicionantes de poli-
patología.8
Al revisar los cuadros 2-3 y 2-4, respectivamente, parece haber cier-
ta discrepancia entre las causas de mortalidad en pacientes viejos y las
Cuadro 2-3 Condiciones crónico-degenerativas más comúnmente
reportadas por cada 1 000 adultos mayores de 65 años
Condición Varones Mujeres
Artritis 411.2 534.5
Hipertensión arterial sistémica 298.0 410.8
Enfermedades cardiovasculares 311.3 238.0
Hipoacusia de etiología múltiple 386.8 243.2
Cataratas 140.1 194.3
Deterioro del aparato musculoesquelético 156.5 158.4
Sinusitis crónica 109.6 122.5
Diabetes mellitus 121.8 84.3
Tinnitus 117.4 66.1
Deterioro visual 103.8 70.0
Tomado de Adams PF, Currents estimates from The Nacional Health Interview Survey 1996. National Cen-
ter of Health Statistics, Vital Health Stat, 1999;10(200).
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29Demografía del
envejecimiento
enfermedades más frecuentes. La explicación aparece cuando nos da-
mos cuenta de que los padecimientos más comunes en los ancianos
no necesariamente son aquellos que los matan, pero sí aquellos que los
discapacitan con más frecuencia. Una situación que aumenta la proble-
mática de la salud del viejo es que presenta un alto grado de comorbili-
dad, esto es, que en un mismo paciente pueden confluir varios estados
patológicos al mismo tiempo, lo que ocasiona que su ruta diagnóstica y
tratamiento sean más difíciles y se gasten más recursos humanos y eco-
nómicos que en pacientes jóvenes. De hecho, se dice que el fenómeno
de comorbilidad es tan común en los pacientes viejos que, según la serie
que se estudie, hasta 50% de los pacientes que la portan tiene arriba de
60 años de edad, y entre los adultos mayores de 80 años este fenómeno
se presenta en una proporción de 70% en las mujeres y 30% en los varo-
nes. Es importante mencionar que entre éstos, sin importar la edad y la
comorbilidad, cuando menos estadísticamente, el pertenecer al género
masculino influye para tener, en promedio, menor sobrevivencia que los
individuos del género femenino.1, 8, 9
Como parte fundamental de la calidad de vida de la población an-
ciana se han descrito los siguientes criterios específicos: la aptitud del
individuo para asumir los roles y las actividades en forma adecuada; el
mantenimiento de la capacidad intelectual normal en cada periodo de
la vida, y el bienestar individual y colectivo. Asimismo, para integrar los
razonamientos analizados y obtener una evaluación objetiva, no de-
bemos excluir la áreas básicas del individuo: sus funciones sociales, las
intelectuales, el estado emocional, su situación económica y la capaci-
dad funcional. En los últimos años se ha dicho que en muchos pacien-
tes viejos más que la enfermedad cuenta la funcionalidad del individuo,
tanto en sus actividades cotidianas como en la sociedad en que se des-
envuelve,1, 6
por lo que la planeación en recursos para la salud destinada
a este grupo etario requiere una gran inversión económica y de recursos
humanos a corto, mediano y largo plazos, tanto encaminados a resolver
los problemas presentes como futuros en la medicina preventiva y re-
habilitatoria con un enfoque eminentemente gerontogeriátrico. Lo que
nos ha llevado, según el enfoque rehabilitatorio actual a considerar cual-
quier tipo de discapacidad como un padecimiento crónico más, con la
misma importancia para darle un adecuado tratamiento.5, 6
Debido a que la rehabilitación del adulto mayor en términos genera-
les puede ser más tardada y costosa que la de un joven, con frecuencia
se ve aplazada por polipatología, polifarmacia, o bien por situaciones
de tipo social; un objetivo estratégico actual en la atención integral del
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  • 1.
  • 3. Dr. José Francisco González Martínez Médico Internista y Geriatra Director de Enseñanza del Hospital General de México, O. D. Expresidente de la Sociedad Médica del Hospital General de México, O. D. Expresidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A. C. Profesor Titular de Medicina Interna en el Internado de Pregrado Profesor de Pre y Posgrado Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México Dr. Armando Pichardo Fuster Médico Internista, Cardiólogo y Geriatra certifi cado por los Consejos respectivos Médico de Base del Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D. Expresidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A. C. Titular del Curso de Especialización en Geriatría Universidad Nacional Autónoma de México Profesor Titular de la asignatura de Geriatría, Escuela Superior de Medicina Instituto Politécnico Nacional Profesor Titular del curso de Posgrado en Geriatría, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autonóma de México Dr. Lorenzo García Médico Geriatra Jefe del Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D. Expresidente de la Asociación Mexicana de Gerontología y Geriatría, A. C. Secretario de la Sociedad Médica del Hospital General de México, O. D. Profesor Titular de Pregrado de la asignatura de Geriatría, Escuela Superior de Medicina Instituto Politécnico Nacional Profesor Adjunto del Curso de Especialización en Geriatría Universidad Nacional Autónoma de México Profesor Titular de la asignatura de Geriatría Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios número 10 Secretaría de Educación Pública MÉXICO • BOGOTÁ • BUENOS AIRES • CARACAS • GUATEMALA • MADRID • NUEVA YORK SAN JUAN • SANTIAGO • SAO PAULO • AUCKLAND • LONDRES • MILÁN • MONTREAL NUEVA DELHI • SAN FRANCISCO • SINGAPUR • ST. LOUIS • SIDNEY • TORONTO http://bookmedico.blogspot.com
  • 4. Director editorial: Javier de León Fraga Corrección de estilo: Sebastián Elizarrarás García Supervisor de edición: Norma Leticia García Carbajal, Héctor F. Guerrero Aguilar Supervisor de producción: José Luis González Huerta NOTA La medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos cono- cimientos, se requerirán cambios de la terapéutica. El (los) autor(es) y los editores se han esforzado para que los cuadros de dosifi cación medicamentosa sean precisos y acordes con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante los posibles errores humanos y cambios en la medicina, ni los editores ni cualquier otra persona que haya participado en la preparación de la obra garantizan que la información con- tenida en ella sea precisa o completa, tampoco son responsables de errores u omisio- nes, ni de los resultados que con dicha información se obtengan. Convendría recurrir a otras fuentes de datos, por ejemplo, y de manera particular, habrá que consultar la hoja informativa que se adjunta con cada medicamento, para tener certeza de que la información de esta obra es precisa y no se han introducido cambios en la dosis recomendada o en las contraindicaciones para su administración. Esto es de particular importancia con respecto a fármacos nuevos o de uso no frecuente. También deberá consultarse a los laboratorios para recabar información sobre los valores normales. GERIATRÍA Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización escrita del editor. DERECHOS RESERVADOS © 2009 respecto a la primera edición por McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. de C.V. A subsidiary of The McGraw-Hill Companies, Inc. Prolongación Paseo de la Reforma 1015, Torre A, Piso 17, Col. Desarrollo Santa Fe, Delegación Álvaro Obregón, C.P. 01376, México, D. F. Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. Núm. 736 ISBN 13: 978-970-10-7239-4 1234567890 08765432109 Impreso en México Printed in Mexico http://bookmedico.blogspot.com
  • 5. Colaboradores Dr. José Humberto Arcos Correa Médico internista adscrito al Servicio de Medicina Interna 110 del Hospital General de México, O. D. Dr. Mario Isaac Banda Lara Residente de Medicina Interna, Hospital General de México, O. D. Dra. Lucina Blanco Fernández Médico geriatra adscrita al Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D. Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera Médico internista y geriatra. Médico de base de la Clínica Médica del Sindicato Único de Trabajadores de la Música Dr. Daniel Flores Cruz Manjarrez Cirujano general y endoscopista, Hospital General de México, O. D. Dr. Jorge A. Flores Guzmán Cirujano oncólogo, Hospital General de México, O. D. Dra. Laura C. Gutiérrez Hernández Médico geriatra adscrita al Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D. Dr. Ángel Ignacio León Paoletti Médico internista adscrito al Servicio de Medicina Interna 110 del Hospital General de México, O. D. Dr. Alberto Navarro Sevilla Médico geriatra. Jefe del Departamento de Atención al Adolescente y el Ancia- no, Secretaría de Educación Pública Dra. Ana María Olivares Luna Médico familiar y geriatra. Jefa del Departamento de Enseñanza de la Clínica Churubusco, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado v http://bookmedico.blogspot.com
  • 6. vi Colaboradores Dra. Leonor Pedrero Nieto Cardióloga y geriatra. Médico de base del Servicio de Geriatría del Hospital General de México, O. D. Dr. Miguel Ángel Reyes Maya Médico geriatra. Jefe de la Unidad de Atención Diurna del Instituto Nacional para la Atención de las Personas Adultas Mayores Dra. Virginia H. Sánchez Hernández Médico internista adscrita al Servicio de Medicina Interna 110 del Hospital Gene- ral de México, O. D. Dr. J. Eliazar Saravia Farías Médico internista y médico de base de la Unidad 110 de Medicina Interna del Hospital General de México, O. D. http://bookmedico.blogspot.com
  • 7. Contenido Capítulo 1 Determinantes de la longevidad humana Dr. José Humberto Arcos Correa, Dr. J. Francisco González Martínez 1 Introducción 1 El concepto de longevidad 1 Teorías del envejecimiento 3 Factores relacionados con la longevidad 6 Diferencias en la longevidad en relación con el género 10 Aspectos sociales de la longevidad 11 Métodos efi caces para promover la longevidad 12 Conclusiones 16 Bibliografía 18 Capítulo 2 Demografía del envejecimiento 19 Dr. Lorenzo García, Dr. J. Francisco González Martínez Demografía 20 Importancia del envejecimiento en México 23 Economía y envejecimiento 25 Los retos de la salud (morbilidad y discapacidad) 26 La familia y las redes de apoyo 31 Bibliografía vii http://bookmedico.blogspot.com
  • 8. viii Contenido Capítulo 3 Concepto de funcionalidad, historia clínica geriátrica yevaluación funcional 32 Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 53 Capítulo 4 ¿Por qué es necesaria la gerontología en la práctica de la medicina? 55 Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, Dr. Lorenzo García, Dr. J. Francisco González Martínez Definición de geriatría y gerontología 56 La gerontología y su función en los estados comórbidos del adulto mayor 57 La gerontología y su función en la esfera psicomental del adulto mayor 59 La gerontología y su función en los cambios de la estructura familiar del adulto mayor 61 La gerontología y su función en los procesos rehabilitatorios del adulto mayor 64 Bibliografía 67 Capítulo 5 El anciano frágil, cascada de la fragilidad, falla que medra ypérdida de la vitalidad (deslizamiento) 69 Dr. Armando Pichardo Fuster, Dra. Leonor Pedrero Nieto Bibliografía 81 Capítulo 6 El diagnóstico en geriatría 55 Dra. Laura C. Gutiérrez Hernández Modelo de morbilidad sinérgica 85 Modelo de atribución 86 http://bookmedico.blogspot.com
  • 9. ixContenido Modelo de cadena causal 86 Modelo del evento revelador 86 Presentación clínica 87 Evolución 88 Frecuencia 89 Contexto en que se desarrollan 89 Bibliografía 90 Capítulo 7 Síndromes geriátricos Dra. Lucina Blanco Fernández, Dr. J. Francisco González Martínez 91 Inestabilidad y caídas 92 Caídas 93 Mareo y vértigo 96 Síncope 98 Inmovilidad 100 Úlceras por presión 103 Constipación 106 Impactación fecal 110 Incontinencia fecal 111 Trastornos en la termorregulación 112 Hipotermia 112 Disminución del metabolismo en los ancianos 113 Hipertermia 115 Trastornos del sueño 116 Insomnio 120 Identificar enfermedad física o psiquiátrica 121 Mioclonías nocturnas 122 Síndrome de piernas inquietas 122 Apnea del sueño 123 Incontinencia urinaria 123 Bibliografía 127 Capítulo 8 Farmacología en geriatría 130 Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 134 http://bookmedico.blogspot.com
  • 10. x Contenido con la edad Dr. J. Eliazar Saravia Farías, Dr. J. Francisco González Martínez 152 Definiciones 152 Células del sistema inmunitario innato 156 Sistema inmunitario adaptativo 159 Mediadores humorales de la inmunidad adaptativa 161 Clases de inmunoglobulinas 162 El sistema inmunitario y la edad 162 Evaluación clínica de la función inmunitaria 163 Cambios en la función inmunitaria en adultos mayores 165 Cambios en la inmunidad adaptativa 165 Enfermedades infecciosas 168 Enfermedades degenerativas 170 Inmunización activa contra agentes infecciosos 170 Inmunizaciones recomendadas para adultos mayores 171 Bibliografía 173 Capítulo 9 Dolor crónico en el anciano 135 Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 141 Capítulo 10 Mitos yrealidades de la sexualidad en el adulto mayor 142 Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. J. Francisco González Martínez Comportamiento sexual 148 Bibliografía 150 Capítulo 11 Sistema inmunitario. Función normal y sus alteraciones relacionadas http://bookmedico.blogspot.com
  • 11. xiContenido Capítulo 12 Envejecimiento del sistema endocrino en el adulto mayor 175 Dr. José Francisco González Martínez, Dr. Ángel Ignacio León Paoletti Envejecimiento del sistema endocrino 176 Terapias de remplazo hormonal 183 Bibliografía 185 Capítulo 13 Disfunción tiroidea en el anciano Dr. José Francisco González Martínez, Dr. Ángel Ignacio León Paoletti 187 Introducción 187 Hipotiroidismo 188 Etiología 190 Cuadro clínico 191 Diagnóstico 195 Tratamiento 201 Hipertiroidismo 204 Etiología 205 Cuadro clínico 206 Enfermedad de Graves-Basedow 208 Diagnóstico 209 Hipertiroidismo subclínico 211 Tratamiento 213 Tratamiento farmacológico 213 Radioyodo 215 Cirugía 216 Bibliografía 217 Capítulo 14 Diabetes mellitus en el adulto mayor 220 Dr. José Francisco González Martínez, Dr. Ángel Ignacio León Paoletti Introducción 220 Definición y clasificación 221 http://bookmedico.blogspot.com
  • 12. xii Contenido y sus patologías más frecuentes Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, Dr. J. Francisco González Martínez, 267 Dr. Lorenzo García Cambios bucofaríngeos y esofágicos relacionados con el envejecimiento 268 Cambios gástricos anatómicos y de la motilidad asociados al envejecimiento 269 Función del intestino delgado relacionada con la edad 270 Efectos de la edad sobre la función colónica 271 Cambios hepáticos y de la función biliar en el adulto mayor 273 Efectos de la edad sobre el metabolismo de los medicamentos 274 Efecto del envejecimiento sobre la estructura y función pancreáticas 274 Envejecimiento e inmunidad gastrointestinal 275 Disfagia 276 Hemorragia del tracto digestivo 279 Epidemiología 222 Prevalencia 223 Patogenia 225 Criterios diagnósticos 228 Manifestaciones clínicas 228 Tratamiento 231 Bibliografía 241 Capítulo 15 Aparato urinario en el adulto mayor 244 Dra. Virginia H. Sánchez Hernández, Dr. José Francisco González Martínez Cambios anatómicos 244 Cambios funcionales 247 Hipertensión arterial 254 Nefropatía por contraste 257 Diagnóstico 258 Tratamiento 260 Angioplastia renal transluminal percutánea y endoprótesis vascular 262 Prevención 264 Bibliografía 265 Capítulo 16 Aparato digestivo en el adulto mayor. Cambios anatómicos, funcionales http://bookmedico.blogspot.com
  • 13. xiiiContenido de Alzheimer Dr. Armando Pichardo Fuster, Dra. Leonor Pedrero Nieto 317 Introducción 317 Definición 323 Caso clínico 327 Bibliografía 347 Hemorragia del tracto digestivo superior 280 Cáncer hepático 284 Enfermedad litiásica biliar 287 Cólico biliar (colecistitis crónica) 288 Colecistitis aguda 289 Coledocolitiasis 289 Colangitis aguda 290 Pancreatitis biliar aguda 290 Cáncer pancreático 291 Tratamiento de la enfermedad diseminada y cuidados paliativos 293 Perspectivas 293 Enfermedad diverticular 294 Evaluación y tratamiento de la pérdida ponderal en el anciano 298 Bibliografía 305 Capítulo 17 Peritonitis en el paciente anciano Dr. Daniel Flores Cruz Manjarrez, Dr. Jorge A. Flores Guzmán 307 Introducción 307 Peritoneo 308 Peritonitis aguda 309 Colecistitis 309 Enfermedad diverticular del colon 311 Apendicitis 311 Oclusión mesentérica arterial aguda 312 Trombosis mesentérica venosa 313 Peritonitis crónica 313 Bibliografía 315 Capítulo 18 Síndrome de demencia yenfermedad http://bookmedico.blogspot.com
  • 14. xiv Contenido Cuidado del paciente con demencia Dr. Alberto Navarro Sevilla, Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera 354 Referencias históricas sobre deficiencias, discapacidades Definición de deficiencia, discapacidad, minusvalía y demencia 357 Tipos de demencia y necesidad de cuidados continuos 360 Demencia con patrón de deterioro cognitivo subcortical 365 Cuidados para el cuidador 367 Recomendaciones para la atención de personas con demencia 370 Actividades de la vida diaria 370 Higiene personal e incontinencia 372 Cuidado del cabello 373 Incontinencia 374 Lenguaje y comunicación 376 Seguridad en el hogar 377 Prevención de caídas 378 Problemas de la memoria o del juicio 378 Bibliografía 379 Capítulo 19 Depresión en el adulto mayor 349 Dr. Armando Pichardo Fuster, Dra. Leonor Pedrero Nieto Bibliografía 353 Capítulo 20 y atención institucional al paciente con demencia 354 Capítulo 21 Cambios cardiovasculares en el envejecimiento 380 Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 385 Capítulo 22 Hipertensión arterial en el anciano 386 Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 393 http://bookmedico.blogspot.com
  • 15. xvContenido Capítulo 23 Cardiopatía isquémica en el anciano 395 Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 405 Capítulo 24 Reto diagnóstico yterapéutico de la insuficiencia 406 cardiaca en el anciano Dra. Leonor Pedrero Nieto, Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 423 Capítulo 25 Aparato respiratorio del adulto mayor: cambios anatómicos, funcionales y sus patologías más frecuentes Dr. J. Francisco González Martínez, Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, 425 Dr. Lorenzo García Flujos pulmonares 427 Espirometría 428 Fuerza de los músculos respiratorios y cambios en la gasometría arterial 429 Cambios en la respuesta inmunológica del aparato respiratorio 429 Respuesta ventilatoria del paciente anciano durante el ejercicio 431 Bibliografía 432 Capítulo 26 Neumonía adquirida en la comunidad, en casa-hogar ynosocomial en el adulto mayor. Vacunas 434 Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera, Dr. J. Francisco González Martínez, Dr. Lorenzo García Consideraciones generales y bioestadística 434 Patogénesis 436 http://bookmedico.blogspot.com
  • 16. xvi Contenido Alteraciones inmunológicas 438 Cuadro clínico 439 Tipos de neumonía por sitio de adquisición 441 Neumonías por virus 450 Prevención de neumonías en el adulto mayor (vacunas) 451 Bibliografía 454 Capítulo 27 Tromboembolia pulmonar Dr. J. Francisco González Martínez, Dr. Lorenzo García, 457 Dr. Mario Isaac Banda Lara Epidemiología 458 Definición 459 Clasificación 459 Factores de riesgo para TVP 460 Factores de riesgo de mortalidad porTEP 460 Patogenia de la trombosis 461 Fisiopatología 462 Intercambio gaseoso 463 Hipoxemia 463 Otras anormalidades en gases 463 Estratificación 465 Diagnóstico 466 Tratamiento 467 Bibliografía 470 Capítulo 28 Síndrome de maltrato del anciano 473 Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 478 Capítulo 29 El adulto mayor que conduce automóvil 479 Dr. Miguel Ángel Reyes Maya, Dra. Ana María Olivares Luna, Dr. Javier Alfredo Calleja Olvera Enfermedades del adulto mayor y su relación con accidentes de tránsito 485 http://bookmedico.blogspot.com
  • 17. xviiContenido Recomendaciones relacionadas con el acto de conducir respecto de diversas condiciones médicas comunes en adultos mayores 487 Papel del médico y el dilema de retirar la licencia de manejo al paciente geriátrico 489 Consejos para los conductores adultos mayores y sus familiares 490 Bibliografía 492 Capítulo 30 Terapéutica transfusional en el adulto mayor Dr. Francisco González Martínez, Dr. J. Eliazar Saravia Farías 494 Dr. Lorenzo García Introducción 494 Generalidades 495 Antígenos ABO y anticuerpos 496 Sistema Rh 497 Pruebas pretransfusionales 497 Técnica de aplicación y manejo de los componentes sanguíneos 499 Componentes sanguíneos 500 Sangre total 500 Concentrado eritrocitario 500 Guías para la transfusión de eritrocitos 501 Anemias hemolítica, congénita y adquirida 503 Transfusión en anemias hipoproliferativas 503 Plasma fresco congelado 504 Plaquetas 507 Refractariedad a la transfusión plaquetaria 510 Otras causas de refractariedad 510 Crioprecipitados y concentrados de factor VIII 511 Derivados plasmáticos 514 Riesgos de la transfusión de componentes sanguíneos 514 Bibliografía 515 Capítulo 31 Síndrome de delirium 516 Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 520 http://bookmedico.blogspot.com
  • 18. xviii Contenido Capítulo 32 Modelo del comportamiento yde la cognición ante el dolor del anciano 521 Dr. Armando Pichardo Fuster Bibliografía 525 Capítulo 33 Vitalidad en el anciano ycómo mejorarla Dr. J. Eliazar Saravia Farías 526 Evaluación del paciente con pérdida de la vitalidad 528 Medidas para preservar la vitalidad en el anciano 532 Prevención primaria 533 Prevención secundaria 536 Otras detecciones 538 Necesidades psicológicas 541 Necesidades sociales 542 Bibliografía 543 Índice alfabético 545 http://bookmedico.blogspot.com
  • 19. Prefacio En la actualidad el mundo enfrenta un gran reto: el incremento de la población de personas mayores de 60 años, conocido como el boom de los viejos, por lo cual se espera que para el año 2050, uno de cada cinco habitantes de la Tierra tenga más de 60 años; es decir, dentro de cua- tro décadas la población de ancianos se cuadruplicará. El cambio será radical, ya que en el año 2000 había 600 millones de ancianos y cinco decenios después habrá 2 000 millones, que representarán al 21% de la población total que alcanzará la cifra de 9 300 millones, con disminución signifi cativa de la tasa de crecimiento global. Al respecto, al empezar el nuevo milenio el planeta estaba habitado por 6 100 millones de seres humanos, y los ancianos apenas constituían el 10% de esta población. Los retos que enfrentarán los pobladores de la Tierra serán combatir al sida en todos los grupos etarios, pero en especial entre los adultos ma- yores, los que además tendrán que luchar contra la discriminación, de la cual ya son objeto en la actualidad y que por razones lógicas aumenta- rá en el 2050; por este motivo se deberán tomar medidas desde ahora para luchar contra esos retos, como será el incrementar la edad para las jubilaciones en cuando menos cinco años, planear y desarrollar progra- mas efectivos de pensiones, servicios y prestaciones para este numeroso grupo de personas, bajo la rectoría del Estado, pero de preferencia otor- gados por particulares y grupos afi nes. Uno de los problemas que afrontará este sector poblacional es el efecto de la globalización, que debe ser programada y ejecutada en for- ma adecuada. Actualmente se detectan, asimismo, grandes problemas derivados de la migración, que perjudica a los grupos más débiles, entre los cuales se encuentran los ancianos, y como consecuencia, son vícti- mas de aislamiento y marginación. El entonces secretario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Koffi Annan, al inaugurar el 8 de abril del 2002 la Segunda Con- ferencia Internacional sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid, xix http://bookmedico.blogspot.com
  • 20. xx Prefacio España, solicitó que los mayores dejen de ser una mera categoría social, para que se les reconozca como personas con todos sus derechos en una sociedad plural.1 A su vez, el presidente en turno de la Unión Europea, José María Az- nar, señaló que “ la mejor vía para dignifi car la vida de los ancianos será mediante la aplicación de políticas que permitan que el envejecimiento sea activo, aplicando medidas que incrementen el fomento de las ayu- das a las familias que tengan ancianos a su cargo; no se trata de que los viejos se sientan útiles, sino convencerlos de que realmente lo son, de- jando que lo demuestren, porque más que ser útiles, valen” .1 En este sentido, una de las soluciones más viables es programar una normativa laboral más fl exible, que permita trabajar con efi ciencia y dig- nidad a los viejos, además de programar la educación permanente a to- das las edades. No cabe duda de que este boom traerá como consecuencia un gran cambio demográfi co que incidirá directamente en el sistema sanitario, que motivará cambios en los sistemas preventivos, tanto de pensiones, como en la organización y tiempo del trabajo en la edad de la jubilación. El impacto será mayúsculo, ya que de un promedio de edad mundial actual de 26 años aumentará a 36 años en el 2050, modifi cando también el país donde se encuentren los más jóvenes y los más viejos. En la actua- lidad la nación con la población más joven es Yemen, con edad media de 15 años, y el que tiene la población más vieja es Japón, con prome- dio de 41 años. En el 2050, el país con la población más joven será Níger,y los más longevos vivirán en España. Como se aprecia, estamos ante un gran reto; y no hay que esperar que el Estado sea el responsable de otorgar las soluciones, sino que cada integrante de la población tendrá que contribuir, cada cual en su campo, para tener una mejor vejez. En México se ha podido constatar este impacto en los últimos 30 años, al encontrar incremento en la expectativa de vida al nacer, que en la década de 1970 era de 62 años, en el 2000 llegó a 75.3 años, y se es- pera que en 2030 alcance los 82 años como mínimo,2 y la población de viejos en México podrá ser entonces de 15 millones. Actualmente hay poco más de siete millones de ancianos, lo que representa 7.5% de la población total, pero en 2030 el porcentaje de ancianos será de 15%, es decir, que se duplicará, pero sin incremento signifi cativo del número to- tal de habitantes, debido a la disminución de las tasas de natalidad que se espera lleguen a ser menores a 1.5%, continuando con la disminución de las tasas de mortalidad materno-infantil. http://bookmedico.blogspot.com
  • 21. Prefacio xxi Hoy, México enfrenta retos como la carencia de servicios específi cos para los ancianos, quienes representan una sobrecarga asistencial debi- do a que no se realizaron las acciones preventivas adecuadas, teniendo una población portadora de procesos crónico-degenerativos, carente de educación, además de vivir en situación de pobreza por la misma falta de planifi cación, no sólo del Estado, sino del propio individuo, y ser rechazada por la sociedad y por su propia familia; gran cantidad de ellos se encuentra en estado de abandono, son despreciados y enfrentan muy mala calidad de vida y de muerte, con rechazo de parte de toda la población, que no respeta sus derechos humanos. Por otra parte, a partir de la década de 1960 se inició en México la etapa de transición demográfi ca y epidemiológica, con disminución de las tasas de mortalidad infantil, lo que tuvo como consecuencia que se iniciara el aumento de la población de ancianos y el cambio de las causas de mortalidad y morbilidad de la población, que a su vez incre- menta el número de los adultos mayores, al disminuir las tasas de mor- talidad de este grupo etario. Así, si bien disminuyen sensiblemente las causas de muerte por procesos infecciosos, crecen a su vez los índices de enfermedades crónico-degenerativas, como las cardiopatías, hiper- tensión, diabetes, cáncer, demencias y problemas psiquiátricos, en tanto que en la década de 1990 ascendieron las tasas de muerte por acciden- tes, en especial los de tránsito y los ocasionados por el incremento de la criminalidad en el país. Pero al mismo tiempo se han aumentado las acciones tendentes a mejorar la salud de la población, como son las campañas de vacuna- ción, que han tenido impacto positivo en la disminución de las tasas de mortalidad infantil, que a su vez se refl eja en el creciente número de ancianos. A su vez, la cobertura del Sector Salud abarca casi 98% de la población, lo que ha permitido mejorar la atención a todos los grupos etarios, infl uyendo directamente en la reducción de las tasas de morta- lidad; pero desgraciadamente, al no contar aún con sufi cientes servicios de atención especializada a los ancianos, se ha incrementado en forma notoria la morbilidad en este sector, con aumento de los costos de aten- ción y disminución de la calidad de vida, en gran parte, por el número de yatrogenias cometidas. Desafortunadamente, desde el punto de vista urbanístico, las ciuda- des de los Estados Unidos Mexicanos están diseñadas para una pobla- ción joven, lo que pone en gran desventaja a los viejos y ocasiona el aumento de los accidentes en este grupo poblacional, aunado a la falta de civismo y educación de la población en general que no respeta a los http://bookmedico.blogspot.com
  • 22. xxii Prefacio mayores y parece vivir en una verdadera selva, donde sobrevive el más fuerte. Por ende, los viejos son despreciados, relegados, maltratados, abandonados y en no pocas ocasiones agredidos físicamente, lo que ha generado el aumento de la morbimortalidad accidental. Esta es una de las razones principales que ha motivado a describir en forma sencilla, pero completa, algunos de los temas relacionados con las patologías observadas en los adultos mayores, teniendo como objetivo principal el de realizar un texto de fácil lectura y comprensión, y al mis- mo tiempo indicar las fuentes bibliográfi cas recomendadas con el único fi n de que el estudioso pueda ampliar sus conocimientos y de esa forma, en su práctica cotidiana, sea capaz de resolver algunos de los problemas que enfrenta el adulto mayor. Asimismo, se espera que el presente ensayo sirva de estímulo a los investigadores jóvenes y viejos, y que les permita detectar con oportu- nidad algunos de los problemas que enfrenta quien se dedica a la geria- tría, la rama de la medicina enfocada a la atención de los adultos mayo- res, para evitar así que esta problemática se exacerbe en lo futuro. INEGI. Resultados del Censo de Población 2000. Internet 2002.2 La Jornada. 9 de abril del 2002, pág. 47.1 http://bookmedico.blogspot.com
  • 23. Introducción En el pasado, la atención de la población de ancianos enfermos depen- día de la propia familia porque no existía el personal de salud que se ocupara específi camente de este grupo etario. La geriatría era conside- rada “ tierra de nadie” , tanto para los pacientes como para aquel sector de profesionales de la salud encargado de atenderlos. Esto se debía a que las prioridades y los recursos económicos otorgados a los presta- dores de servicios para la salud se dirigían a curar individuos que aún tenían varios años de productividad por delante. Por tanto, las personas de edad avanzada y los enfermos crónicos o con enfermedad terminal recibían escasa o ninguna atención. En las últimas décadas, era de rápidos cambios tecnológicos, la espe- ranza de vida ha aumentado. La distribución de los grupos de edad en la población general está cambiando, y los segmentos de personas adul- tas mayores están creciendo de manera sustancial; con ello han surgido nuevas y apremiantes necesidades en la población, a la que se requiere dar una respuesta como sociedad. La medicina moderna no es ajena a este hecho sin precedentes, lo que se traduce en incremento del interés en todos los aspectos formativos, asistenciales y de investigación sobre las consecuencias del envejecimiento del ser humano. Esta situación es más notoria en los países desarrollados, donde las personas adultas mayores llegan a constituir más del 15% de la pobla- ción total. En la actualidad se estima una población mundial de más de 600 millones de personas de 60 años en adelante. Se ha calculado que en el año 2000 se rebasaron los 620 millones, de los cuales, más de la mitad habitaba en los países en desarrollo. En 2002 la expectativa de vida para los varones en México se calculó en 73.7 años, mientras para las mujeres alcanzó 78.2 años en promedio, con lo que la población anciana llegó a siete millones y permitió proyec- tar los cálculos para fi nes del 2005 en 18 millones, lo que correspondería a más de 16% de la población general. xxiii http://bookmedico.blogspot.com
  • 24. xxiv Introducción Las cifras anteriores permiten apreciar que la situación demográfi ca está cambiando de manera importante, por lo que México, además de los problemas característicos de un país en desarrollo, tiene que afrontar el reto del envejecimiento de su población. El sector salud y la estruc- tura asistencial han tenido que cambiar para poder dar respuesta a las demandas sociales. Así, han surgido organizaciones dedicadas a la aten- ción de adultos mayores, enfermos crónicos y con enfermedad terminal. Se han creado y consolidado instituciones y asociaciones interesadas tanto en la investigación como en la difusión de avances científi cos y tecnológicos encaminados a la atención de este grupo. Por todo lo anterior, se ha vuelto prioritario contar con el personal especializado preparado y capacitado para dedicarse a atender las nece- sidades en los rubros biológico, psicológico, social y económico del seg- mento de población que la transición demográfi ca está determinando en nuestros días. La geriatría como especialidad médica requiere un en- foque multidisciplinario e interdisciplinario, preventivo, rehabilitador y comunitario, que es propio de la disciplina y está obligada, precisamen- te por ello, a dar una respuesta integral a los problemas del anciano en toda su complejidad, con la consigna previa de priorizar la prevención de la incapacidad y la dependencia a partir de una medicina de calidad, preventiva, asistencial y rehabilitadora, específi camente orientada a las necesidades de los adultos mayores. A pesar de los grandes avances, aún hay mucho por hacer; los pro- fesionales de la geriatría en México y el mundo no son sufi cientes para atender las necesidades de asistencia dirigida a este grupo etario. En México existen 300 profesionales reconocidos, certifi cados o recertifi ca- dos en la especialidad de geriatría, y esto se extrapola a lo que sucede a nivel mundial; por ello, una de las tesis que se manejan a nivel nacional e internacional es que los geriatras tienen el compromiso profesional de trabajar para lograr una mejor atención del adulto mayor a través de: • Participar en la capacitación de los médicos de primer contacto. • Desarrollar investigaciones de gerontogeriatría que impacten y mo- difi quen los procesos de atención médica. • Funcionar como expertos interconsultantes. El panorama antes descrito motivó a escribir esta obra, que ponemos a disposición de los médicos y del personal del área de la salud interesa- dos en la atención del adulto mayor. Dr. J. Francisco González Martínez Dr. Lorenzo García http://bookmedico.blogspot.com
  • 25. C A P Í T U L O 1 Determinantes de la longevidad humana Dr. José H. Arcos Correa Dr. J. Francisco González Martínez ―Prolongar la vida sólo es deseable si lo que se prolonga es la juventud, prolongar la vejez sería una calamidad‖ Alexis Carrell Introducción Un antiguo y preciado anhelo del ser humano ha sido conocer y enten- der los determinantes de la longevidad. La duración de la vida ha sido una preocupación constante desde hace miles de años, como se puede observar en diversos mitos de la antigüedad. Sin embargo, el conoci- miento de los factores que propician la prolongación de la existencia es escaso y lo poco que se conoce en la actualidad lo hemos aprendido en años recientes. En este capítulo se exponen los factores ambientales, ge- néticos y médicos que de alguna forma explican el fenómeno innegable del periodo vital, cada vez más largo, de los seres humanos (cuadro 1-1). El concepto de longevidad La forma más común de abordar el concepto de longevidad surge cuan- do se formula la pregunta ¿cuánto tiempo puede vivir un humano? Esta interrogante puede dar lugar a diversas respuestas, pero si deseamos 1 http://bookmedico.blogspot.com
  • 26. 2 Geriatría Cuadro 1-1 Comparación de la esperanza de vida en diversas épocas Año Esperanza de vida en años 2000 a. C 18 500 d. C. 22 1400 33 1790 36 1850 41 1900 50 1946 67 1991 76 2000 83.5 esgrimir argumentos con validez científica antes debemos definir los conceptos relacionados con la longevidad: • Se llama esperanza de vida al nacimiento a la probabilidad en años que un sujeto puede vivir acorde con las condiciones prevalecientes en la comunidad en la que ha nacido. Es el promedio, en años de vida, esperado para un grupo específico de población según edad y gé- nero, o la extrapolación de la tasa de mortalidad actual al tiempo de vida que alcanzará el 50% de los individuos de la misma edad, género, situación geográfica y social. • El lapso máximo de vida se refiere a la vida absoluta o duración total que está genéticamente determinada en un individuo de acuerdo con la especie a la que pertenece y que se puede alcanzar en condi- ciones ambientales óptimas. Hasta ahora se han documentado per- sonas que han llegado a vivir 122 años. • Sedenomina envejecimiento al proceso en el que un ser humano au- menta de años, y no al deterioro progresivo de los órganos y sus funcio- nes, lo que sucede a medida que transcurre la vida de los individuos. Hoy en día es muy frecuente encontrar sujetos de 80 a 90 años, esto ha dado lugar al nuevo concepto de longevidad extrema, que se refiere a individuos de 100 o más años de edad. Se tienen pruebas fehacientes de sujetos con longevidad extrema, quienes han vivido 110 años en Georgia, Cachemira, Okinawa y en los países escandinavos. Si bien hay individuos que dicen tener más de 145 http://bookmedico.blogspot.com
  • 27. 3Determinantes de la longevidad humana años, no hay documentación convincente que pueda demostrarlo, pues el registro de nacimiento es un concepto relativamente nuevo, que se lleva de manera oficial y sistematizada desde hace poco más de un siglo en la mayoría de los países del mundo, con el certificado o acta de naci- miento. Hasta el momento, la poseedora del récord mundial de longe- vidad es la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años con 164 días. El registro de los poseedores de estas marcas por sí mismo nos permite verificar que con frecuencia aquéllas se superan, y nos dan elementos para predecir que en el futuro habrá seres humanos que vivirán más allá de esta edad. Actualmente están en proceso muchos estudios acerca de las características epidemiológicas y sociales de los centenarios. Teorías del envejecimiento Se ha publicado gran cantidad de teorías que tratan de explicar las cau- sas del envejecimiento y los mecanismos que fijan el límite de la dura- ción de la vida de los animales y de los humanos; especialmente a partir del siglo XIX estas teorías se han ido modificando y aumentando confor- me el avance de los conocimientos. Este progreso permite la enunciación de hipótesis con explicaciones parciales de las causas del proceso de envejecimiento. Se han propuesto más de 300 teorías del envejecimiento, algunas sólo con valor históri- co, en tanto que otras están basadas en el envejecimiento fisiológico, y estos conceptos derivan de estudios que muestran que con la edad disminuyen el rendimiento funcional y la homeostasis, y aparecen cam- bios histológicos en los órganos. La mayoría de los investigadores piensa que el deterioro asociado con la edad avanzada es causado por fallas en múltiples sistemas fisiológicos resultantes de variadas agresiones físicas; sin embargo, no ha sido posible hasta el momento dar una explicación única a todos los cambios que ocurren en el envejecimiento, por lo que muchas de dichas teorías siguen vigentes porque no se han podido des- cartar. A continuación se mencionan algunas de las más destacadas. Teoría inmunológica. Se refiere a la incapacidad del sistema inmuno- lógico de reaccionar con los mecanismos de defensa habituales a las infecciones y a las alteraciones de la síntesis de proteínas que protegen a los organismos de la producción de algunas células neoplásicas, dando como resultado infecciones o tumores mortales. Teoría del límite mitótico. Al ser las células los componentes funda- mentales de los organismos, se piensa que los fibroblastos humanos son incapaces de dividirse de nuevo después de haber experimentado cier- http://bookmedico.blogspot.com
  • 28. 4 Geriatría to número de mitosis y que la involución fisiológica que ocurre con el paso del tiempo se debe a la limitada capacidad de proliferación celular. Teoría de los telómeros y telomerasa. Los telómeros son secuencias repetidas de ADN y proteínas asociadas presentes en los extremos de los cromosomas y que se acortan cada vez que una célula se divide, de manera que este acortamiento cuenta el número de mitosis que ha ex- perimentado una población celular. Los telómeros protegen a los cro- mosomas y apoyan la transcripción exacta del ADN nuclear, y cuando son demasiado cortos para que tenga lugar una nueva división celular se observa el fin de la capacidad mitótica. Por el contrario, las células inmortales (que se pueden mantener in vitro) se protegen contra el acor- tamiento de los telómeros gracias a la actividad de la telomerasa que sustituye la actividadde las secuencias teloméricas perdidas. Teoría de la programación genética del envejecimiento. Por el papel cla- ve del genoma nuclear es lógico suponer que las alteraciones que ocu- rren en las células que envejecen podrían derivar de una inestabilidad de la información genética que reside en el ADN, pues una mutación de este ADN debe alterar la fidelidad de la síntesis de proteínas con la consiguiente pérdida funcional. Teoría del error-catástrofe. El envejecimiento podría ser resultado de errores en los mecanismos de transcripción del ARN que llevaría a la sín- tesis de proteínas anormales que finalmente terminarían con la vida del individuo. Teoría de la membrana. Es muy probable que al envejecer se desor- ganicen las membranas plasmática y de los organelos subcelulares. Las membranas son esenciales para controlar el medio intracelular gracias a su permeabilidad específica y a la presencia de mecanismos de trans- porte selectivo, y estas propiedades pueden alterarse debido a la peroxi- dación de sus ácidos grasos no saturados por los radicales libres de oxí- geno. Se ha observado que las membranas de neuronas viejas muestran importantes cambios, como un descenso de su excitabilidad eléctrica y un aumento de la duración de su potencial de acción, lo que sugiere un predominio de los canales del calcio sobre los del sodio. Teoría de los radicales libres y el estrés oxidativo. Los radicales libres son fragmentos moleculares muy reactivos que pueden dar lugar a reaccio- nes desorganizadoras no programadas y no sólo podrían causar el enve- jecimiento, sino también otros procesos degenerativos como el cáncer, la ateroesclerosis, la amiloidosis y la inmunodeficiencia. Estas reacciones nocivas de los radicales libres que tienen lugar continuamente en las cé- lulas y en los tejidos podrían causar procesos funcionales mortales. Por http://bookmedico.blogspot.com
  • 29. 5Determinantes de la longevidad humana otro lado, la acción del oxígeno que asocia los efectos nocivos de este gas con un aumento en la concentración intracelular de radicales libres, igual que sucede en las células irradiadas, propone al oxígeno como causa del envejecimiento debido a que las defensas antioxidantes del organismo no contrarrestan bien este ataque oxidativo, y las oxidaciones incontrola- das que derivan de una pequeña insuficiencia del sistema de defensa an- tioxidante podrían ser un factor crucial en el proceso de envejecimiento y en la duración de la vida. Teoría de la muerte celular apoptósica. La apoptosis o muerte celular programada ha sido relacionada con la senescencia in vitro de células y cultivos que incluyen fibroblastos, linfocitos T, células epiteliales y en- doteliales, neuronas y músculo. La apoptosis es un mecanismo esencial para evitar la acumulación de un exceso de células en las poblaciones celulares que proliferan a menudo. Este mecanismo se puede alterar con el envejecimiento. Por otra parte, si en los organismos viejos se observa un aumento del número de células apoptóticas en los tejidos que pre- servan la mitosis, esto puede ser benéfico, pues al envejecer se acumula un mayor número de células con lesiones genéticas que conviene eli- minar para prevenir las neoplasias. Es decir, si la producción de nuevas células a través de la mitosis normal equilibra la pérdida de células por apoptosis, ésta tendrá un efecto positivo pues se eliminarán células le- sionadas que pueden dar origen a tumores, y el tejido continuará fun- cionando normalmente; en cambio, si la apoptosis se desequilibra con la edad, un aumento de la actividad apoptótica no compensado por la mitosis, con el consiguiente descenso de la población celular, tendrá un efecto negativo sobre el rendimiento funcional. Teoría mitocondrial del envejecimiento celular. El envejecimiento está ligado a un proceso de desorganización progresiva de las mitocondrias con formación del pigmento lipofuscina que se deriva en gran parte de membranas mitocondriales oxidadas que sólo alcanzan niveles impor- tantes en las células terminalmente diferenciadas, y puesto que las mito- condrias contienen un sistema genético casi independiente, el genoma mitocondrial puede tener un papel fundamental en el envejecimiento celular. Este genoma regula la síntesis de varias proteínas hidrofóbicas de la membrana interna que son componentes esenciales de los cito- cromos, citocromo oxidasa y ATPasa, y por tanto, si este genoma mito- condrial sufre con el tiempo mutaciones u otro tipo de cambios ligados al estrés oxidativo, se perderá progresivamente la capacidad de regene- rar la población mitocondrial, con la subsecuente pérdida de rendimien- to y de resistencia al estrés que tiene lugar al envejecer. http://bookmedico.blogspot.com
  • 30. 6 Geriatría Es importante destacar que ninguna de estas teorías da una explica- ción satisfactoria de las causas celulares y moleculares del envejecimien- to en todos los órganos y sistemas del cuerpo humano. Es probable que varias teorías expliquen de forma integradora el deterioro celular y que otros mecanismos aún no identificados podrían tener más importancia en la explicación de los procesos de envejecimiento que los hasta ahora conocidos. Factores relacionados con la longevidad Diversas investigaciones realizadas sobre amplios grupos de población y en torno a gemelos univitelinos han llegado a la conclusión de que alrededor del 25 al 30% de los factores condicionantes de la duración de la vida está determinado genéticamente, mientras que el restante 70 al 75% está más relacionado con el estilo de vida y el medio: buen esta- do de ánimo, relaciones humanas enriquecedoras, hábitos alimentarios adecuados y, primordialmente, práctica de actividadfísica. Aunque la evidencia es clara, aún no ha sido posible establecer una relación exacta entre los aspectos genéticos y la longevidad, estudios en animales han demostrado que mutaciones que reducen la actividad del gen llamado daf-2, que entre otros efectos parece retrasar el meta- bolismo, podrían aumentar al doble el lapso de vida de C. elegans (un nematodo ampliamente utilizado en los estudios de longevidad). Pocos factores genéticos se han asociado con la longevidad extrema. Algunos autores han encontrado en los centenarios japoneses una frecuencia significativamente menor de HLA DRw9 que entre los adultos del grupo control, lo que sugiere que dichos centenarios tienen menor tendencia a las enfermedades autoinmunes. Los individuos con longevidad excep- cional por lo general están libres de enfermedades que se relacionan con la edad y que son causantes de la mayoría de las muertes en los ancianos, tales como la enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus, enfermedad de Alzheimer y el cáncer. Varios estudios sugieren que las determinantes genéticas de la longevidad excepcional son altamente heredables. Los hermanos de los centenarios tienen de 8 a 17 veces más probabilidad de vivir más allá de los 100 años. En la actualidad se acepta que existe aproximadamente un centenario de cada 10 000 individuos de la población general. Los hijos de padres longevos tienen aproxima- damente 50% menos prevalencia de hipertensión, diabetes mellitus, infarto del miocardio y enfermedad vascular cerebral, comparados con la población en general. Por lo menos un estudio ha vinculado al locus http://bookmedico.blogspot.com
  • 31. 7Determinantes de la longevidad humana del cromosoma 4 con la longevidad excepcional. La identificación de los marcadores biológicos y los genes que conducen a la longevidad excepcional pueden proveer indicios hacia los mecanismos que prote- gen al huésped contra enfermedades comunes, procesos biológicos de envejecimiento o ambos. Los genes de la longevidad han sido demos- trados en otras especies, pero su relevancia en los seres humanos es al- tamente controvertida; hasta el momento no se puede decir que exista un gen de la longevidad, sin embargo, el fenotipo relacionado con la longevidad excepcional seguramente debe involucrar diversos proce- sos biológicos y proteger de un número de enfermedades relacionadas con la edad, y estos procesos probablemente difieran de aquellos que se sugieren en otras especies. Se han encontrado en el ser humano familias con longevidad excepcional en las que se han identificado partículas de tamaño mucho más grande de HDL y LDL que son en gran medi- da independientes de los niveles absolutos de lipoproteínas y apolipo- proteínas. Estos fenotipos en particular están asociados con una menor prevalencia de hipertensión y enfermedad cardiovascular, así como el síndrome metabólico en sus hijos, comparados con el grupo control. En- tre los factores ambientales, como el no tabaquismo, no se ha podido asociar con la longevidad extrema, esto no debe ser una evidencia de que el tabaquismo es inofensivo, pues en realidad el aspecto sobre el que más influye es la esperanza de vida y no el lapso máximo de vida. Los demógrafos y los epidemiólogos están de acuerdo en que la espe- ranza de vida ha aumentado significativamente (al menos en los países industrializados), por lo que debemos preguntarnos si esta esperanza de vida seguirá aumentando de manera indefinida. Con base en las obser- vaciones de las sociedades actuales y del cada vez más aceptado térmi- no de longevidad extrema (más allá de los 100 años), podemos contes- tar afirmativamente. A pesar de que no se conoce con exactitud el papel de los genes sobre la longevidad, hipotéticamente pueden clasificarse según su in- tervención, señalada en el cuadro 1-2. Sabemos que anormalidades genéticas como las trisomías y enfer- medades como la progeria disminuyen de manera muy importante el lapso de vida, y por otra parte, se han encontrado familias con indivi- duos de longevidad excepcional que parecen tener diferencias gené- ticas, más que ambientales, que les permiten tener lapsos de vida más prolongados. La esperanza de vida está claramente afectada por los factores am- bientales y de salud pública. Hasta 1950 la mayor parte del incremento http://bookmedico.blogspot.com
  • 32. 8 Geriatría Cuadro 1-2 Clasificación hipotética de los genes de la longevidad 1. Genes que causan envejecimiento 2. Genes que aumentan el riesgo de una enfermedad específica en la juventud pero que no parecen estar relacionados con elenvejecimiento (p. ej., la fibrosis quística) 3. Genes que alteran la longevidad porque aumentan el riesgo de enfermedades especí- ficas en la juventud, cuyas características son parecidas a algunas de las consecuencias de la edad (p. ej., gen de la enfermedad de Werner, Cockayne, ataxia, telangiectasia) 4. Genes que influyen o causan enfermedades relacionadas con la edad (p. ej., enferme- dad de Alzheimer y apolipoproteína E, ε-4) 5. Genes de prevención del envejecimiento: a) Genes de baja aptitud que prolongan el tiempo de vida máximo, probablemente al enlentecer el envejecimiento (p. ej., mutaciones en los genes daf de los invertebrados) b) Polimorfismos que influyen enla velocidad del envejecimiento c) Genes que influyen en las diferencias del tiempo de vida entre las especies (p. ej., genes facilitadores de la longevidad) Modificado de Millar RE. A position paper on longevity genes. Documento url: http://www.sagake. siciencemag.org/cgi/content/full/sagake, 2001. de la esperanza de vida se debió a la reducción de la mortalidad tanto infantil como de los adultos jóvenes, aumento en el estándar de vida, in- tervenciones de salud pública y desarrollos tecnológicos que redujeron la mortalidad por infecciones. Se sabe que los factores socioeconómicos como la educación y la ocupación influyen en los patrones de morta- lidad; sin embargo, sólo se especula acerca de los mecanismos de su influencia sobre la mortalidad. Las diferencias económicas entre los individuos con longevidad ex- trema en la que la mayoría de ellos pertenece a clases medias y aco- modadas, con mayores estándares de educación, hacen pensar que la salud durante la juventud asegurará la salud en la edad avanzada, y que también estará influida por la ocupación y la educación. Algunos investigadores han confirmado el aumento de los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol, pero por otro lado el alcohol también ha demostrado reducir la mortalidad en aquellos indi- viduos que toman bebidas alcohólicas en forma moderada, en especial vino, comparados con los abstemios. Estudios epidemiológicos de talla y peso han demostrado que los índices de masa corporal altos están aso- ciados con un aumento de la mortalidad. Hay un gran debate en torno http://bookmedico.blogspot.com
  • 33. 9Determinantes de la longevidad humana a si las exposiciones intrauterinas y perinatales influyen en la mortalidad tardía y, por lo tanto, en el lapso de vida. En particular la nutrición y las infecciones que parecen ser determinantes en la mortalidad posterior. Algunos estudios indican que las tasas de bajo peso in utero y durante la infancia están asociadas con resultados adversos de salud en las etapas de la vida adulta, y se ha reportado una fuerte relación entre el bajo peso en la infancia con un aumento de la mortalidad por enfermedad cardio- vascular en el adulto. Una significativa proporción del aumento de la esperanza de vida puede ser atribuida al progreso médico, como es el caso del tratamiento de la tuberculosis, cuando se introdujeron los antibióticos después de la Segunda Guerra Mundial. Parece ser que los tratamientos médicos, por lo menos en los años recientes, han reducido las tasas de mortalidad en los ancianos, y que tal efecto continuará. Un ejemplo es la demostra- ción de que el tratamiento fibrinolítico reduce de manera importante la mortalidad en pacientes con infarto agudo del miocardio. Más aún, el desarrollo de la medicina geriátrica, pero sobre todo en la prevención y el tratamiento de enfermedades en los individuos de edad avanzada probablemente reducirá la muerte prematura en estos individuos y, por lo tanto, entre más intensivo sea el tratamiento médico, muy probable- mente dé como resultado un aumento del lapso de vida. El concepto de sobrevida selectiva fue aplicado por demógrafos en la década de los años 1970, especialmente en la población de raza negra, que llega a vivir más de 75 años y se especulaba que sus integrantes tendían a morir antes porque la mayoría de ellos tenía desventajas económicas y bajo acceso a los servicios de salud, por lo que aquellos que sobrevivieron representaron un grupo vigoroso poco común de sujetos capaces de so- brepasar los obstáculos que vencieron a otros. Posteriormente este vigor les dio ventajas de sobrevivencia. Esta hipótesis de sobrevivencia también puede clarificar otros hallazgos que demuestran una inusual buena salud cognitiva y física en los sujetos más viejos. Parece que los hombres que sobreviven más allá de los 90 años tienen menos probabilidad de desa- rrollar enfermedad de Alzheimer con cada año más de vida. Aquellos que desarrollan este tipo de demencia generalmente mueren cerca de los 80 años, lo que de alguna manera selecciona a los que superan los 90. Los estudios en gemelos y de adopción han demostrado fuertes com- ponentes genéticos en la muerte prematura, sobre todo en relación con muertes por infección y por enfermedad cardiovascular. En contraste, la muerte por cáncer parece estar más influida por factores ambientales que por factores genéticos. http://bookmedico.blogspot.com
  • 34. 10 Geriatría Diferencias en la longevidad en relación con el género Es indiscutible el hecho de que las mujeres viven más que los varones. La impresionante diferencia que existe entre la sobrevida de estos últimos y aquéllas explica las características demográficas de los ancianos. Más de la mitad de las mujeres de 65 años son viudas, hay tres veces más viudas que viudos, y a los 85 años hay de 35 a 38 hombres por cada 100 mujeres. Esta brecha de género se hace cada vez más marcada entre más avan- zada es la edad, por eso las centenarias superan 9 a 1 a sus contrapartes masculinas. Estos números se reportan en todo el mundo, donde las es- tadísticas de salud son confiables. Aún no existe una explicación a esta enorme diferencia, incluso buscándola desde el momento de la concep- ción. Por razones que no son del todo conocidas, los espermatozoides con cromosoma Y son más rápidos y eficientes en fecundar óvulos que los espermatozoides con cromosoma X, lo que da como resultado 115 productos masculinos concebidos por cada 100 femeninos, pero por al- guna razón no del todo entendida los productos masculinos son más frecuentemente abortados de manera espontánea que los femeninos, y al nacimiento hay 104 mujeres por cada 100 hombres. El exceso de muertes masculinas continúa de manera muy clara en la infancia, pero esta diferencia se detiene en la adolescencia, cuando la mortalidad em- pieza a aumentar como resultado de los accidentes, homicidios y otras causas violentas que triplican el índice de decesos en los varones entre los 15 y 24 años. Esta brecha de género sigue aumentando con cada década de la vida. Durante los años reproductivos las mujeres tienen mucho menos probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares. En la actualidad se sabe que estas diferencias no pueden ser explicadas por los efectos de los estrógenos sobre el perfil de lípidos sanguíneos, y tampoco se ha podido demostrar que los niveles de testosterona influ- yan sobre los niveles de colesterol. Antes de 1960 el tabaquismo y el alcoholismo eran mucho más pre- valentes en los hombres que en las mujeres; sin embargo, esta diferencia ha ido cambiando de manera radical hasta casi igualarse en la actuali- dad, lo que quizá disminuya un poco la diferencia de la mortalidad entre ambos sexos. Por otro lado, las mujeres están más habituadas a visitar al médico y participar en programas preventivos de salud que sus contrapartes masculinas. Los varones, aunque también acudan a consulta, tienden a http://bookmedico.blogspot.com
  • 35. 11Determinantes de la longevidad humana minimizar sus síntomas, menospreciar los consejos médicos y adherirse menos a los tratamientos. Es difícil saber por qué los hombres son tan malos pacientes, aunque podría explicarse por los horarios de trabajo más restringidos, mayores responsabilidades y diferentes intereses, pero la mentalidad machista parece ser la causa principal. La esperanza de vida de las mujeres suele superar a la de los varones en un porcentaje del 5 al 10%; esta diferencia expresada en forma de años tiende a incrementarse a lo largo del tiempo. El efecto abuela. La longevidad humana tiene también una enorme importancia en términos evolutivos. Avances recientes en las teorías evolutivas de la longevidad humana sugieren que en lugar de ayuda para los miembros viejos de la población, es la ayuda brindada por las abuelas posmenopáusicas lo que ha permitido la reestructura etaria de las sociedades humanas. Una de las respuestas al aumento de esperanza de vida se sustenta en la contribución de las abuelas al cuidado infantil, lo que ha reducido la mortalidad. Al igual que otros primates, los humanos son incapaces de alimentarse por sí mismos hasta edades considerables; esto les da a las mujeres cuya fertilidad ya terminó (de tal manera que ya no tienen re- cién nacidos propios), la oportunidad de influir en el éxito reproductivo de sus hijas y en la sobrevivencia de su nietos mediante la asistencia en la provisión de alimentos. Esta selección probablemente guarde relación con la longevidad femenina. Aspectos sociales de la longevidad Un hecho innegable de nuestro tiempo es el significativo aumento de la esperanza de vida y del lapso de vida de una proporción importante de las sociedades desarrolladas, y que claramente está influido por as- pectos ambientales y de salud pública. Es bien sabido que el estado so- cioeconómico, la educación y la ocupación influyen en los patrones de mortalidad a través de la vida. El estado socioeconómico y la salud en las edades más avanzadas está relacionado con el estado socioeconómico y la salud de los jóvenes. Existe evidencia de que los viejos que están en contacto con su fami- lia, amigos, iglesia y, en general, la sociedad, están en mejor forma física y mental. Más aún, los datos muestran que una vida social activa bene- ficia la función cerebral casi tanto como la capacidad física. Permanecer socialmente activo también permite mantener una actitud positiva, y mejora los sentimientos de autoestima. http://bookmedico.blogspot.com
  • 36. 12 Geriatría En décadas recientes, casi todos los países desarrollados han tenido progreso en cuanto a la reducción de la mortalidad, sobre todo entre los sujetos viejos, lo que ha permitido en parte el importante aumento en la cantidad de individuos de edad avanzada, convirtiéndose cada vez más en un grupo de gran influencia en las sociedades modernas, que tienen que encontrar los modelos necesarios para proveer a estos individuos de satisfactores como vivienda, alimentación y salud. Muy al contrario de las percepciones erróneas, la atención social de los sujetos viejos re- sulta ser más económica cuando se promueven acciones para preservar la salud. El concepto es que la vida de los individuos resulte más larga pero también más sana, con mayor calidad de vida. Métodos eficaces para promover la longevidad Sin lugar a dudas los hábitos de vida saludables constituyen la mejor forma de prevención posible a cualquier edad. Éste es un objetivo que debe seguirse desde la infancia, pero nunca es tarde para llevarlo a la práctica. Los tres aspectos más importantes son los relativos a la activi- dad física, la alimentación y la suspensión de hábitos de riesgo. a) Ejercicio. La gente tiende a asociar a la edad avanzada con decrepi- tud y senilidad, pero no hay razón para asumir que la debilidad es inevitable en la vejez; el ejercicio es la clave para evitarla. El aumen- to del nivel de la actividad física se acompaña de una reducción de las tasas de morbimortalidad, tanto en la prevención primaria como en la secundaria; en los pacientes obesos contribuye a la pérdida de peso, modifica el perfil para la obtención de energía, reduciendo la formación de LDL y VLDL, así como una disminución del colesterol total y aumento de las HDL, es decir, modifica de manera benéfica todo el perfil de lípidos. El ejercicio debe ser promovido no solamen- te por sus efectos benéficos sobre la presión arterial, condición car- diovascular, la homeostasis de la glucosa, la densidad mineral ósea y el insomnio, sino porque es el principal factor de promoción de la longevidad, mejora el estado de ánimo y la interacción social, reduce la constipación y previene las caídas. Aunque no existe consenso en- tre la intensidad y cantidad de ejercicio que una persona debe realizar para preservar la salud y aumentar el lapso de vida, es evidente que poco ejercicio es mejor que ninguno y, por lo general, los pacientes de edad avanzada no requieren sofisticados estudios o valoraciones http://bookmedico.blogspot.com
  • 37. 13Determinantes de la longevidad humana médicas para realizarlo, pues el riesgo que conlleva no hacer ejercicio es mayor que el riesgo de no hacerlo. Hoy se sabe que el ejercicio físico regular no sólo mejora lo síntomas clínicos en pacientes enfer- mos, sino que también frena el avance la ateroesclerosis. Al menos en parte, esto explica la mejoría que ejerce sobre la función endotelial. b) Dieta. Hasta el momento la única evidencia experimental en mode- los animales para prolongar significativamente la vida es la restricción calórica que se refiere a una dieta con 30 o 40% menos calorías de lo aceptado como normal, pero que contiene todos los micronutrientes necesarios para cubrir las necesidades vitales y mantener la salud. En todos los estudios realizados que incluyen ratones, peces, gusanos o moscas, entre otros, se ha conseguido aumentar la longevidad entre un 40 y 50% del promedio proporcionando a los animales dietas en- riquecidas con vitaminas y minerales, con una restricción calórica de un tercio de los controles. Se piensa que este tipo de dietas retrasa el proceso de envejecimiento en los animales de laboratorio al au- mentar consecuentemente el tiempo de vida, pero además reduce la incidencia de las enfermedades relacionadas con la edad. Los efec- tos de la restricción calórica fueron descritos hace más de 70 años, desde entonces se han realizado muchas investigaciones sobre esta intervención experimental. Ha sido difícil relacionar los hallazgos de estos estudios con los posibles efectos que tienen en los humanos, sin embargo, hay estudios en proceso que incluyen primates y hu- manos voluntarios sanos, si bien tienen el inconveniente de la larga duración planeada. Richard H. Weindruch realiza estudios en monos Rhesus que, comparados con el grupo control, tienen niveles más ba- jos de insulina con un mejor control de la glucosa, así como niveles más bajos de triglicéridos que los hace poco susceptibles a desarro- llar ateroesclerosis, lo que probablemente les permite vivir más. La llamada dieta mediterránea se asocia con una disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Se piensa que esto se debe a su alto contenido de alimentos antioxidantes, grasas poliinsaturadas (primordialmente aceite de oliva), pastas y pan de granos enteros, abundantes vegetales y carne de pescado, así como cantidades moderadas de alcohol, en especial vino, en el que se han detectado sustancias llamadas polifenoles (como el resveratrol), a los que se les han atribuido efectos enzimáticos y metabólicos benéficos para promover la longevidad. c) Suspensión de los hábitos de riesgo y control de factores de riesgo cardio- vascular. Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera http://bookmedico.blogspot.com
  • 38. 14 Geriatría causa de mortalidad en casi todo el mundo. De acuerdo con la Orga- nización Mundial de la Salud (OMS), la patología cardiovascular segui- rá siendo la primera causa de muerte en los países industrializados, con una incidencia creciente en los países en vías de desarrollo, por lo que el control de los factores de riesgo cardiovascular tendrá que ser una de las pautas más importantes para evitar la muerte y prolongar la vida en los sujetos de edad avanzada. Algunos de los factores de riesgo no son modificables, por ejemplo la edad, el sexo y la predis- posición genética, pero muchos de ellos sí pueden ser modificados y tienen una alta prevalencia en la población, como son la hipertensión arterial, la dislipidemia y la diabetes. Otros están relacionados con el estilo de vida, como son el sedentarismo, el tabaquismo y una dieta inapropiada. Los pacientes con enfermedad cardiovascular presente (enfer- medad coronaria, insuficiencia arterial periférica, isquemia cerebral transitoria o secuelas de enfermedad vascular cerebral) deben tener una detección y control más estricto de estos factores de riesgo; este control se denomina prevención secundaria. d) Tabaquismo. En los últimos 50 años, múltiples estudios han demostra- do en forma inequívoca e irrefutable los efectos nocivos del tabaquis- mo relacionados proporcionalmente con la cantidad de cigarrillos consumidos. Además de aumentar el riesgo de enfermedad corona- ria, el uso de cigarrillos se relaciona con la muerte súbita, aneurismas aórticos, insuficiencia arterial periférica e isquemia cerebral transito- ria. Es importante destacar también que en los últimos años se ha descartado que el tabaquismo pasivo sea capaz por sí solo de au- mentar el riesgo de enfermedad coronaria y de otras enfermedades relacionadas con el tabaco. El tabaco tiene un efecto tóxico sobre las células endoteliales, por lo que estimula la ateroesclerosis, aumenta la formación y el desarro- llo de trombos al incrementar la adhesividad plaquetaria, favorece la vasoconstricción, y aumenta en forma aguda la actividad simpática, que puede desencadenar el desarrollo de arritmias. Se ha relaciona- do con el desarrollo de múltiples neoplasias, destacando primordial- mente las que aparecen en el aparato respiratorio y la vejiga. Es indis- pensable abandonar el hábito de fumar, pues esto constituye por sí solo la medida más importante de prevención en las enfermedades cardiovasculares. e) Sobrepeso y obesidad. La dieta guarda estrecha relación con el proce- so de ateroesclerosis a través de su influencia sobre otros factores de http://bookmedico.blogspot.com
  • 39. 15Determinantes de la longevidad humana riesgo como son la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial. El aumento del consumo de colesterol en la dieta se asocia con una ele- vación de sus concentraciones en plasma. La influencia mayor del co- lesterol dietético se observa con un consumo entre 0 y 300 mg diarios, cifra máxima recomendada en la actualidad. Los ácidos grasos satura- dos, abundantes en la grasa animal (excepto la del pescado), son los principales causantes del aumento del colesterol total y LDL. El exceso de peso se ha convertido en un problema de salud en prácticamente todo el mundo. Un índice de masa corporal mayor de 30 se considera como obesidad aunque el riesgo coronario empieza a aumentar cuando este índice supera 25. El perímetro abdominal (menos de 94 cm para hombres y menos de 88 cm para mujeres) también se ha relacionado con diferentes niveles de riesgo, pero no todos los tipos de obesidad son igualmente perjudiciales, pues se sabe que la obesidad central típica de los varones, donde la grasa se deposita fundamentalmente en el abdomen y el tórax, se asocia con un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, pero además se ha relacionado con la resistencia a la insulina, la intolerancia a la glucosa y la diabetes mellitus tipo 2, la dislipidemia y la hipertensión arterial. f) Sedentarismo. Estudios epidemiológicos han demostrado que la inac- tividad física promueve un aumento de riesgo de muerte por todas las causas, especialmente por enfermedad cardiovascular, diabetes y cáncer. El sedentarismo también guarda estrecha relación con una gran cantidad de discapacidades físicas que finalmente propician enfermedades. g) Dislipidemias. Las alteraciones en el metabolismo de los lípidos están claramente relacionadas con el desarrollo de ateroesclerosis, riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura. Es bien conocido el proceso por el que el colesterol LDL participa en la formación de placas de ateroma, lo mismo ocurre con los triglicéridos que han demostrado ser un factor de riesgo independiente y que parecen contribuir más al riesgo cardiovascular de las mujeres. Ahora se sabe que la reducción de los niveles de colesterol en la sangre con el tra- tamiento farmacológico se asocia a un menor desarrollo de enferme- dades cardiovasculares. Existen múltiples sustancias hipolipemiantes que se utilizan en la práctica clínica diaria solas o en combinación, y en pacientes con cifras normales este efecto puede asociarse a un retraso en la progresión de la ateroesclerosis, con una consecuente reducción de las enfermedades cardiovasculares e incluso la muerte. El efecto de algunos de estos medicamentos parece no sólo estar en http://bookmedico.blogspot.com
  • 40. 16 Geriatría Cuadro 1-3 Pruebas de tamiz recomendadas para el paciente adulto Estudio de tamiz Enfermedad que detecta Colposcopia con Papanicolaou Cáncer cervicouterino Mastografía y autoexamen mamario Cáncer mamario Densitometría mineral ósea Osteoporosis Medición de perfil de lípidos Enfermedad cardiovascular Proteína C reactiva Glucosa sérica Diabetes mellitus Sangre oculta enheces y colonoscopia Cáncer de colon Pruebas de función tiroidea Disfunción tiroidea Estudio de fondo de ojo y presión intraocular Degeneración macular y glaucoma Valoración odontológica Salud bucal Medición de la presión arterial Hipertensión arterial esencial Antígeno prostático específico y valoración urológica Cáncer de próstata Peso y talla (índice de masa corporal) Obesidad Radiografía de tórax y citología del esputo Cáncer pulmonar relación con la disminución de los niveles del colesterol, sino en la mejoría de la disfunción endotelial, estabilizando la placa ateroescle- rosa y con un probable efecto antiinflamatorio. h) Examen médico periódico. La detección oportuna de enfermedades en el paciente adulto asintomático ha demostrado grandes beneficios en el tratamiento temprano de padecimientos como algunos tipos de cáncer, osteoporosis, disfunción tiroidea, enfermedad cardiovas- cular y depresión, entre otros. La realización de estudios de tamiz de manera periódica se ha relacionado con un aumento de la calidad y cantidad de vida, por lo que es recomendable promover esta práctica de manera sistemática (cuadro 1-3). Conclusiones El conocimiento de los determinantes de la longevidad humana es aún escaso y hay un número de factores asociados con la mortalidad que pueden ser identificados entre la población. A nivel particular estas aso- http://bookmedico.blogspot.com
  • 41. 17Determinantes de la longevidad humana ciaciones son muy débiles como para poder predecir el tiempo de vida de una persona. Por otro lado, las intervenciones médicas en la actua- lidad pueden modificar en forma individual la probabilidad de vida de una persona. Las perspectivas para entender más los determinantes de la longevidad humana pueden ser muy buenas. El progreso rápido de la genética puede añadir un considerable entendimiento a nuestra sobre- vida y los procesos de envejecimiento en especies como las levaduras, gusanos, insectos y ratas pueden ser similares a los que ocurren en los humanos. Los avances en la gerontología experimental van a ser deci- sivos. Los estudios demográficos y epidemiológicos en las poblaciones humanas también van a desempeñar un papel importante mientras se acumulan datos más confiables y extensos para ser analizados. Los es- tudios de los centenarios cada vez son más amplios y acumulan más individuos, ofreciendo información de las características de los sujetos en el extremo más avanzado de la vida. El descubrimiento de que muchas personas mayores de 95 años go- zan de muy buena salud y están en muy buena forma, puede reformular la planeación de los sistemas de salud para mejorar la satisfacción de las necesidades de los viejos. Finalmente, podemos concluir que: 1. Cabe esperar que la esperanza de vida no supere los 90 años en el siglo XXI, salvo que se produzcan inesperados avances científicos. 2. No existe ningún método clínico que permita conocer la verdadera edad biológica de un individuo. 3. No hay ninguna sustancia que haya demostrado reducir, interrumpir o revertir el envejecimiento. 4. El efecto de las dietas hipocalóricas aún no está bien establecido, y su eficacia para aumentar la longevidad humana es debatible. 5. La medicina geriátrica actualmente no combate en forma activa el envejecimiento sino sólo sus efectos. 6. Los estilos de vida saludables ayudan a conseguir mayores expectati- vas de vida al posponer o evitar las enfermedades relacionadas con la edad. 7. Jóvenes sanos generarán viejos sanos. 8. La posibilidad de una hipotética inmortalidad todavía está fuera de contexto científico. http://bookmedico.blogspot.com
  • 42. 18 Geriatría Bibliografía 1. Barzilai N, Atzmon G, Schechter C, Schaefer EJ, Cupples AL, Lipton R, Cheng S, Shuldiner AR. Unique lipoprotein phenotype and genotype associated with exceptional longevity. JAMA, 2003;290(15):2030-2040. 2. Brach J, FitzGeral S, Newman A et al. Physical activity and functional status in community – Dwelling older women. Arch Inter Med, 2003;163:2565-71. 3. Christensen K, Vaupel JW. Determinants of longevity: genetic, environmental and medical factors. J Inter Med, 1996;240(6):333-341. 4. Finkel T, Holbrook NJ. Oxidants, oxidative stress and the biology of aging. Nature, 200;408:239-247. 5. Gregg W, Cauley J, Stone K, et al. Relationship of changes in physical activity and mortality among older women. JAMA, 2003;289:2379-86. 6. Hawkes K. The grandmother effect. Nature, 2004;428:128-129. 7. Manton KG, Vaupel JW. Survival after the age of 80 in the United States, Sweden, France, England and Japan. N Engl J Med, 1995;333:1232-1235. 8. Perls T, Kunkel LM, Puca AA. The genetics of exceptional human longevity. J Am Geriatr Soc, 2002;50:359-368. 9. Post SG, Binstock RH (eds). The fountain of youth: cultural, scientific, and eti- cal perspectives on a biomedical goal. Nueva York: Oxford University Press, 2004. 10. Schächter F. Causes, effects, and constraints in the genetics of human longe- vity. Am J H Genet, 1998;62:1008-1014. 11. Trichopoulou A, Costacou T, Bamia C et al. Adherence to a mediterranean diet and survival in a greek population. N Engl J Med, 2003;348(26):2599-608. 12. Walther C, Gielen S, Hambrecht R. The effect of exercise training on endo- thelial function in cardiovascular disease in humans. Exerc Sport Sci Rev, 2004;32(4):129-134. http://bookmedico.blogspot.com
  • 43. C A P Í T U L O 2 Demografía del envejecimiento Dr. Lorenzo García Dr. J. Francisco González Martínez Desde el siglo pasado, el número y características de los adultos mayores han cambiado radicalmente en todo el mundo. Sin embargo, el aumen- to en lo que a cantidad se refiere se asocia a dos fenómenos principales: disminución en la mortalidad general y reducción en las tasas de natali- dad, por lo que la población de 65 años se está incrementando dramá- ticamente y lo seguirá haciendo en los próximos 50 años. Por desgracia, estos cambios en el perfil demográfico de las diversas sociedades traen aparejados cambios en las estructuras de atención y cuidados para la salud del paciente anciano.1 Como hoyse sabe, cada vez más personas alcanzan edades más avan- zadas, lo que requiere mayor conocimiento de las necesidades no sólo en salud, sino sociales, que el grupo poblacional que envejece necesita.1 El conocimiento de la demografía del envejecimiento, más que ser números que cuantifiquen un solo aspecto de la vida del viejo, nos brin- da un amplio panorama de la problemática que enfrenta este grupo de personas: enfermedades crónico-degenerativas, discapacidades, pro- blemática social, laboral y emocional, y nos permite planear para darle adecuada atención y calidad de vida a un grupo poblacional la mayoría de las veces desprotegido.2, 3 Temas como la problemática de salud del anciano, el viejo como fuer- za laboral ysu perfil de discapacidad son preguntas que, además de ser 19 http://bookmedico.blogspot.com
  • 44. 20 Geriatría interesantes, tienen un sentido práctico que ha permanecido inexplora- do por muchos años.3 Demografía ―La población mexicana aumentó de 13.6 millones de habitantes en 1900 a 91.2 millones en 1995, y es de casi 100 millones en el año 2000 (105 millones en el año 2005). Este incremento significa que el monto poblacional se multiplicó por siete en el siglo XX, lo que en combinación con las transformaciones socioeconómicas ocurridas en el mismo pe- riodo, definió dos contextos nacionales muy distintos entre principios y finales del siglo pasado‖.2, 3 El crecimiento demográfico ha resultado principalmente de los comportamientos de la mortalidad y la natalidad. La mortalidad ge- neral ha registrado una disminución continua desde 1930, al pa- sar de cerca de 27 defunciones por cada mil habitantes a menos de 5 en 1995. Por otro lado, la natalidad se mantuvo alta hasta 1970, cuando empezó a descender con rapidez, debido en parte a la apari- ción y difusión de nuevos métodos anticonceptivos, cuya demanda actual, aún considerada como insatisfecha, se pretende disminui- rá del 12.1 al 6.4% en 2006. Por otro lado, el desarrollo de las ciencias de la salud y mejor calidad de vida de los seres humanos han abatido las tasas de mortalidad, por lo que cada vez nos acercamos más a una sociedad de viejos (figura 2-1).2, 3 Este texto del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informá- tica (INEGI) explica sucintamente cómo han evolucionado las curvas demográficas en nuestro país. Las causas son muchas, variadas y, en su mayoría, corresponden a la realidad de un país que en su camino al de- sarrollo mejora su calidad de vida: mayor control natal, mejores servicios médicos, más higiene, etcétera. Todo ello ha elevado la esperanza de vida de los mexicanos de manera sustancial.2 En 1980, los mexicanos podíamos aspirar a vivir, en promedio, 56.2 años; tan sólo 15 años más tarde, en 1995, la esperanza de vida aumentó a 73, en el 2000 a 74 y, según proyecciones demográficas del Consejo Nacional de Población (Conapo), en el próximo medio siglo aumentará en siete años aproximadamente. Así, con cada vez menos nacimientos y población más longeva, tenemos una dinámica de población que va cambiando. Si siempre nos jactamos de ser un país de jóvenes, poco a poco tenemos que prepararnos para ser un país con cada vez más viejos, tal como lo han hecho en otras naciones.2 http://bookmedico.blogspot.com
  • 45. 21Demografía del envejecimiento Figura 2-1 Tasas de natalidad y de mortalidad en México para el periodo 1950-2050. Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población. En la figura 2-2 se observa cómo a principios del siglo pasado la es- peranza de vida al nacer, tanto para hombres como para mujeres, era de menos de 40 años, y se considera que ésta sea superior a los 80 años al llegar al año 2050, según las proyecciones de Conapo.3 Las razones de una esperanza de vida menor al inicio del siglo pasado son muy variadas: desnutrición, infecciones de toda índole (tuberculo- sis, neumonía, gastroenteritis, etcétera), enfermedades crónico-dege- nerativas, condiciones insalubres de trabajo, inaccesibilidad a servicios médicos y otras que se han ido mejorando predominantemente en la segunda mitad del siglo XX. Disciplinas como la geriatría, el trabajo social, la gerontología, la nutriología y otras han contribuido a permitir que vi- vamos más años; sin embargo, la nueva tarea es ofrecer salud y calidad de vida para el viejo y sus cuidadores.4, 5 De acuerdo con las cifras del INEGI, para 1995 el 6.5% de la población estaba constituida por adultos mayores, es decir, de 60 años o más. Las curvas demográficas señalan que dentro de pocos años, este segmento de la población podría representar 20% del total de los mexicanos. En específico, para el año 2050 se proyecta que de un total de 129 592 522 mexicanos, aproximadamente 36 222 237 sean mayores de 60 años de http://bookmedico.blogspot.com
  • 46. 22 Geriatría Figura 2-2 Esperanza de vida al nacimiento por sexo en el periodo 1930-2050. Fuente: Estimaciones del Consejo Nacional de Población. edad. Un fenómeno que es importante mencionar es el aumento en la población de adultos mayores, incluyendo la presencia de centenarios, grupo que antes era casi inexistente.2 Estas cifras son suficientes para afirmar que, ahora más que nunca, es vital para este país desarrollar y solidificar un sistema de ahorro para el retiro eficiente y robusto, capaz de soportar la pesada carga de seg- mentos de la población cada vez más amplios que no son productivos y dependen de sus pensiones.4 Tal es el impacto del crecimiento de la población vieja que se consi- dera uno de los aspectos principales a estudiar en este siglo XXI. Además, problemas como las precarias condiciones de vida de muchos viejos en nuestro país nos llevan a preguntar cómo se manejan y qué alcances tienen los sistemas de pensión, jubilación y ahorro para el retiro. Las limi- taciones que implica el proceso de envejecimiento, incluso de pacientes con una adecuada independencia física, provocan que el adulto mayor tenga menor aportación de ingresos económicos, requiriendo que se le ofrezcan ―sustitutos‖que en algo alivien el desgaste monetario tan severo que en ocasiones sufren algunos viejos. Por lo anterior, parte importante de la concepción y diseño de la seguridad social deben constituirse de la planeación en cuidados gerontogeriátricos a todos los niveles.4, 5 http://bookmedico.blogspot.com
  • 47. 23Demografía del envejecimiento El auge de la seguridad social en México tuvo su mayor impulso en los años 40; sin embargo, hasta la fecha su cobertura aún es escasa, sobre todo con una protección selectiva al medio urbano con probablemente poco interés en el medio rural y los no asalariados. A lo anterior podemos agregar que muchos recursos de protección social se destinan a grupos de personas sindicalizadas, quienes pueden ejercer suficiente presión política, lo que marca otra desigualdad para aquellos no sindicalizados.5 Tal vez entre los grupos social y económicamente más desprotegidos se encuentran los adultos mayores, que por lo general se encuentran al margen de una sociedad en continuo cambio al que muchas veces no se adaptan o no dejamos que se adapten, pierden movilidad, entusias- mo y oportunidades ante un entorno que no los valora adecuadamente y en el que aún podrían tener éxitos laborales si se les ubicara de manera adecuada.5 Importancia del envejecimiento en México La transformación socioeconómica que sufre nuestro país obliga tanto a que reflexionemos sobre los errores del pasado en cuanto a la protec- ción a los adultos mayores, como a hacer una proyección hacia el futuro. Esta búsqueda de perspectivas adecuadas de vida para los adultos ma- yores incluye no sólo cómo procurarlas sino también la mejor manera para hacerlo, y en ellas se señalan tres transformaciones socioeconómi- cas que destacan por su importancia:5 Una se refiere a los cambios en el modelo económico, que desecha la industrialización con base en el mercado interno y se apoya social- mente en el Estado benefactor, para procurar ahora ser parte de la glo- balización económica perfilada por las leyes del mercado y las finanzas internacionales. Otra es el cambio político realizado justo al iniciar el nuevo siglo y que ahora intenta rescatar el sentido federal de la administración pública, equilibrar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, al mismo tiempo de construir una democracia. También está la transición demográfica, cuya repercusión principal y a largo plazo es la acumulación en números porcentuales y absolutos de la población vieja. En cuanto a los procesos económicos y políticos, éstos se encuen- tran llenos de incertidumbres, debates y disputas acerca de los modos, los caminos y las metas de estas transformaciones. Como parte de los nuevos problemas, las relaciones de dependencia que definen la globa- http://bookmedico.blogspot.com
  • 48. 24 Geriatría lización imponen restricciones al crecimiento económico y la creación de empleos.5 Este ambiente de contraposiciones e incógnitas no existe sobre la transición demográfica, en la cual se puede decir que todos los que par- ticipan en el análisis bioestadístico concluyen que las cifras poblaciona- les no son sujetos de controversia. Esta uniformidad se da simplemente porque desde el gobierno, los planes de desarrollo y las actitudes fa- miliares y personales, se procura que los niveles de fecundidad y mor- talidad continúen en descenso, con el deseo no sólo de alargar la vida, mejorar la salud y ampliar las oportunidades de bienestar material, sino también y por demás importante, evitar presiones demográficas mayo- res sobre los sistemas socioeconómicos y ecológicos en busca de lo que ahora se describe como desarrollo sostenible. Así, debe aceptarse que, al igual que el resto del mundo, el panorama poblacional de México será el de un envejecimiento inevitable. Por tanto, es también ineludible que se tenga en cuenta este proceso como un reto social del siglo XXI, con la ventaja para la planeación, que en este caso podemos anticipar, con un enorme grado de confianza, sus tiempos y magnitudes.5 En términos meramente de una descripción demográfica, la perspec- tiva de menor participación de la población de niños y adolescentes da la oportunidad de dedicar recursos y atención para lograr mayor calidad en la preparación, escolaridad y salud de las generaciones futuras. A su vez, el crecimiento de las poblaciones jóvenes y adultas brinda el potencial de la fuerza laboral capaz de dar sostén y apoyo, aunque al mismo tiempo trae el reto de crear ocupación productiva y significativa para este gru- po poblacional. Finalmente, la parte envejecida de la población es una consecuencia realmente no buscada de la transición demográfica y que implica costos no previstos ante las necesidades y atención que requiere esta población, debido a su dependencia relacionada con la edad. Algunos de los problemas más relevantes que impone el envejeci- miento en México se refieren a: a) La insuficiencia financiera de la seguridad social, de las pensiones y los sistemas de retiro. b) El desplazamiento hacia edades mayores en la composición de la fuerza de trabajo y su repercusión en los mercados laborales ante la globalización económica, la transformación y tecnificación de los métodos de trabajo y los cambios en los modelos de desarrollo. c) La fragilidad en las condiciones de salud de la población en edades avanzadas, así como la mayor incidencia y prevalencia de enfermeda- http://bookmedico.blogspot.com
  • 49. 25Demografía del envejecimiento des crónicas e incapacidades, imponen la necesidad de modificar los sistemas de salud. d) El cambio en las relaciones familiares y las condiciones de domicilio, producto de la transformación de las estructuras familiares y de los hogares conformados cada vez más por adultos mayores y cada vez menos por jóvenes. e) La feminización del envejecimiento no sólo debida a la mayor sobre- vivencia de las mujeres sino también a las condiciones físicas, econó- micas y sociales más adversas con las que llegan y pasan por la vejez, en comparación con los varones. f) La vulnerabilidad ante la vejez y sus aspectos físicos, sociales, éticos, legales y de derechos humanos.5 g) De esta manera, el entendimiento del envejecimiento, sus caracte- rísticas socioeconómicas y de salud, la prevención y la búsqueda de soluciones ante los problemas que impone, se tornan todos en una necesidad moral, social y política.5 Economía y envejecimiento En principio, el envejecimiento demográfico de un país es un indicador de un buen estándar de vida de la población general, ya que de forma indirecta nos habla de una mejora en los sistemas de salud, mayor control de la natalidad, un mejor sistema de vivienda y oportunidades laborales que, a su vez, prolongan la existencia del individuo promedio; sin embar- go, el aumento en el número de viejos es de esperarse que produzca un consumo de bienes y servicios con las necesidades propias de este grupo de personas. Por desgracia, estas necesidades en la mayoría de los casos tienen que ser subsanadas por individuos más jóvenes, teniendo que de- rivar recursos hacia los ancianos, que originalmente podían utilizarse en sí mismos o en individuos más jóvenes. Además del dinero, el cuidado del viejo exige, el tiempo suficiente para brindarle adecuada asistencia material.1, 2, 5 Por otro lado, el trabajador viejo en muchas ocasiones se ve obligado a una segunda actividad ante la insuficiencia de las pensiones de retiro, o bien, trata de retrasar la jubilación, agregando a su jornada laboral una actividadremunerada informal.5 Conforme se envejece, se van acumulando procesos crónico-dege- nerativos y discapacidades diversas, lo que repercute en su capacidad para realizar múltiples actividades laborales, aumentando así los riesgos de las enfermedades de trabajo. http://bookmedico.blogspot.com
  • 50. 26 Geriatría Cuadro 2-1 Los ancianos del Distrito Federal Cómo viven (condición) % Habitan enel D.F. 700 000 No tienen pensión ni sueldo 70 Realizan una actividad lucrativa 30 Están postrados 2 Son indigentes 0.02 Viven enzonas marginadas 30 Son analfabetas 11.4 Tomado y modificado del Programa de Atención de Adultos Mayores, GDF, 1999. Una de las limitantes del trabajador viejo es que debido a sus enfer- medades, puede requerir periodos regulares de descanso, que tal vez se presenten con más frecuencia que en un trabajador joven, lo que pu- diera contribuir a que estos ―descansos‖ limiten la adaptación del adulto mayor a las nuevas tecnologías que se generan en materia laboral. En el cuadro 2-1 se proporcionan los porcentajes de adultos mayores que no tienen pensión ni sueldo (en México), así como aquellos que realizan una actividad lucrativa donde se aprecia un franco deterioro económico de la mayoría de los adultos mayores que habitan el Distrito Federal, donde supuestamente se concentra la mayor parte de los recursos financieros de nuestro país.5, 6, 7 Los retos de la salud (morbilidad y discapacidad) El aspecto del envejecimiento que traerá el mayor impacto social y económico se refiere al estado de salud de este grupo poblacional. La concomitancia entre la transición demográfica y epidemiológica resulta justamente en el envejecimiento demográfico, bajo un desplazamiento de las causas en la morbilidad y mortalidad de las enfermedades trans- misibles hacia las enfermedades crónicas, degenerativas e incapacitan- tes, que afectarán principalmente a los adultos mayores. Más que la mor- talidad, la morbilidad y las consecuencias no letales de la enfermedad deberán tenerse en cuenta como tópicos centrales de la atención al envejecimiento.5 http://bookmedico.blogspot.com
  • 51. 27Demografía del envejecimiento Se reconoce la importancia que acarrea la acumulación de los pro- blemas de salud en la edad avanzada y las necesidades que se crean en cuanto a prevención, atención a largo plazo y adaptación de los siste- mas y servicios de salud. No se trata sólo de gastos monetarios o de la atención médica profesional, sino también de las cargas emocionales que repercuten en la calidad de vida de los pacientes y familiares. Es de esperarse que el patrón de daños a la salud de la población geriátrica puede ser similar al de otros países, pero no igual, definiéndose por las características políticas, económicas y culturales de México.1, 5, 6 Entre los indicadores de calidad de vida de los pueblos se consideran factores como la esperanza de vida, la mortalidad y la morbilidad espe- cífica. Estos últimos puntos son de suma importancia cuando hablamos de retos en salud y la causa principal por la que debemos modificar los riesgos en pro de una mejora en la calidad de vida del viejo. Para dar un ejemplo, en el cuadro 2-2 se muestran las 10 causas principales de mor- talidad en el Distrito Federal.5, 6 En el cuadro mencionado apreciamos que debido a la expansión de programas preventivos de salud maternoinfantil se han abatido afeccio- nes del periodo perinatal, así como las de tipo infeccioso, dando paso a enfermedades crónico-degenerativas como padecimientos cardiovascu- Cuadro 2-2 Causas más comunes de mortalidad en adultos mayores en el Distrito Federal 1. Enfermedades del corazón 2. Diabetes mellitus 3. Tumores malignos 4. Enfermedad cerebrovascular 5. Enfermedades del hígado 6. Accidentes 7. Afecciones del periodo perinatal 8. Influenza y neumonía 9. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 10. Malformaciones congénitas Fuente: INEGI, Dirección General de Estadística, 2000. Tomado ymodificado de González F y García L, Longevidad ycalidad de vida, Archivo Geriátrico, vol. 5, año 5, no. 2, 1999. http://bookmedico.blogspot.com
  • 52. 28 Geriatría lares, diabetes mellitus y neoplasias, las cuales pueden observarse sobre todo entre los pacientes adultos mayores. De manera global, los proble- mas de salud, el aumento en la longevidad de la población y los factores sociológicos nos llevan al fenómeno de la transición epidemiológica (que involucra la evolución a las enfermedades crónicas no transmisibles y la disminución de las infecciosas, como causas principales de morbilidad y mortalidad).6 Además, debemos considerar que en el adulto mayor de nuestro país, independientemente de su perfil de enfermedades crónico-degenerati- vas, influye en forma notable su perfil de discapacidad; esto se manifies- ta en la información proporcionada por el INEGI.2 De los 755 843 mayores de 60 años, 5.5% tiene alguna discapacidad física y cinco de cada 10 ancianos padecen alguna enfermedad crónico- degenerativa. En el cuadro 2-3 se pueden observar las condiciones crónico-dege- nerativas más comunes en los adultos mayores condicionantes de poli- patología.8 Al revisar los cuadros 2-3 y 2-4, respectivamente, parece haber cier- ta discrepancia entre las causas de mortalidad en pacientes viejos y las Cuadro 2-3 Condiciones crónico-degenerativas más comúnmente reportadas por cada 1 000 adultos mayores de 65 años Condición Varones Mujeres Artritis 411.2 534.5 Hipertensión arterial sistémica 298.0 410.8 Enfermedades cardiovasculares 311.3 238.0 Hipoacusia de etiología múltiple 386.8 243.2 Cataratas 140.1 194.3 Deterioro del aparato musculoesquelético 156.5 158.4 Sinusitis crónica 109.6 122.5 Diabetes mellitus 121.8 84.3 Tinnitus 117.4 66.1 Deterioro visual 103.8 70.0 Tomado de Adams PF, Currents estimates from The Nacional Health Interview Survey 1996. National Cen- ter of Health Statistics, Vital Health Stat, 1999;10(200). http://bookmedico.blogspot.com
  • 53. 29Demografía del envejecimiento enfermedades más frecuentes. La explicación aparece cuando nos da- mos cuenta de que los padecimientos más comunes en los ancianos no necesariamente son aquellos que los matan, pero sí aquellos que los discapacitan con más frecuencia. Una situación que aumenta la proble- mática de la salud del viejo es que presenta un alto grado de comorbili- dad, esto es, que en un mismo paciente pueden confluir varios estados patológicos al mismo tiempo, lo que ocasiona que su ruta diagnóstica y tratamiento sean más difíciles y se gasten más recursos humanos y eco- nómicos que en pacientes jóvenes. De hecho, se dice que el fenómeno de comorbilidad es tan común en los pacientes viejos que, según la serie que se estudie, hasta 50% de los pacientes que la portan tiene arriba de 60 años de edad, y entre los adultos mayores de 80 años este fenómeno se presenta en una proporción de 70% en las mujeres y 30% en los varo- nes. Es importante mencionar que entre éstos, sin importar la edad y la comorbilidad, cuando menos estadísticamente, el pertenecer al género masculino influye para tener, en promedio, menor sobrevivencia que los individuos del género femenino.1, 8, 9 Como parte fundamental de la calidad de vida de la población an- ciana se han descrito los siguientes criterios específicos: la aptitud del individuo para asumir los roles y las actividades en forma adecuada; el mantenimiento de la capacidad intelectual normal en cada periodo de la vida, y el bienestar individual y colectivo. Asimismo, para integrar los razonamientos analizados y obtener una evaluación objetiva, no de- bemos excluir la áreas básicas del individuo: sus funciones sociales, las intelectuales, el estado emocional, su situación económica y la capaci- dad funcional. En los últimos años se ha dicho que en muchos pacien- tes viejos más que la enfermedad cuenta la funcionalidad del individuo, tanto en sus actividades cotidianas como en la sociedad en que se des- envuelve,1, 6 por lo que la planeación en recursos para la salud destinada a este grupo etario requiere una gran inversión económica y de recursos humanos a corto, mediano y largo plazos, tanto encaminados a resolver los problemas presentes como futuros en la medicina preventiva y re- habilitatoria con un enfoque eminentemente gerontogeriátrico. Lo que nos ha llevado, según el enfoque rehabilitatorio actual a considerar cual- quier tipo de discapacidad como un padecimiento crónico más, con la misma importancia para darle un adecuado tratamiento.5, 6 Debido a que la rehabilitación del adulto mayor en términos genera- les puede ser más tardada y costosa que la de un joven, con frecuencia se ve aplazada por polipatología, polifarmacia, o bien por situaciones de tipo social; un objetivo estratégico actual en la atención integral del http://bookmedico.blogspot.com