Bajo la óptica de contribuir a que los individuos desarrollen o perfeccionen tanto las competencias intelectuales como las facultades morales, es que se requiere compenetrarlos en procesos de Formación dentro de los cuales puedan encaminar sus pensamientos y actitudes a la luz de la dirección de criterios organizacionales. Quienes participan en dichos procesos han de darse la oportunidad para pensar, analizar, explorar opciones, identificar causas y consecuencias, por mencionar algunos fundamentos para nutrir las habilidades suaves (soft skills). Lo anterior promueve mejor interacción con sus similares, optimizando la comunicación, toma de decisiones, trabajo en equipo, etc., a lo largo y ancho de la organización. Es ahí donde el ejercicio de fomentar el pensamiento crítico, comprender la naturaleza de las variables y los parámetros sobre los cuales han de contribuir individual y colectivamente, hace de los programas de Formación, impartidos por mí, Ariel Valero Cruz, un elemento crucial, especialmente cuando el direccionamiento tiene una base integral, orientada hacia el Pensamiento, la Planeación y la Gestión estratégicos.