La necrosis por licuefacción ocurre cuando el tejido afectado adquiere una consistencia viscosa y liquida. Puede ser causada por infecciones bacterianas o fúngicas, donde la velocidad de disolución celular supera la velocidad de reparación, o por accidentes cerebrovasculares. Se caracteriza por la ausencia de estructura celular, infiltración de leucocitos y la formación de abscesos.