Este documento proporciona orientaciones para la construcción de acuerdos de convivencia escolar y comunitaria en instituciones educativas. Explica que los acuerdos deben establecer criterios consensuados para promover relaciones armoniosas y de respeto mutuo. Además, destaca que los acuerdos deben ser el resultado de un proceso democrático y participativo que involucre a todos los actores educativos, y que deben adaptarse al contexto específico de cada institución y al marco legal vigente.