Los antiarrítmicos son fármacos que se usan para tratar diferentes arritmias cardiacas actuando sobre los canales iónicos de sodio, calcio y potasio. Se clasifican en cuatro clases dependiendo de su mecanismo de acción. Algunos fármacos comunes son el atenolol, verapamil, propafenona y diltiazem, los cuales se usan para tratar la hipertensión y angina, y tienen efectos secundarios como mareos, náuseas y dolor de cabeza.