El documento describe cinco prácticas que, según el psicólogo Daniel Goleman, permiten construir fortaleza emocional en un equipo y fomentar su resiliencia: parar para tomar pausas, compartir cómo se siente cada integrante, pedir ayuda ante desafíos, celebrar logros de forma conjunta, y mantener reglas claras de convivencia. Estas prácticas ayudan a los equipos a enfrentar entornos complejos de forma saludable.