El documento discute que la diversidad cultural y lingüística está en peligro debido a la pérdida de lenguas, tradiciones y culturas vulnerables. Argumenta que las sociedades del conocimiento deben reflexionar sobre cómo preservar la diversidad lingüística. También señala que la hegemonía del inglés margina otros conocimientos expresados en otras lenguas y que los conocimientos locales enfrentan obstáculos como las tecnologías para integrarse a las sociedades actuales.