En 1977, reconocidos arquitectos peruanos, incluyendo al expresidente Fernando Belaunde Terry, convocaron una reunión a la que asistieron arquitectos de todo el mundo para actualizar la Carta de Atenas de 1933. Fruto de esta reunión fue la publicación de la Carta de Machu Picchu, que buscaba coordinar los principios arquitectónicos de la época y simbolizaba la contribución cultural independiente de América, representada por Machu Picchu.