El servicio de atención al consumidor de Coca-Cola se creó en 1992 y se ha convertido en un canal efectivo de comunicación entre la compañía y los consumidores. Escucha las peticiones y quejas de los clientes y asegura que se respeten sus derechos. El modelo español se ha utilizado como ejemplo para otras filiales de Coca-Cola. El servicio ha atendido más de dos millones de llamadas en los últimos ocho años, lo que demuestra su éxito.