La "cuestión social" en Chile a fines del siglo XIX se refiere al conjunto de problemas que afectaban a las clases trabajadoras debido a la migración del campo a la ciudad, la inflación y la incapacidad política para abordar estas cuestiones. Esto llevó a la sobrepoblación urbana, el hacinamiento, la falta de servicios básicos e infraestructura, y enfermedades como el tifus y la viruela, lo que a su vez deterioró la salud física y mental de los más pobres.