Este documento describe los cinco componentes principales de la gramática espacial de la lengua de signos: configuración, orientación, ubicación, movimiento y dirección. Explica que cada componente aporta información lingüística y que los rasgos no manuales como la expresión facial y de hombros también juegan un papel importante en la comunicación. Finalmente, enfatiza que el uso completo de todos los componentes de la lengua de signos es necesario para evitar malos entendidos.