Este documento ofrece consejos para que los niños y estudiantes sean más obedientes. Explica que la desobediencia puede deberse a factores hereditarios, innatos o aprendidos. Señala que para mejorar la obediencia es importante establecer normas claras, dar órdenes de forma adecuada, prestar más atención al comportamiento positivo y aplicar consecuencias consistentes cuando se desobedece. También recomienda no premiar la desobediencia y mantener la coherencia entre padres.