Los compuestos órgano metálicos son compuestos que contienen enlaces covalentes directos entre átomos de carbono de un ligando orgánico y un átomo metálico. Estos compuestos se caracterizan por la presencia de enlaces carbono-metal, que pueden ser sencillos, dobles o triples. Formalmente, se consideran compuestos órgano metálicos aquellos que contienen al menos un enlace carbono-metal, incluyendo enlaces con no metales como fósforo y metaloides como boro
1. Un compuesto órgano metálico es un compuesto en el que los átomos de
carbono de un ligando orgánico forman enlaces covalentes con un átomo
metálico. Los compuestos basados en cadenas y anillos de átomos de
carbono se llaman orgánicos, y éste es el fundamento del nombre órgano
metálicos. La característica de estos compuestos es la presencia de enlaces
entre átomos de metal y de carbono (que pueden ser sencillos, dobles o
triples) y por tanto no se consideran órgano metálicos aquellos compuestos
en que un metal se une a una molécula o fragmento por un átomo distinto
del carbono, como ocurre en algunos compuestos de coordinación. Este
grupo incluye un elevado número de compuestos y algunos químicos lo
consideran un grupo distinto al de los compuestos orgánicos e inorgánicos.
Recuerda: Que formalmente, los compuestos órgano metálicos son
aquellos que poseen, de forma directa, enlaces entre átomos de metal (o
metaloides) y átomos de carbono, M+δ–C-δ, de mayor o menor
polaridad.1 Es decir, un compuesto es considerado como órgano
metálico si este contiene al menos un enlace carbono-metal. En este
contexto el sufijo “metálico” es interpretado ampliamente para incluir
tanto a algunos no metales (como el fósforo) y metaloides tales como B,
Si y As así como a metales verdaderos. Esto es debido a que en muchos
casos la química de los elementos B, Si, P y As se asemeja a la química
de los metales homólogos respectivos. Por lo tanto, el término de
compuestos órgano metálicos es también usado ocasionalmente para
incluir dentro a los ya mencionados no metales y semimetales. En todos
los casos se trata de elementos menos electronegativos que el carbono.