Los residuos hospitalarios incluyen residuos no peligrosos como biodegradables, reciclables e inertes, así como residuos peligrosos como biosanitarios, anatomopatológicos, cortopunzantes, químicos, farmacéuticos y radiactivos. Los residuos peligrosos deben manejarse y eliminarse de forma segura para proteger la salud y el medio ambiente, mediante métodos como la esterilización, incineración, compactación e inactivación química.