La dirección por objetivos (DPO) es una técnica que transforma los objetivos de la empresa en objetivos asignables a las personas. Tiene beneficios como fijar responsabilidades personales y facilitar el trabajo en equipo. Los indicadores de calidad miden aspectos como la calidad de procesos y resultados. La DPO debe implementarse en 5 fases y monitorearse a través de ciclos de seguimiento, prestando atención a la flexibilidad de los objetivos y el tiempo dedicado a reuniones.