La displasia congénita de cadera incluye una variedad de anomalías que van desde la luxación congénita de la cadera hasta pequeñas alteraciones de la conformación articular. Los factores de riesgo incluyen el sexo femenino, la laxitud familiar y presentaciones anormales del parto. El diagnóstico se realiza clínicamente mediante maniobras como la de Barlow y Ortolani y se confirma con ecografía o radiografía. El tratamiento depende de la edad y puede incluir yeso, tracción de partes blandas o cirugía