La educación debe orientarse hacia el desarrollo sostenible para formar personas con conciencia ambiental y habilidades que contribuyan al desarrollo armonioso de la sociedad y la protección del medio ambiente. Los patrones actuales de consumo y uso de recursos son insostenibles e incompatibles con la capacidad de regeneración de los ecosistemas, por lo que se requiere educar a las nuevas generaciones para que interactúen de manera equilibrada con el medio ambiente. Las escuelas deben enseñar valores y contenidos que generen cambios de